Era tarde, se podía notar en el cielo que pronto iba a llover. Las nubes grises estaban invadiendo aquel hermoso azul y el olor a lluvia cada vez se hacía más fuerte. Se podía escuchar los murmullos de los jóvenes que habían salido de la escuela, unos estaban en grupo planeando salir a pasear este fin de semana, otros se encontraban despidiéndose y por último estaba un joven de piel clara que por lo general se encontraba rodeado de varias personas pues era muy sociable y agradable según muchos, pero en esta ocasión estaba solo porque su madre le había dicho que llegara temprano.

—Debí traer mi paraguas como dijo Mamá— Decía el de ojos azules con cabello negro mirando el cielo para después centrar su vista en el camino que tomaría para llegar a su casa.

Caminaba algo rápido, mientras el pavimento era cubierto poco a poco de pequeñas gotas, esto no le preocupo al chico, ya que sonrió empezando a correr, cada vez se hacía más fuerte la lluvia hasta que no tuvo opción y se quedó debajo del techo de un local cerrado.

Estaba parado viendo y escuchando como caían las gotas eso le relajaba bastante poco a poco fue cerrando los ojos mientras se adentraba en sus pensamientos «Mamá se molestará, pero se enojaría más si llego todo empapado» inconscientemente sonrió de manera nerviosa aunque fue sacado de sus pensamientos al oír las ruedas de una patineta. Abrió sus ojos y al hacerlo se encontró con un chico de piel morena haciendo varios trucos por toda la calle ignorando lo empapado que estaba. Jonathan lo observo varios segundos pues pensaba que con lo mojado que estaba la calle el chico se resbalaría, pero no fue así, una vez de terminar con sus trucos el joven se retiró con una pequeña sonrisa que Jon noto.

Aun así Jonathan había quedado asombrado con lo habilidoso que era aquel chico, no apartó la vista de él hasta que se perdió en su campo de visión. Después de unos minutos más ahí dejó de llover y el pelinegro siguió su camino devuelta a casa, está vez corriendo lo más rápido posible.

Aquel chico de piel morena se encontraba con una sonrisa triunfante. La persona que había llamado su atención hace ya unos meses al fin lo había notado(aunque sea unos segundos). Ahora estaba agradecido de haber salido de casa.

—Tt…—Chasqueo la lengua y detuvo la patineta al notar que pronto iba a llegar a su casa.

El oji-verde había salido de su casa para distraerse de aquel lugar llamado "hogar" aunque él nunca sintió aquel sitio como eso.
Sus padres se la pasaban peleando cada vez que podían, el chico solo deseaba el divorcio de aquel matrimonio tan roto. Por otra parte estaban sus “hermanos”, quiénes no dejaban de entrometerse en sus asuntos.

Damian jamás los vio como tal pues no eran hermanos biológicos, sino que su padre había adoptado a tres chicos antes de su nacimiento.

Esa casa era un desastre gobernado por las mentiras y las manipulaciones de los integrantes que habitaban ahí, por eso había salido a despejar su mente de todo, no le importaba nada y cuando sintió como el agua empezaba a caer en él esté únicamente sonrió levemente, no era la primera ni la última vez que disfrutaba de las gotas corriendo por su piel, era como si estás se llevarán todos sus problemas.

Así estuvo un tiempo hasta que vio a un chico de gafas refugiándose de la lluvia, quería comprobar si era la persona que él tanto quería conocer así que pasó por ahí haciendo trucos para llamar la atención cosa que funciono y sonrió triunfante.

Pero ahora, se encontraba parado enfrente de su casa, la pequeña sonrisa que llevaba consigo se fue borrando, tomo su patineta y camino hasta la puerta tocando está.

—Demonio...— Se escuchó una voz neutra mientras las puertas se abrían.

Era Jason, su segundo hermano mayor. Este lo miraba fijamente con aquellos ojos tan negros y sin brillo alguno que podían congelar la sangre.

—Justo la persona que quería ver— Habló sarcásticamente el más bajo mientras se adentraba en su hogar. Paso a un costado de su hermano a paso rápido, realmente no quería establecer una conversación con el Wayne mayor.

—¿Dónde estabas? ¿Qué hacías fuera de casa?— Cuestionó el mayor caminando atrás de su pequeño hermano.

—No es de tu incumbencia, Todd— soltó de manera seca— Además ¿desde cuándo te preocupas por mí, eh?—

Damian subió las escaleras dejando a su hermano en el primer piso. Se escuchó como un jarrón se rompió, el Wayne suspiró pesadamente y aun así se acercó con cautela al cuarto de sus padres viendo de reojo como su padre y madre estaban discutiendo.

Su madre estaba con unos cerrillos y alcohol echándolo en las ropas de su marido, y su padre solo estaba gritándole hasta que vio como empujó a su madre contra la pared... decidió no mirar más y retirarse como siempre lo hacía.

Siguió caminando hasta llegar a su habitación azotando la puerta y sentándose en la esquina de su cama.

Escucho como tocaban su puerta y soltó un "Pasa".
La puerta fue abierta por su primer hermano —Dami, ya llegaste — sonrió al ver a su pequeño hermano mientras se recargaba en la puerta.

—Grayson—dijo mientras posaba su mirada en él—¿Qué quieres?—

— Chico, solo venía a saludar—paso a la habitación del oji-verde mientras se acercaba a este para después despeinar lo — Estás mojado ¿dónde estabas? —

—Salí a patinar y me agarró la lluvia—se encogió de hombros restándole importancia—Ahora, ve al grano.

Tan seco como siempre eh— se alejó un poco y continuo hablando— Ellos están peleando nuevamente y bueno, quería saber ¿cómo estabas? Debe ser duro estar escuchando sus conversaciones, ya que tu habitación está cerca.

—Sinceramente, no me importa lo que padre y madre hagan o digan, son sus asuntos.

—¿Sabes que puedes confiar en mí, verdad?

—Lo sé.

—Bien— lo despeinó una última vez— Iré a ver a Tim.
Estoy planeado salir con nuestros hermanos para tener una mejor relación ¿te apuntas?— se acercó a la puerta mientras la abría esperando una respuesta.

Hubo un pequeño silencio—Lo pensaré—

Grayson sonrió—Espero tu respuesta —dijo para después salir del cuarto.

Aunque el cuarto hijo de los Wayne AlGhul no lo aceptará le gustaba la compañía de su hermano mayor, fue el primero en recibirlos, siempre se andaba preocupando por él y muy en lo profundo eso no le desagradaba del todo. A su parecer sin Grayson esa familia se iría al carajo.

Lo malo era que Grayson no se la pasaba todo el tiempo en la mansión, siempre estaba ocupado trabajando
Se levantó de la cama mientras buscaba su ropa, una vez lista se dirigió al baño mientras se adentraba en la tina.

Jonathan ya había llegado a casa. Su madre lo estaba esperando afuera con un paraguas y después ambos entraron al hogar.

Lois beso la frente del niño y posteriormente le sonrió— Ve a bañarte y más tarde me cuentas como te fue, tu comida ya está servida.

El niño devolvió la sonrisa para después salir corriendo hacia el baño. Paso casi media hora en salir de la ducha ya todo limpio y cambiado.

—¿Cómo te fue en la escuela, cariño?—pregunto su mamá mientras veía llegar a su hijo al comedor.

El pelinegro se sentó tomando la cuchara del plato que se encontraba en la mesa— Normal, no hubo nada interesante— dijo un poco aburrido mientras se metía la una cucharada de sopa a la boca— ¿Pwrs que mz quwrps?

—Jonathan Samuel Kent ¿Qué te dije de hablar con la boca llena?—

Jon trago el caldo de la sopa que está comiendo—Perdón, mamá— sonrió con nerviosismo—¿Para qué me querías?—preguntó curioso mirando a Louis.

—¡Oh, cierto! Vendrá de visita tu tío Conner y quería avisarte que compartirás cuarto con él ¿no hay problema con eso, verdad?— se sentó en la silla quedando enfrente de su hijo recargando sus manos en la mesa.

—¿¡El tío Conner vendrá!?—grito emocionado y con un brillo es sus ojos— Será divertido tenerlo en mi cuarto ¡podremos jugar toda la noche y ...

— Necesito que limpies tu cuarto, jovencito— interrumpió al tan entusiasmado Jon.

El niño rápidamente borro la sonrisa que se había formado anteriormente en su rostro para después solo asentir y seguir comiendo. Siguió platicando con su mamá hasta que sacó el tema de aquel misterio jóven que vio haciendo trucos con una patineta.

—Y después hizo ¡pusssh!— Jon intentaba imitar los movimientos que había visto cosa que estaba logrando hasta que resbaló cayéndose—fue muy cool— dijo riéndose y suspirando.

Su madre también sonrió al ver a su pequeño niño tan contento, pero algo no termina de convencerle ¿Qué hacía un chiquillo fuera de casa haciendo trucos en la calle mojada?

—¿Conoces al chico?—

—No, jamás lo había visto por aquí y tampoco va a mí escuela— contesto tranquilo.

Lois frunció aún más el ceño e iba a comentar una última cosa hasta que vió la hora y mando a su hijo a lavarse lo dientes para que descansará. Jonathan al principio se negó porque era Viernes y quería desvelarse, pero conocía las reglas y su mamá le daba miedo así que terminó aceptando sin más

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Eso fue todo por el momento ¿Qué tal estuvo? Siento que el primer capítulo fue muy apresurado, pero como ya escribí antes prometo mejor. Amo mucho a estos dos y quería hacer una historia así que ¿Por qué no?
Muchas gracias a las personas que me alentaron a subir este fanfic se les aprecia mucho ♡. Espero hayan disfrutado de la lectura tanto como yo lo hice al escribirla.
Tanto así que tarde como 3 meses xD en lo que le llegaba la inspiración y las ganas de publicarlo.
Por el momento eso es todo. Nos vemos en un próximo capítulo