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[ ✦SIETE✦ ]

Dos semanas habían pasado con normalidad para todos a excepción de dos Alfas quienes aprovechaban cada momento que tenían libre para verse, conversar, coquetear, y más importante aún, pasar tiempo juntos disfrutando de la compañía del contrario.

JiMin no dejaba pasar la oportunidad de hacer sonrojar al pelinegro, le gustaba ver como las mejillas de Yoongi se ponían rojas cada vez que él le decía cosas al oído, así como también, le gustaba poner nervioso al pelinegro. Sabía que estaba jugando con fuego al no controlarse en la Universidad, corriendo el riesgo de ser descubiertos por los demás estudiantes o profesores, pero simplemente él no podía controlarse, no cuando tenía a un monumento como Yoongi paseando cerca suyo, volviendo loco a su lobo y a él.

El pelinegro era como una droga adictiva, difícil de ignorar. Yoongi era una tentación para él, una tentación demasiado peligrosa, y su lobo no ayudaba en nada con sus deseos queriendo salir a flote y dominar el cuerpo de su humano para ir y marcar a su pareja, porque ambos veían a Yoongi de esa forma, como su pareja.

―¿En qué piensas?― Preguntó Yoongi, acostado en el césped de un parque, al rubio que estaba acostado a su lado.

JiMin lo miró antes de responder. ―En lo hermoso y jodidamente guapo que eres.― Respondió de inmediato sacándole una sonrisa al pelinegro.

―No se si eres demasiado honesto o demasiado coqueto.― Dijo divertido observando el cielo y disfrutando en sus adentros de tener la penetrante mirada del rubio puesta sobre él. Lo hacía sentir feliz y aumentaba su ego el saber que era capaz de hacer que incluso un Alfa se sintiera atraído y enamorado de él, claro que eso lo guardaría para si mismo.

―De hecho, soy un poco de ambos.― Respondió sonriendo con diversión. 

―Ya me lo imaginaba.

―Por cierto, Yoongi.― Llamó JiMin al contrario cuando un recuerdo vino a su mente y una duda surgió en él. 

―¿Qué sucede? 

―¿Quién era esa chica que te estaba abrazando hace un par de semanas atrás?

―No se a quién te refieres― Respondió el Alfa pelinegro sin entender a quién se refería JiMin. Pues él, como alguién popular en la Universidad, conocía a múltiples chicas pero solo dos podían estar más cerca que las demás.

―Una chica pelicastaña.

―¿Pelicastaña? Espera, ¿hablas de ella?― Preguntó, sacando su celular del bolsillo de su pantalón para luego encenderlo e ir a la galería. Una vez que presionó una foto, se la mostró a JiMin para saber si hablaba de ella.

JiMin observó la foto detenidamente. En ella se podía apreciar a Yoongi junto a la misma chica de aquella vez, ambos con sonrisas en el rostro y con expresiones divertidas.

Eso lo puso bastante celoso y también a su lobo. Ellos aún no tenían fotos juntos y eso los hizo sentir algo inseguros.

―Sí, es ella.― Respondió JiMin con notorios celos en su voz.

―¿Fue por ella que ese día dijiste que yo ya había conseguido pareja?― Preguntó Yoongi empezando a conectar hechos.

El Alfa rubio asintió y Yoongi no pudo evitar reír al darse cuenta de la situación.

―Es que, los demás estudiantes estaba diciendo que tenías pareja, y cuando te ví con ella, pues, creí que era cierto.― Explicó el Alfa rubio sintiéndose un tanto avergonzado cuando Yoongi comenzó a reír.

―¿Y no se te ocurrió asegurarte de que esos rumores fueran realmente ciertos?― Preguntó Yoongi cuando dejó de reír. 

―Se que debí hacerlo.― Aceptó apenado el Alfa rubio. ―Pero en ese momento estaba sensible porque mi celo iba a comenzar en unas horas y me dejé afectar demasiado, por eso, esa misma tarde cuando te ví no pude evitar besarte y por eso mismo terminé recibiendo un fuerte golpe.

―Recuerdo muy bien ese momento.― Aquel día fue bastante confuso para él. Se sentía confundido y atormentado por el beso que el rubio le había dado y que él en algún punto comenzó a corresponder. No entendía lo que le pasaba.

―Entonces, ¿Quién es esa chica?― JiMin volvió a preguntar con curiosidad y con un poco de celos que trataba de ocultar, sacando a Yoongi de sus recuerdos.

―Ella es Kim Jisoo, mi prima, hija de la hermana de mi padre.― Respondió aclarando de esa forma el malentendido y dejando en claro que ella porque era su familia.

―¿¡Tu prima!?― El rubio quedó muy sorprendido y conmocionado por aquella declaración. Jamás se le paso por la cabeza que Yoongi y aquella chica fueran familia. Ahora se sentía completamente avergonzado y un tanto estúpido por haber sentido celos de la prima de la persona que amaba. ―Joder, soy un idiota, ¿Cierto?

―Yo no creo eso.― Yoongi sujetó la mano del rubio llamando su atención. ―Solamente no tenías el contexto completo y los rumores tampoco ayudaron, por eso mal interpretaste las cosas.

―Igual me siento avergonzado.― Confesó cubriendo su rostro con sus manos.

Yoongi se reincorporo quedando sentado sobre el césped donde sujetó ambas manos del contrario y las quitó de su rostro dejando al descubierto el rostro sonrojado del Alfa rubio.

―El JiMin que conozco jamás se avergüenza de lo que hace.― Dijo haciendo sonreír al JiMin por aquella declaración.

―¿Cómo no voy a enamorarme de ti si eres tan dulce conmigo?― El Alfa rubio solo podía sentirse cada vez más enamorado de él conforme pasaban más tiempo juntos.

Yoongi no pudo evitar sonrojarse por aquellas palabras. ―¿Te parece si voy por unos helados?― Preguntó, tratando de cambiar de tema.

JiMin asintió con una sonrisa mientrás miraba como sus manos estaban unidas.

Yoongi se puso de pie luego de soltar las manos del rubio, pues si no lo hacía, no podría ir a comprar los helados.

―No tardes.― Pidió el Alfa rubio sentándose sobre el césped y recostándose sobre un árbol que estaba cerca suyo.

―No lo haré.― Respondió antes de empezar a caminar rumbo a la heladería que estaba al frente del parque donde se encontraban.

Segundos después de que el Alfa pelinegro se haya alejado, el celular de Park comenzó a sonar, indicándole que tenía una llamada.

―¿Para qué demonios me estás llamando?― Preguntó JiMin a la otra persona al instante en que respondió la llamada.

―No, nosotros no tenemos nada de que hablar.― Dijo con firmeza sin rastro de dudas o de dar su brazo a torcer.

―Mira, me importa muy poco lo que te suceda, no voy a ayudarte, y eso ya está decidido.

―Agradece que siquiera atendí tu llamada, siendo otro te habría bloqueado hace mucho.― Dijo con una sonrisa arrogante pero que escondía el enfado y la decepción. ―Eres peor que una rata, traidor de mierd... ¿Qué demonios estás diciendo?― Preguntó completamente sorprendido por lo que acaba de escuchar. ―Vete al diablo, imbécil. No necesito a un traidor como amigo.― Dijo, pero en su mirada se podía notar lo herido que estaba por la traición de quién considero su mejor amigo. ―No me vuelvas a llamar. ¡No pienso escucharte más!― Exclamó. ―No voy a caer en tus mentiras otra vez.― Aseguró antes de finalizar la llamada.

¿Por qué su pasado venía a joderle la vida?

Quería olvidar todo, todo aquella que había comenzado a dejar atrás desde que conoció a Yoongi, a Taehyung, a Namjoon y al pequeño Jungkook.

―¡Maldición!― Gruñó enojado. Odiaba sentirse así. Aún le dolía recordar lo sucedido. Pero no podía dejar que el pasado lo atormentara otra vez, ahora tenía una razón bastante fuerte para seguir adelante, y ese era Yoongi. No podía darse el lujo de arruinar lo que había logrado hasta el momento por culpa de su pasado.

El Alfa rubio apagó su celular y volvió a recostarse sobre el árbol, cerrando los ojos y cubriéndolos con su brazo para evitar que se notara lo afectado que estaba y las ganas de llorar que sentía en ese momento. ―¿Por qué tuviste que aliarte con ellos?― Preguntó más para si mismo. ―No lo entiendo.

Estuvo unos minutos en silencio, tratando de olvidar aquellos recuerdos qur habían llegado a su mente, concentrado en los sonidos de las aves y el viento que había en el parque, eso siempre lo ayudaba a relajarse y sentirse mejor.

―¿Estás durmiendo?― La voz de Yoongi llegó a sus oídos.

JiMin abrió los ojos y una sonrisa apareció en sus labios. Talvez no podía borrar el pasado pero al menos podía aprender de él y mejorar su futuro. Si estaba con Yoongi, estaba seguro de que podía hacerlo, solo lo necesitaba a él. No dejaría que el pasado interfiera con su felicidad actual.

―Ven aquí.― Pidió tocando el espacio a su lado.

Yoongi se acercó a él y tomó asiento a su lado, ambos quedando recostados sobre aquel árbol. Yoongi le entregó el helado de vainilla y chocolate al Alfa rubio quién lo recibió gustoso antes de dejar caer su cabeza sobre el hombro del pelinegro.

―¿A ti qué te pasa?― Preguntó Yoongi. Podía notar lo tenso que estaba JiMin y eso era muy raro en él. ―Estás raro.

―Solo... Solo dejame estar así unos segundos.― Pidió, disfrutando del aroma del pelinegro, su lobo y él disfrutaban de poder sentirlo.

Segundos o talvez minutos después, JiMin se sentó correctamente para poder disfrutar del helado que el amor de su vida le había comprado.

―Gracias.

―¿Por qué?― Yoongi lo miró confundido sin entender el comportamiento del Alfa rubio.

―Por dejarme estar a tu lado.― Dijo sinceramente.

―Definitivamente estás raro.

―Perdí a mi hijo.― Confesó, al terminar su helado.

Yoongi quedó en un shock momentáneo al escuchar las palabras del Alfa rubio. No se había esperado para nada esas palabras de parte de JiMin. Aquella confesión lo dejó helado. Se quedó ahí, sin mover un músculo, sumido en su propia mente, cosa que llenó de miedo e inseguridad al Alfa rubio, quién se encontraba muy susceptible.

―Lo perdí incluso antes de saber de su existencia.― Dijo. En su rostro se podía notar el dolor que sentía al recordar aquello.

―¿Qué?― Preguntó entonces Yoongi saliendo del shock en el que se encontraba.

―Es algo que quiero olvidar pero creo que jamás podre hacerlo.

―No estoy entendiendo nada.― Yoongi estaba muy confundido en ese momento.

JiMin suspiró. ―Hace dos años, tuve sexo con una chica. En ese momento ella y el que consideraba mi mejor amigo me drogaron. Cuando desperté estaba junto a ella. Ella era mi enemiga, su familia y ella le habían hecho mucho daño a mi familia. Yo la odiaba pero no podía cambiar lo sucedido.

Yoongi escuchaba atentamente cada palabra salida de los labios del contrario. JiMin se estaba abriendo aún más a él. Estaba contándole algo que era demasiado personal y eso lo hizo sentir un tanto feliz pero aún se sentía confundido.

―Ella había grabado todo y me estuvo chantajeando durante meses con ese video para darle dinero, de lo contrario se lo mostraría a mis padres. Tenía miedo, estaba asustado, aterrado. A la mañana siguiente después de haber despertado junto a ella, fui donde el que era mi mejor amigo y le reclamé por lo que hizo. No lograba entender por qué lo hizo. En ese momento me entere de que él trabajaba para ella. Me sentí un estupido por haber confiado en él. Le di mi amistad sincera y me traiciono. Me dolió mucho. Luego, cuando le comenté a mis padres lo sucedido, ellos me ayudaron a denunciarla. Sin embargo, el día en que fue arrestada, ella dijo algo que me dejó helado.

Yoongi tomó su mano entre las suyas, mostrándole su apoyo, y asegurándole que jamás lo juzgaría.

―Ella había quedado embarazada ese día pero no me lo dijo hasta ese momento. Mis padres creían que estaba mintiendo por eso averiguaron en el hospital en el que ella había sido atendida...― Tragó el nudo que se había formado en su garganta. ―Resulto ser cierto, las fechas coincidían con lo que sucedió aquel día, pero también me enteré de que ella había decidido abortar al cachorro. Mi lobo aulló de dolor por la perdida del cachorro y yo entré en depresión. Logré salir de ella gracias a mis padres, mi hermano y mis amigos, quienes no me dejaron solo en ningún momento. Seis meses después, llegué a Seul y te conocí a ti, mi lobo y yo nos enamoramos de ti a primera vista pero nos costo un poco entender y aceptar nuestros sentimientos.

―Lo que has pasado es bastante complicado para cualquiera pero como dijiste anteriormente, no estás solo, tienes a tu familia, a tus amigos y a mi para apoyarte. Nosotros jamás te dejáremos solo ni te traicionáremos como lo hicieron antes contigo.― Yoongi le sonrió tan hermosamente haciendo latir con fuerza el corazón del Alfa rubio.

―Gracias.― Agradeció JiMin llevando la mano del Alfa pelinegro hasta la altura de sus labios donde dejó un casto beso sobre el dorso de ella. ―Gracias por escucharme y no juzgarme.

―Jamás lo haría.― Confesó. ―Se que eres una buena persona, lo has demostrado con tus acciones, así que jamás podría juzgarte.

―Definitivamente, a cada segundo me termino enamorando más de ti. Te amo, Yoongi, realmente te amo.― Reafirmó sus sentimientos con bastante seguridad. ―Estoy seguro de que en mi mi vida pasada te he amado tanto como lo hago ahora.

―Yo...

―Tranquilo, no tienes que decírmelo ahora. Dímelo cuando estés listo. Yo voy a esperar pacientemente hasta que llegue ese momento.― Dijo, transmitiéndole confianza y seguridad al contrario.

Sí, era mejor que la persona que amaba supiera lo que sucedió antes en su vida, para de esa forma evitar problemas en el futuro.

Un rato después, ambos decidieron regresar a sus casas, pues ambos tenían tareas pendientes que realizar. JiMin llevó a Yoongi hasta la puerta de su casa, asegurándose de que el Alfa pelinegro llegara bien a ella. Yoongi por su lado, le agradeció al bajar del auto, pero antes de poder ingresar a su casa, el Alfa rubio lo jaló de la mano y dejó un tierno beso en su mejilla.

―Nos vemos luego, lobito.

―Claro, como digas.― Respondió Yoongi evitando mostrar lo nervioso que lo ponían aquellas acciones por parte del Alfa rubio.

Luego de eso, Yoongi ingresó a su casa y el Alfa rubio volvió a subir a su auto para posteriormente regresar a casa.

Sin embargo, a mitad del camino, su cabeza palpitó con fuerza y unos extraños recuerdos vinieron a su mente, provocando que sujetara el volante con fuerza.

“Eres lo mejor que he conocido en mi vida.”

“Jamás me arrepentiré de amarte.”

“Te prometo que haré todo lo posible para regresar contigo. Te amo, mi lindo principito.”

―¿Qué rayos?― Su cabeza dolía más conforme aquellos extraños recuerdos llegaban a su mente, pero no entendía que significaban. No recordaba haber pensado o dicho eso antes. Definitivamente, aquello era muy raro.

“¿Crees en las vidas pasadas?”

La voz de su lobo se hizo presente en su cabeza, aliviando el dolor que estaba sintiendo y distrayéndolo de aquellos recuerdos.

“No había pensado anted sobre ello, ¿por qué preguntas?”

“Pronto lo entenderás, humano.”

Aquella respuesta de su lobo lo dejó muy confundido, realmente no entendía lo que estaba pasando con él.

JiMin decidió dejar de pensar en eso y regresar a casa, talvez necesitaba tomar una siesta para sentirse mejor.

Al llegar a casa, encontró a su hermano menor y a su cuñado, desprendiendo un fuerte aroma a sexo. Aquellos dos si que no perdían el tiempo.

―¿Tarde movida?― Preguntó el Alfa rubio pícaramente a la pareja.

―¡Hyung!― Exclamó JiHyun en advertencia al ver como su Omega se había puesto completamente rojo al escuchar la pregunta hecha por el mayor. ―¡Lo estás avergonzado!

―Lo siento Kai, lamento haberte incomodado.― Le sonrió tiernamente a su cuñado.

―No se preocupe, JiMin hyung.― Respondió el Omega pero aún se podía notar el rubor en sus mejillas.

―Y tú― Miró a JiHyun. ―Más te vale controlarte, mocoso hormonal. 

―Mira quién habla.― Dijo JiHyun sarcásticamente.

―Lo digo porque aún no quiero ser tio.

Así, los hermanos Park bromearon un rato más antes de que la pareja tuviera que salir, pues tenían un viaje con la familia del Omega.

―Diviertanse― Les dijo a ambos antes de que salieran de casa.

―Y otra vez... Me quede solo.― Susurró para si mismo dejándose caer en su cama.





Feliz cumpleaños al ser más hermoso, precioso, divino y jodidamente guapo de este mundo.

Happy birthday Jiminnie💖🎉💘🎊🥳. Espero que lo pases realmente bien en este y todos los días de tu vida.

Un 13 de octubre naciste tú,
Un 15 de marzo te vi por primera vez
Y unos días después, de ti me enamoré.

Disfruten de este video así como lo hago yo💖💖.


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