Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

000

Mᴀᴛᴛʜᴇᴡ Cᴀᴍᴘʙᴇʟʟ
ᴀɴᴅ
Asᴛᴏʀɪᴀ Gʀᴇᴇɴɢʀᴀss

★~•~•~𖣔~•~★~•~𖣔~•~•~★

Primero de septiembre, el lugar que todos ansían poder presenciar, regresar al lugar, cada retrato, profesor, profesora, fantasma e incluso cada elfo doméstico que se encontraba en las cocinas, habían visto crecer a cada estudiante, desde sus once años hasta lograr con convertirse en un gran auror, medimago, jugador de Quidditch, o incluso algunos que no corrieron con la misma suerte, algunos que fueron obligados por sus padres y simplemente abandonar todos sus sueños para enorgullecer su apellido.

Mi hermana y yo, a pesar de ser hijos de muggles, dábamos todo de nosotros para ser reconocidos por nuestras capacidades y logros en el colegio, porque a pesar de estar en distintas casas, ella en Hufflepuff y yo en Slytherin, nuestro amor de hermanos nunca se esfumó, incluso podría decir que se fortaleció.

Esme, nunca me juzgo por haber acabado en una casa que tenía una reputación de ser mala, y que simplemente juzga por si, sin tener razón alguna aparente, pero eso solo eran rumores que la gente inventaba, nadie sabía la verdad de lo que sabía en las mazmorras.

La casa Slytherin, podía tener la reputación de volverte malo, vengativo y frío con el tiempo, podían juzgarte por tu situación económica, podían mirarte mal o solo ignorarte por no tener padres, pero había algo que sin duda las diferenciaba de las demás. Siempre se apoyaban entre ellos, ya fuera porque se encontraban en peligro, o cosas así, ellos eran una familia y eso hacía la diferencia, porque en ese momento no importaba tu apellido, si eras muggle, mestizo, o sangre pura, no importaba.

Los de primer año no pueden estar solos en ningún momento fuera de la sala común, siempre debían ir acompañados ya sea por otro compañero o por alguien mayor de la casa de las serpientes.

Las mujeres, no importa el año, siempre deberán ir acompañadas, ya sea entre ellas mismas o nuevamente con un hombre. No podían estar solas en la biblioteca, o si quiera estar fuera de la sala común a altas horas de la noche, ya que siempre eran constantemente acosadas por grados superiores.

Suspiré mientras miraba por la ventana del auto, me encontraba con mi hermana y mis padres de camino a la estación para ir a Hogwarts y cursar nuestro quinto año.

—¿Estás nerviosa cariño?—pregunto mama en direccion a Esme.

—Ya no tanto, o sea lo malo ya paso—Mama le sonrió.

—Bueno cariño, ya sabes que cualquier cosa nos puedes mandar una carta...

—O siempre puedes venir conmigo y yo te ayudaré como siempre—interrumpí a papá antes de que terminara. Esme me miró.

—No quiero molestarte, además no puedo siempre acudir a ti cuando me pasa algo. Debo empezar a resolver las cosas por mi misma—asentí.

—Pero nunca está de más pedir ayuda y soy tu mellizo. Así que si no es por ti, me enteraré igual Esme, no tengas miedo a decírmelo, ¿De acuerdo?

—Bien—sonreí abrazándola por los hombros en lo que permanecíamos todos en silencio para llegar a nuestro destino.

Esme, había sido seleccionada en Hufflepuff por su gran corazón y necesidad por ayudar a los demás, no importaba si habían sido malos anteriormente, en su opinión todos merecían una segunda oportunidad.

Aunque tampoco lo tuvo tan fácil, algunos solían burlarse de ella por sus actitudes y amistades, o al menos siempre que la veían sola, algo que simplemente no entendía. Ella solamente amaba la naturaleza, leer y pasar tiempo en los jardines ¿Eso era raro o tenía algo de malo?

El trayecto se nos había hecho demasiado corto gracias a mi padre y a nuestros chistes, que debía aceptar, eran malos, pero al menos mi madre y mi hermana se reían. Así que una vez que llegamos salimos del coche, Esme y yo fuimos por nuestros carritos para dejar nuestras cosas y así poder entrar a la Estación.

Una vez listo todo entramos para ver a lo lejos a los demás, los Gryffindor en pocas palabras, no me desagradaban, era todo lo contrario de hecho. Harry debía admitir me agradaba, era como un hermano menor, aunque tuviéramos la misma edad, aún así, Esme al verlos no lo penso dos veces y dejó su carrito para correr emocionada hacia ellos. Pude observar como el primero en observar y darse cuenta de la presencia de mi hermana era el miope con la cicatriz de rayo.

Debía admitir, que cualquier indicio de sonrisa que hubiera en mi rostro, ahora ya no estaba al ver como Harry abrazaba a mi hermana por la cintura con una gran sonrisa en el rostro.

Y claro, sin perder más tiempo, me acerque a ellos.

—Yo también te extrañé Esme. —escuché decir al miope.

—Si, yo también te extrañé Potter, pero te recomiendo que quites tus manos de mi hermana.

Todo el mundo soltó una carcajada, en cambio, Harry y mi hermana, pude observar que separaban sonrojados.

Esme me miró mal por un momento, ocasionando que le regalara una sonrisa inocente, a lo que ella rodó los ojos.

¿Qué? ¿Que se supone que es eso? Nadie puede culparme, literalmente, Potter estuvo coqueteando con Cho Chang el año pasado, que no espere que lo olvidé de un día a otro.

Claro que como todos los hermanos teníamos nuestros roces, pero siempre estábamos para el otro, no importaba lo mucho que estuviéramos enfadados, siempre estaríamos ahí.

—Bueno parejita, si ya terminaron me gustaría poder cruzar el andén para ir hasta el tren porque no pienso perderlo —el fotocopia número 1 tenía razón, en este caso, Fred.

O como yo los llamo, cosa 1 y cosa 2.
Eso no evita que me molesten diciéndome el ridículo apodo que mi hermana me dijo en primer año frente a ellos.

Matty aún me causa escalofríos. Suena raro. Pero no dije nada. Ahora solo es Matt pero los gemelos aprovecharon aquello sin duda.

Así que poco a poco fuimos cruzando, nos despedimos de mis padres antes de hacerlo y fuimos todos a dejar nuestras cosas.

Antes de entrar al vagón por completo, pude observar como Harry tomaba de la mano a mi hermana, y realmente casi logró acercarme, y digo casi, porque una mano, literalmente, me arrastró dentro del vagón.

—¡Pero si es mi chico favorito!—inmediatamente sentí unos brazos rodear mi cintura. No necesitaba abrir los ojos para saber que se trataba de Pansy, y su dulce colonia olor a dulce de fresa con un ligero toque de vainilla.

Mis brazos no la rechazaron, abrazándola por los hombros. La diferencia de altura siempre sería notoria entre nosotros. Pansy me llegaba a la altura de mi cuello. Sonreí con un mueca cuando golpeó mi espalda con su puño, bese su cabeza para alejarme.

—¿Y eso por que fue?—la miré divertido.

—¡No contestaste ninguna de mis cartas!—me señaló con el dedo.

—Si lo hice. Solo que, tu lechuza se enfermo, por si no lo recuerdas. Además, mi respuesta te llegó en una semana. No es para tanto Pansy. —me senté extendiendo mis piernas en el otro extremo del asiento.

—Claro que lo es. Estaba muy preocupada. Y Luna también. ¡Pero al menos a ella si le contestaste dos cartas!—se sentó a mi lado dejando sus piernas sobre mi regazo y por respeto a no tocarla, deje mis manos a mis costados. —Veo una clara preferencia por Luna aquí.

—No hay preferencias. Es solo que Luna me mandó una carta al segundo día de salir de Hogwarts. Y no se espero dos semanas a mandarme una carta por olvidarme por ir a su viaje en Francia. —noté como sus mejillas se enrojecian por un momento. —Y ahora que lo recuerdo, no me dijiste que sucedió con Zabini, me dejaste a medias de saber que sucedió. Eso no se me hace justo.

—Bueno...—Pansy río un poco nerviosa. Sabía a dónde iba esto. —Sabes lo que ocurre entre dos adolescentes, el siente atracción por mi, yo también por el...¡Pero no sucedió lo que piensas! Solo fueron unos toqueteos y coqueteó solamente.

—¿Debería darte la charla?—mi mirada se torno divertida en el momento que ella se levantó sobresaltada.

—¡No, me niego a escuchar eso!—dijo, levantándose con suma rapidez y tapando sus orejas—¡No puedo escucharte ¡Lalalala!—gritó, dando saltitos.

—Pansy.

—¡Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como vela que se resistía, fueron a llamar a otro elefante!

—¡Pansy!

—¡Dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que se resistía, fueron a llamar a otro elefante!—elevó el tono de voz—¡Tres elefantes...!

—¡Esta bien, está bien!—me levanté con rapidez alejando sus manos de sus orejas. —No hablaremos sobre eso, ¿De acuerdo?

—Gracias.

—Eso no evitará que Zabini escuché la charla.

—¡Matthew!

—¿Que?—me miró ceño fruncido. —Solo bromeó Pansy.


Lune_black

PIDO PERDÓN POR LA TARDANZA TAN LARGA POR EL CAPÍTULO 🙏

PERO...AQUI LO TIENEN...

No olviden que esto es una duologia con mi hermosa bookfanfic y el capítulo del otro fic ya está publicado en su perfil.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro