Su condición rara solo afectó en el una sola y única vez. Pero fue como un bajón tanto como para Minho y para él, olvidando a su querido esposo y todo lo que habían vivido por todos esos años.

Era la única vez, y una sola opción tenían. Rehacer su vida o... olvidar todo lo que tuvieron y simplemente olvidarse para siempre.

Horas después de lo que había pasado con Jisung, Minho estaba totalmente frustrado, no quería ni siquiera dirigirle la palabra a Jisung porque sabía que iba a comenzar a hacer preguntas totalmente estúpidas para él, pero que para Jisung eran de gran importancia para saber más sobre lo que le había pasado al despertar y no reconocer su ambiente.

Jisung sin embargo, quería que Minho lo abrazara para poder enamorarse de nuevo, pero él solo se negó y Jisung solo lo abrazó por su cuenta, sin que él se lo devolviera. Era raro que no pudiera volver a sentir lo mismo de antes y era más raro saber que Minho era su esposo y no demostró afecto por él.

Minho esa misma noche, decidiría dejarlo ir sin importarle lo que le pasara a él. Se sentía impotente, pero sabía que era lo mejor para él como para ambos y tan solo tener que rehacer su vida con su esposo Jisung después de tantos años era frustrante. Al recordar todos los momentos que había tenido con Jisung, las caricias y las muestras de afecto que se tenían había soltado varias lágrimas que al instante las quitó con el dorso de su mano. Y estaba decidido de dejar su vida con Jisung para siempre y olvidarlo.

Tampoco es que lo odiara, pero sentía que algo no iba a funcionar si intentaban rehacer su vida de nuevo, amarse como lo hacían anteriormente y habrían intentos fallidos hasta la rendición. Pero temía encontrar a alguien más y simplemente seguir recordando a Jisung, hasta el punto en que se canse de recordarlo y la única solución sería tener solo a sus amigos y a su familia.

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Había llegado la noche, el viento no era tan fuerte y en cambio la luna casi dominaba la iluminación de la habitación de Jisung, el cual hace bastantes horas estaba deprimido. Estaba acurrucado entre gran variedad de cobijas y sabanas, sobrepensando cosas que tal vez no debería haber hecho.

Se sentía culpable por haber perdido la memoria y no poder recordar a su esposo, quería solamente acurrucarse entre sabanas y llorar para desgastar sus lágrimas y no sentirse tan sensible. También daba leves golpes al colchón para liberar un poco su enojo, y miraba la luz de la luna en la habitación, teniendo a la luna de gran compañía en esas pequeñas cuatro paredes que lo angustiaban y fastidiaban tanto.

Jisung escuchó que alguien estaba tocando la puerta, y parecía estar nervioso por el ritmo lento en que tocaba la puerta. Pensó por un momento, y se extrañaba de que fuera Minho, ya que no recordaba que el fuera tan nervioso al momento de hacer algo que no querría hacer.

Abrió la puerta y al instante volvió a acostarse en la cama, esta vez sentándose y poniendo las cobijas entre sus brazos para abrazarlas como fuente de consuelo. Le permitió el pase a Minho para que se sentara al lado de él, presentía algo que no le gustaría.

Y en cambio, estaba nervioso también.

Minho soltó un suspiro en señal de que le estaba fastidiando el gran silencio incómodo y el sonido de los grillos resonando por fuera de los ventanales. Y Jisung lo miró a los ojos, esperando a que dijera algo y también fijándose en esos ojos totalmente oscuros.

— Esto será directo al grano, ¿bien?

Jisung asintió y tragó saliva, su boca se estaba deshidratando debido a que no había bebido agua y tampoco había hablado en todo el día.

— Jisung, tú perdiste tu memoria esta mañana, y eso a mi me había fastidiado. Sin embargo nosotros teníamos un romance muy lindo y nunca faltaban los cariñitos. —Pausó un momento, para volver a ir directo al grano sin arrepentirse de sus palabras y no lastimar a Jisung tampoco.

— Te dije que íbamos a rehacer nuestra vida, pero pienso que no volveremos a ser lo mismo de antes, todo cambiaría y tardamos muchos años en tener nuestro romance. Lo siento, pero no puedo seguir a tu lado. —Al terminar de hablar, se arrepintió de haber decidido eso, pero sabía que eso también sería lo mejor para él y también para no confundir a Jisung tampoco, recordándole cosas del pasado.

Jisung se quedó en silencio y se decepcionó más, todo lo que venía a su cabeza era negativo y lo que había dicho Minho era más que negativo. Mantuvo la cabeza gacha por un buen tiempo, pero asintió, aún sin entender el porque tuvo que separarse de él, cuando lo podría amar más que antes y volver a construir su amor.

Su pecho dolió demasiado, pero aceptó que era hora de dejarlo ir y solamente asintió, aguantando sus lágrimas.

— Bien, lo entenderé. ¿Puedo llamarte si te necesito para algo?

Otra vez el molesto ruido de los grillos por el silencio que habían formado ambos. Y Minho habló.

— Si, solo para cosas importantes. —La expresión de Minho era fría, pero en el interior estaba destrozado por hacer eso y apretó su mandíbula.

Finalmente, se fue de la habitación sin más que decir y solo dejó a un Jisung que todavía estaba tratando de procesar sus palabras.

Jisung se echó en su cama y lloró. Sus lágrimas estaban mojando la cama y se preguntaba porque siempre tenía que pasarle las peores cosas a él. Su rostro se puso de un color bastante similar al rojo, desgastado por las lágrimas y por todo lo que había ocurrido.

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Minho se encontraba fuera de la casa donde había vivido todo lo que amó con su alma. Pero no quiso sobrepensar cosas y solamente puso su maleta con su ropa en la parte trasera de su auto. No podía olvidarse de él, pero sacudió su cabeza y se concentró en subir al auto y dirigirse al apartamento de su mejor amigo Bangchan. No quería contarle nada para evitar sospechas, y arrancó el auto para manejar en dirección a donde estaría “viviendo” en esos momentos.

Minho recordó que había dejado una carta con una foto de ambos para un sano y lindo recuerdo, pero pensaba las peores cosas que le podrían haber pasado a Jisung y se preocupó. Pero ya no había vuelta atrás, debía olvidarlo. Solo le lastimaba saber que dejó a alguien que lo amaba solo porque él no podía amarlo como antes por su condición.

Jisung todavía estaba llorando en aquellas cuatro paredes que eran su habitación, los pensamientos más negativos comenzaron a inundar su cabeza y solamente estaba tratando de quitarlos. No quería hacer esas cosas y que al final terminara muriendo.

Pero si sabía que si moría no tendría dolor ninguno y eso lo impulsaba más.

Debía tomar un poco de aire fresco si es que quería dejar de pensar en esas cosas. Por lo que se levantó de su cama y aún sin ganas y con cansancio, abrió la puerta de su habitación, y bajó por las escaleras, dirigiéndose hacia la sala, buscando con que entretenerse.

La TV le aburría demasiado, no había nada interesante en ella y no tenía nada con que entretenerse desde ese momento, buscó en la mesa, y en vez de encontrar algo solamente vió como una carta se desplazaba hacia el suelo.

La recogió con curiosidad, y abrió la carta para leer lo que decía aún si fuera dolorosa, solo quería saber.

❝Jisung, si estás leyendo esta carta es porque bajaste a la sala. Sabes que soy muy directo con las personas por lo que no seré indirecto contigo y todo será directo al grano.❞

...

❝Jisung, perdoname si alguna de mis palabras que te habría dicho en la habitación te dolieron, perdoname por hacerte llorar debido a mi incredulidad y mi falta de quererte. No sé si te merezco, pero solo quería que encontraras a alguien más que te quisiera como yo lo hice antes de que tu perdieras tu memoria.❞

❝Perdona por todos los fraudes que te hice, pero desde que ocurrió eso por la mañana supe que como pareja no podríamos estar.❞

❝Espero que todo lo que hagas y las decisiones que tomes en tu camino sean buenas, y espero que después de leer esta carta no llores jamás por mi ausencia.❞

Se sentía destruido después de leer esa carta. No podía creer su sensibilidad ante su reciente “ruptura” con Minho y tampoco podía comprender el porqué sus lágrimas estaban saliendo de sus ojos al instante de leer que no llorara por él, su condición la estaba odiando.

Se sintió solo, y no quería perderlo. Aquellos pensamientos negativos volvieron a invadir su mente y esta vez más peor que antes, por lo que si llegaba a hacer algo trataría de detenerse a sí mismo.

Para poder desahogar sus sentimientos, le iba a responder la carta a Minho, pero estaba dispuesto a cualquier cosa solo por su único amor platónico. El que por una condición terminó siendo un fracaso todos los años que estuvo con él mismo, según contaba Minho.

En unos pocos minutos ya había terminado su carta, por lo que no tuvo tiempo para adornarla, debido a que iba a hacer algo que nunca quiso hacer. Y sentía que iba a ser un completo error.

Jisung se dirigió hacia la caja medicinal la cual solo usaba para emergencias o por si él estaba enfermo, y buscó entre muchas y muchas pastillas solo para hacer lo que planearon sus impulsos y pensamientos negativos.

“Jisung, debes hacerlo” “Jisung, no lo hagas, te arrepentirás" era lo que su mente gritaba al momento de haber tomado el frasco que quería para ese plan. Su mano temblorosa hizo que casi se cayera, pero trató de calmarse y abrir el frasco, revelando una gran cantidad de pastillas que nunca había usado.

Jisung ni siquiera estaba preocupándose de él mismo, solo luchaba con el impulso de hacerlo y no hacerlo. Su mente tenía un lado negativo y el lado positivo definitivamente no debería estar en su lista.

Finalmente, vertió del frasco unas cuantas pastillas en su mano y dejó el frasco de un lado. Tenía miedo, miedo de que no le pasara nada y que todo resultara un fracaso para tener que sufrir aquella soledad eterna por los años restante de vida que le quedaban todavía. De pequeño, su mayor miedo era morir jóven y ahora resultaría su mayor deseo.

Mordió su labio un poco angustiado, y volvió a pensar sobre si hacerlo o no, echándole otro vistazo más a las pastillas que había vertido en su mano izquierda. Suspiró, y decidió que era hora de hacerlo.

— Minho, si nos reencontramos en otra vida. Ámame, por favor. —Jisung solo ansiaba eso si es que llegaba a reencarnar, sin su horrible condición.

Metió todas las pastillas a su boca rápidamente y las tragó con cuidado, lo había hecho y no sabía si arrepentirse o solamente dejar que hiciera ese efecto en minutos o en horas, no le importaba y solo quería sentir la paz.

Pero, ahora sabía que podría vivir en paz en un lugar mejor donde sabía que la tranquilidad era lo que abundaba allí, nadie sufría y nadie lloraba. Ahora no podía extrañar, no podía llorar y tampoco podía hablar.

Porque ya estaba muerto, ya estaba en un lugar mejor; y solo pudo sentir la paz después de muchas horas de sufrimiento.

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Esto es muy triste para mi y sería el primer OS que creó con un final triste. Me aguanté las ganas de llorar mientras escribía esto y no pude, me eché a llorar y tuve tremenda duda existencial sobre seguir haciendo esto y ya me ven aquí sufriendo un chingo.

El impulso me ganó y hice esta historia, está muy triste porque literalmente es Jisung sufriendo por el amor de su ex Minho porque él no quiso quedarse con Jisung por su condición que hacía que perdiera la memoria. Espero que no estén desgastando esas hermosas lágrimas mis amores.

Los amo mucho y recuerden que vendrán más historias mías con finales felices, no se me depriman porque les pagaré la terapia después de esto. 💗