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━PERSECUCIÓN━
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Encima del techo podíamos ver el carruaje de cargamento, que era el que los tres estúpidos atacarán. Según lo que Erwin me comentó, los tres saben usar perfectamente el equipo de maniobras tridimensional.
Y no se equivocó.
En un segundo unas figuras pasaron por los aires tirando las cajas del cargamento.
──Lo hicieron. Ellos de nuevo. ─exclamó el sujeto mirando a lo lejos por donde se iban.
──¡Que alguien llame al escuadrón policial!
──Como lo planeamos. ─habló Erwin colocando su capucha para esconder nuestro rostro. ──. Iremos detrás de la policía militar.
──Hmp. ─emití cubriendo mi rostro a la vez que preparaba mis cuchillas.
──Y Liberty. ─lo miré de reojo. ──. No los mates. ─regresé mi vista al frente.
──No prometo nada. ─dije sin mostrar expresión en mi rostro.
Esperamos a la policía ir detrás de ellos para pasar desapercibidos por los tres. A los segundos la policía no tardó mucho en aparecer en la escena.
──Ahora. ─anunció.
Me tiré del techo y antes de caer al suelo me elevé usando mi equipo.
Habíamos comenzado con la persecución y aunque no lo diga abiertamente, tenía que admitir que esos tres eran muy buenos.
Habían logrado burlar a la policía en una vuelta tan sencilla ─o al menos para nosotros─, que lo hayan burlado no me sorprendió.
El azabache se percató de que nosotros no éramos de la policía por nuestra forma de movernos y seguirles el ritmo, en un momento los tres se separaron, la pelirroja por la derecha y el rubio por la izquierda dejando el azabache al frente.
Erwin ordenó a los otros ir detrás de ellos, mientras que Mike y yo nos quedamos a su lado persiguiendo a quien sin duda era el líder.
El azabache, al tener el conocimiento sobre el terreno, desapareció por un hueco.
Uno muy familiar. ─pensé recordando el tiempo que estuve aquí.
──Sé que no quieres oírlo, pero... ─comenzó hablar Erwin y sabía lo que quería.
──En definitiva. No quiero oírlo. ─lo interrumpí antes de que terminara.
Me impulse con mi equipo llegando a rozar un poco el suelo con las suelas de mis botas, di una pirueta entrando en aquel hueco para correr por el camino.
Mi velocidad era rápida tanto que llegué a ver a el azabache a unos metros míos, nunca había visto a alguien más rápido que yo, este se sorprendió de mi presencia más encima no lo demostró.
Saltó al llegar al final, pero mostró sorpresa al ver a Erwin del otro lado esperando a que saliera. Logró esquivar al mayor, me impulsé dando una pirueta en el aire llegando a su lado.
Levanté mi cuchilla dispuesta a cortarlo, pero sus reflejos fueron más rápido logrando esquivarlo. Use mi equipo para dar una vuelta hacia atrás esquivando el golpe que me iba a dar.
──¿Qué te parece? ─habló Erwin llegando a mi lado.
──Para ser enano no lo hace mal. ─entrecerré mis ojos al verlo irse lejos. ──. Me cuesta creer que es un humano ordinario.
──Dices que puede ser familiar de tu padre.
──No. El único familiar que tenía era su hermano menor, mi tío. ─comenté mientras sentía el aire chocar contra mi rostro. ──. Y si mi memoria no falla se supone que tiene una hija. Pero él no puede ser algún familiar, después de todo, mi padre no era el único Ackerman en el mundo.
Y sin decir más, me impulse con fuerza adelantándome para saber cómo iba el azabache con su persecución. Cuando lo encontré con la mirada, había pasado por debajo de un puente siendo recibido por Mike quien destrozó este tirando a el azabache al suelo.
Se repuso y sacó una daga con la cual se puso a pelear contra el rubio. De un momento a otro, Mike casi es apuñalado por suerte suya su daga chocó contra mis cuchillas.
Mis ojos inexpresivos chocaron con los suyos fríos, azul cielo contra azul gris.
Al tener las manos ejerciendo presión en nuestras armas los dos chocamos cabeza para ver quien retrocedía, sin embargo, ninguno lo hizo.
Era más fuerte de lo que creía. No lo iba a negar, posiblemente me sobrepase en algunos aspectos.
Solo en algunos.
Saqué provecho de mi altura, podía ver claramente que era más alta por quince o más centímetros. Eche mi cabeza hacía atrás al igual que mis cuchillas y sin darle tiempo de relacionar logre darle una patada que lo hizo retroceder.
No cayó al suelo, se repuso tomando su daga para venir corriendo hacía mí, pero antes de que llegara Erwin logró detener la daga con sus cuchillas. El azabache retrocedió esquivando el golpe que le iba a proporcionar.
Logré llegar a su espalda colocando una de mis cuchillas en su cuello mientras retenía con su daga la de Erwin, alzó su cabeza mirando mis ojos.
Al ver como intentaba salir de mi agarré coloqué ambas cuchillas en su garganta pegando su cabeza contra mi pecho, y digamos que debido a su tamaño su cabeza quedaba en un lugar en específico.
──No lo hagas, mira a tu alrededor. ─quitó sus ojos de los míos cuando escucho a el rubio hablar.
Miró de reojo a los demás llegando con sus amigos esposados.
──¡Suéltame! ¡Maldita! ─le gritaba la pelirroja a quien la sostenía. ──. ¡Maldición!
──¡Levi! ─gritó preocupado el rubio al ver como tenía mis cuchillas en su cuello, por un momento su miraba no se despegaba de su amigo o mejor dicho del lugar donde estaba siendo apresado.
La mirada del enano pasó de sus amigos a la de Erwin y por último alzó su cabeza mirando los míos, solo fue cuestión de segundos para que soltara la daga en forma de rendición.
Erwin se alejó mientras yo guardaba mis cuchillas alejándome para colocarme a su lado quitando mi capucha. Deje ver mi cabello azabache recogido en una cebolla en alto con algunos mechones cayendo por mi frente.
──Comprendes rápido la situación. ─habló Erwin mirando a el enano.
Este lo miraba con su ceño fruncido, con notable odio, una mirada que no me gustaba. Levanté mi cuchilla quedando la punta en su garganta.
──Quieres matarlo, ¿no ? ─hablé por primera vez dejando escuchar mi voz fría. ──. Para ello tendrás que matarme, escoria. ─entrecerró sus ojos al escuchar como lo llamé.
──Tsk. ─chasqueó su lengua entre cerrando más sus ojos mirando a mi persona, seguramente pensando que tendría que acabar conmigo si realmente quiere matarlo.
──Lib, es suficiente. ─guardé mi cuchilla ante el llamado de mi tío. ──. Mike.
Este entendió y le colocó las esposas al azabache llevándolo junto a sus dos amigos que se encontraban de rodillas frente a nosotros obviamente sin el equipo tridimensional.
Como siempre, me encontraba detrás de Erwin observando a las asquerosas escorias.
──Les haré algunas preguntas. ─habló el hombre. ──. ¿Dónde consiguieron esto? ─preguntó pero nadie contestó. ──. Sus habilidades también son buenas. ¿Quién les enseñó? ─no hubo respuesta, Erwin se acercó frente al azabache. ──. ¿Tú eres el líder, cierto? ¿Has recibido entrenamiento en el escuadrón?
Este solo levantó su mirada para darle una llena de odio.
──Mike. ─llamé.
Este tomó su cabeza estrellandola contra un charco de mierda, o eso es lo que es para mi. Hizo cara de disgusto al igual que sus amigos.
──¡Maldito! ─exclamó molesta la mocosa.
Este miró a el rubio de reojo y el notable odio no se iba.
──Te lo preguntaré de nuevo. ─habló Erwin. ──. ¿Quién te enseñó a usar el equipo? ─este no parecía tener indicios de contestar.
──Más te vale que contestes, escoria. Si no quieres que la mocosa termine sin un ojo. ─amenace ganando una mirada de odio por parte de ambos hombres, mi mirada inexpresiva se mantenía intacta.
Aún después de mis palabras nadie contesto.
──Erwin, déjame el interrogatorio a mí. ─tomé mi cuchilla mirando a la mocosa.
──¡Nadie nos enseñó! ─contestó el rubio apurado al ver que no mentía. ──. Fue por cuenta propia.
──¿Cuenta propia? ─preguntó Erwin mirando al chico, se sorprendió, pero no lo demostró. ──. Es difícil de creer. ─murmuró.
──Lo hemos aprendido para salir de esta basura. ─aclaró. ──. Quienes ven la luz de todos los días no nos entenderían.
Cerré mis ojos recordando el tiempo que estuve en esta mierda, cuando quería salir de este lugar no me lo permitían y terminaba desmayada por los golpes que recibía.
──¡Dejen de tratarnos así solo porque son soldados! ─gritó la pelirroja.
──Te puedo asegurar que los soldados no son los únicos que te tratan como mierda. ─la miré inexpresiva. ──. Además, ustedes son unas asquerosas ratas, les estamos dando un masaje a comparación de lo que haría la policía militar. Así que dejen su lloriqueo, que a nadie nos importa su miserable vida. ─ante mis palabras los tres me miraron, el azabache con frialdad y los otros perplejos, los ignoré mientras le daba una mirada a Mike.
Este levantó al azabache del charco donde estaba siendo sometido. Erwin se puso de cuclillas llegando a su altura.
──Mi nombre es Erwin Smith. ¿Tu nombre?
──Levi. ─dijo secamente.
──Levi... hagamos un trato.
──¿Un trato? ─preguntó con recelo.
──No los culparé por lo que hicieron. A cambio de eso quiero que seas de ayuda. ─miré de reojo a el mayor. ──. Entra a la Legión de Reconocimiento.
Los tres se sorprendieron por su propuesta, a mi simplemente me dio igual no voy a cuestionar las decisiones de mi tío y tutor. Confío en él.
Aunque me sacrifique después.
──¿Y si me niego?
──Los enviaré donde el escuadrón policial. ─contestó simple. ──. Pensando en todo lo que hiciste, a ti y a tus compañeros no los tratarán bien. ─se levantó llegando a un lado mío. ──. Elige lo que te guste.
Se quedó en silencio unos pocos segundos.
──Está bien. ─dijo para terminar por escupir lo que creo que era un poco de mierda. ──. Entraré a la Legión de Reconocimiento.
Sus palabras eran esas más encima su mirada decía "los mataré a ambos". Erwin por su parte estaba satisfecho por esa respuesta.
──Qué estupidez. ─solté cerrando mis ojos dando un suspiro. ──. ¿Por qué mierda involucras escoria, Erwin? ─lo miré de reojo, él solo me miró y con ello lo entendí. ──. Ya veo. Si veo algo extraño, ¿puedo matarlos?
──No.
──Tsk. ─miré a otro lado. ──. Le quitas lo divertido a la vida.
┆MAMESGD!
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