“Esta aventura apenas inicia, ¡dijo que sí!”

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1980

—Simplemente perfecta. —dijo Eva mirando con una dulce sonrisa a la rubia frente a ella mientras la tomaba de ambas manos.

Rousseau era la única chica que se encontraba ahí. La madre de Pandora, ahora solo la veía con desagrado, por lo que la rubia no se había tomado ni siquiera el tiempo de invitarla. Ni siquiera por hablar de Abraxas, quien había cortado todo lazo con su hija menor. La madre de Xenophillius se encontraba con su hijo, pero sinceramente, Pandora no quería que nadie estuviera allí, excepto Eva.

Pandora le dio una sonrisa radiante, mientras con delicadeza soltaba sus manos y caminaba hasta el espejo de cuerpo completo que estaba pegado en la pared.

La rubia suspiro sintiendose completamente feliz y dichosa.

Su largo cabello rubio, estaba acomodado en un elegante recogido que reposaba sobre sus hombros. Usaba un vestido de novia con cola de sirena, algunos encajes, escote profundo y hombros anchos.

El maquillaje era brillante y sencillo, de sombras rosadas, rubor, delineado negro y un precioso labial rojo cereza. Llevaba los pendientes que la madre del que sería su esposo en minutos, había usado en su boda, así como el collar de diamantes que Regulus le había regalada para que lo usara hoy mismo.

—Es hora. —murmuró Eva, acercándose a la rubia y acomodando su velo.

Pandora asintió con una pequeña sonrisa.

—Gracias por estar aquí. —dijo la rubia girando sobre sus talones.

—No creo que haya algo mas, que me haga feliz en este momento. Mi mejor amiga se va a casar. —soltó una pequeña risa. —Deseo de verdad que esa sonrisa que hoy tienes por tu boda no la borres nunca. Deseo que tengas el matrimonio más feliz del mundo. Todos necesitamos a quien amar, a quien cuidar, en quien confiar. Estoy feliz, muy feliz de que mi mejor amiga haya encontrado a esta persona especial. —Pandora sonrió con los ojos cristalizados. —No, no, no llores, batalle en el maquillaje y no quisiera que se arruinara.

—Bien, bien. —Pandora rio mientras se lanzaba a abrazar a la castaña, quien gustosa la acepto entre sus brazos.

—Es hora.

La rubia asintió mientras se enganchaba al brazo de Eva, y ambas salían de la habitación y se dirigian hasta la puerta trasera, donde Regulus, enfundados en su mejor tunica de gala, las esperaban con una sonrisa.

—Si quieres huir aún estas a tiempo. —dijo Regulus con burla.

—Eso debería decirle yo a Eva en el momento que su matrimonio llegue. A puesto a qué me dirá que si. —Eva alzó una ceja en dirección a Pandora. —Eso me hace sospechar de que podrías decirme que no.

—No lo sabrás Dora. Regulus. —la comisura de sus labios se alzó en una pequeña sonrisa. —Los veré adentro. —Eva, camino después de extenderle un ramo de flores a la rubia.

—Te ves preciosa, Pandora. —dijo Regulus besando el dorso de su mano.

—Gracias Regulus. —Pandora le dio una pequeña sonrisa, una que fue desapareciendo, recordando como siempre había deseado que fuera su hermano mayor quien la entregará. —Esperaba que Lucius aceptara venir. —comento decaída.

—Lucius es un idiota. —Regulus la tomo de la barbilla. —Ahora, no pienses en eso, es tu boda y solo importas tu, ¿Bien?—la rubia asintió mientras suspiraba—¿Lista?—pregunto, ofreciendo su brazo.

—Nunca estuve más lista. —admitió Pandora con una enorme sonrisa.

Ambos comenzaron a caminar por el largo pasillo de la mansión Black, observando a los invitados, que al verlos entrar se levantaron de sus asientos.

Pandora miraba a cada uno de los invitados, fijo su vista en James y Lily Potter, dirigiendoles una pequeña sonrisa, que fue correspondida. James cargaba en sus brazos al pequeño Harry, quien estaba vestido con un pequeño y elegante traje negro.

Al igual que, Remus Lupin y Sirius Black se encontraban ahí. El ojigris cargaba al pequeño Rigel, que al igual que Harry, portaba un pequeño traje negro, haciéndolo lucir adorable.

Observó también como Peter Pettigrew, Marlene McKinnon, Dorcas Meadowes, Mary McDonald, incluso hasta el profesor Dumbledore y la profesora McGonagall se encontraban ahí.

—Eres un buen hombre, Lovegood. Cuidala. —dijo Regulus, cuando llegaron al altar—La lastimas y querrás no haberme conocido. —susurro Black, en su oído cuando lo abrazo, y se separó con una sonrisa inocente, para después dejar un beso en la mejilla de Pandora.

Caminó hasta sentarse al lado de Eva en la primera fila, después de que Pandora le diera su ramo a la castaña.

—Queridos amigos. —dijo el Ministro de magia. —Estamos aquí reunidos para unir en sagrado y mágico matrimonio a Xenophillius Lovegood y Pandora Malfoy. Pero antes de continuar, si hay alguien que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre. —ninguna mano se alzó, y el silencio duro aproximadamente dos minutos, demasiado largos para los invitados y los mismos, que pronto se convertirían en esposos. —Bien, repita después de mi—dijo el mago mirando a Lovegood— Yo, Xenophillius...

—Yo, Xenophillius Lovegood—repetía lo que decía, mientras miraba a Pandora con amor absoluto—Te tomo a ti, Pandora Erin Malfoy, para amarte siempre, en la buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Amarte y atesorarte por el resto de nuestros días.

—Ahora, usted, repita después de mi—pidió el mago a la rubia—Yo, Pandora Erin Malfoy...

—Yo,Pandora Erin Malfoy—repitió después la rubia mirando a los ojos de su novio y perdiéndose completamente. —Te tomo a ti, Xenophillius Lovegood, para amarte siempre, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y el la enfermedad, amarte y atesorarte por el resto de nuestros días.

—Los anillos, por favor. —pidio el ministro.

Eva, sonriente se acercó hasta ellos con una almnohadilla en manos dónde se hallaban los anillos y fue Xenophillius quien tomo el primero.

Tomo la mano de Pandora con delicadeza y coloco el anillo temblando mientras la miraba a los ojos.

Pandora después hizo lo mismo conl a misma delicadeza, coloco el anillo en la mano de Lovegood.

—Pandora Erin Malfoy ¿Aceptas a Xenophillius Lovegood como tu legitimo esposo para amarlo y respetarlo por el resto de sus vidas?

—Acepto. —dijo Pandora con una gran sonrisa.

—Xenophillius Lovegood, ¿Aceptas a Pandora Erin Malfoy como tú legítima esposa?

—Acepto. —dijo Lovegood con una gran sonrisa, mirando los ojos cristalizados de la mujer que ama frente a el.

—Entonces, ¡Los declaro marido y mujer! Puede besar a la novia.

Xenophillius tomó a Pandora de la cintura y la besó apasionadamente, siendo vitoreados por todos los invitados. En cuanto se separaron, se voltearon sonrientes a ver a todos.

[...]

—Felicidades Dora. —dijo Regulus mientras se acercaba a la rubia, pero manteniendo su vista en Eva que bailaba con Peter de una forma algo rara, sin embargo eso no los detenía de reír junto a James.

Eva sostenía en brazos al pequeño Harry, mientras se movía lentamente escuchando las risas del pequeño castaño. A su lado James sostenía al pequeño Rigel, que se reía de las caras que Peter hacia, después de detenerse de bailar y caminar hasta donde Lily, Sirius y Remus se encontraban.

—¿Cuando se lo dirás?—pregunto Pandora manteniendo su vista en Eva, que reía por mirar como Harry y Rigel le jalaban el cabello a Sirius, qyien no hacía intentos por quitarlos, pues parecía estar acostumbrado, pero sus muecas de dolor decían otra cosa.

—No planeó hacerlo. —respondió Regulus.

—¿Por qué no?—Pandora lo miró. —¿Planeas que te odie toda tu vida? Se casarán, y aunque los matrimonios arreglados sean algo que yo odie, no puedo evitar verlos en un futuro casados, juntos, pero infelices. Y todo por una decisión que sus padres pensaron en tomar.

—Prefiero a qué me odie, a tener que decírselo. Si lo hago muy posiblemente ya no me odie, pero querrá estar conmigo por lástima, y lo menos que quiero es eso. Que piense que solo acepte aquello para librarla de un terrible destino, arruinando mi vida.

—Pero ambos sabemos, que ella solo la esta haciendo mejor. —Regulus sonrió.

—No quiero que lo sepa, porque a pesar de todo, ella mantiene un relación con sus padres y cuando lo sepa, ella no querrá estar con ellos.

—¿No crees que es mejor a qué lo sepa? Y se que ya escuché tus razones, pero...sus padres le han hecho mucho daño, ella solo sigue a su lado porque sigue siendo menor de edad. No puede escapar, porque siempre volverá al mismo lugar donde todo sucedió. Prometelo. Prométeme que la protegeras.

—Pandora, sabes bien que eso es lo que haré, lo que no entiendo es porque esto suena como una despedida.

—Porque no sabemos que sucederá más adelante con todo esto que esta sucediendo. Cada vez, los ataques se vuelven más agresivos. Gracias a Merlin, los Potter, pudieron salir por esta noche, pero después de que todo acabe, volverán a encerrarse, hasta quien sabe cuánto tiempo, solo porque un idiota, busca la vida de su único hijo para arrebatarselas.

—Se lo diré. Y la protegeré. Pero también te protegeré a ti. No importa lo que haga, eres mi única amiga y una verdadera, no me gustaría perderte, además, no podría vivir sin tu fastidiosa presencia cerca de mi. —Pandora sonrió, ante lo último que Regulus habia dicho.

—Me extrañarias Black.

—Sin duda alguna.

Lune_black

Vengo a decir, que ya tengo preparados los próximos capítulos y...solo les digo que el beso de Eva y Regulus es hasta el capítulo 17...

Bye.