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━MIOPE━
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Habían pasado algunas horas desde que salimos de Trost. Llegamos a unas casas retiradas de las demás, allí se decidió ser la base para descansar.
Esta apenas era mi primera expedición sin estar al lado de Erwin, sino de Levi.
La mayor parte del tiempo me la pasé escuchando a el enano quejarse al verme como intentaba ir hacía donde el rubio, tanto fue la cosas que tomo una soga amarrando mi muñeca con la suya, según él con esto aprendería a dejar de irme.
──Oi, escoria. ─lo llamé caminando a su lado. ──Ya puedes quitarme la soga, creo que mi cuerpo ya se acostumbro a tener que estar siempre a tu lado.
──No. ─dijo sin mirarme.
──Si encontramos un titán, ¿cómo planeas enfrentarlo? ─pregunté cruzando mis brazos siguiendo sus pasos.
──Cuando vea un titán te soltaré. ─dijo sin más.
──Tsk. ─chasque mi lengua con disgusto. ──. No entiendo si quiera por que me pediste. ─me miró de reojo deteniendo su caminar. ──. ¿Qué sucede?
──¿Quieres saber por qué te pedí? ─me quedé en silencio esperando su respuesta. ──. Te lo diré cuando regresemos, mocosa. Hasta entonces, cállate y camina junto a mí.
Se escuchó el sonido de una bengala ser disparada, al mirar al cielo vimos una señal roja ser disparada por Mike.
──¡Hay uno en el bosque! ─informó.
──¡Todos los escuadrones, prepárense! ─gritó Erwin llamando a todos.
Chifle llamando a Black que venía corriendo junto a la yegua de Levi, últimamente esos dos están juntos y no me agrada. Me subí a este al igual que el enano hizo con su yegua.
──¡Buntaichō, es peligroso ir sola! ─escuchamos el grito de Moblit llamar a Hanji quien había tomado un caballo.
──¡Erwin, deja que me lo quedé! ─dijo saliendo corriendo hacia donde se anunció que se encontraba el titán.
──Tsk. ─camine decidida a ir tras ella, pero Levi le detuvo.
──¡Espera, Hanji! ─está ignoro a Erwin. ──. Levi, Liberty. ─nos llamó.
──Tsk. Esa idiota... ─habló el azabache soltando mi mano, comenzó a correr al ver como yo lo hacía por delante.
──¿Por qué su afán por las escorias? ─murmure por lo bajo. ──. Levi, ya puedes quitar la soga.
──Si te veo al lado de Erwin o otro hombre, te amarraré. ─dicho esto cortó la soga con una daga. ──. No te separes, mocosa.
──No lo haré, escoria.
Cabalgamos directo a el bosque, logramos ver a la loca de la miope salir de esté llamando a el titán para que la siguiera. Levi lanzó una bengala roja llamando su atención.
──Por aquí, idiota. ─el titán prestó su atención en nosotros.
──¡O-oigan! ¡No interfieran! ─gritó la miope y por ello el titán la persigo nuevamente. ──. ¡Muy bien, muy bien! ¡Sigue así!
──Tsk. ─chasque mi lengua. ──. Esa maldita estúpida. ─me dolió la cabeza, pero lo ignore.
Algo extraño que sucedió fue que el titán dio media vuelta regresando al bosque, la miope lo siguió intentando llamar su atención nuevamente, pero este la ignoraba. Nosotros tuvimos que seguirla para que no hiciera una estupidez o trate de hacerlo.
──¿Qué pasa con ese cabeza hueca? ─escuche preguntar a Auruo. ──. Va de regreso a ca... ¡Argh! ─no terminó porqué una rama chocó contra su rostro.
──Aunque sea un excéntrico, parece muy extraño... ─comentó Preta.
──¡Sí, es muy diferente al patrón de los excéntricos regulares! ─aclaró Erd.
──No, ¡podría ser que ni siquiera tenga un patrón como los demás! ─habló Gunther.
──¡Da igual! ─tanto el enano como yo tomamos nuestras cuchillas para cambiar a el equipo. ──. Igual vamos a hacerlo... ─me miró de reojo.
──Qué estupidez. ─y con eso me paré en la montura para enganchar las cuchillas en la rama de un árbol. ──. Ya no sé a quién matar primero, a el titán o a la miope de mierda. ─comenté sin ninguna expresión mientras me desplazaba por el viento.
Levi llegó a mi par mientras los demás iban detrás nuestro.
──Lo dice de broma, ¿verdad, Teniente? ─preguntó Petra un poco nerviosa, sin embargo, no recibió respuesta de mi parte.
A unos cuantos kilómetros observamos un claro sin árboles más que uno grande en el centro donde se miraba a el titán golpear su cabeza con este.
La miope alcanzó a subir a la rama de un árbol antes de que este intentara comerla.
Auruo aceleró su paso llegando a enganchar su arpón en su espalda, cuando estaba por cortar la miope gritó.
──¡Auruo, esperá! ─esté se desconcertó ante eso y el titán lo tomó entre su mano.
Use mi equipo enganchando mi arpón en su brazo para cortarlo seguido del otro al intentar tomarlo nuevamente. Leví llegó cortando su nuca mientras yo tomaba al hombre de la ropa evitando que cayera y se rompiera algo. Ya unos centímetros lo lance al suelo, mirando a esté llorar de felicidad por seguir vivo.
──Tsk. ─chasqueó al ver su mano llena de sangre, me acerqué para darle un pañuelo que acepto. ──. ¿Estas bien? ─preguntó mirando a Auruo.
──Capitán... Teniente... ¡Los seguiré toda mi vida! ─dijo hecho un mar de lágrimas.
──¡Él era un... sujeto de prueba muy importante! ─habló deprimida cayendo de rodillas un punzada en mi cabeza se presentó, pero lo ignore.
Tanto Levi como yo miramos a la miope con mal cara, el azabache se acercó conmigo a su lado. Uno de nuestros subordinados estaba por ser comido por su estúpida imprudencia y solo se preocupa por el titán.
──Si lo hubiéramos capturado... la humanidad pudo haber dado un paso adelante...
──Oi, maldita miope de mierda. ─expresé con enojo llamando su atención. ──. Tsk. ─la punzada en mi cabeza dolía más.
Siempre, desde que entre a la Legión, he sufrido dolores de cabezas por varias ocasiones. Nunca entendí el porque.
Levi la tomó de su ropa para acercar su rostro al suyo.
──¡Cállate! ¡Cuatro ojos de mierda! ─al igual que yo expresó con enojo, pero me comenzaba a enojar por como la tiene sujeta.
──Levi. ─tomé su brazo ejerciendo fuerza.
──Si quieres ser mierda de titán no te detendré. ─no le tomó importancia a mi acción. ──. Pero... ¡no pongas en peligro a mis subordinados!
──Los titanes no defecan... por qué no tienen aparato digestivo. ─cerré mis ojos intentando calmarme el dolor en mi cabeza al pensar en darle una patada.
──Tsk. ─el azabache retiró mi mano con brusquedad para soltarla por igual.
──Si piensas arriesgar vidas para tus estupideces. ─coloqué la punta de mi cuchilla en su cuello, mi mano tembló inconscientemente. ──. ¡Arriesga a las de tus subordinados si tanto lo deseas!
Aleje la cuchilla al no poder seguir soportando el punzante dolor en mi cabeza.
──Este... ─escuche la voz de Preta asustada. ──. Capitán, Teniente...
──¿Qué pasa? ─preguntó mirando a la chica.
──Eso era... no fue obra del titán, ¿verdad? ─decía pero nadie la entendía. ──. Pero... no puede ser...
──Si vas a hablar, que sea claro para que podamos entender. ─hablé después de sentirme mejor guardando mi cuchilla.
Petra señaló un hueco en el árbol donde yacía el cuerpo sin cabeza de alguien, era raro ya que está se encontraba sentada en ramas.
Hanji se acercó para ver de qué escuadrón venía, mientras mi vista se enfocó en algo tirado entre la raíz del árbol.
──Es del escuadrón número 34. ─comunicó. ──. Es de un soldado que murió hace un año.
Me acerqué a esa raíz tomando aquella libreta, sentí a el enano llegar a mi lado observando lo que había en mis manos.
──Su nombre era... ¿I...se Ra...gner...? Increíble, que un titán haga algo así. ─se percató de lo que tenía en mis manos. ──. Liberty, ¿qué es eso?
──Esto es... ─leí algunas páginas. ──. Una bitácora de viaje.
──¿En serio? ¡Déjame verla! ─antes de que lograrla tomar subí mi brazo evitando que la alcanzara. ──. Oye, déjame leerla.
──¿Por qué debería? ─pregunté sin expresión. ──. Por tu estupidez casi muere uno de mis subordinados.
──Lo siento por eso. Ahora déjame verla. ─entre cerré mis ojos con enojo. ──. Vamos, Liberty. No seas así, que eras peor cuando te uniste a la Legión, o incluso cuando eras pequeña. No sentiste nada cuando mataste a esos hombres, ¿no?
La tome de la ropa con fuerza.
──¿Cómo...? ─murmuré expresando odio puro asustando a la miope. ──. ¡¿Cómo mierda sabes sobre eso?! ─algunos retrocedieron ante mi repentino gritó.
──Tengo mis fuentes. ─la miré apretando mis dientes. ──. Y no te culpo, ¿sabes? Tuviste tus razones para hacerlo, después de todo ellos mataron a tu madr... ─la arroje al suelo antes de que siguiera hablando.
Llevé una mano a mi cabeza, de nuevo aquello.
──Haz lo que quieras con esta mierda. ─le lance la libreta alejándome de todos, tenía una plática pendiente con Erwin.
Él era el único en saber, a parte de la policía militar, lo que hice cuando era una niña. Escuche los sonidos de los equipos de maniobras acercarse por los árboles, yo simplemente los ignore siguiendo con mi caminata no estaba de humor para estar con personas.
──Oi, mocosa. ─escuche su voz, pero lo ignore. ──. Te estoy hablando bastarda. ─al ver cómo lo ignoraba descendió hasta llegar a mi lado. ──. No escuchas, mocosa.
──¿Qué quieres, Levi? ─lo miré de reojo.
──¿Qué mierda te sucede? ─regresé mi vista al frente sin responder. ──. Lo que dijo la cuatro ojos te molesto.
──No. ─dije. ──. Me molestó que lo sepa. Nadie más que la policía y Erwin sabían.
──¿Crees que él le dijo?
──Eso voy averiguarlo.
──Tsk. ─chasqueó su lengua. ──. No te di permiso.
──Hablar con él es muy distinto a estar a su lado. ─comenté mirándolo.
──Para mi es lo mismo. ─aclaró.
──Eres muy protector, si no te conociera diría que estás celoso de que hable con otros hombres. ─esté no dijo nada. ──. Ya veo. Supongo que esto tiene que ver con lo que me dirás cuando regresemos, ¿no?
──Solo camina, mocosa. ─lo mire de reojo utilizar su equipo para subir a un árbol.
Solté un suspiro para imitar su acción de utilizar mi equipo tridimensional.
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