Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

┆O62

GRACIAS

• • •

Los huesos se estaban desvaneciendo dejando ver ese vapor salir, tal y como sucede cuando aniquilamos a un titán.

──¿Eren está muerto?

No sabíamos con certeza si aquello era verdad. Falco descendió a la tierra regresando en sí solo su cintura para arriba, Gabi y los demás corrieron abrazando a sus familiares, que habían logrado salir de Liberio.

──No puede ser... lo último que haya escuchado... ─Mikasa murmuraba mientras tocaba su cabeza con fuerza.

Pasé mi mano por su espalda, sabía de antemano lo doloroso que eran los dolores de cabeza.

──Tenemos remordimientos, pero sin duda... detuvimos el retumbar.

Nosotros solo veíamos como abrazaban a sus familiares con felicidad, Annie corrió buscando a su padre. Tanto Armin como Reiner seguían allí, el acorazado había logrado aguantar la transformación del colosal mientras retenia a esa cosa brillante. Por lo que veíamos, el ciempiés seguía vivo.

──¿Qué demonios es esa cosa?

──No lo sé, pero es demasiado peligroso dejarlo con vida.

Antes de siquiera poder hacer algo, un fuerte resplandor se presentó a unos cuantos metros de Armin.

Era Eren.

──Sabía que no morirías con eso. ─comentó Jean.

──¿Qué debemos hacer?

Debemos alejar a Eren del ciempiés, de lo contrario, puede que el retumbar se active nuevamente.

──Eren. ─dije por lo bajo, me dolía ver que nuestra única solución era...

──No terminará hasta que él muera. ─comentó Levi quitándome las palabras de la boca.

──¿Por qué...? ¿Por qué debe terminar todo así? ─preguntó Mikasa frustrada.

Pronto, el ciempiés brillante comenzó a dejar salir humo.

──¿Está muerta?

──No, no huele a titán muerto. ─respondió Levi, yo por mi parte me llevé mi mano a la boca evitando que el humo entrara en mi cuerpo.

No me daba buena espina.

──No es lo mismo que en la villa Ragako... ─ante las palabras de Connie, todos nos quedamos inmóviles.

Si eso es verdad...

──¡Pieck! ¡Mikasa! ¡Suban en Falco! ─sentí la mano de Levi tomar mi muñeca tratando de llevarme al rubio. ──. Salgamos de aquí.

──¿Qué?

──¿De qué habla?

──Los Ackermans y los cambia formas son excepciones. ─aclaró. ──. Debes saber que hacer.

──Espera, Levi... ─intenté soltarme, pero él me lo impidió. ──. ¡No voy a dejar a Jean y a Connie aquí! ─elevé mi voz.

──No hay tiempo, Liberty. ─ni siquiera se dignó a vernos. ──. No tenemos otra opción.

──No, espera... ─fue tarde, a pesar de estirar mi mano en un intento de tomarlos, Falco voló alejandonos.

Lo que vi jamás lo iba a olvidar.

Ver a Jean y a Connie convertirse en titanes será una pesadilla que vivirá en mi mente por la eternidad.

Cerré mis ojos desviando la mirada, debo concentrarme en terminar con esta pesadilla. Pieck y Annie ayudaron a Reiner con el ciempiés, mientras que Armin peleaba con Eren puño a puño en sus formas colosales.

──Mikasa. ─la llamé al verla sostener su cabeza con lagrimas en sus ojos.

──Prepárate, somos los únicos que podemos matar a Eren. ─le dijo Levi, no ayudando mucho a su estado.

──Dale un respiró, Levi. ─lo mire. ──. Sabes que no es fácil... y más al tener que matarlo ella.

Él sabía a lo que me refería, así que no comentó nada. De los tres, parecía ser yo la única con un mejor estado mental y físico.

──Supongo que viendo las cosas, soy la más capacitada para matar a Eren. ─solté, tomando mis cuchillas con firmeza notando como mis manos temblaban.

Ambos me miraron, Mikasa pareció salir de sus pensamientos tomando su bufanda envolviendola en su cuello.

──No. ─habló, ganando nuestra atención. ──. Eren está en la boca... lo mataré. ─dijo con firmeza. ──. Ayudénme.

Nos miramos entre nosotros.

Era el momento o nunca lo sería.

Armin logró inmovilizar su cabeza, aproveché esa oportunidad para lanzar mi última lanza relámpago abriendo un hueco entre sus dientes.

──¡Mikasa! ─grité mirando a la azabache.

Ella usó su equipo para entrar a ese hueco cortando la cabeza de Eren sin pensarlo mucho, pero con lágrimas en sus ojos.

Lo último que ví... fue como le dio un beso con la cabeza en sus manos.



































































Mis ojos observaban el inmenso pasto que había alrededor mío, conocía este lugar. Era mi casa.

──Es un lindo lugar. ─escuche esa distinguible voz.

Giré mi cuerpo levantando mi mano, él pensó que iba a golpearlo así que cerró sus ojos esperando el golpe. Sin embargo, mis brazos se envolvieron alrededor de su torso sobresaltando al castaño.

──Idiota... ─humedecí su camisa gracias a mis lágrimas. ──. Eres un suicida.

Sentí como me abraza con firmeza sintiendo como ahora él lloraba en mi hombro con tanto sentimiento.

──Lo siento tanto, Liberty-san. ─sollozo. ──. Le he causado tanto dolor en todos estos años. Mis acciones hicieron que sus camaradas murieran... A pesar de que sus muertes eran necesarias, me duele ver todo el dolor que le causé.

Por lo que me decía, el titán de ataque tenía la habilidad de ver el futuro o algó así entendí. Prácticamente, lo que vio en la ceremonia... fue todo esto.

Se convirtió en asesino por nosotros.

──Usted me apoyó con todo y le pagué con muerte. ─seguimos abrazados, acariciaba su espalda. ──. Ni pedir perdón por cientos de años podrá remediarlo.

──No te culpes, Eren. ─alcé mi cabeza tomando su rostro entre mis manos. ──. Gracias a lo que hiciste, liberaste a Paradis de los titanes. Ya somos libres, ¿no?

Le di suaves caricias en su mejilla.

──No debió ser fácil cargar con tanta responsabilidad tú solo. ─junte su frente con la mía. ──. Gracias, por liberarnos. Vete tranquilo, ¿sí? Nosotros estaremos bien.

Él me miró con sus ojos llorosos, no quería que se fuera de este mundo con más preocupaciones. Cargar con tanto odio ya era demasiado... y más para un chico de 19 años.

──Cuando llegue el momento... nos encontraremos.

Él me dio una ligera sonrisa para depositar un beso en mi frente transmitiendo su cariño hacía mí.

──La estaré esperando, Liberty-san. ─se alejó de mí, solo nos unía nuestras manos unidas.

──Hasta pronto, Eren.

Nuestras manos se soltaron y poco a poco, mis ojos fueron testigos de verlo desvanecerse sin poder evitarlo.

      Abrí mis ojos notando el inmenso sol golpear mi rostro de yeno. Una gran cortina de humo nos cubría de los demás gritando de felicidad y tristeza por todo lo que acababa de pasar.

Abracé con fuerza a Levi, quien estaba sentado entre mis piernas mientras yo me recargaba en una roca. Desde que abrí mis ojos sentí muchas miradas sobre nosotros, así que con coraje levanté mi mirada notando a nuestros compañeros caídos frente a nosotros.

Ahora podían descansar en paz.

──Ustedes... ¿estaban viendo? ─preguntó Levi.

Entrecerré mis ojos al ver a todos mis compañeros que había perdido. Sentía el nudo en mi garganta cuando Mike y Moblit me sonrieron con alegría. Hange me brindó una enorme sonrisa "gracias, mi titán" logré leer de sus labios.

──Dedicaron sus corazones hasta el final.

──Su muerte nunca fue en vano. ─dije mirándolos. ──. Ahora, pueden descansar.

Todos hicieron el saludo ante nosotros mientras poco a poco se iban desvaneciendo. Ambos imitamos la acción, saludamos en forma de respeto viendo cómo se desvanecieron por completo.

Una lagrima traicionera resbaló por mi mejilla. A Levi también se le resbaló una lágrima.

──Es un mal momento para decirte que estoy embarazada.

Sentí como giraba su cuerpo para mirarme fijamente.

──¿Algún día podrás decirme que estás embarazada sin estar en medio de una guerra? ─parecía que su cansancio lo mantenía tranquilo, por el momento.

──Tal vez.

Cerré mis ojos soltando un leve suspiró.

──Al fin termino, ¿eh?



























































     3 AÑOS DESDE QUE SE LLAMÓ "LA LUCHA ENTRE el cielo y la tierra".

Eldia y el mundo.

Está guerra no terminará hasta que uno de ellos desaparezca. Quizás lo que dijo Eren no estaba mal. Sin embargo, Eren decidió dejarnos este mundo a nosotros y ahora estamos vivos.

Un mundo sin titanes.

Suspiré pesadamente.

──¡Espera, Gabi! ─gritó Falco corriendo detrás de la castaña que corría llevando la silla de ruedas con Levi en ella. A su lado, pasó Kenny llevando a su Kuchel. ──. ¡Kenny, ¿tú también?!

Me limité a mirar de pie.

Gabi quiso hacerle una carreritas a Kenny de ver quién llegaba primero, claramente su reto tenía dificultad, tenían que empujar las sillas de ruedas. La castaña llevaba a Levi, quien ni le daba importancia solo a leer el periodico. El azabache llevaba a Kuchel, quien se robó una silla de ruedas y ahora la usaban para las carreras. Detrás de ellos, Falco corría intentando detenerlos sin mucho éxito.

Mientras ellos estaban en su mundo, yo caminaba a mi paso lento sosteniendo entre mis brazos a mi pequeño de tres años. Y por si fuera poco, tenía seis meses de embarazo los cuales eran gemelos.

Así es, sin Legión de Reconocimiento no hay mucho que hacer.

──Tú no hagas esas cosas, mi amor. ─miré a mi pequeño azabache jugando con mi collar. ──. Ellos se cayeron de pequeños.

──Yo jamás haría eso, mamí. ─me sonrió dejando a relucir sus ojos esmeraldas, había salido con los ojos de mi padre.

Un fuerte viento sopló provocando que mi pequeño pañuelo blanco cayera al suelo. Intenta agacharme, pero me era imposible.

──Eren, cariño. Le pasas a mamá el pañuelo. ─iba a dejarlo en el suelo, pero se aferró a mí dándome a entender que no quería soltarme. ──. Ni para qué gastar saliva.

Suspiré para intentar agacharme. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo una paloma blanca lo tomó dejándolo en mi mano. Observé a la paloma volar lejos de nosotros.

──Eso fue extraño. ─dije para mi misma.

No le quise dar importancia y seguí mi camino llegando junto a los demás.

──Mamá, eres muy lenta. ─Kuchel me miró. ──. A este paso no llegaremos jamás.

──Claro, es fácil estar sentada y que alguien más te lleve, ¿no? ─alcé una ceja mirando a la azabache. ──. Quiero verte embarazada de gemelos y cargando uno de tres años para que veas que tan fácil es.

Ella hizo un mohín desviando la mirada.

──Si quieres dame a Eren. ─Levi dejó de lado el periodico.

──¿Para que Gabi lo estampe contra el primer árbol que encuentre? No gracias. ─me negué a dárselo.

──¡Entonces, que venga conmigo! ─Kuchel extendió sus brazos.

──Si no se lo a padre, ¿qué te hace pensar que a ti sí? ─le preguntó Kenny con sorna.

──Callaté. ─lo miró mal.

──¿Quiere que le ayude a cargarlo? ─Falco se ofreció.

──Claro. ─le pasé a Eren, quien gustoso aceptó sus brazos.

──¿Por qué a Falco sí?

──Porque en él sí confió. ─aclaré, ella iba a reprochar. ──. Una palabra más y regresamos a casa.

Con eso nadie dijo nada.

Comenzaba a creer que llevar a los niños a comer no fue tan buena idea, todos tienen energía que no parecía terminar en cualquier momento.

──Kuchel, no puedes golpear a la mesera solo porque tu té frío está frío.

──Kenny, ¿puedes ser amable con las chicas? Ellas solo piden tu nombre.

──Gabi, primero termina el primer plato sí tienes más hambre pides otro.

──Eren, eso no se come.

──Falco... tú sigue así.

Ya los regañaba por esto, ya los regañaba por aquello. Ninguno más que Falco se comportaban en toda la comida.

──Está es la primera y última vez que salimos a comer. ─dije, cayendo rendida en la cama acariciando mi abultado vientre.

──Fue divertido. ─dijo mientras se acostaba a la altura de mi vientre dando suaves caricias.

──¿Divertido? ─pregunté. ──. Para ti, que solo mirabas y de vez en cuando decias "nos vamos a ir" para que se quedarán quietos por unos minutos.

──Son solo niños, Liberty. ─me miró a los ojos. ──. Dejalos ser felices.

Preferí no decir nada por el simple hecho de que me estaba quedando dormida con las caricias que daba en mi vientre. Escuchaba su voz un poco a lo lejos, pero mi sueño me ganó por completo.

──Gracias por hacerme el hombre más feliz, Liberty.

No.

Levi...














"Gracias por todo"

• • •









































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro