
˖ ֹ੭୧ 𝟬𝟬𝟯 ⊹ ࣪ ⑅
⌇⌇⚝𝐍𝐨𝐰 𝐥𝐨𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 . . .
꒰ᩘ ❀ᮬᩥ ꭑᧉ ׅ ⠞࣭ ꧱꧱
愛してます
░ ⃞⃚🥠ᩙ̷̫ ̷ ᩡ
𝑣𝑎𝑚𝑝𝑖𝑟𝑎... ❾¾
No llevaba mucho tiempo fuera de la playa, pero si lo suficiente para sentir que las cosas habían cambiado, y no precisamente para mejor.
Ahora estaba sola, y aunque ya había participado en juegos sin Chishiya, seguía sintiendo ese molesto nudo en el estómago.
No era miedo exactamente... o tal vez sí.
A fin de cuentas, aquí hasta la calma sabía a peligro.
Había encontrado un refugio en un supermercado mientras esperaba el siguiente juego.
¿Un supermercado? Vaya cliché de apocalipsis, lo sé. Pero, sinceramente, no estaba para ponerme exigente con el alojamiento.
La entrada estaba destrozada, los estantes medio vacíos, y había un olor raro que me hacía preguntarme si prefería no averiguar de dónde venía.
Pero, hey, al menos no había cucarachas visibles... por ahora.
Pude visibilizar un tipo baño en una esquina de la tienda. Seguía teniendo la misma ropa con la que me fui de la playa, así que tomé mi mochila y me dirigí a esté. El lugar no estaba tan limpio, pero servía.
De mi mochila, saqué un top blanco de tirantes, y un tipo short negro. Me volví a poner mis botas seguido de los guantes que ya traía.
Si iba a morir, iba a tratar de no verme tan de la mierda...
Después de un rato, salí del baño mientras me acomodaba el pelo detrás de las orejas.
Me quedé un rato inspeccionando el lugar, pateando una bolsa de papas fritas aplastada que me encontré en el suelo.
Este sitio me recordó a la primera vez que llegué a este mundo con Chishiya.
Me acuerdo de cómo revisaba los estantes como si estuviera en una tienda de lujo y no en un Tokio de locos.
Suspiré mientras me cruzaba de brazos, observando los estantes vacíos.
Tratar de distraerme era casi tan inútil como pensar que podía controlar lo que pasaría después.
Este mundo te deja claro que todo puede acabarse en un segundo.
Pero aquí estaba yo, jugando a ser optimista mientras buscaba algo útil o, en su defecto, algo que no me hiciera vomitar.
En uno de los estantes encontré una bolsa intacta de caramelos. Una rareza, considerando que aquí hasta el polvo parecía haber caducado.
Bueno, si voy a morir en el próximo juego, al menos lo haré con algo dulce en la boca, pensé mientras abría la bolsa y me metía uno a la boca.
Si Chishiya estuviera aquí, probablemente diría algo sarcástico.
Claro, porque él nunca desperdiciaba una oportunidad para hacerlo.
Y entonces, justo cuando pensaba que tenía un momento de paz, mi teléfono soltó ese *bip* maldito que me hizo saltar.
El siguiente juego.
Me puse de pie de un brinco, guardando los caramelos junto con el agua que había traído en la mochila, como si fueran un tesoro.
No sabía qué me esperaba, pero si de algo estaba segura: es que tenía que salir viva.
Antes de cruzar la puerta, me detuve un momento y miré el lugar.
Con su desorden, su olor raro y sus recuerdos, este lugar había sido un refugio temporal, por más extraño que parezca.
━ Gracias por el caramelo... y por no tener cucarachas ━murmuré, antes de salir. Este mundo sí que me está volviendo loca.
Era hora de ver si este juego me iba a hacer correr, pensar o simplemente rezar por un milagro.
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Caminaba por las desoladas calles de Tokio, donde el silencio era tan opresivo como el aire frío que calaba hasta los huesos.
Las luces en blanco parpadeaban a lo lejos, reflejándose en los charcos que salpicaban el asfalto.
De repente, las pantallas dispersas en los edificios cercanos se encendieron al unísono, proyectando un mensaje que hacía que mi estómago se encogiera:
"𝗘𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘇𝗮𝗿á 𝗽𝗿𝗼𝗻𝘁𝗼. 𝗗𝗶𝗿í𝗴𝗲𝘁𝗲 𝗮 𝗹𝗮 𝗔𝗿𝗲𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗶𝗴𝗻𝗮𝗱𝗮."
Apresuré el paso, siguiendo las indicaciones en las señales digitales que parecían guiarme como un faro hacia mi destino.
Finalmente, un túnel iluminado por un tono amarillento apareció frente a mí. Sobre él, un cartel en letras desgastadas anunciaba:
"𝐀𝐑𝐄𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐌Á𝐒 𝐀𝐃𝐄𝐋𝐀𝐍𝐓𝐄."
Me detuve justo antes de cruzar el umbral. Por un momento, cerré los ojos y respiré hondo.
Todo estará bien, me repetí, aunque sabía que esa era una mentira reconfortante.
Sea cual sea la carta del juego, sea cual sea el reto, tenía que salir viva.
Apreté las correas de mi mochila, aferrándome a esa única sensación de estabilidad.
Después de unos segundos, mis pies comenzaron a moverse por sí solos. El sonido de mis pasos resonaba en el túnel vacío. No había vuelta atrás.
Al final del pasillo, lo vi: un autobús viejo, cubierto de grafitis y con las ventanas astilladas. Parecía más una trampa que un refugio, pero no tenía otra opción. Subí por la puerta oxidada, tratando de ignorar el crujir metálico bajo mis pies.
Al parecer, era la última en llegar.
Mis ojos recorrieron rápidamente el interior.
Un grupo de tres hombres peculiares se encontraba al fondo. No parecían hablar entre ellos, pero sus miradas eran intensas, como si midieran a los demás en busca de debilidades.
Del otro lado, un par de rostros me resultaron inquietantemente familiares.
━ Hola ━La voz del chico llamó mi atención. Giré ligeramente la cabeza y lo reconocí.
Era él, el mismo chico con el que había sobrevivido en aquel caótico juego de la "cosa".
Estaba sentado junto a la chica que también había estado allí. Ambos me miraban con una mezcla de alivio y curiosidad.
━ Parece que seguimos vivos. Por ahora ━añadió, con una sonrisa que intentaba ser relajada, aunque sus ojos revelaban su nerviosismo.
No respondí de inmediato. Simplemente arqueé las cejas, dedicándoles una mirada rápida antes de concentrarme en el entorno.
Mi atención fue atraída por una mesa improvisada cerca de la entrada, donde había varios celulares apilados.
Caminé hacia la mesa y tomé uno de los teléfonos. Una luz parpadeó al nivel de la cámara frontal, y automáticamente mostré mi rostro. El dispositivo emitió un leve pitido antes de mostrar mi nombre en la pantalla, seguido de un mensaje frío y directo:
"𝗜𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗳𝗮𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗿𝗺𝗮𝗱𝗮."
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Dejé escapar un suspiro, guardé el celular en mi bolsillo y me giré para observar al resto de los jugadores.
Algunos se veían tensos, otros fingían calma, pero sus miradas los delataban.
Este lugar hacía que todos mostraran su verdadero rostro tarde o temprano.
━ Ustedes no son nuevos ━dijo uno de los señores al fondo, llamando nuestra atención. Su voz era grave, con un deje de cansancio.
━ ¿Y ustedes? ━preguntó la chica mientras alzaba la mirada, como si quisiera desafiar al aire.
━ Los tres completamos cuatro juegos... ━dijo uno de los hombres, dejando escapar un suspiro pesado. Parecía que revivir esos recuerdos lo agotaba━ Nos tocó juntos en el primer juego y formamos equipo.
━ Tus aliados determinan si puedes pasar un juego o no ━agregó el hombre a la derecha, su tono firme pero con una sombra de advertencia.
Y en sí, tenía un poco de razón. No todos podían confiar ciegamente, pero sin alguien que te cubriera las espaldas, estabas perdido.
Lancé una mirada rápida a uno de ellos, notando que cojeaba ligeramente.
No era difícil adivinar que algo andaba mal.
━ Tu tobillo, ¿te duele? ━me animé a preguntar, intentando mantener la voz neutral.
━ Sí... ━contestó el hombre con un leve movimiento de cabeza━ Creo que me lo torcí ━dijo al final, dejando caer el peso de esas palabras.
━ ¿Fue jugando? ━seguí, tratando de parecer interesada sin involucrarme demasiado.
El hombre asintió apenas y soltó un "sí" tan bajo que casi no lo escucho.
━ Qué suerte ━solté con una media sonrisa.
━ Mejor eso a que te falte algo más importante. Créeme, duele menos torcerte algo que perder un brazo ━Levanté las cejas y me encogí de hombros, añadiendo un poco de dramatismo. Más de uno soltó una carcajada nerviosa.
━ ¿Siempre eres así? ━preguntó la chica, cruzándose de brazos mientras me miraba con algo que parecía ser una mezcla de diversión y fastidio.
━ ¿Así cómo? ¿Encantadora? ━repliqué en un susurro sólo para que ella me escuchará, sonriendo ampliamente mientras ladeaba la cabeza.
Ella rodó los ojos pero sonrió, aunque fuera por un segundo.
━ Oigan ━llamó nuestra atención uno de lo hombre, cuando nuestros celulares empezaron a vibrar.
━ Ya va a empezar ━dijo notablemente nervioso.
"𝗟𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗶𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝗵𝗮𝗻 𝗰𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝗼."
"𝗘𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗲𝘀𝘁á 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘇𝗮𝗿."
El teléfono rápidamente cambió su fondo al de una carta de...
"𝗗𝗶𝗳𝗶𝗰𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱: 𝟰 𝗱𝗲 𝘁𝗿é𝗯𝗼𝗹𝗲𝘀.
𝗘𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝘀𝗲𝗿á: 𝗱𝗶𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮.
𝗟𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀: 𝗥𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗮𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝘂𝗲𝗯𝗮, 𝘆 𝗹𝗹𝗲𝗴𝘂𝗲𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝘁𝗮, 𝗱𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗹í𝗺𝗶𝘁𝗲.
𝗖𝗼𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶ó𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗴𝗮𝗻𝗮𝗿: 𝗹𝗹𝗲𝗴𝘂𝗲𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝘁𝗮 𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗼."
━ ¿A salvo? ━preguntó uno de los señores intrigado y con un leve nerviosismo en su voz.
Y no lo culpó, por que yo igual empezaba a sentir que mi respiración se aceleraba.
"𝗬, 𝗲𝗺𝗽𝗶𝗲𝗰𝗲𝗻."
"𝗧𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲: 𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗲 𝗺𝗶𝗻𝘂𝘁𝗼𝘀."
El ambiente estaba cargado de tensión.
Todos los presentes, incluyéndome, estábamos al borde del colapso, incapaces de apartar la mirada de los celulares.
Pero había algo extraño, algo que no encajaba...
━ ¿Nos está pidiendo que corramos? ━la pregunta resonó con incredulidad, como si intentáramos asimilar una trampa aún no revelada.
━ Correremos, en la carretera ━su voz firme cortó el aire, haciendo que un escalofrío recorriera nuestras espaldas.
El eco de sus palabras se prolongó en un inquietante silencio hasta que alguien más, aturdido, se atrevió a romperlo.
━ ¿Correr? ━preguntó uno de los participantes, pero su atención fue interrumpida abruptamente cuando el hombre del tobillo lesionado intentó ponerse de pie. Tropezó consigo mismo y cayó al suelo, soltando un quejido de dolor.
Sus amigos se apresuraron a ayudarlo, pero era inútil. Cualquier intento de incorporarlo parecía absurdo ante la evidente gravedad de su lesión.
Después de tratar de estabilizarlo, los otros dos se pusieron de pie y pasaron en medio de nosotros.
━ Este autobús fue fabricado alrededor de mil novecientos setenta ━dijo uno de ellos mientras se movía al asiento delantero, inspeccionando con rapidez.
Sacó la llave del bolsillo y la insertó en el encendido. Intentó arrancar el motor, pero el sonido seco del vehículo se negó a cooperar.
━ Tiene que encender ━murmuró, con una mezcla de frustración y esperanza━ Por favor...
Continuó girando la llave, pero no había caso. El autobús estaba muerto.
━ Mierda, ya no tiene combustible ━sentenció, golpeando el volante con la palma de la mano.
La tensión dentro del vehículo era palpable. Nadie decía nada.
━ Creo que no hay de otra más que correr ━dije finalmente, soltando un suspiro pesado, tratando de sonar firme pese a lo inevitable.
El silencio que siguió fue tan pesado como la culpa que comenzaba a aparecer en el ambiente.
━ Váyanse sin mí... ━la voz quebrada del hombre del tobillo lastimado rompió el silencio, y todos lo miramos, incrédulos.
Sus amigos intentaron convencerlo, suplicándole que no se rindiera, pero la tristeza en sus rostros dejaba claro que comprendían lo que él ya había aceptado.
Yo apreté los dientes, odiando la sensación de impotencia que me consumía.
No podía permitirme empatizar demasiado, pero su sacrificio pesaba en el ambiente.
━ Es una decisión difícil ━dije al final, la voz más baja que de costumbre━ Pero los que puedan correr, deben hacerlo. La esperanza no espera por nadie.
Mis palabras no ofrecieron consuelo, y tampoco lo buscaba. Solo el eco del motor apagado nos acompañó mientras el tiempo se deslizaba entre nuestros dedos.
Tras su breve discusión, ambos hombres terminaron por bajarse del autobús.
Esperé mi turno detrás de la chica de cabello corto, y, cuando ella descendió, bajé con cuidado por las escaleras, no sin antes lanzarle una rápida mirada de lástima al hombre que se quedaría atrás.
Sin detenerme a mirar hacia atrás, comencé a correr, ignorando completamente a las demás personas.
Tenía que salir de ahí lo antes posible.
A medida que avanzábamos, coches aparecían de repente en medio de la carretera, como si surgieran de la nada.
"𝗗𝗶𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮: 𝟭𝟬𝟬𝟬."
La voz robótica resonaba con fuerza a través del túnel, anunciando la distancia restante.
Mis piernas comenzaban a pesarme, y cada paso volvía mi respiración más entrecortada. Un dolor punzante se instalaba en mis costillas, pero no podía detenerme.
Tenía que seguir adelante, sin importar qué.
A cada rato la voz robótica anunciaba el tiempo restante, lo que me ponía cada vez más nerviosa, y ansiosa por ya acabar éste juego.
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━ ¡Oye! ━gritó alguien detrás de mí.
━ ¿Qué hay por allá?
Corrimos hacia un pequeño puesto improvisado con una mesa desvencijada y un letrero que decía:
"𝐄𝐒𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐑𝐄𝐀𝐁𝐀𝐒𝐓𝐄𝐂𝐈𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎."
El cartel parecía haber sido garabateado a toda prisa, como si quien lo escribió hubiera estado demasiado ocupado huyendo de algo.
Rápidamente, los cinco nos lanzamos hacia la mesa con la urgencia de un grupo de náufragos viendo tierra firme.
━ Muero de sed ━jadeó uno de los hombres, extendiendo la mano hacia un pequeño termo de agua.
Pero justo antes de que sus dedos lo alcanzaran, su compañero le sujetó la muñeca.
━ Supongo que es una prueba para nosotros... ━dije, con la respiración entrecortada y sintiendo el latido de mi corazón en los oídos.
━ ¿Por qué crees eso?
No respondí de inmediato, aún analizando la situación. Había algo inquietante en lo ordenado que estaba todo, como si alguien hubiera querido que lo encontráramos.
Pero antes de que pudiera seguir pensando, la escaladora sacó de su bolsillo una pequeña botella de agua y lo alzó en el aire como si fuera un trofeo.
━ Toma esta ━Le arrebató la botella al chico ya conocido, extendiéndosela con un gesto casual.
Este sonrió de lado antes de aceptarla.
━ Muchas gracias ━dijo, inclinando la cabeza en un gesto de gratitud.
Cuando terminó de beber, dejó escapar un jadeo de satisfacción.
━ Me siento vivo... ━murmuró, como si acabara de sobrevivir a una travesía en el desierto.
Nos miró, un poco apenado por su efusividad, antes de ofrecerles la botella a los otros dos.
Ellos, exhaustos, la tomaron sin pensarlo dos veces y casi la vaciaron en cuestión de segundos.
La mirada de la chica me hizo contener la risa. Parecía debatirse entre reclamarles o aceptar su destino de quedarse sin agua.
Cuando el rubio terminó de beber, me extendió la botella.
━ Toma.
Yo lo miré con una sonrisa antes de sacar de mi mochila mi propio termo.
━ Ya tengo. ━dije con toda la tranquilidad del mundo antes de empezar a beber.
Los cuatro me observaron en silencio. No sé si por la existencia del termo o porque el mío era significativamente más grande que el suyo.
━ Éso no es un termo, es un tanque de guerra ━soltó el rubio, negando con la cabeza.
━ ¿Y acaso me ven perdiendo la batalla contra la deshidratación? ━repliqué con una sonrisa triunfal.
⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘
Seguimos corriendo hasta que el cansancio nos quemaba los pulmones.
La voz robótica y monótona seguía repitiendo la distancia como si fuera un recordatorio burlón de lo cerca que estábamos del peligro.
Al llegar a una zona llena de autos abandonados, la oscuridad se volvió casi absoluta. Apenas se distinguían las siluetas de los vehículos.
━ Ya no puedo más... Esto parece más un juego de espadas que de tréboles ━murmuró alguien con la voz entrecortada.
━ Shhh... hay algo ahí ━susurré, dejando de correr poco a poco.
━ No se ve nada ━respondió otra voz, aunque su tono dudoso traicionaba su seguridad.
━ No... sí hay algo ━afirmó la otra chica, tensando los hombros mientras miraba al frente.
Un sonido grave y gutural vibró en el aire, como un rugido contenido que se esparcía en el túnel.
Y entonces, de la nada, algo emergió de entre las sombras.
Caminaba en cuatro patas, lento, como si estuviera saboreando el momento antes de lanzarse sobre nosotros.
━ E-Es un...
No hubo tiempo para terminar la frase. Un grito colectivo rompió el silencio y salimos disparados en distintas direcciones, buscando algún escondite antes de que esa cosa nos viera.
Con la respiración descontrolada y el corazón latiéndome en la garganta, me refugié junto a los otros detrás de un auto.
Desde nuestra posición, intentamos asomarnos con el mayor sigilo posible.
Un gruñido resonó justo sobre el capó del vehículo, helándonos la sangre.
━ Mierda... ━susurré.
El grito de un chico explotó directamente en mi oído, haciéndome pegar un salto.
━ ¡IDIOTA! ¡Casi me dejas sorda! ━solté, fulminándolo con la mirada.
Pero cuando levantamos la vista... ahí estaba. El animal nos había encontrado.
━ ¿Cómo demonios es tan rápido?
No lo sé, pero juro que si sobrevivimos a esto, alguien va a pagarme la terapia.
━ Carajo... ━murmuré en un susurro cuando vi que esa cosa me estaba persiguiendo.
No sabía a dónde ir.
Mi cerebro gritaba "¡corre!" pero mis piernas apenas respondían.
En un acto desesperado, corrí hacia el auto más cercano y tiré de la puerta, pero justo cuando iba a entrar, el maldito bicho se lanzó contra mí.
━ ¡AHHH, NO, NO, NO! ━usé la puerta como escudo, empujándola con todas mis fuerzas.
━ ¡Cierra la puerta! ━gritó una voz femenina detrás de mi.
━ ¿¡QUÉ CREES QUE ESTOY HACIENDO!? ¡ESTO NO ES UN JUEGO DE PUZZLES!
El animal gruñó y se empujó con más fuerzas, casi logrando meter la cabeza. Mi corazón latía como un tambor de guerra.
Aproveché un segundo de distracción del animal y me metí en el auto de un salto, cerrando la puerta de un golpe.
━ ¡JA! ¡Te jodiste, bestia del infierno! ━grité, sintiéndome victoriosa... hasta que, la criatura empezó a golpear el vidrio con una fuerza aterradora.
Mientras tanto, yo seguía atrapada, golpeando el claxon sin querer y haciendo más ruido.
Haciendo que el animal redoblara su ataque contra la ventana.
Pero una luz detrás de mí llamó mi atención.
━ ¡Corre! ━gritó la chica a mi espalda justo después de meterle lo que parecía un fuego artificial en la boca a la criatura.
Sin dudarlo, corrimos con todas nuestras fuerzas, intentando alcanzar a los demás y perder al animal de vista.
Lástima que no logramos salvar a uno de los señores.
Me repito una y otra vez que no puedo salvar a todos.
━ ¡VÁYANSE! ━rugió él con un grito desgarrador, dejando claro que ya no había nada más por hacer.
Escuchar los gritos de su amigo, desesperado por encontrar una solución, fue horrible.
Pero aun si hubiéramos conseguido sacarlo de ahí, sus heridas eran demasiado graves.
Se desangraría en cuestión de minutos.
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━ Ya no puedo correr… ━ murmuró el único hombre que quedaba, su voz cargada de agotamiento. No era el único que se sentía así.
━ Sólo un poco más… ━ dije, quizás más para mí misma que para él. No podía detenerme. No todavía.
Forzamos nuestros cuerpos a seguir, pero el cansancio era implacable.
━ Estuve con ellos apenas una semana… pero se sintió como si hubiéramos sido amigos de toda la vida…
Hablaba como si ya estuviera muerto. No tenía tiempo para escucharlo. Entendía su dolor, pero si realmente quería vivir, no podía rendirse ahora.
━ Vive… y cuéntale a tu mujer sobre ellos. ━ Mi voz salió en un susurro, no por tristeza, sino por puro agotamiento. Yo sólo quería ganar este maldito juego y largarme.
Él me miró, confundido al principio, pero luego asintió lentamente.
━ Tienes razón… ━ murmuró, apenas audible, antes de obligar a sus piernas a seguir adelante.
Y yo también lo hice.
Seguimos corriendo, el aire se nos escapaba en jadeos pesados y el ardor en el pecho se hacía insoportable.
No sabíamos cuánto más podríamos seguir así.
De repente, él se detuvo en seco.
━ ¿Qué viste? ━ pregunté, aún tratando de recuperar el aliento.
Fijaba la mirada en un camión, con una motocicleta sobre él.
━ Esta motocicleta... es una Royal Enfield ━dijo con una mezcla de asombro y seriedad.
La escaladora, yo y el hombre lo miramos confundidos
━ Así es, ¿y? ━pregunté, sin entender su reacción.
━ Es una motocicleta rara que usa diésel.
Parpadeé un par de veces.
━ Sigo sin entender.
La escaladora, que también parecía desconcertada, se cruzó de brazos.
━ ¿Se supone que debamos hacer una reverencia o algo?
Él negó con la cabeza, exasperado.
━ Ya entiendo... ━ hizo una pausa, como si la revelación estuviera cayendo sobre él━ Son los circuitos. Todos los circuitos electrónicos fueron destruidos.
Me encogí de hombros.
━ ¿Y eso qué?
━ Que en cambio, los aparatos analógicos pueden funcionar aquí. O sea, que las motos o autos viejos todavía sirven. Ya sea esta moto o… ━ se detuvo, pero esta vez fui yo quien completó la frase.
━ O el autobús del comienzo.
Dije entrando en razón, mientras chasqueaba los dedos pensativa.
Estos dos se subieron de un brinco a la camioneta, inspeccionando la motocicleta como si acabaran de descubrir un tesoro.
━ Pero… no tiene batería ━ El primero en hablar lo dijo con el ceño fruncido, dándole golpecitos al manillar, como si eso fuera a revivirla por arte de magia.
━ Dijiste que este es un diseño raro que usa diésel, ¿cierto? ━intervino el otro, girándose hacia él.
━ Sí.
━ Entonces… ¿esto funciona con diésel en lugar de gasolina?
━ Exacto. Y ese autobús de allá… ¡también! ━exclamó de repente, como si acabara de resolver un acertijo.
Yo me acerqué, asintiendo.
━ Entonces, debemos llevar esto a donde empezamos.
Y verdaderamente era lo más lógico.
¿Cómo no se me ocurrió antes? ¿Será que el estrés me está friendo el cerebro? Porque no me sorprendería.
━ Si llevamos el combustible, podríamos salvar al que dejamos atrás.
━ Pero si vas, no podrás ganar ━ intervino la escaladora a mi lado, con una clara preocupación en la voz.
Lo curioso era que, en el juego de la "Cosa", ni se hablaban.
Ahora, de repente, se preocupa por él. Interesante...
━ Aún hay tiempo, todavía nos queda la mitad del límite ━saqué el celular y le mostré la pantalla.
━ Ustedes tienen que llegar a la meta con él ━dijo, haciendo una pausa. Se veía decidido ━Si el autobús puede avanzar… no quiero volver a ver que alguien muera. Ya no más.
Sus palabras sonaban inspiradoras, dignas de una escena dramática de película…
━ Bueno, pues, andando ━soné firme, pero por dentro solo esperaba que no termináramos muertos por un error de nuestro pensamiento.
Hasta ahora, solo observaba con los brazos cruzados, suspiré y le di un golpecito en el brazo con la punta de los dedos.
━ Sabes que esto podría salir terriblemente mal, ¿verdad?
━ Lo sé.
━ Perfecto. Entonces, adelante, oh gran estratega ━dije con sarcasmo, antes de que bajara la motocicleta para volver hacia el inicio.
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Por nuestro lado, seguimos corriendo. No había tiempo para mirar atrás, ni siquiera para cuestionarnos si lo que estábamos intentando iba a funcionar.
Solo podíamos seguir adelante, con la esperanza de que el camino que habíamos elegido nos llevara a algo más que solo otra trampa.
━ ¿Es la meta? ━preguntó el hombre cuando llegamos al final del túnel… o al menos, eso parecía.
Pero no había una salida gloriosa ni una luz esperanzadora al otro lado.
Solo dos puertas metálicas, frías y cerradas, como si estuvieran esperando a que tomáramos una decisión.
━ Vamos, a esperarlos aquí ━dijo él, con la voz marcada por el cansancio.
Y sin mucho que decir, nos sentamos en una pequeña banqueta.
El silencio nos envolvió como una manta pesada, solo interrumpido por nuestra respiración agitada y el sonido lejano del agua escurriéndose por alguna grieta en la estructura.
Estábamos esperando al chico… pero también, sin darnos cuenta, estábamos intentando recuperar algo más que fuerzas.
No me gustaba el silencio. Dejaba demasiado espacio para pensar.
Fue entonces cuando vi que el hombre sacó de su bolsillo una pequeña fotografía.
La sostuvo con cuidado, como si fuera lo más valioso que le quedaba.
━ ¿Es tu esposa? ━pregunté.
No fue una pregunta calculada ni profunda, simplemente salió.
Quizás porque en ese momento me di cuenta de lo importante que debía ser para él esa imagen, la forma en que sus dedos la sostenían con una delicadeza inusual en alguien que ha pasado por tanto.
Él tardó unos segundos en responder. Su mirada estaba atrapada en la foto, y cuando finalmente habló, su voz tenía algo distinto.
━ Se supone que el bebé nacería en otoño… ━murmuró.
Pude notar la nostalgia en su tono, un tipo de tristeza silenciosa que no necesitaba lágrimas para sentirse real. Lo entendí.
Debe ser difícil. Debe ser devastador.
Yo… no sé qué decir. Nunca he sido buena animando a la gente, pero no podía quedarme callada.
━ Seguro deben estar a salvo ━dije, mirando fijamente al frente.
Mis propias palabras sonaron huecas, incluso para mí.
No porque no creyera en ellas, sino porque me di cuenta de que ni siquiera sabía a quién me estaba refiriendo.
"Ellos"… ¿quiénes? No había un rostro específico en mi mente, solo un vacío incómodo, como si la esperanza fuera algo que tenía que forzarme a decir.
De reojo, noté cómo el hombre me observaba.
━ Lo sé… todos ellos… deben estar a salvo ━reafirmé, aunque la seguridad en mi voz no era del todo real.
Y entonces, como si el pensamiento me golpeara de repente, solté algo más:
━ No desaparecieron… y ya.
No sé si se lo dije a él o a mí misma.
Porque en este mundo, la desaparición es lo más fácil. Y admitir que alguien podría simplemente esfumarse… era algo que no estaba lista para aceptar.
━ Así que hay que regresar ━ murmuré, volteándolo a ver lentamente.
Intenté sonreír con calidez, pero apenas logré una mueca tensa.
"𝗧𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗿𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲: 𝟱 𝗺𝗶𝗻𝘂𝘁𝗼𝘀."
━ Me pregunto si podrán llegar ━ susurré.
Ansiosos, mantuvimos la mirada al frente, convencidos de que el autobús aparecería en cualquier segundo. Pero entonces, un ruido a nuestras espaldas nos hizo girar instintivamente.
━ ¿Eso… qué fue? ━preguntó la chica a mi lado, tan confundida como yo.
━ ¿Pasa algo?
Todo parecía normal, pero el sonido persistía, volviéndose más nítido.
━ ¿Agua? ━susurré, entrecerrando los ojos.
El suelo vibró bajo nuestros pies, primero un leve temblor… luego uno más fuerte.
Y de repente, grandes fugas de agua comenzaron a brotar de las puertas metálicas.
Sin pensarlo, nos echamos a correr.
El estruendo del agua reventando las compuertas nos perseguía, mezclándose con nuestros jadeos y el eco de nuestros pasos desesperados.
━ ¡YA NO PUEDO! ━gritó el hombre detrás de nosotras.
━ ¡Sólo corre! ━le instó la chica.
━ ¡Y no mires atrás! ━agregué con firmeza.
No podía permitir que ninguno de nosotros muriera.
La chica y yo corríamos a la par, sintiendo el peso de la adrenalina quemándonos los músculos. Agradecí en silencio mi buena condición física.
Y entonces, como un milagro, una luz iluminó el camino.
El autobús.
En la entrada, Arisu, nos llamaba desesperadamente, su silueta recortada contra el resplandor.
Usagi, llegó primero, con un último impulso y la ayuda de Alice logró subir de un salto.
Pero yo… yo todavía estaba atrás.
El rugido del agua creció. Giré la cabeza justo a tiempo para ver una ola oscura abalanzándose sobre mí.
━ ¡Tómala! ━gritó Alice, extendiendo su mano hacia mí.
Sin dudarlo, salté con todas mis fuerzas.
Mis dedos rozaron los suyos y, en el último segundo, él me sujetó con firmeza justo cuando el autobús giraba bruscamente a la derecha.
El agua me alcanzó, empapándome hasta la mitad del cuerpo… pero estaba a salvo.
Respiré entrecortadamente, sin soltar la mano de Alice.
¿Ya todo había pasado?
⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘
Unas gotas de agua me salpicaban molestas en el rostro, como si el universo estuviera empeñado en recordarme que seguía con vida.
Apenas fui consciente de que mis dedos aún estaban entrelazados con los de Alice, y cuando intenté moverme, noté que su agarre se aferraba con más fuerza.
Aun así, solté su mano con suavidad y traté de incorporarme.
Grave error.
Un latigazo de dolor me recorrió el cuerpo y solté un quejido.
━ ¿Alice…? ¿Usagi…? ━pregunté en un susurro, parpadeando para despejar la vista.
El autobús estaba volcado. Genial. Como si el día no pudiera mejorar.
━ Me duele… ━musité, más para mí que para alguien más.
━ Oigan, ¿están bien? ━escuché la voz de Usagi.
━ Obvio no ━murmuré, sintiendo cómo cada músculo de mi cuerpo protestaba por el más mínimo movimiento.
El interior del autobús estaba un desastre: asientos torcidos, cristales rotos, y lo que parecía ser un charco de agua acumulándose cerca.
Pero entonces, mis ojos encontraron algo en el techo, o mejor dicho, en lo que ahora era la pared superior del autobús. Una salida de emergencia.
Sonreí de lado.
━ Bingo ━dije con un toque de satisfacción, señalando hacia arriba.
Todos me miraron con algo de incredulidad
━ Sí, claro. Porque salir por una rendija minúscula en un autobús volcado es lo más fácil del mundo ━comentó Usagi con sarcasmo.
Con algo de esfuerzo y tras varias quejas sobre lo incómodo que era escalar con dolor en cada extremidad, Alice y Usagi me ayudaron a alcanzar la salida.
Mientras subía, sentí nuevamente la mano de Alice rozando la mía, firme pero temblorosa, como si temiera que me fuera a caer en cualquier momento.
Tantos juegos me están haciendo mal en la cabeza... lo sé.
Cuando los cuatro finalmente salimos del autobús, algo en éste llamó nuestra atención.
Un grafiti. Uno el cuál decía: " 𝕸𝖊𝖙𝖆 "
━ La meta… ━murmuré, sintiendo un escalofrío recorrerme.
━ Siempre estuve… ¿dentro de la meta? ━su voz sonó incrédula.
━ Dios ━exhalé, con el estómago encogiéndose━ Qué estúpidos fuimos…
El silencio se hizo espeso entre nosotros. La revelación nos golpeó como una bofetada.
━ Claro… ━murmuré, sintiendo mi pulso acelerarse━ Estaba escrito desde el principio. Esta era la meta.
━ Entonces, ¿qué significaban los números? ━cuestionó Usagi, con el ceño fruncido.
Alice alzó la vista, su expresión endurecida.
━ La distancia a la meta.
Intercambié miradas con los demás y asentí.
━ Tiene razón… Al inicio estaba en cero ━dije en voz baja, sintiendo cómo todo encajaba en su lugar.
Un sonido vibró en el aire, helándonos la sangre.
"𝗝𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝘁𝗮𝗱𝗼."
"𝗙𝗲𝗹𝗶𝗰𝗶𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀."
Nuestros celulares parpadearon al unísono.
La pantalla brilló con ese mensaje. Frío. Implacable.
Nadie dijo una palabra. Pero en el fondo, todos nos sentíamos igual de confundidos.
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Con un poco de cuidado, apoyé mis pies en las llantas del autobús volcado y bajé. El metal crujió bajo mi peso, pero me mantuve firme.
Desde abajo, observé cómo Usagi hacía lo mismo, descendiendo con la misma cautela.
El túnel nos recibió con un aire espeso y húmedo, y la única iluminación provenía de las luces del autobús, parpadeando como si estuvieran al borde de apagarse.
Me giré de nuevo hacia el autobús. Desde la parte superior, que ahora era un improvisado suelo.
Observaba en silencio, con las manos en los bolsillos y una expresión imposible de leer.
Fue Alice quien notó un detalle.
━ Esa pulsera… ━murmuró, entornando los ojos.
Usagi y yo seguimos su mirada.
Giré ligeramente la cabeza, no entendía a qué se refería.
Pero ahí estaba, alrededor de mi muñeca: una pulsera color rojo, con el número "008", y algo a su alrededor que lo sostenía de color negro.
No era una simple pulsera.
━ ¿Eres de ahí? ━preguntó Alice con cautela.
Parpadeé por unos segundos, pero no hubo cambio en mi expresión.
Sólo me quedé en silencio por unos segundos, observándolo con una calma que no revelaba absolutamente nada.
Luego, en lugar de responder, sonreí. No una sonrisa burlona ni desafiante. Sólo, una sonrisa.
━ Bueno, señoritas ━murmuré con un tono ligero, ignorando por completo la pregunta━ Fue un placer compartir este apocalíptico paseo en autobús.
Pude notar que Alice apretó los labios, frustrado. Pero Usagi sólo chasqueó la lengua con una media sonrisa.
━ Sí, un verdadero lujo ━respondió, sacudiéndose el polvo de la ropa.
━ Tal vez la próxima vez consigamos boletos en primera clase ━solté.
Dejé escapar una risa corta, casi imperceptible, como si me divirtiera más de lo que estaba dispuesta a admitir. Luego, alcé una mano en un gesto casual de despedida.
━ No se mueran ━dije simplemente.
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La música vibrante de La Playa era lo primero que se sentía. No el sol, ni la brisa salada. Ni siquiera el cansancio del juego que acababa de terminar. Solo la música, distorsionada, intensa, como si el edificio entero latiera con ella.
Seguí caminando entre la multitud. Algunos jugadores reían, otros bebían. Vi cuerpos brillantes de sudor danzando en la pista, y ojos cansados ocultos detrás de sonrisas vacías.
El mismo circo de siempre.
━ Vaya, mírenla ━dijo una voz burlona detrás de mí.
Volteé y me encontré con Niragi, apoyado contra la barra, sonriendo con esa mueca torcida suya━ Creí que ya habías muerto.
━ Lo siento por decepcionarte ━ respondí con calma, cruzándome de brazos.
Él se rio, tomando un trago de su copa.
━ Bueno, si sobreviviste, significa que vales la pena… o que tuviste suerte linda.
No le respondí. Era un idiota, pero no valía la pena.
Pasé de largo, abriéndome paso entre la multitud.
━ Son-Yun.
Mi nombre resonó suave, casi sin esfuerzo, pero el impacto fue inmediato. Me detuve en seco.
Chishiya.
Giré lentamente y ahí estaba él. Relajado, con su postura de siempre, los ojos afilados pero inexpresivos.
Se veía exactamente igual. Como si el tiempo no lo afectara. Como si todo este juego de muerte y locura no pudiera tocarlo.
━ Pensé que habías encontrado algo más interesante allá afuera ━comentó con ese tono suyo, neutro y ligero, pero con una de esas frases que tenían capas ocultas.
━ Y pensé que tú habías muerto de aburrimiento aquí dentro ━respondí con la misma neutralidad.
Él esbozó una leve sonrisa, casi imperceptible, y dio un paso más cerca.
La música seguía retumbando, pero en mi cabeza todo se sintió más… silencioso.
━ ¿Y? ━preguntó━ ¿Valió la pena?
No supe si hablaba del juego, de la experiencia… o de algo más.
━ No lo sé ━murmuré━ Pero estoy viva.
Algo en sus ojos se movió, pero desapareció tan rápido que no pude leerlo.
━ Bienvenida de vuelta, entonces ━dijo, con un tono que no sonaba precisamente a una bienvenida.
Era raro. La gente en La Playa festejaba cuando alguien regresaba con vida.
Pero con Chishiya, siempre había algo más. Un cálculo, una observación silenciosa. Como si siempre estuviera evaluando si algo valía la pena o no.
Me pregunté en qué lado de la balanza me colocaba ahora.
━ ¿No piensas decirme qué juego fue? ━ preguntó, como si fuera una simple curiosidad.
━ ¿Realmente te interesa?
━ Me interesa todo lo que nos dé información.
Ahí estaba él. Siempre analizando.
━ Tal vez te cuente ━respondí━ Si decides quedarte lo suficiente conmigo para escucharlo.
Una leve inclinación de su cabeza. Su pequeña forma de decir "Veamos cuánto me convences".
Y por alguna razón, eso me hizo sonreír.
#•° ⊹🎲 𔘓 ۫.𖦹︎ ᳝ 〞
𝓐𝓵𝓲'𝓼 𝓷𝓸𝓽𝓮 ⋮
Olaaa amikos!!
¿Cómo están?!💗🫰
El capítulo es largo así que no diré mucho.
Simplemente no olviden votar u comentar si es k les gustó el capítulo.
Por cierto, perdón por actualizar hasta hoy, pero toda la semana estuve ocupada.
Literalmente empecé a escribir desde las 2 pm, pero bue.
Los amoooo ୧⍤⃝💐
𖦹 y 𓈒 𝟓𝟕𝟗𝟖 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 / ⋆
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