⌗ 04.
Junio de 2024.
Seúl, Corea del Sur.
HeeSeung llevaba dos semanas atrapado en un estado de frustración y muchísimo nerviosismo. La verdad que compartir su oficina con SeolMi, era mucho más difícil de lo que había imaginado, la mera presencia de la chica era como una mezcla de tormento y atracción irresistible, una constante distracción que lo tenía al borde de la desesperación.
Cada mañana, cuando llegaba al estudio y la encontraba ya instalada en su escritorio, trabajando concentrada en su mundo de telas, bocetos y colores, su corazón se aceleraba de inmediato. Lo que antes para él había sido su refugio creativo, su espacio para despejar la mente y componer música, ahora se había convertido en un campo de batalla interno, el solo hecho de verla en ese lugar hacía que cada pensamiento lógico se desvaneciera. Era imposible concentrarse cuando cada movimiento que hacía la chica parecía envolverlo en una especie de trance.
Es que sus labios... No podía dejar de pensar en sus labios; SeolMi tenía una sonrisa que lograba desarmarlo por completo, era suave, pero a la vez tenía una chispa que lo mantenía alerta, como si esa sonrisa escondiera secretos y cada que le sonreía le incitaba a descubrirlos. Cada vez que ella le sonreía después de cruzar miradas, sentía que el suelo desaparecía bajo sus pies y lo peor de todo era que no podía apartar la vista de sus labios. Estaba perdiendo el control sobre sí mismo, porque lo único que deseaba era probarlos, sentir su textura bajo los suyos, explorarla como si esa acción pudiera apaciguar el caos que sentía dentro.
«Qué estás haciendo conmigo?» Pensaba con frecuencia. Nunca había tenido tanto problema para mantener su compostura, era conocido por ser profesional y meticuloso en su trabajo, por siempre estar enfocado; pero ahora, con SeolMi compartiendo su espacio, todo eso parecía desvanecerse. Sus pensamientos no estaban en las composiciones que debía terminar, ni en las melodías que se suponía debía escribir para el nuevo álbum, simplemente estaban en ella.
Es que él no lo sabía, pero había algo en la manera en que SeolMi se movía, como si flotara, sumándole que cada gesto de la chica, por más trivial que fuera, le parecía una obra de arte: Es que con sólo verla tomar medidas en un maniquí, escribir ideas en su cuaderno o incluso simplemente tomar un sorbo de café lo dejaba sin aliento, como si estuviese contemplando a una diosa encarnada en la realidad.
Todo lo que ella hacia era sencillamente hipnotizante y lo peor de todo era que ella no tenía idea del efecto que causaba en él.
Cada vez que cruzaban miradas, sentía que se quedaba sin aire, y, por supuesto, estaban sus labios que nunca se cansaría de mencionar, pero es que esos labios se veían tan suaves y besables que lo volvía loco, cada que los veía lo desarmaba por completo. HeeSeung sabía que había algo peligroso en el deseo que sentía, en esa atracción incontrolable que lo consumía por dentro, pero no podía evitarlo, quería que SeolMi le permitiera probarlos, solo por un momento.
Mientras SeolMi, por su parte, parecía completamente ajena a la tormenta interna que vivía el chico, ella cada vez que le hablaba, lo hacía con la misma amabilidad y profesionalismo de siempre, como si él fuera simplemente otro colega. Y eso solo lo frustraba más. «¿Cómo es posible que no lo note?» Pensaba mientras la observaba en silencio, estaba completamente perdido en ella, la verdad quería más que miradas robadas, más que esas pequeñas sonrisas que intercambiaban cuando se encontraban sus miradas.
Pero a pesar de su deseo, se sentía impotente, no sabía cómo actuar, ni qué decir sin parecer un tonto. La presión por no cometer un error, por no dar un paso en falso y arruinarlo todo, lo tenía al borde y esa presión no solo afectaba su relación con SeolMi, sino también su trabajo. Su bloqueo creativo empeoraba cada día, las canciones no fluían como antes y cada minuto que pasaba sin avanzar en las composiciones era un recordatorio de lo atrapado que estaba.
HeeSeung cerraba los ojos y se imaginaba acercándose a ella, inclinándose hacia adelante hasta que sus labios se encontraran, se perdía en esa fantasía más de lo que estaba dispuesto a admitir, pero era su escape, su única manera de liberar la tensión que sentía cada vez que la tenía cerca. Porque en el fondo, sabía que haría lo que fuera por besarla, haría lo que fuera por esos labios, por sentir lo que tanto anhelaba.
Había pasado las últimas horas intentando avanzar en las composiciones del álbum, pero las melodías se resistían a ser escritas y el teclado frente a él parecía un enemigo insuperable, cada tecla era un recordatorio de su incapacidad para crear, pero es que a su mente solo llegaban esos labios tan besables de la diseñadora.
Finalmente, ya no pudo contenerlo más, ahogó un grito que resonó en la habitación, el cual cargaba toda su frustración y desesperación, golpeó la mesa con ambos puños, sintiendo la tensión recorrer su cuerpo. No podía creer lo bloqueado que estaba, lo incapaz que se sentía de avanzar en algo que siempre había sido su fortaleza, los pensamientos de SeolMi lo asfixiaban y le impedían pensar con claridad.
Justo en ese momento, la puerta del estudio se abrió ligeramente, y al levantar la vista, se encontró con SeolMi. Ella estaba allí, de pie, observándolo, sus ojos reflejaban algo más que esa curiosidad con la cual siempre parece mirarlo, era preocupación. Durante unos segundos que parecieron eternos, ambos se quedaron mirándose fijamente, como si el tiempo se hubiera detenido solo para ellos.
Finalmente, SeolMi rompió el silencio, caminando hacia él con una leve sonrisa y en sus manos, sostenía un vaso de café.
— Le traje esto. —Dijo, tendiéndole el vaso con suavidad. — Desde hace unos días he notado que está un poco frustrado y pensé que un descanso le haría bien. No es bueno seguir así, sin detenerse a respirar, si gusta puede decirme que lo tiene así.
HeeSeung la miró, aún aturdido por la pataleta que la chica le vio hacer hace un momento, agradeció el café con un leve asentimiento, pero su frustración seguía siendo evidente en sus ojos.
— Tengo un bloqueo creativo. — Confesó con una mueca adorable que dejó enternecida a la chica. — Llevo días sin poder avanzar en las composiciones del álbum y no sé qué más hacer.
SeolMi lo miró con comprensión, se acercó un poco más y se apoyó en el borde de su escritorio, observándolo mientras pensaba en cómo podría ayudarlo. Tras unos segundos, sonrió ligeramente.
— A veces, cuando tengo muchos pensamientos rondando en mi cabeza, me pasa algo parecido. — Comentó, mirando sus propios dedos. — Lo que suelo hacer es dibujar esos pensamientos, no importa si son coherentes o no, simplemente los plasmo en el papel. Luego, me tomo un descanso corto, me distraigo y cuando vuelvo a mis bocetos, el bloqueo suele haberse ido.
HeeSeung se quedó en silencio un momento, pensando en sus palabras. La idea de escribir sobre lo que rondaba su mente, sobre todo lo que lo mantenía bloqueado, lo tentaba. La diseñadora cada día lo cautivaba más.
— Quizá eso es lo que necesito. — Murmuró. — Escribir sobre lo que siento... sacar todo lo que me tiene atrapado.
— Puede funcionar. — Sonrió SeolMi. — Al menos, se liberaría de lo que le está bloqueando. A mí siempre me ayuda dibujar lo que me preocupa, así que podría ser lo mismo con sus canciones.
En ese momento, el teléfono de SeolMi sonó, interrumpiendo la calma que se había creado entre ambos. Ella sacó el dispositivo de su bolsillo, miró la pantalla y frunció el ceño.
— Lo siento, es urgente. — Dijo con un tono de disculpa, mientras se levantaba del escritorio. — Debería atender esto.
HeeSeung asintió en silencio, observando cómo SeolMi salía del estudio para tomar la llamada. Se quedó solo en la habitación, sintiendo que el ambiente había cambiado después de su breve conversación, una conversación medianamente larga que las que han tenido en esa semana, porque sí, SeolMi le puede encantar mucho y claro que la quiere besar hasta cansarse, pero nunca han tenido una conversación de algo que no fuese el trabajo. En parte sentía que era porque la chica no tenía ninguna clase de interés en él, tal vez no lo encontraba atractivo, le había caído mal o no lo quería ni de amigo y él ahí queriendo tener todo con ella, besarse hasta decir ya no más, pero primero conocerse a profundidad y ver si compaginaban, la chica solo le parecía interesante, sólo eso.
Olvidando eso pensamientos miró el vaso de café en sus manos y al dar el primer sorbo, se dio cuenta de algo curioso. No era el típico café de la empresa, era de la cafetería que estaba a cinco cuadras de distancia, esa a la que él iba cada día porque el café de la oficina no le gustaba. Además, estaba preparado exactamente como a él le gustaba: sin azúcar, con un toque de leche y una pizca de canela.
— No puede ser... — Murmuró, mirando el vaso con incredulidad.
¿Cómo había sabido SeolMi cuál era su café favorito? ¿Cómo había sabido que el café de la oficina no le gustaba? Y, más aún, ¿Cómo era posible que se lo hubiera traído de la cafetería que él siempre visitaba? El simple hecho de que hubiera tomado ese detalle en cuenta hizo que su pecho se calentara de una manera que no podía describir.
«Esa chica va a hacer que me enamore. Además, qué irónico, la fuente de mi bloqueo me dice cómo salir de él.» Pensó, sonriendo con amargura.
Solo había una cosa que tenía clara: SeolMi se había convertido en su mayor inspiración, pero también en su mayor distracción. Estaba completamente perdido, no le gustaba o estaba enamorado, en ella, y no sabía cómo salir de ese laberinto.
¡Holaaaa! Lamento la desaparición, la estancia donde mi abu se extendió mucho y no pude actualizar.
Lamento el capítulo tan corto a comparación de los otros, pero estoy como Hee en un bloqueo, pero es porque tengo muchas ideas para las series y no sé por cual empezar.
Díganme si les gustarían más diálogos en la lectura, porque bueno, es algo que se me dificulta un poco siempre que intento crear diálogos me concentro más en como se hacen sentir en ese pequeño lapso de tiempo que se conocen, además, no sé como hacer buenas conversaciones entre ellos 😭😭.
Pero se puede intentar y puedo agregarlos si ustedes quieren, aunque les aseguro que en el capítulo de mañana o pasado vienen muchos diálogos (creo, pero mejor no me crean mucho).
También la historia tiene muchos lectores fantasmas, más de 20 personas leen y solo 5-6 votan, así que lamentablemente me tocó tomar la decisión de poner un límite para los capítulos, porque si no es así actualizo cada domingo (si es que me da tiempo): 10 votos y 10 comentarios para desbloquear el próximo capítulo.
Besos y abrazos, cuídense.
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