CAPÍTULO 10: THE BATTLE FOR NARNIA
—— THE BATTLE FOR NARNIA ——
Diana se sentó en la cama que había en su tienda, desde que había recibido la noticia y había dictado que aquella mañana se libraría la guerra que sentenciaria el futuro de Narnia, la joven reina había regresado a su tienda y había permanecido allí durante el resto del tiempo. Se negaba a ver a los demás o a hablar sobre lo que había sucedido, a todos les había afectado la muerte del gran león, pero aquel no era el momento en el que debían de llorar por su muerte, ese tiempo llegaría cuando ganarán. Pero ahora, sin Aslan, Diana no creía que eso pudiera ser posible. Todos esperaban muchas cosas de todos, en especial de ella, y lo único que quería hacer era recluirse en cualquier lugar solitario para llorar por la muerte del único familiar que había conocido y que la quedaba, pero aunque el dolor fuera insoportable debía de mostrar que era fuerte por los suyos.
—Magestad, la hora se acerca.— Dijo Oreius entrando en la tienda de Diana, observando a la joven reina sentada en su cama mirando su collar.
—Gracias por avisarme.— Murmuró sin apartar la mirada del escudo, preguntándose si aquel día toda aquella aventura llegaría a un terrible final.
—Si me lo permitís, alteza.— Empezó a decir el centauro haciendo que Diana alzará la cabeza y le mirase con toda su atención. —Comprendo el dolor y la impotencia que sentís ahora mismo, todos en el campamento estamos afectados, pero aún comprendemos que usted es a la que más la ha afectado por razones evidentes.— Prosiguió intentando encontrar las palabras adecuadas. —Pero si la bruja ha llevado a cabo aquel acto ha sido para debilitarnos a todos de forma psicológica, si nos dejamos llevar por los impulsos dejaremos de ser razonables.— Añadió haciendo que Diana soltara un suspiró.
—Ella nos ha arrebatado a todos a alguien a quien queremos, ahora viene a por nosotros y si perdemos se quedará con este hermoso lugar.— Empezó a decir Diana mientras mantenía su voz firme a pesar de que por dentro lo único que quería hacer era gritar. —Y es por ello por lo que debemos de tener la mente fría y estar listos para la guerra. En el mundo en el que antes estaba también había una guerra, mucho más cruel y sangrienta que esta, y aún estando lejos de ella aprendí que todo se basa en la estrategia y en la esperanza. Si mi hermano decidió tomar el lugar de Edmund fue para que la profecía se hiciera realidad, pero aún con ese acto tengo la esperanza de que lo hizo sabiendo que su acto nos beneficiaria. Nadie conoce mejor que Aslan las leyes naturales, y tengo la esperanza de que su sacrificio nos beneficie a pesar de que ahora creamos que estamos en desventaja.— Explicó Diana haciendo que Oreius observara en la joven el gran parecido que tenía con su hermano mayor, a pesar de que ambos tenían en su ADN una parte de animal, no se dejaban llevar por sus impulsos tal y como, de alguna forma, se esperaba de ellos, y eso era lo que les diferenciaba de ser dignos de ser reyes, pues no hablaban con la cabeza diciendo lo que los demás ansiaban escuchar, sino que hablaban desde el corazón.
—Deberia de prepararse magestad, y dejarme decirla que será un gran honor luchar a su lado.— Sonrió el centauro mientras inclinaba su cabeza en señal de reverencia.
—El honor es todo mío por luchar al lado de todos vosotros.— Sonrió la morena justamente antes de que el centauro se fuera y una ninfa entrara para ayudarla a prepararse para la inevitable batalla, para la cual cada vez quedaba menos.
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—Ya llegan, altezas. Y nos superan en número y armamento.— Les informó un grifo a Peter y a Diana, los cuales, junto a Oreius encabezaban el ejército, mientras que Edmund se encontraba encima de la colina liderando a los arqueros.
—Los números no ganan las batallas.— Sentenció Oreius con firmeza sin apartar la mirada del frente, a la espera de que el ejército de Jadis hiciera su aparición así como su primer movimiento.
—No, pero seguro que ayudan.— Murmuró Peter, el cual al igual que su hermano, intentaba no mostrar el nerviosismo que tenían. Diana, por su parte, no mostraba aquel sentimiento pues en su mirada se podía ver dos sentimientos, por un lado el de querer vengar a su hermano y por otro el de luchar por los suyos.
—Mantegamos la fe.— Habló finalmente la joven reina, mientras al alcance de su vista podía divisar el gran ejército que la bruja había organizado. —Madre mía...— Murmuró mientras tragaba saliva con nerviosismo, para después aferrarse a la empuñadura de su espada.
—¿Les veis?— Preguntó Oreius sorprendido, pues eso confirmaba que de alguna forma los sentidos de Diana no sólo se estaban desarrollando sino que se estaban agudizando superando incluso a los de los animales.
—Como si estuviera delante de ellos.— Reveló la morena con tranquilidad, a la espera de divisar entre todo ellos a Jadis, la cual se había vuelto su principal objetivo. Diana no quería derramar sangre, solamente quería matar a una persona, a la que era la causante de todo ello, y sabía que cuando la Bruja Blanca estuviera muerta la guerra y el peligro abandonarían Narnia para siempre.
—¿Esos son gigantes?— Preguntó Peter sorprendido al ver a aquellas monstruosas criaturas. —Definitivamente estamos muertos.— Sentenció justamente cuando todos distinguían a la bruja blanca, la cual iba subida en una cuadriga, mostrándose como una reina, aunque por su desgracia ella no lo era.
—Maldita arpía, lleva el pelo de mi hermano como si fuera un maldito trofeo.— Murmuró Diana entre dientes mientras se quitaba de la espalda su arco para alzarle al mismo tiempo que Peter desenvainaba su espada.
—Adelante.— Gritaron todas las criaturas con alas, las cuales se resumía a grifos y a fénix, los cuales sobrevolaron la zona enemiga arrojando piedras en el caso de los grifos, e incendiado el valle en el caso de los fénix. Aún así, el ejército enemigo no se quedó atrás, pues aquellos leales a la bruja contraatacaron lanzando flechas en su dirección.
—¿Estas con nosotros?— Le preguntó Peter a Oreius, el cual ladeo la cabeza para mirar al joven rey y, en su defecto, a Diana, la cual mantenía la mirada al frente mientras que Peter había centrado su mirada en el centauro a la espera de su respuesta.
—A muerte.— Respondió con firmeza, mostrando que no solo sería leal a ellos, sino que si era necesario llegaría a morir con tal de que Narnia volviera a recuperar la libertad que se merecía
—¡Por Narnia!— Gritó Peter haciendo que todos los suyos gritaran lo mismo mientras se preparaban.
—¡Y por Aslan!— Añadió Diana alzando la cabeza para a continuación salir corriendo seguida por Oreius y por Peter, mostrando así porque la reina no llevaba un caballo como era el caso de los dos hijos de Adán, y es que la joven había mostrado que sus dones estaban empezando a desarrollarse.
Varios monotauros se acercaron velozmente hacia Diana, la cual con su arco se deshizo de ellos casi sin detener su carrera. En aquellos momentos, todas las lecciones del profesor, todos los comentarios negativos de la guerra y de herir a los demás se desvanecieron de su mente confirme luchaba y mataba. En aquel momento su realidad cambió, y Diana se convirtió en esos héroes que siempre había admirado, en aquel momento ella era la heroína, la cual estaba haciendo el acto heroico de salvar a los suyos de la cruel bruja.
—Nos están masacrando.— Le dijo Peter a Diana la cual miraba a todas partes, observando como los fénix hacían una separación entre ambos bandos, matando a muchos del bando enemigo.
—Creo que tengo una idea.— Murmuró Diana mientras se colocaba el arco en la espalda, y entrelazaba sus manos mientras las llevaba hasta su barbilla y cerraba los ojos
—¿Qué haces? No es momento de ponerse a rezar, aunque un milagro no nos vendría mal.— Alegó Peter al mismo tiempo que el suelo empezaba a temblar, para instantes después de la tierra surgir raíces que atacaron a los fieles a la Bruja Blanca, haciendo que muchos narnianos gritaran eufóricos mientras Diana abría los ojos mostrando que estos se habían vuelto de color dorado.
—Muy hábil, magestad.— La alago un puma mientras atacaba a un enano.
—Nos quiere.— Murmuró Peter al ves como Jadis no apartaba la mirada de ambos.
—Pues démosle lo que quiere.— Respondió Diana mientras cogía en esta ocasión sus dos espadas.
—No, tengo una idea mejor. Confía en mi.— La pidió Peter, haciendo que la reina asintiera. —¡Retirada, llevarlos hasta las rocas!— Gritó haciendo que todos los que estaban en el valle salieran corriendo hacia el lugar donde el hijo de Adán les había pedido, mientras se hacía sonar un cuerno advirtiendo a aquellos que aún se encontraban en la cima de colina.
—¡Peter!— Gritó Diana al ver como este caía al suelo, para a continuación coger su arco y disparar hacia los enanos que se habían agrupado en uno de los lados.
—¿Qué haces? Nos mataran a los dos.— Alegó Peter al ver que Diana se había quedado a su lado, dispuesta a contraatacar.
—No voy a dejarte tirado.— Sentenció con firmeza mientras se ponía al lado de él, justamente cuando Oreius junto a un rinoceronte salían corriendo en dirección a la bruja, matando por el camino a varios de los suyos. —¡No!— Gritó Diana al ver como Jadis convertía en piedra, con un toque de su varita, a Oreius, haciendo que este desapareciera.
—¿Lista?— Preguntó Peter mientras usaba su escudo para cubrirse a sí mismo y a Diana, ya que la bruja había convertido en piedra a uno de los grifos, haciendo que este chocará contra las rocas, provocando que la estatua del animal se rompiera en miles de fragmentos.
—Es mía.— Se limitó a decir la joven reina mientras salía corriendo hacia Jadis.
—Tu hermano no está ahora para protegerte.— Comentó la bruja una vez que Diana se puso delante de ella, mostrando esta vez sus dos espadas.
—No necesito que Aslan este aquí. Pero te aseguro, alteza, que pagarás por lo que le has hecho.— Aseguró mientras ambas empezaban a luchar la una contra la otra, mostrando que aquel enfrentamiento no iba a ser tan sencillo como Jadis había supuesto en un inicio.
—¿Crees que puedes contra mi, princesita?— Preguntó con burla la Bruja Blanca mientras se defendía, con bastante facilidad de los ataques de la joven reina.
—No lo creo, lo se. Porque ahora, más que nunca, mi poder es más fuerte que el tuyo. Te hemos ganado, Jadis. ¿Y sabes por qué? Porque estamos aquí todos, los hijos de Adán y las hijas de Eva, y estoy yo, su última reina. La profecía se ha cumplido y hoy, con mi espada, acabare con tu vida de la misma forma que tu acabaste con la vida de mi hermano anoche.— Sentenció mientras la hacía un corte a Jadis, mientras Diana esquivaba todos sus ataques como, si en aquel preciso instante, tuviera todo el tiempo del mundo.
—Así que lo viste...— Murmuró la bruja con una sonrisa. —Me preguntaba si Narnia te dejaría ver aquello, me alegro de que así sea.— Comentó divertida al ver que uno de los tantos propósitos que tenía se había hecho realidad. —A veces no compensa ser especial, ¿verdad?— Añadió haciendo referencia a la unión que está tenía con aquel mundo.
—Sabes, sí eres la reencarnación de las brujas. En mi otro mundo eran malvadas y estúpidas, y aunque tú creas que no eres estúpida, sí lo eres. ¿Y sabes por qué? Porque subestimas al enemigo.— Respondió Diana sonriendo mientras esquivaba el ataque de un minotauro que iba a atacarla por la espalda, oportunidad que Jadis iba a aprovechar para atacarla pero rápidamente Edmund apareció rompiendo con su espada la varita de la bruja, la cual iba a usar para convertir en piedra a Diana, lo que llevó a que el hijo de Adán y la bruja entablaran una pequeña batalla que se saldó con la vida de Edmund, al cual Jadis le había clavado la parte rota de su varita en el costado, provocando una muerte, prácticamente, instantánea.
★★★
¿Qué si os voy a dejar con la intriga?
¿Acaso no me conocéis ya?
Bueno, sin duda este es uno de mis capítulos favoritos, no sé porque pero las escenas de pelea siempre se me dan mejor que las románticas, los que me habéis leído lo sabéis, incluso los que leeisteis la versión anterior también.
Y me gustaría saber que os está pareciéndo esta parte, por supuesto estoy intentando mantener todo lo posible lo que pasaba en la hermana de Aslan, como el detalle de que Diana no usa caballo en la pelea, pero aún así es inevitable no cambiar cosas.
Como por ejemplo la escena del principio, la escena con Oreius es de las que más me gustan, y os informo de que tengo la intención de forjar una gran amistad entre ambos.
Con respecto a lo que pasa en el capítulo, bueno es evidente de que Diana se deja, en parte, llevar por sus impulsos y por su deseos de venganza, creo que es algo que nos llegaría a pasar a todos a fin de cuentas.
Y ahora que lo recuerdo, hay otro detalle nuevo, Diana haciendo uso de la magia, en su anterior versión no lo explote mucho, porque ni yo tenía una definición de su poder. Y ahora que lo tengo..., bueno no podía resistirme a hacer una referencia a la batalla que tiene lugar en el Príncipe Caspian, lo siento.
Se que a muchos les gusta que no use la magia, porque es cierto que en muchos fics se centran en ello, pero es algo inevitable. Por supuesto no voy a hacer que este siempre usándola, tengo claro que lo hará como segunda opción. Pero también es algo que me gusta usar. Lo que sí usaré es la capacidad de Diana de adqurir su forma animal, y aunque no tendrá lugar durante el drama como la última vez, sí tengo pensado que haya varios capítulos entre la primera película y la segunda, no se si serán capítulos relacionados con el libro "El caballo y el muchacho" (ahora que tengo la colección completa), pero sí habrá un nuevo enemigo y gusta la idea de conocer más los otros reinos vecinos.
Ya para terminar, seguro que os ha sorprendido el hecho de que haya actualizado hoy, pero hoy es el cumpleaños de Adelaide Kane, y cada vez que la veo en una peli o una serie no puedo dejar de adorarla. Por eso no dude a la hora de usarla como mi protagonista, además de que tiene muy buen material.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤️
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