—— GOODBYE LITTLE SISTER ——

Aunque la realidad era mucho más diferente de lo que se creía, aquella noche era vital para todos. La capa de hielo avanzaba a pasados agigantados, tapando con el color blanco, símbolo de la pureza, los vivos colores de la primavera. Y ese era un indicador de que Narnia no era segura.

La gran criatura, de pelaje brillante cual sol, caminó por la capa blanca, dejando unas grandes huellas como guía hasta su destino. Aunque podía ser peligroso, para él no lo era. Nadie se atrevería a enfrentarse a él o eso había creído. Pero, a pesar de las circunstancias, él tenía un bien muy preciado, una pequeña niña de un par de meses por la cual daría su vida.

El gran león, llegó hasta un farolillo, encendido desde hacía años de forma mágica. Dándole a entender que en aquel punto, era la unión de dos mundos. El suyo y el de su viejo amigo. El felino, depositó, a los pies de él, a la niña, la cual le miró sonriendo, mostrando la alegría de sus ojos castaños. El claro contraste al color que fueron los de él tiempo atrás.

—Volverás a casa, mi pequeña hermana. Volveremos a encontrarnos, pero hasta que ese día llegue, nosotros debemos de separarnos. Estaremos separados por mundos diferentes, pero no por ello dejaré de cuidar de ti. Tu eres la esperanza de Narnia. Tu eres su última reina.— Dijo el león apenado, debido a la realidad que tenia por separarse de su tan adorada hermana. Pero, a pesar de ello y de que el portal que la llevaría a su nuevo hogar se estaba abriendo, la criatura tuvo el tiempo suficiente para dejar sobre la manta de la niña dos objetos. El primero era una nota, para su viejo amigo, y el segundo era un collar en forma de escudo, en el cual se haya un león en color rojo, símbolo y emblema de Narnia.

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Digory Kirke entró asustado en la habitación, donde se hallaba aquel armario hecho con la madera de un árbol que le condujo a un mundo mágico tiempo atrás. A los pies de él, sobre la alfombra, se hallaba una pequeña niña, la cual no dejaba se llorar, el hombre, ya entrado en la tercera edad, se agachó y la cogió, meciendola para que se calmara, acto que la niña no tardo en hacer, para después mirar al hombre que la sostenía en brazos. Una vez que se calmó, Dogory la llevó hasta su habitación y la depositó sobre su cama de forma que no pudiera caerse, a continuación cogió la carta y el collar que estaban sobre ella, y al reconocer el símbolo, pronto supo que se trataba de su tan añorado amigo, el gran león.

"Digory, si estás leyendo esta carta es por que has encontrado a Diana. Ella es mi hermana pequeña, y la criatura más apreciada que tengo. Narnia, ya no es un lugar seguro para ella, aunque sea su hogar y su reino. Es por ello, que he decidido mandarla a tu mundo, donde se que crecerá feliz y segura, lejos de los problemas que ya hay aquí.

Su destino no está escrito al completo, pero sí hay un hecho claro y es que ella es la encargada de que los hijos de Adán y las hijas de Eva lleguen hasta aquí, así que se que sabes cual de vital es ella, ya no para mi, sino para los narnianos.

Su nombre, como ya te lo he mencionado anteriormente es Diana Lions, es la última reina. Cuando te pregunte por sus padres, por su origen, debes de ocultarla la verdad. No puede saber de Narnia hasta que el momento llegue, y yo se que lo hará.

Junto a esta nota hay un collar, cuando sea más mayor y pueda llevarlo. Entregáselo, que jamás se lo quite. Ese collar la protegerá una vez que llegue a casa.

Se me parte el corazón separarme de mi hermana, pero se bien que cuidaras de ella como si fuera tuya. Solo te pido un favor más, cuidala, no la prohíbas mostrar su instinto animal, (al fin de cuentas es la hermana de un león) y por favor, haz que se convierta en una joven digna de reinar en Narnia.

Tras todo esto, solo me queda decir, que muchas gracias. Estaré, personalmente, en deuda eternamente contigo".

Tras leer la carta, Digory sonrió. Aslan, no se había olvidado de él, y por supuesto él cuidaría aquella pequeña niña como si fuera suya. Aquella niña, era la esperanza de Narnia, pero también un rayo de luz en aquella vieja, enorme y solitaria casa en la que él vivía.

★★★

Como os dije, lavado de cara. Y eso significa nuevos capítulos.

El caso es, que creo que está escena es muy importante en la historia. Cierto es que antes Diana llegaba a Digory con cinco años, pero creo que sería mejor, para lo que voy a mostraros, que Diana se haya criado con él desde bebé.

Para aquellos curiosos que no sabéis ubicar como es el collar que será de alguna forma, protagonico, aquí os dejo una imagen de él.

Espero que esta nueva versión os guste.

¿Qué os ha parecido el prólogo?

Os leo ❤