CAPITULO SESENTA Y UNO || ¿POR QUÉ?

Paige salió al patio de la mansión. Vio a Draco observar el paisaje.

Agarro la silla que estaba a lado, y se sentó. Draco la sonrió cuando la vio.

—¿Como te sientes?—Pregunto Paige

—No lo se—Confesó Draco—. Ahora que creí que por fin íbamos a poder descansar de todo...resulta que la loca de tu madre decide reclamar la custodia de Pansy.

—Si, lo se—Dijo Paige—. Igual me tiene preocupada. Pero no podemos hacer nada, si no, estaríamos haciendo nuestro pase directo a Azkaban.

—Me importa muy poco, la verdad—Dijo Draco regresando su vista al frente

—A ella no le importará muy poco—Dijo Paige—. Sufrirá más si te ve allá adentro, que lo sufrirá estos días. Solo es temporal, mientras pienso en que puedo hacer. Ella es fuerte. Siempre fue la más fuerte de las dos.

—¿Y Caleb?—Pregunto Draco

Paige supo que el rubio quería cambiar de tema, así que le siguió la corriente.

—Con Regulus—Contestó Paige

Draco la volteó a ver con una ceja alzada. Hasta que sonrió, con maldad.

—¿Te puedo decir tía Paige?

—¡Draco!—Regaño Paige

Draco se rio.

—¿Que no se supone que el tío Regulus está con Eva?—Pregunto Draco

—Lo está—Afirmó Paige—. Están en la sala, ya sabes. Eva vino a ver a Corvus. Pero Caleb no quiso venir conmigo, se quiso quedar con Regulus.

—Ya—Dijo Draco entrecerrando los ojos hacia Paige

—¿Que?—Dijo Paige—. Iré a buscar a Caleb.

Paige se levantó y entró a la casa de nuevo. Supuso que Harry, Ada estarían con Hasley y Sirius en algún otro lugar de la mansión.

Cuando estaba a punto de entrar a la sala, se detuvo al escuchar la voz de Eva.

—Jamás quisiste tener hijos—Hablo Eva

Paige no los podía ver, porque si se asomaba iban a descubrirla. Por lo que solo escuchaba.

—No, no quería—Escuchó la voz de Regulus—. Pero estoy feliz con Corvus.

—si, Corvus es tu hijo, Regulus—Hablo Eva—. Pero yo no hablaba de Corvus.

—Caleb no es mi hijo, Eva—Dijo Regulus. Aunque no los veía, Paige noto en la voz de Regulus enojo

—Se que no es tu hijo—Dijo Eva—. Y por eso mismo me sorprende que esté aquí. Jamás te gustaron los niños.

—Bueno...—Dijo Regulus—...supongo que cuando nació Phoenix fue diferente.

—No me estás entendiendo—Hablo Eva

—O simplemente no quiero hablar de lo que tú quieres hablar—Dijo Regulus—. Se a donde quieres que vaya la conversación, Eva. Y de una vez te digo que no.

—Pero, ¿no lo harías por Corvus?—Dijo Eva

—Por eso mismo—Dijo Regulus—. Porque amo a Corvus no le haré eso. Ya lo intentamos una vez, Eva. ¿Quien dice que no saldrá igual?

—Si en algún momento—Comenzó Eva—, realmente llegaste a sentir algo por mi, así como yo lo sentí por ti, creo que debería tan siquiera pensarlo.

Paige abrió la boca, sorprendida. Sabía lo que Eva le daba a entender. Ella quería que "lo intentaran" por el bien de Corvus. Pero Regulus parecía tener muy en claro que no.

Y ahora sabía que en algún momento, tanto Eva como Regulus, sintieron algo el uno por el otro.

Corvus tenía derecho a tener a sus padres juntos. ¿Y si ella solo complicaba todo? No lo sabía. Pero lo pensaba.

—Sabes que Corvus no nació porque si—Dijo Eva—. Hubo algo en ese entonces, entre ambos. Aunque decíamos odiarnos, como ahora.

—Creo que ya terminó la hora de la visita—Dijo Regulus—. Solo que baje Corvus y te puedes ir.

Paige decidió irse de ahí. Claro que, ahora no sabía como sentirse. ¿Decepcionada? ¿Enojada? Tal vez...celosa. Eso era lo que sentía, celos.

Después de todo, sabía lo que sentía por Regulus. Pero también, ahora, sabía que hubo algo más entre ellos.

Pero entonces, ¿por qué la había besado?

Al salir al patio, vio a Hasley, Sirius, Ada y Harry que ya estaban en el patio.

Paige se volvió a sentar en la misma silla de hace rato. Pero—casi—la azoto al acomodarla.

Draco se asustó un poco, que la volteó a ver inmediatamente.

—¿Y a ti que te pasa?—Dijo Draco con una mano en el pecho

—Nada—Paige se cruzó de brazos

—¿Que no ibas por...

—¿Todo bien?—Interrumpió Hasley

—Todo excelente, mamá Lila—Dijo Paige

Hasley la vio con una ceja alzada.

—No le hagas caso, Tía Lila—Hablo Draco, quien medio sabía lo que le pasaba—. Ya sabes como son los Parkinson con sus cambios de humor.

Paige veía al frente, vio como Ada intentaba enseñarle a Harry a jugar fútbol.

Vio a Corvus correr hacia ellos.

—¡Yo también quiero jugar!—Grito Corvus

—Caleb se quedó dormido—Se escuchó la voz de Regulus

Paige se levantó de la silla, ante la vista de los mayores con el ceño fruncido, pero la sonrisa de Draco.

—Lo llevaré al cuarto—Dijo Paige extendiendo sus brazos hacia Regulus, pero aún tenía el ceño fruncido

Regulus se lo entregó con cuidado. Paige lo tomó de igual manera, ni siquiera volteó a verlos y se metió a la casa.

—¿Que le pasa?—Pregunto Regulus

—Celos—Dijo Draco mientras lo ocultaba con una tos

—¿Una que?—Hablo Sirius

—Que es hija de Lucas—Habló Draco—. Ya se le pasará.

Draco se levantó de la silla, antes que le siguieran preguntando y fue con sus primos y Harry.

Mientras tanto, Paige entró a su habitación, con cuidado colocó a Caleb en el corral.

Se sentó en la cama a pensar. No tenía que estar celosa, después de todo, Regulus había dejado en claro que no quería ya nada con Eva. A parte, no era como que Regulus le haya dado algún indicio de que sentía lo mismo que ella.

Escuchó golpes en la puerta. Se levantó y se dirigió a abrirla.

—¿Y ahora por qué estás enojada?—Fue lo primero que pregunto Regulus cuando Paige abrió la puerta

—Yo no estoy enojada—Paige se dio la media vuelta y camino hasta sentarse en la cama de nuevo

—Anne...

Paige quizo sonreír, pero logró no hacerlo.

—Ya te lo dije, Reggie—Dijo Paige recalcando el apodo—. No estoy enojada.

—¿Entonces por qué esa cara?

Paige no se había dado cuenta que aún tenía el ceño fruncido.

—Pues es mi cara normal—Contestó Paige—. No la puedo cambiar.

—Si, estás enojada—Confirmó Regulus

Paige se cruzó de brazos al ver que Regulus no le creía.

—¡Bien!—Paige se levantó de la cama—. Si estoy enojada, ¿y?. Da igual, porque mi vida no es de tu incumbencia.

—Bien—Regulus se dio la media vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta—. Tienes razón, no me incumbe.

—¡¿Es enserio?!—Dijo Paige, indignada

—Claro, tenías que sacar lo dramática de tu madre—Dijo Regulus, divertido

Paige abrió la boca formando un Perfecto círculo.

—¿Disculpa?

—¿Por qué estás enojada, Anne? Y te lo pregunto porque me interesa.

—No estoy enojada—Dijo Paige—. Estoy celosa. ¿Ya? ¿Contento?

—¿Y celosa por que?—Pregunto Regulus confundido

—Bueno...—Comenzó Paige—. ¿Es verdad que llegaste a sentir algo por Eva?

Regulus relajó las facciones de su cara y se rio. Vio a Paige, que en verdad era serio. Pues no tenía expresión alguna en su rostro.

—Vaya...—Dijo Regulus—. ¿Estas celosa por eso?

—Si, si, si—Dijo Paige—. Búrlate lo que quieres.

—¿Ósea que nos escuchaste?

—Yo...ammm...ese es otro tema—Dijo Paige—. Me preguntaste algo, ya te respondí.

—En primera—Comenzó Regulus—, no hay nada entre Eva y yo. No volverá a haber. Si, en algún momento sentí atracción por ella. Pero nada más fue eso. Intentamos llevarnos bien, porque después de todo, estábamos casados. Pero no funciono, fue cuando ella se fue de aquí, y dos años después regreso con Corvus.

—Soy una estupida—Paige se sentó en la cama

—No lo eres—Dijo Regulus

—¡Claro que si!—Dijo Paige mientras se volvía a levantar—. Jamás me dijiste que sentías lo mismo que yo. No debo sentirme así. A parte, Corvus tiene todo el derecho de tener a sus padres juntos. Él lo quiere.

—No quiero darle a mi hijo algo en lo que se que no será feliz—Dijo Regulus

Paige ya no hablo. En la habitación se creó un silencio, donde lo único que se escuchaba eran las risas y voces de los que estaban en el patio.

—¿Por qué?—Pregunto Paige de repente

—¿Por qué, que?—Dijo Regulus confundido

—¿Por qué me besaste?

Regulus se quedó callado unos segundos. Se acercó unos pasos más a Paige, quien levantó la cara y lo vio.

—Porque quería—Contestó Regulus

Paige sentía tanta emoción en ese momento. Sabía que ahora, probablemente, estaría ruborizada.

—Y aparte estabas hablando mucho—Dijo Regulus—. Esa técnica funciona.

Paige sonrió.

—Si, supongo—Dijo Paige

—No sonrías, Paige—Dijo Regulus. Paige dejó de sonreír y se cruzó de brazos—. Estuvo mal.

—¿Por qué?

—Para empezar, eres mucho menor que yo—Comenzó Regulus—. Después, está la cuestión de que eres la hija de, literalmente, mi mejor amigo. Estás rota, estás pasando, aún, por mucho dolor. Sería aprovecharme de tu vulnerabilidad.

—No sería aprovecharse si lo quiero—Dijo Paige—. Aparte, ¿estás dándome a entender que sientes algo?

—No debería—Contestó Regulus

—Regulus Black—Dijo Paige—. Escucha bien esto, porque solo lo dire ahora.

Regulus la vio con una ceja alzada, divertido.

—Necesito que me veas a los ojos, y me digas—Comenzo Paige—. Que me digas si sientes algo por mi. Si no, solo seré una estupida que se crea cuentos en su cabeza creyendo que tiene alguna oportunidad de...

Regulus la interrumpió dándole un beso en los labios.

—Tomare eso como un, "si siento algo por ti, Anne. Solo que era un idiota que no quería aceptarlo...

Regulus rodó los ojos, para después volver a juntar sus labios, pero el beso duró más que el primero.

—No se porque fue eso, pero debo admitir que...

Paige sonrió, cuando Regulus la volvió a interrumpir dándole un tercer beso.

Paige sentía su corazón latiendo rápido. Quería gritar, pero no lo haría, no enfrente de él. Se vería ridicula.

—La verdad, ya lo estoy haciendo apropósito para que me beses—Confesó Paige 

—Lo supe desde un principio—Dijo Regulus—. Debo de admitir que, lograste que sintiera algo por ti. No se como le hiciste.

Paige sintió la mano—izquierda—de Regulus en el lado derecho de su cuerpo, más específico en la costilla.

Paige sintió como su piel se erizaba.

—Tengo que ir con Hasley—Dijo Regulus

Paige asintió.

—¿Crees que esto salga bien?—Pregunto Paige, refiriéndose a lo que comenzaba entre ambos

—No lo se, Anne—Dijo Regulus—. Pero, ¿podemos mantenerlo en...

—¿En secreto hasta ver si funciona? Si, también lo pensé—Dijo Paige

Regulus asintió, le dio un beso en la frente a Paige, mientras la castaña cerraba los ojos e inclinaba su cabeza hasta que quedó su frente recargada en el pecho del Black.

—Nos vemos en un rato, Anne—Susurro Regulus separándose

—Te veo en un rato, Reggie—Susurro de igual forma Paige

Regulus se dirigió a la puerta y salió de la habitación. Paige se aventó a la cama, se puso la almohada en la cara y grito, haciendo que la almohada amortiguara el grito.

¿Que les pareció?

ya, pero, yo soy Paige haciendo drama jsjsjsjs

sabemos q Regulus hacía enojar a Paige apropósito

Reige mis verdaderos papás >>>>

Desde ahora empieza lo bueno.

Caleb, Corvus y yo: hijos de papás que aún no están juntos pero sienten algo

Teoría...