Diciembre, 2000

—Tu sí que estás loca—Dijo Theodore viendo a Paige—. Definitivamente estas mal de la cabeza si crees que te dejare hacer esto.

—Si...Bueno...—Paige mientras se acomodaba a Casiopea en brazos—Igual no te estaba pidiendo permiso.

—No, no, no—Theodore negó con la cabeza

—Si, si, si—Dijo Paige

—Es una locura—Dijo Theodore—En la mañana ni siquiera querías acompañarme aquí.

—Tu lo has dicho, en la mañana—Dijo Paige—. Ahora es ahora.

—¿Por qué hacerlo? ¿Por qué precisamente eso?

—¿Por qué no?

—Lo preguntó enserio, Liliane—Dijo Theodore cruzándose de brazos

Paige se acomodó mejor a Casiopea. Casiopea ya cumpliría, casi, un año el próximo mes.

—Como que desde que descubrieron que me llamo así, todos lo hacen—Dijo Paige rodando los ojos

—No me culpes...así te puso tu padre—Dijo Theodore aunque se arrepintió al instante que lo dijo cuando vio Paige bajo la cabeza—Lo...lo siento.

Paige levantó la cabeza con la vista nublada, y le sonrió.

—No te preocupes—Dijo Paige—. Y no me harás cambiar de opinión.

—Bien, bien...si es lo que quieres—Dijo Theodore

—De acuerdo—Dijo Paige con una sonrisa—. Ahora, agarra a Casie.

Paige le pasó a Casiopea, y Theodore la tomó con una sonrisa.

Volvieron a entrar a la tienda y Paige se dirigió hacia la mujer con la que habían estado hace unos momentos.

—Quiero hacerme uno—Dijo Paige

Paige entró a la casa con cuidado, Casiopea aún estaba despierta. Escuchó voces en el patio, así que supuso que estarían ahí.

Subió las escaleras, y se dirigió a la habitación. Cuando entró visualizó a Regulus acostado en la cama leyendo.

Regulus al escuchar la puerta abrirse, levantó la vista del libro y vio a Paige entrar a la habitación.

Sonrió al verla entrar, pero su sonrisa fue reemplazada por una mueca de confusión al ver a Paige que lo veía con una sonrisa.

Regulus conocía esa sonrisa. Sabía que había hecho algo.

—¿Que hiciste?—Fue lo primero que preguntó Regulus

—¿Por qué crees que hice algo?—Contraataco Paige—¿No puedo sonreír cuando te veo?

—¿Que hiciste, Liliane?—Regulus dejó el libro aún lado y se sentó en la cama viendo a Paige

—Nada malo...creo.

—¿Crees?—Dijo Regulus mientras se acercaba a Paige. Regulus le dio un beso en el cabello a Casiopea

Casiopea al tener enfrente a Regulus se rio, y le extendió los brazos para que la cargara.

Regulus la cargó con una sonrisa en su rostro.

—Dime, Casie...¿que hizo mamá?

—¿Como sabes que hice algo?—Pregunto Paige

—Tienes esa mirada de...no sé de qué, pero que me dice que algo hiciste—Dijo Regulus

—Bien...—Paige suspiró, y llevó su miraba al techo—. Promete que no te enojaras y que no harás nada. Tome mi decisión, ¿de acuerdo?

Regulus la vio aún más confundida. Llevó a Casiopea al corral que tenían aún ahí en el cuarto.

—Anne...—Dijo Regulus acercándose a Paige—¿Que fue lo que hiciste?

—¿Lo prometes?—Paige levantó la mano y alzó el dedo meñique mientras hacía un puchero

Regulus suspiro, para después repetir la misma acción de Paige.

—Bien...—Paige suspiró

Paige se levantó la camisa, haciendo que Regulus la viera con una ceja alzada.

—No seas malpensado—Dijo Paige con una sonrisa

Paige se descubrió el lado derecho de su cuerpo, en la parte de la costilla.

Regulus al ver lo que había ahí, abrió los ojos asustando.

—¿Que hiciste, Paige?—Dijo Regulus revisando lo que Paige tenía ahí

Paige trago saliva. Regulus no era de llamarla Paige, si, tal vez cuando la descubría o cuando sabía que mentía la llamaba Liliane. Pero sabía que aún así, era porque no estaba enojado. Y cuando la llamaba Anne, era porque todo estaba bien. Así que, el que la llamará Paige la hizo sentirse más nerviosa.

—¿Por que?—Preguntó Regulus aún en shock

—Veras...—Paige se rio—En la mañana que fui a visitar a Theo, él dijo que quería hacer algo lindo por Daphne. Así que, me dijo que lo acompañara al mundo Muggle—Regulus escuchaba con atención—, fuimos a una de esas tiendas donde los hacen...y...decidí hacerlo.

—¿Por...

—Porque tú siempre haces muchas cosas por mi—Paige bajo la cabeza—, siempre me proteges. Y...quería hacer algo por ti.

—Anne...—Regulus cuidadosamente puso su mano derecha en la mejilla izquierda de Paige, y su mano izquierda en la costilla derecha de Paige, como siempre—, no tienes nada que hacer por mi. Si te protejo, es porque te amo. Y porque quiero que estes bien. No porque quiera recibir algo a cambio. Sonará cursi para mi, pero...el verte sonreír lo es todo para mi. Verte feliz.

—¿No te gusto entonces?—Pregunto Paige con la voz apagada

—De todo lo que te dije, ¿solo eso preguntas? ¿Acaso yo dije algo parecido?

—¿Te gusto o no?

—Sabes que me gusta todo lo que tenga que ver contigo—Dijo Regulus—. Y nadie había hecho algo tan...lindo por mi.

Paige sonrió.

—¿Por qué hacerte un tatuaje de la constelación de Leo en la costilla derecha?

—Bueno, pues si te fijas si, es la constelación de Leo, pero solo una Estrella tiene nombre que es la de tuya, la de Regulus.

En la costilla derecha de Paige, se encontraba la constelación de Leo, y como ella lo había dicho. Solo la Estrella de Regulus tenía nombre. El tatuaje no era grande, pero la Estrella lo era un poco más.

—Y sobre el lugar...¿todavía lo preguntas?

—¿Que quieres decir?

—Literalmente desde que comenzamos con esto, siempre pones tu mano izquierda en mi costilla derecha. Como ahora.

Regulus bajo la mirada y confirmó lo que Paige había dicho.

—Jamás me había dado cuenta de eso—Confesó Regulus

—Que bueno que yo si—Dijo Paige con una sonrisa

Paige le dio un beso en los labios que no duró mucho debido al llanto de Casiopea.

Cuando se separaron del beso, ambos se giraron para verla, ella los veía atentamente.

—Tu hija es toda una celosa—Dijo Paige—. Eso es bueno—Paige volvió a darle un beso rápido—. Iré a bañarme.

Paige corrió al baño, pero antes de abrir la puerta volvió a mirar a Regulus quien ya la veía.

—Y Reggie—Habló Paige—, también te amo.

Regulus sonrió y Paige se metió al baño.

Regulus se acercó y cargó a Casiopea, quien dejó de llorar la instante que su padre la cargó.

—Pequeña niña manipuladora—Susurró Regulus—. Vamos a molestar a Sirius.

Regulus salió de la habitación y fue al patio, donde sabía que estaban los demás.

Paige salió de la habitación. Se dirigió al closet.

Hoy era el famoso baile de los sangre pura. Agarro los dos vestidos que ya tenía planchados para ponerse, pero no sabía cual.

Fue a colocarse frente al espejo y solo se puso los vestidos por encima. Hizo una mueca sin saber, aún, cuál ponerse.

Suspiró, para después quitarse la toalla y ponerse el vestido negro.

Se lo terminó de poner y volvió a mirarse en el espejo. El vestido rojo, ahora estaba en un pequeño sillón a lado del espejo.

Justo en ese momento la puerta se abrió, Paige no se giró, pero a través del espejo pudo verlo.

—Vaya...—Regulus cerró la puerta de la habitación

—¿Y Casie?—Pregunto Paige

—Se quedó con los mellizos—Contestó Regulus—. Casi hacen berrinche cuando me venia con ella.

Paige se rio, tomó el vestido rojo.

—¿Que hacías?

—Solo—Paige volvió a mirarlo—, ¿debería llevar este—Paige se miró el vestido negro— o este?

Paige se dio la media vuelta

—Solo es la fiesta de los sangre pura, Anne—Contestó Regulus

—¿Mmm?—Pregunto Paige, ignorando lo que había dicho Regulus—¿No te gusta ninguno?

—Me gustan, si...

Regulus no terminó de hablar, cuando Paige se dio la media vuelta mostrando la espalda, que el vestido negro tenía descubierta.

Paige giró su cuerpo hacia la derecho y luego hacia la izquierda, como si estuviera modelando aquel vestido negro.

Regulus trago saliva, lo único que veía era la piel blanca y lisa de Paige. Paige volvió a quedar mirando a Regulus.

—Creo que te ves preciosa con el vestido que traes—Dijo Regulus

—¿De verdad?

—Mjmjmj.

Paige se giró, para mirarse al espejo analizando el vestido.

—Okey—Paige dejó el vestido rojo en el sillón—. Voy por Casie.

Paige pasó a lado de Regulus mientras este la seguía con la mirada.

Pero antes de que Paige abriera la puerta Regulus la detuvo del brazo y la hizo verlo.

—Yo creo que Casie puede esperar, no se aburrirá—Susurro Regulus

Paige lo vio y tragó saliva. Lo que sintió después fueron los labios de Regulus sobre los suyos.

—Lo que sea que quieras hacer—Comenzó Paige mientras se alejaba—, tendrá que esperar a que regresemos. Seguramente Hasley aún no se ha arreglado y quiera hacerlo.

Regulus hizo una mueca.

—Mi iré a bañar yo, entonces.

—Sabía decisión, señor.

Paige le dio un beso, rápido, antes de salir de la habitación.

Reige como padres🛐🛐🛐 que suerte la tal Casiopea esa...jsjsjs

El gesto de Paige hacia Regulus...>>>

yo di señales sobre el lugar donde Regulus siempre ponía la mano.

CASIE💛😻

Un extra que ya quería subir <3

Besos 😘