“Si no ves tu propio valor, elegirás a personas que tampoco lo ven”

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1980

—¡Pandora!—Eva corrió hasta saltar sobre la rubia que la atrapó en un abrazo.

—¡Estaba tan emocionada de verte!—Pandora se separó de la castaña para observarla de arriba abajo. —¿Estás comiendo bien?—pregunto con una mueca preocupada.

—Si, si, es solo que, ya sabes, los exámenes y esas cosas consumen todo mi tiempo...—mintió entre dientes.

—Claro...—Pandora suspiro no muy convencida y eso, Eva lo sabía.

Fue en ese momento cuando observó a Rousseau con detalle, hasta detenerse en su rostro con detenimiento.

—¡Oh por Merlin!—la rubia exclamó mientras tomaba el rostro de Eva con delicadeza y giraba un poco su cabeza para la derecha. —¿Pero que te sucedió? Tienes un gran hematoma en el pómulo. Y no me mientas, porque el maquillaje no es duradero. —Pandora paso su mano por el pómulo de Eva, quitando el maquillaje y dejando a la vista un moretón con tonalidad morada y negra.

Pandora quitó su mano del rostro de Eva, quien se negaba a ver a los ojos a la rubia.

—¿Fue el verdad? ¿Fue Lockwood?—Eva no respondió—Pero claro que fue, ese hijo de...

—¡Dora! ¡Bastián no lo hizo!—Eva tomo las manos de la rubia entre las suyas—El jamás me lastimaría.

—Eva, no puedes seguir defendiendolo cada vez que te lástima. —Pandora miro a su mejor amiga esperando que razonara. —Escucha, tienes que ponerle un alto a todo esto.

—Dora...—las palabras de Eva, quedaron en el aire, al momento en el que una voz masculina se hizo presente.

—Pandora, conseguí tus varitas de rega... Señorita Rousseau. —Regulus se interrumpió a si mismo cuando fijo su vista en la chica castaña.

—Regulus. —el ojigris le entrego el paquete a la rubia, que anteriormente había pedido un par de varitas de regaliz. Eva suspiro. —Me alegra...verte. —una pequeña sonrisa se asomó por el rostro de Black, que rápidamente intento ocultarla.

—Igualmente, señorita Rousseau.

—Eva, por favor. — corrigió al ojigris, quien le dio una mirada pero asintió.

Pandora, miraba a Eva y Regulus frente a ella, los cuales, aún no podían despegar sus miradas uno del otro, mientras ella comía una varita de regaliz, y una sonrisa se asomaba por su rostro...o al menos, hasta que escucho la voz del ser más estúpido sobre tierra.

—Cariño.. —Pandora no pudo evitar rodar los ojos, mientras tiraba la varita de regaliz al suelo. Había arruinado su apetito.

—Bastian. —Eva sonrió con nerviosismo, mientras miraba a Regulus de reojo, quien no lucia muy feliz con la presencia de Lockwood ahí.

—Pandora...—Sebastian miro a la rubia, que ni siquiera la mirada le dirigió—Y...Regulus...

—Es Black, para ti, Lockwood. —la mirada que Regulus le dirigió a Sebastián, era fría y dura como un piedra mientras su mirada asesinaba al castaño frente a el.

—Creí que habías dicho que solo Pandora vendría. —Sebastian ignoro la mirada de Regulus, o al menos eso trataba.

—Y así era pero, Regulus se ofreció a venir y...acompañar a Pandora. —Eva sonrió, mientras sus manos temblaban.

—¿Que te parece si mejor me acompañas a mi?—Senastian tomo a Eva del brazo jalandola hacia el bruscamente—Mis abuelos estan aquí, les dará gusto verte. —Eva trago grueso.

—Me encantaría de verdad pero...

—¿Pero?—Sebastian levantó una ceja mientras la miraba y hacia fuerza en su brazo.

—Quiero estar con Pandora y con...Regulus. —la mirada de Lockwood endureció.

Rápidamente, Pandora tomo la mano de Eva y la acercó hacia ella, en modo de protecció, casi dejando el cuerpo de la castaña detrás del de ella.

—Cariño, no puedes rechazarme. —Sebastian vio intenciones de querer acercarse, pero Regulus se puso frente a ambas chicas.

—Claro que puede. Y ya lo hizo Lockwood. Así que te recomiendo que te largues lo más pronto posible de mi vista si no quieres morir en menos de un segundo. —Sebastian tuvo que levantar la mirada, pues la diferencia de altura, era demasiado notoria.

—Black, te sugiero que no hables, porque aún no sabes de lo que soy capaz así que quitate de mi camino y déjame llevarme a mi novia conmigo. — Lockwood hizo enfasis en, mi.

—Ella se queda con nosotros. —Regulus tomo con fuerza el brazo de Sebastián. —Y como no me gusta repetir las cosas, verás...—y en ese momento un fuerte golpe sobre el rostro de Lockwood sucedió, logrando que esté quedara en el piso inconciente.

—No me gusta la violencia pero, ya que estamos así...—dijo Pandora mientras se acercaba y pateaba el rostro de Lockwood, rompiéndole el tabique aprovechando que sus botas eran de tacón.

—Maldito idiota. —murmuro Regulus mientras con delicadeza tomaba a Eva de la espalda haciéndola girar y que caminara hacia adelante sin mirar atrás.

—Gracias. —Eva susurro

Aunque sabía que no se salvaba, en Hogwarts nadie podía protegerla, tenía miedo...y eso Regulus lo noto.

[...]

Regulus acompañaba a Eva de vuelta a Hogwarts. Después de haber pasado toda su tarde con el ojigris y Pandora, estaba demasiado cansada.

Pandora se había tenido que ir, unos minutos antes, de que ellos se retiraran, ya que tenía cosas de su boda que arreglar con urgencia, ya que su boda sería la próxima semana.

Regulus miro a Eva a su lado, y trataba de tomar una distancia reconsiderable, al saber que la joven castaña tenía miedo del contacto físico, excepto de las personas que conocía, o al menos a las que ella confiaba, porque ni siquiera dejaba que ninguno de sus padres la tomara del brazo o del cabello.

Trataba de descubrir que es lo que la castaña pensaba. Algo que fue remplazado en el momento en el que estuvieron en la entrada de Hogwarts y sintió a Eva tomar su mano con urgencia.

De su parte, Eva miraba el castillo con miedo en ella, solo quería entrar a su habitación y no salir más, pero sabía que era imposible evitarlo.

Pero a pesar de todo, ella lo amaba y creería que cambiaría. Por ella.

Cuando inicio su relación con Sebastián Lockwood, era el tipo de hombre que todos mujer querría en su vida, era perfecto, atento, se preocupaba por ella.

Eva siempre había tenido el deseo y las expectativas de una relación de amor, como la que los libros que leía en su niñez mostraban. De esa forma, las señales de alarma que Pandora siempre vio en Lockwood, ella las paso por alto.

Ella invertía esfuerzo en tener contenta a su pareja, sintiendo que si logra hacerlo todo ira bien, los problemas desaparecerán. Eva siempre pensaba y creía que ella provocaba la violencia y, que por lo tanto, esta bajo su control. O eso pensaba el.

Eva había intentado millones de veces, intentar terminar con esa relación, pero nunca era suficiente. El siempre la manipulaba cómo arsilla, y manejaba a su antojo.

Pero aveces, continuaba pensando que ella era la culpable. Además, sentia que había invertido tanto en la relación que quiere creer a su pareja cuando le dice que no volverá a pasar.

Eva se sentía atrapada en una relación que cree no poder dejar, con el miedo de quedarse y no sobrevivir.

—¿Eva? ¿Se encuentra bien?—la voz de Regulus la saco de sus pensamientos, al mismo tiempo, de que una mano frente a su rostro se posicionó.

—Si, si, solo estoy... cansada. —Regulus asintió lentamente. —Gracias, Regulus. —Eva, se acercó hasta sentir su aliento y beso su mejilla castamente para dirigirse a su sala común.

—¡Eva!—Regulus camino hacia ella, obligandola a detenerse. —Bueno, sabe que será la boda de Pandora la próxima semana y, quería preguntar si...bueno, le gustaría ir conmigo, digo; podría llevar a Rigel y a Harry, después de todo sus padres estan invitados pero...

—Me encantaría Regulus. —Eva lo interrumpió con una pequeña sonrisa, mientras asentía y se alejaba.

Cuando Regulus la miro doblar la esquina...

—¡Kreacher! ¡Blu!—inmediatamente ambos elfos aparecieron frente a el. Sabía que la elfina de Eva le tenía aprecio, pero el no se aprovechaba de eso. —Me gustaría pedirles un pequeño favor, ¿Podrán cumplirlo?—la elfina y el elfo asintieron sin dudarlo. —Quiero que vigilen a Sebastián Lockwood. —y Regulus pudo ver por el rabillo del ojo como el pequeño rostro de Blu cambiaba—Quiero que me informen cualquier cosa que haga, ¿De acuerdo?—de nuevo, los elfos asíntieron—Si ven que se acerca y le hace daño a Eva, quiero que me lo digan.

—Blu estara complacida de ayudar al amo Regulus. No dejara que... Lockwood—la pequeña elfina bajo las orejas, pero no su rostro—Le haga daño a mi ama.

Regulus asintió. Y muy en el fondo, si sucedía de nuevo, el estaría ahí, pero necesitaría de Bellatrix si quería...cubrir huellas.

Lune_black

Okey, se que muchxs se preguntarán el hecho del porque Eva no se defiende de Sebastián, o porque siempre se queda en la relación a pesar de que sabe que no es correcto. Pues lo cierto es, que Eva tiene miedo, ella tiene miedo al sentirse sola y Sebastián sembro esa inseguridad en ella.

Le hizo creer que ella siempre sería la culpable del que sus padres no la quisieran o demostrarán aprecio, que ella era la razón por la que su abuelo la rechazo, por la que su abuela se negaba a verla a los ojos.

Sebastián la moldea a su gusto, y como dije, Eva no tiene el suficiente valor de dejarlo, a pesar de que sigue haciéndole daño. Y como muchxs vieron el capítulo anterior Eva fue abusada a muy corta edad, quedando el trauma de que nadie la querrá, algo de lo que Sebastián se aprovechó también.

Pero pues...¡EL KARMA SIEMPRE LLEGA!

Nos vemos en el siguiente...😶