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Junio de 2024.
Seúl, Corea del Sur.
Desde el momento en que Lee HeeSeung entró al mundo de la producción, había encontrado un refugio en la creación de música; en cada nota, cada melodía, le ofrecía una forma de expresión que las palabras no podían capturar. Era su manera de contar historias, de transmitir emociones que, de otra manera, habrían quedado atrapadas dentro de él, pero aquella mañana, en la sala de conferencias, mientras esperaba la llegada de Kang SeolMi, una sensación diferente comenzó a burbujear dentro de él, una sensación que no estaba seguro de cómo describir.
Cuando SeolMi finalmente cruzó la puerta, todo lo que HeeSeung pensaba conocer sobre atracción y fascinación se desmoronó, no había esperado que la diseñadora fuera tan... magnética. A pesar de su esfuerzo por mantener la profesionalidad, se encontró observándola con más intensidad de la que debía: tal vez era por su atuendo impecable, el modo en que se movía con gracia, como si fuese una figura de una bailarina de ballet en una caja musical, tan delicada, hermosa y calmante; tal vez era por la seguridad en su voz mientras presentaba sus ideas, en sí, todo de ella parecía atraerlo hacia un lugar que no había explorado antes.
Muy a su pesar mientras la reunión avanzaba, HeeSeung trataba de concentrarse en el tema principal, pero su mente seguía volviendo a ella, no había forma de que cada dos minutos sus ojos no estuviesen sobre la chica. Observaba cómo SeolMi hablaba sobre sus diseños sin registrar que era aquello que decía en sí, simplemente hipnotizado por la suave voz que sus oídos registraban como un susurro arruyador; cómo sus ojos brillaban con esa chispa que solo se enciende cuando alguien habla de lo que ama. No podía evitar quedar encantado en el modo en que su ceño se fruncía ligeramente cuando formulaba una nueva idea o cuando corregía un detalle que para otros podría haber pasado desapercibido. ¿Qué era eso que sentía? ¿Una admiración profesional o algo más profundo? ¿Tan enamoradizo era que apenas la veía en persona y ya quedaba encantado?
«¿Por qué no puedo dejar de mirarla?» se preguntaba HeeSeung mientras trataba de enfocarse en su trabajo, pero sus pensamientos volvían a la forma en que SeolMi movía sus manos al explicar sus conceptos, a la suavidad de su voz y la suave sonrisa que les regalaba a todos en la junta mientras hablaba; cada palabra que salía de su boca parecía estar impregnada de una dulzura y un fuego interno que resonaban en él de maneras inesperadas. Nunca había sido del tipo que se distraía fácilmente, pero allí estaba, atrapado en el hechizo que ella sin saberlo había lanzado sobre él, tal como lo hace una diosa que domina el arte de encantar corazones, no sabía si era muy pronto para decir que ella lo había dejado encantado y atrapado en su dulce trampa de belleza, pero de algo estaba seguro con solo escucharla no le disgustaba caer en sus encantos.
En toda la reunión HeeSeung intentó recuperar el control de sus pensamientos. «Concéntrate», se dijo, pero mientras más se repetía eso más se desconcentraba, no podía evitar robar miradas (no correspondidas) a SeolMi. Sus ojos en ningún momento se encontraron, ni siquiera en un breve contacto visual, algo en su pecho se agitó, deseaba que la joven lo mirara, poder apreciar la belleza de la joven completamente.
Aún con todo eso, estaba rodeado en una mezcla de emoción, confusión y una pizca de miedo. No podía permitirse estar distraído, no en un proyecto tan importante como este, y sin embargo, allí estaba, con el corazón latiendo a un ritmo diferente, marcado por la presencia de SeolMi, un ritmo que nunca en su vida había experimentado, ni siquiera las pocas veces en las que desafortunadamente para él se ha "enamorado" ha sentido algo así, no lograba identificar que eran esos sentimientos y tampoco el porque sentía un torbellino en su estómago cada que miraba a la chica.
Después de la reunión, cuando todos comenzaron a levantarse para irse, HeeSeung de reojo notó que YeJi se acercaba a SeolMi para ofrecerle un recorrido por las instalaciones, al escuchar su nombre, levantó la mirada de su agenda y, por primera vez, SeolMi pareció realmente notar su presencia.
Sus ojos se encontraron y HeeSeung quedó más fascinado, como si ella tuviese un magia inexplicable que lo envolvía en un encantamiento del que no podía escapar. Pudo apreciar los ojos de SeolMi, de un profundo café oscuro, se iluminaron con un destello que parecía provenir de un lugar más allá del mundo terrenal; en esa mirada, HeeSeung vio reflejadas pequeñas estrellas, brillando con una intensidad que lo dejó sin aliento. Era como si el universo entero se concentrara en esos ojos, y HeeSeung se sintió más flechado que nunca, atrapado en la belleza y misterio que emanaban de ellos.
En ese instante, SeolMi le regaló una pequeña sonrisa, una curva sutil de sus labios que hizo que sus ojos se enchinaran con una dulzura infinita, HeeSeung sintió un suspiro escaparse de sus labios, un suspiro que contenía toda la emoción que lo embargaba; era una mezcla de admiración, deseo y un sentimiento más profundo que apenas empezaba a comprender.
El mundo a su alrededor se desvaneció por completo, dejando solo a SeolMi y la conexión que había surgido entre ambos, en esos pocos segundos, HeeSeung supo que su corazón había encontrado un nuevo hogar en los ojos de SeolMi, y no había lugar al que prefiriera estar que en la mágica luz de esa mirada que lo tenía hechizado.
HeeSeung parpadeó, volviendo a la realidad después de dejar de mirar los ojos de SeolMi, para posar su vista en YeJi, quien lo miraba con una ceja alzada y no pudo evitar sorprenderse por la solicitud de ésta. Había estado tan concentrado en sus propios pensamientos (sobre SeolMi y concentrarse en el proyecto) que no esperaba que le asignaran esa tarea, sin embargo, al ver la oportunidad de pasar más tiempo con la chica, no pudo evitar sentir una pequeña oleada de emoción.
— Claro, no hay problema. — Respondió, levantándose de su asiento con una sonrisa que intentaba disimular su creciente nerviosismo.
SeolMi lo observó con una leve curiosidad, notando por primera vez al joven productor que, hasta ese momento, había pasado desapercibido en la reunión, algo en su presencia le resultaba intrigante, aunque no podía poner el dedo sobre qué exactamente. Quizás era su mirada intensa, o la manera en que parecía estar siempre al tanto de todo lo que sucedía a su alrededor, no pudo pasar por alto lo guapo y alto que era el joven, se veía atlético; parecía que pronto iba a deslumbrar en una pasarela. Tampoco pudo pasar por alto todo aquello desconocido que sintió cuando cruzó miradas con él, como sus ojitos de ciervo parecían apreciarla como si hubiese creado la obra Clair de Lune.
YeJi, satisfecha con la respuesta de ambos, les dio una última mirada antes de salir de la sala, dejándolos a solas; el silencio que quedó tras su partida fue momentáneo, pero cargado de una tensión que ninguno de los dos sabía cómo manejar.
— Bueno, señorita Kang, si está lista, podemos empezar el recorrido. — Dijo HeeSeung, intentando sonar natural mientras gesticulaba hacia la puerta.
— Esta bien, muchas gracias. — Respondió ella con una sonrisa amable, agradecida por la cortesía.
HeeSeung asintió, juntos salieron de la sala de conferencias, adentrándose en los largos pasillos de la empresa. Sin embargo, lo que más ocupaba la mente de HeeSeung era la mujer que caminaba a su lado.
Mientras avanzaban, HeeSeung le iba explicando detalles sobre las distintas áreas del edificio, pero no podía evitar robarle miradas sutiles de vez en cuando. Había algo en SeolMi, en la manera en que escuchaba con atención, en cómo sus ojos recorrían curiosamente el lugar, que lo fascinaba, se daba cuenta de que, en realidad, no era solo su apariencia lo que lo atraía, sino la pasión, la calma y la belleza no física que parecían irradiar de su ser.
— Aquí es donde el equipo de producción trabaja en la música — Dijo HeeSeung, señalando una puerta de cristal que daba acceso a un estudio completamente insonorizado. — Pasamos la mayor parte del tiempo en este lugar, componiendo y perfeccionando cada detalle.
SeolMi asintió, interesada en cada palabra que decía. — Debe ser un trabajo increíblemente creativo, poder transformar ideas en melodías, en canciones que luego todo el mundo escucha... Debe ser una sensación increíble.
— Lo es. — Admitió HeeSeung con una sonrisa, sintiendo un extraño calor en el pecho al ver cómo SeolMi parecía realmente comprender lo que significaba su trabajo. — Pero creo que la moda tiene un impacto similar; transformar una idea en algo tangible, algo que la gente pueda ver y sentir... Es una forma de arte en sí misma.
— Estoy de acuerdo. — Respondió SeolMi, había algo reconfortante en saber que alguien más entendía el poder de la creatividad, en cualquiera de sus formas.
Mientras caminaban por uno de los pasillos principales, el sonido de pasos apresurados se hizo cada vez más fuerte, antes de que pudieran reaccionar, una figura pasó corriendo a toda velocidad junto a ellos. El joven que corría, tan enfocado en su prisa, no se dio cuenta de que estaba a punto de chocar con SeolMi, en un abrir y cerrar de ojos, HeeSeung reaccionó instintivamente, extendiendo su brazo para agarrar a SeolMi por el codo justo cuando ella perdía el equilibrio.
El contacto fue inesperado, pero natural, SeolMi sintió cómo la mano de HeeSeung la sostenía firmemente, evitando que cayera al suelo. Su corazón dio un vuelco, tanto por la sorpresa del casi accidente como por la cercanía inesperada entre ellos; sus ojos se encontraron por un breve instante, y en ese momento, el tiempo pareció detenerse.
— ¡Ni-ki! — Exclamó HeeSeung, su voz cargada de reproche mientras ayudaba a SeolMi a recuperar el equilibrio. — ¿No puedes tener más cuidado? Casi la haces caer.
El joven que había pasado corriendo se detuvo de golpe al escuchar el grito de HeeSeung, giró sobre sus talones y volvió sobre sus pasos, su rostro mostraba una expresión de culpa mezclada con vergüenza.
— Lo siento, hyung. No vi a nadie en mi camino... — Dijo Ni-ki, rascándose la nuca mientras se inclinaba en una reverencia hacia SeolMi. — Lo siento mucho, no fue mi intención. ¿Está bien, noona?
SeolMi, todavía recuperándose del susto, asintió con una sonrisa suave. — Estoy bien, no se preocupe.
Ni-ki, aliviado de que no hubiese sucedido nada grave, esbozó una sonrisa traviesa, pero antes de que pudiera decir algo más, se dio cuenta de un detalle que lo hizo arquear una ceja: la mano de HeeSeung seguía sujetando suavemente el brazo de SeolMi y ella no parecía estar incómoda con el contacto.
— ¿Ustedes dos son pareja? — Preguntó Ni-ki, lanzando una mirada curiosa entre ambos, con la típica falta de filtro de alguien tan joven.
El comentario cayó sobre HeeSeung y SeolMi como un cubo de agua fría, ambos se miraron, sin saber qué decir; la pregunta había sido directa y aunque ninguno de los dos lo admitiera en ese momento, el contacto prolongado había despertado algo en ellos que no podían negar.
— No, no... solo... — Comenzó a decir HeeSeung, soltando suavemente el brazo de SeolMi, pero sintiendo una extraña sensación de pérdida al hacerlo. — Solo la estaba ayudando a no caerse.
— Claro, claro... — Dijo Ni-ki, levantando ambas manos en un gesto de paz, pero con una sonrisa que dejaba en claro que no se había tragado la explicación. — Bueno, noona, de nuevo, lo siento por el susto. Nos vemos luego, hyung y noona.
Ni-ki se alejó rápidamente, probablemente para evitar cualquier otro regaño, dejando a HeeSeung y SeolMi solos en el pasillo, el silencio que siguió fue pesado, pero no incómodo; ambos estaban inmersos en sus propios pensamientos, procesando lo que acababa de ocurrir.
HeeSeung se aclaró la garganta, tratando de romper la tensión. — Siento lo de antes, Ni-ki a veces se deja llevar por su energía... Es un buen chico, solo que, bueno, es Ni-ki.
— No tienes que disculparte — Respondió SeolMi, sonriendo con ternura. — De hecho, me alegra que estuviera ahí para evitar que me cayera, gracias.
HeeSeung asintió, sintiendo un calor agradable en su pecho al escuchar sus palabras.
HeeSeung llevó a SeolMi por varios pasillos hasta llegar a una amplia sala llena de luz natural, decorada con una paleta de colores neutros y muebles elegantes que reflejaban la sofisticación del lugar. A medida que se acercaban, se podía escuchar el murmullo de conversaciones animadas y risas suaves, lo que indicaba que el equipo ya estaba en plena actividad.
Cuando HeeSeung y SeolMi entraron en la sala, las estilistas, un grupo de mujeres de diferentes edades, se detuvieron en sus tareas y se giraron para recibir a los visitantes. La primera en acercarse fue una mujer de mediana edad con un aire de elegancia y confianza.
— ¡Hola, HeeSeung! ¿Quién es tu acompañante? — Preguntó la estilista con una sonrisa amplia.
— Hola, señora SunHee — Respondió HeeSeung, señalando a SeolMi. — Esta es la señorita Kang SeolMi, la CEO y diseñadora de Elysian, que estará colaborando con nosotros en el próximo comeback de Enhypen. Señorita Kang, le presento a la señora SunHee, la jefe de estilistas.
— Mucho gusto, señorita Kang. — Dijo SunHee. — Es un placer conocerte, hemos oído hablar maravillas de tus diseños y estamos muy emocionadas de trabajar contigo.
SeolMi le respondió con una reverencia a SunHee y con una sonrisa sincera. — El placer es mío, estoy ansiosa por comenzar y ver cómo podemos combinar nuestras ideas para crear algo increíble.
— ¡Seguro que será un éxito! — Dijo SunHee mientras hacía un gesto a las otras estilistas para que se acercaran. — Chicas, acérquese, vamos a mostrarle a la señorita Kang algunas de nuestras fotos de los anteriores comebacks.
El grupo se reunió alrededor de una gran pantalla que mostraba un desfile de imágenes de pasados vestuarios, cada uno más impresionante que el anterior. SeolMi observó atentamente, anotando detalles y tomando notas mentales sobre los estilos y enfoques que habían sido utilizados anteriormente, para encontrar otro tipo de enfoque que muestre algo innovador.
Mientras tanto, HeeSeung se apartó ligeramente del grupo para conversar con una de las estilistas sobre algunos detalles específicos del próximo comeback. SeolMi levantó la vista y notó que HeeSeung estaba en medio de una conversación animada, riendo y gesticulando con entusiasmo, algo en esa escena capturó su atención y, sin darse cuenta, se encontró observándolo.
Las otras estilistas, notando la mirada de SeolMi y su aparente interés, decidieron compartir algunos datos sobre el joven productor; se acercaron con sonrisas cómplices y comenzaron a susurrar entre ellas, intercambiando miradas furtivas y risitas.
— ¿Ves a ese chico? — Comenzó una de las estilistas, llamada JiWon, con un tono conspirador. — Ese es HeeSeung. Tiene veintiocho años y ha estado trabajando aquí desde hace tiempo.
— Sí y lo mejor es que está soltero — Añadió otra estilista, HaNa, con un tono que sugería que la noticia era un secreto bien guardado. — A pesar de su éxito y su atractivo, nunca se le ha conocido una relación seria.
— ¡Es verdad! — Intervino MinJu. — Es el crush de muchas idols y trainees, hasta algunas trabajadoras de la empresa tienen un ojo puesto en él, pero él parece no prestarle atención a nadie.
— ¡Y no solo eso! — Dijo JiWon, animada. — HeeSeung es conocido por ser un profesional increíblemente dedicado, pero también por ser un poco distraído cuando se trata de asuntos del corazón, a veces parece que está en su propio mundo.
— Es verdad — Coincidió HaNa. — Pero también tiene un gran sentido del humor y una forma muy encantadora de interactuar con todos, la mayoría de las personas que trabajan aquí lo adoran.
Mientras conversaban, SeolMi se dio cuenta de que, aunque todo esto era información interesante, pero eran simple rumores, tal vez el hombre si tenía pareja, pero quería mantenerlo en privado.
La forma en que HeeSeung interactuaba con el equipo, su entusiasmo y su cercanía, le daban una idea de su carácter, pero aunque no quisiera aceptarlo estaba decidida a descubrir más por sí misma.
En ese momento, HeeSeung terminó su conversación y se acercó a SeolMi con una sonrisa. — Espero que no le haya aburrido mucho la charla sobre los vestuarios. ¿Cómo le está yendo con las fotos?
— Todo está perfecto — Respondió SeolMi, agradecida por la en qué intervino de manera indirecta para que dejasen de hablar sobre él. — Me ha sido muy útil ver el trabajo previo, creo que puedo tener mucho bocetos listos antes de la semana, gracias por mostrarme todo esto.
— Me alegra escuchar eso — Dijo HeeSeung con una sonrisa, que SeolMi correspondió encantada. — Ahora, si gusta, podemos pasar a la cafetería, ya han pasado algunas horas desde que estuvimos en la reunión y llegamos acá, sería bueno descansar y conversar un poco.
SeolMi sorprendida, no porque el tiempo había pasado bastante rápido; estaba sorprendida porque el joven frente a ella la estaba invitado a conocerse de manera indirecta, pero lo hacía, aunque pudo notar que HeeSeung trataba de no demostrarlo estaba nervioso, lo descubrió al ver como sus ojitos de ciervo la miraban con una mirada cristalina; casi miedosa por su respuesta, así que asintió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo al pensar en el próximo paso. — Claro, eso se escucha bien.
No había publicado, porque estaba terminando creando otras historias de enhypen, que pronto publicaré en mi perfil, pero que solo se actualizará cuando termine esta serie, lo cual será a finales de agosto o inicios de septiembre, así que si me siguen y ven otras historias publicadas póngala en su biblioteca si es que les parece interesante :))
Me estoy apresurado en terminar todos los capítulos de la serie, para así cumplir con la fecha que he colocado.
Posibles fallas ortográficas y de redacción, capítulo no revisado.
Besos y abrazos.
Voten y comenten.
Lamentablemente me tocó tomar la decisión de colocar un límite de votos y comentarios, porque hay muchas vistas, pero no votan ni mucho menos comentan.
10 votos y 10 comentarios para el próximo capítulo.
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