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━PERDIDA━
• • •
Mi rostro inexpresivo relucía intacto escuchando las palabras que Yelena decía, sacando a la memoria todo los actos que provocaron muertes tanto en Paradis como en Marley. Marley de dónde proviene la rubia loca que fingía no ser una marleyense.
──Está deliciosa, Liberty-san. ─mis ojos dejaron de ver a la rubia para enfocarlos en Jean. ──. ¿Puedo repetir?
──Sabes que siempre hago doble porción. ─tomé su cuenco para llenarlo.
──Gracias Yelena. ─habló nuevamente. ──. Nos estás ayudando a sacar la mala voluntad del otro y controlar nuestras mentes, ¿no?
Suspiré sin prestarle atención a las palabras del chico. Yelena le terminó contestando que aún no conocía la verdad sobre la muerte de su amigo de infancia.
Cuando Anne y Reiner le dijeron, Jean se descontroló. Marco terminó "asesinado" por haber escuchado una conversación que "no debía", ¿qué culpa tenía él que dos enemigos hablaran a la ligera sin verificar estar solos?
──Mientras miraba a Marco ser devorado me dije a mi mismo que se lo estaban comiendo. ─nadie comentó nada a las palabras del rubio. ──. Me dejé llevar por la rabia y maté a ese titán mientras le decía "tú le hiciste esto a Marco".
──Suficiente. ─declaró Jean comenzando a molestarse. ──. Te volviste loco porqué te sentías culpable, ¿cierto?
──No me perdones. ─pidió. ──. Realmente... no tengo idea de qué hacer...
──Suficiente... ya basta. ─Jean iba a explotar en cualquier momento.
──Lo siento.
Y lo hizo. Jean se abalanzó encima de Reiner asintiendo golpes en su rostro. Armin y Connie lo detuvieron pero este seguía pateando, Gabí había cubierto a su primo recibiendo un golpe por accidente.
──Perdón... nosotros deseábamos que todos los de Paradis... ─murmuraba. ──. Deseábamos que todos ustedes murieran. ─se inclinó en la tierra frente a Jean. ──. Sé que esto es muy imprudente de mi parte, pero necesitamos su ayuda. Por favor... ¡Por favor, dennos sus fuerzas!
──¡Por favor! ─Falco ayudó a levantarla. ──. ¡Detengan el Retumbar con nosotros!
Jean terminó por salir del agarre de sus amigos para adentrarse en el bosque.
──¡¿No quieres un segundo plato?! ─preguntó Hange, pero fue ignorada.
──Déjalo sólo un rato. ─dije mirando a otro lado. ──. Necesita tiempo.
──Pero... ─una mirada bastó para no decir nada.
──Son muy ruidosos. ─escuche la voz de Levi, supongo que se despertó por tanto ruido.
──No te fuerces tu cuerpo, aún estás delicado. ─me acerqué para recostarlo empujando su pecho. ──. Tienes que reposar para mañana.
──Tsk. ─soltó con disgusto. ──. No estoy paralítico.
──No, pero es mejor que guardes tus energías para cuando sean necesarias. ─él dejó de poner resistencia y terminé por acostarlo. ──. Hoy en la mañana será un día pesado.
Recién recordaba que eran pasadas de la media noche.
Mañana empezaba lo peor.
[ • • • ]
Claramente esta mierda no va a ser fácil. El puerto había sido tomado por la fracción Jaeger y no había posibilidad de pasar sin ser vistos. Parecía que sabían que nos íbamos a interponer en el retumbar y llegaron usando los trenes. Todos estaban preparados para luchar con su equipo tridimensional y tenían de rehenes a los azumabitos.
El plan de parte de Marley era prestarles nuestras fuerzas para matarlos a todos. Claramente aquello no nos agrado mucho. Sin los azumabitos no podríamos usar las naves.
──Básicamente, necesitamos ganar tiempo para preparar las naves mientras las protegemos y a los azumabitos. ─resumió Annie. ──. Encima, no tenemos que dañar a los jeageristas. ¿Es lo que intentan decir?
Los mocosos se quedaron en silencio.
──No queremos lastimarlos. ─dijo Jean. ──. Estuvimos juntos cuando éramos novatos.
──¿Que van a hacer? ─preguntó Annie por un plan para no lastimar a nadie. ──. Dime Armin, tal como me perseguiste. Dime tu plan.
Él no dijo nada.
──No tenemos un plan. ─aclaró Pieck. ──. A menos que hagamos uno justo ahora o lo arruinemos y perdamos las naves.
──Para ustedes 4, está bien si no pelean. ─dijo Reiner a los mocosos. ──. Vean con Gabi y Falco un lugar seguro. No interfieran.
──Ya no hay más tiempo para la humanidad. ─anunció Hange bajando de la montaña. ──. Los titanes ya han llegado al continente de Marley.
Según Zoe, ya han aniquilado toda la ciudad noreste de Marley. Al general aquello no le gusto y con coraje se dirigió hacía Yelena, intentando obtener información acerca del paradero de Eren.
──No quiero morir hasta poder ver con mis ojos como terminará esto. ─dijo, soltando una lagrima. ──. Si me llevas contigo... tal vez te siga donde está Eren.
──Primero debemos proteger las naves. ─Hange lo sostuvo del hombro.
Para sorpresa nuestra, Magath se disculpó con mis mocosos sobre su comportamiento de anoche y sobre todo lo que ha hecho, con la obligación de vivir pasando la historia de generación a generación.
──Me rehusó. ─habló Armin. ──. ¿Cómo podemos estar aquí fingiendo tener razón si siquiera ensuciarnos las manos?
Eso solo significaba una cosa.
Nadie iba a salir de aquí con las manos limpias.
A pesar de que seguir un plan para evitarlo, los jeageristas no cooperan y por culpa suya... me hallo asesinando a todos los que me apuntan con un arma en mi cabeza. Los planes cambiaron y ahora teníamos que escapar en el barco y volaremos desde el otro lado del continente.
Era una masacre completa.
Proteger a los azumabitos de todos era muy difícil, a pesar de que teníamos a dos titanes con nosotros, resultaba pesado. Annie y Reiner no iban a durar mucho a pesar que Mikasa y yo los ayudamos de vez en cuando.
──¡Falco!
Giré mi cabeza al escuchar ese grito. Miré a Pieck, quien transportaba a los que no podían pelear, notando al pequeño rubio correr. El sonido del tren me alertó, miré hacía el otro lado viendo a los refuerzos aproximarse, pero pronto, explotó.
──¡Falco, ve hacía el barco ahora! ─me detuve en un techo mirando como cortó su mano.
El sonido de las lanzas relámpago me alertó, miré como todos iban directo a Reiner y Annie a matarlos, por suerte mis mocosos los ayudaron. Otra vez, esas mismas armas, pero ahora eran todos contra Pieck en su titan.
──Falco, ve al barco cuanto antes. ─le di una última mirada antes de correr e ir ayudar a Pieck.
Corte las cabezas de varios evitando que la azabache sufriera más daño del que tenía. Pero pronto, un resplandor se presentó y el grito del titán mandíbula resonó. Gracias a eso, tomamos una gran ventaja sobre el enemigo acabando con ellos. Floch había logrado escapar e ir directo al barco, pero Gabi le disparó haciendo que fallara.
Me paré encima del techo respirando con dificultad mirando los cuerpos sin vida.
──¡Suban! ¡Vamos a zarpar! ─gritaron desde el barco.
──Vamos, antes de que ellos regresen. ─dijo Jean echándome aire.
Nos sobresaltamos cuando Falco comenzó atacar a Pieck mordiendo su cuello. Me repuse saltando arriba de su nuca para cortar con cuidado sacando al pequeño tomándolo entre mis brazos.
──Está bien, Falco. ─lo arrulle entre mis brazos. ──. Hiciste un buen trabajo, mocoso.
Entre nosotros ayudamos a los cambia formas para subir al barco, menos Magath, quien dijo que se ocuparía de algo.
──¡Falco! ─Gabi se acerco a él preocupada.
──Está bien, solo necesita descansar.
──¿Dónde está el capitán Magath?
──Él es un hombre terco...
Todos sabíamos el porqué se había quedado. Una fuerte exploción se presentó en el puerto, el último barco había explotado junto con algunos jeageristas.
Supongo que había alguien más con Magath, alguien que nos salvó también.
Ahora, ya no había otra opción según Hange... salvar a Liberia ya no será posible. Aquella noticia no fue tomaba bien por los chicos, en especial para Annie, quien renunció a seguir con esto.
Me aleje de todos para descansar un poco, así que fui con Levi, quien intentaba levantarse de la cama.
──¿Sigues? ─pregunté tomando asiento a su lado.
──No estoy paralítico. ─dijo de mala gana sentándose a mi lado, noté un gesto de dolor.
──No hay necesidad de levantarte. Aún falta para llegar a Odiha. ─suspiré dejándome caer a la cama mirando el techo.
El silencio reinaba, ninguno decía nada.
──Tengo miedo. ─confesé.
Él se giró para mirarme. Sentí mis ojos humedecerse sin motivo alguno, no tardé en sentir su mano acariciar mi mejilla acostándose a mi lado.
──No quiero perder a nada más. ─mire sus ojos. ──. Ya estoy harta de perder a todos a mi alrededor. ¿Cuando se acabará esto? ─una lagrima resbalo por mi mejilla. ──. He soportado todas las pérdidas fingiendo no dolerme, pero todo tiene un fin, ¿no?
Cerré mis ojos abrazándome a él con miedo de soltarlo y que se desvanezca.
──Siento que los años ya me están pesando. ─solté un suspiro pesado. ──. Ya no estamos para esto, Levi.
Sentí unas suaves caricias en mi cabello, tratando de relajar mi cuerpo. Lo cual estaba funcionando, pues mi cuerpo cada vez se iba sintiendo más liviano.
──Te prometo que pronto viviremos en paz.
Con esas palabras, mi cuerpo cayó rendido.
Lo necesitaba.
[ • • • ]
Odiha estaba solitaria, según parece todos se fueron hacía el sur llevando consigo los barcos. Habíamos llegado con éxito y recién me había levantado, al parecer Levi le pidió a Jean que me cargara para dejarme en una de las habitaciones fuera del barco.
No estaba molesta, al contrario, le agradecí ese lindo detalle.
Según me contaron, Yelena por fin había hablado de donde podría ser el paradero de Eren. Lo que dijo, es que al castaño le molestaba un hangar de aviones al sur del continente. Puede que se dirija allí.
Plan que Yelena apoyaba era la eutanasia que Zeke propuso, practicamente hacer que los eldianos no se puedan reproducir. No mentiré al decir que mi cuerpo se estremeció ante eso e inconsciente llevara mi mano a mi vientre.
──¡Despegamos en una hora! ─anunciaron.
──Ya lo han oído. ─nos habló Hange mientras preparábamos nuestros equipos. ──. Todos verifiquen sus equipos una vez más.
Apreté el arnés de mis pechos verificando que las cuchillas estén en su lugar. Las miradas se pararon en Levi al ver su falta de dedos para las cuchillas.
──Dos dedos son más que suficientes para mi. ─aclaró al sentir las miradas. ──. No se preocupen.
Hange me miró a mi.
──Estoy bien. ─aclaré al saber de su mirada. ──. No es la primera vez y lo sabes bien.
Ella se limitó a soltar un suspiró.
A lo lejos, Annie se despidió de nosotros. Ella se iba a quedar junto a Gani y Falco. Note una leve mirada entre ella y Armin. Tanto Reiner como Pieck venían con nosotros decididos a enfrentar a Eren.
──Pieck, me gustaría montar en el lomo del titán carreta la próxima vez y sentir tu temperatura. ─aquello que dijo Hange no me pareció tan agradable.
──No. ─negó la susodicha. ──. ¿De dónde ha salido eso? Qué asco.
──Tú amor no correspondido nunca cambia, ¿eh, cuatro ojos? ─soltó Levi con leve burla.
──Pronto nos llevaremos bien. ─aseguró.
──Sí recuerdas que ella intentó comerte, ¿no? ─le recordé.
Ella soltó una leve risa.
──Ustedes, ¿no piensan acaso que todos ellos nos están mirando? ─preguntó seriamente. ──. Creen qué, ¿finalmente podremos mirar con la frente en alto a nuestros camaradas caídos?
──Detente con esa mierda, suenas a él. ─pidió Levi.
Por mi parte, no sabía mucho qué decir. Me limité a observar el cielo con el resplandeciente sol que iluminaba nuestro día.
Hasta que unos disparos nos alertaron.
Floch se había anclado al barco y salió a disparar al avión haciendo agujeros en el tanque del combustible. Mikasa lo terminó asesinando. No se podía despegar en esta condición y se supone que teníamos una hora.
Pero ahora teníamos minutos.
Un fuerte retumbar resonó por todo el lugar.
──¿Ese sonido?
──Tsk.
──Ese sonido... ¡El retumbar está aquí!
Salí poco a poco hasta poder ver con mis propios ojos a los cientos de colosales caminar a su ritmo a nuestra dirección.
──¿Esto es todo?
──No hay otra forma. ─escuche a Armin. ──. Debería quedarme aquí y ganar tiempo.
──No harás eso. ─Reiner lo interrumpió. ──. Eres la última esperanza de traer de regreso a Eren. ¡Yo me encargo!
──¡No! Ninguno de ustedes debe estar usando sus poderes de titán.
Esa voz me congeló el cuerpo.
──Yo soy quien trajo a todos aquí. ─habló Hange con firmeza. ──. He matado a mis compañeros para llegar tan lejos. Tomaré la responsabilidad por todo esto.
Abrí mis labios, lista para oponerme, pero mi voz nunca salió, solo sentí el nudo en mi garganta.
──Armin Arlet, te nombró el 15vo comandante de las Tropas de Reconocimiento. ─miró al rubio. ──. Las tropas necesitan las habilidades que tu posees. El nunca rendirse y comprender absolutamente todo.
Mi cuerpo comenzó a temblar.
──No hay nadie que sea más apropiado para esto que tú. Te dejaré el resto. ─miró a los demás. ──. Así son las cosas, así que adiós a todos.
Giró a mirar a Armin otra vez.
──Ahora tienes a Levi y a Liberty de subordinados. ─le recordó. ──. Así que puedes darles todas las órdenes que quieras.
Levi se paró frente a ella, aunque no lo expresara, le dolía ver la partida de su amiga.
──Oye, maldita cuatro ojos. ─habló.
──Sabes, Levi... yo siento que me ha llegado la hora.
Levi golpeó con su puño su corazón.
──Entrega tu corazón.
Era su despedida.
Hange se rió.
──Nunca te he oído decir esa frase. ─giró su cuerpo dispuesta a irse, pero mi persona se lo prohibió. ──. Liberty.
──Si quieres pasar, deberás matarme primero. ─mi voz y mi mirada fría resaltaron. ──. No te lo dejaré tan fácil.
Hange sonrió levemente mientras se acercaba a mi.
──Liberty... gracias por estar en mi vida. ─acarició mi mejilla. ──. Sabes que me gustan mucho los titanes, y creo que ahora ha llegado mi momento... Quiero irme de una manera genial y con lo que más me apasiona.
El nudo en mi garganta se presentó cada vez más fuerte.
──Sé que tu tiempo aún no ha llegado. Y te prometo, que cuando llegue, te estaré esperando en el otro lado. ─me miró a mis ojos. ──. Déjame irme.
Mordí mi labio para evitar llorar.
──Por cierto, ¡ahora que estoy a punto de morir no tengo nada que temer sí cumplo mi mayor fantasia! ─gritó mirando a Levi. ──. ¡Pido perdón, Levi!
No entendí a qué se refería, pero me sorprendí al ver como Levi desviaba su mirada chasqueando su lengua. Cuando quise decir algo, sentí una opresión en mis labios que se movían.
Hange me estaba besando.
Tarde un poco en corresponder su beso sintiendo como su cuerpo se relajaba y temblaba de felicidad. Se separó de mí dejando a relucir una sonrisa.
──Fue mejor de lo que imaginé. ─me miró por última vez. ──. Ya es hora, Liberty. ─palmeo mi hombro. ──. Quiero que vivas una vida plena cuando detengan el retumbar. Despídeme de mis pequeños canijos, ¿si?
Pasó por mi lado, pero antes de que se fuera la detuve apretando su ropa en mi mano.
──Perdón por perderte ─sentí mis ojos humedecerse. ──. Juro encontrarte en otra vida.
Sin poder evitarlo una lágrima bajó por mi mejilla. Sentí a Levi alejarme de ella mientras la veía correr hacía los titanes.
──¡Levi, cuida bien a mi titán!
Desvié mi mirada para no verla irse. Apreté la mano de Levi mientras cerraba mis ojos.
La estaba perdiendo.
Pronto sentí una recarga recorrer mi columna y como si fuera instinto, mi cuerpo corrió directo a Hange. Por más que mi mente la dejaba ir, mi cuerpo se negaba a ellos.
──¡Liberty! ─Levi me tomó de mi cintura intentando detenerme.
──No. ¿Qué hice? No puedo dejarla. ¡No! ─grité poniendo fuerza. ── ¡Prometí protegerla!
Sentí a Mikasa acercarse ayudando a Levi a llevarme hasta el avión, pero me oponía.
──¡Liberty! Ella tomó su decisión, déjala ir. ─habló Levi queriendo hacerme entrar en razón. ──. Cómo lo hice con Erwin. ─poco a poco me subieron al avión. ──. Solo déjalo.
Caí de rodillas cuando las puertas se cerraron.
Había perdido a Hange.
──Duele. ─confesé sintiendo algunas lágrimas resbalar.
──Lo sé. ─el azabache acariciaba mis cabellos.
Mikasa frente a nosotros nos miraba con terror al ver nuestro sufrimiento por perderlos. Ambos levantamos la mirada conectándola con la suya.
Ella aún lo tenía a él.
• • •
.
. Hola! Quiero decirles que los proximos capitulos los voy a resumir, es decir, no pondre muchos detalles o escenas en especificos para no dar tan información sí eres uno de los que no ha leído manga y espera la proxima temporada de la seria. Además, quiero terminar el libro en estos días, ya que creo que unos cuatro o cinco capitulos lo termino. O creo que son menos.
Cómo ven? Les parece?
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