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━FAMILIA━
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Recargue mi cabeza en la cabecera de la silla, donde me encontraba sentada, cruce mis pies encima de la mesa balanceando un poco la silla.
Estaba comenzando a frustrarme.
──¿Por qué siempre llega tarde? ─pregunté mirando al techo recordando la razón de porque me encontraba aquí. ──. ¿Si le dijiste que era nuestro día libre?
──Se lo dije como tres veces. ─contestó el grandulón recargando en la pared a un lado de la ventana. ──. Él dijo que iba decirle a Hanji.
Lo miré de reojo.
──Entonces sabes que eso significa que lo pondrá a trabajar hasta que marque la hora. ─dije al saber que no era la primera vez que eso sucedía. ──. Menudo día libre tendremos.
──Igual que todos. ─contestó Mike mirando por la ventana. ──. Supongo que tenemos suerte de que Erwin se apiade de nosotros.
──Supongo.
De pronto, la puerta se abrió dejando ver al castaño que siempre llega tarde.
──Lamento la demora. ─se disculpó con una sonrisa nerviosa. ──. Hanji-san me pidió algo de último momento.
──Qué novedad. ─dije mirando al chico sentarse a unos metros mío. ──. Solo tuviste una hora de retraso. ─señale el reloj de pared.
──Moblit, tienes que respetar a tus amigos que cumplen los horarios. ─soltó el rubio con gracia.
──Fue muy grosero de tu parte.
Solo lo hacíamos para cabrearlo.
──Ya me disculpe, ¿bien? ─se comenzó a alterar. ──. ¿Qué más quieren? ¿Qué regrese el tiempo? Porqué es imposible.
──Ya deja tus dramas. ─habló Mike tomando una caja pequeña, misma que dejó en la mesa frente a nosotros. ──. Mejor pasemos un buen día.
Ambos lo miramos sin saber qué había dentro.
──¿Qué es eso? ─preguntó Moblit intrigado.
──Una caja. ─soltó con gracia. ──. Increíble, ¿no?
──Qué gracioso. ─dijo con sarcasmo. ──. Me refería a lo que hay dentro.
──Pues verán, quise hacer algo nuevo entre nosotros. ─dijo, ante eso alcé una ceja. ──. Para ver cuánto sabemos de los unos con los otros.
──Interesante. ─me acomode en la silla. ──. Estoy dentro.
Nuestras miradas se posaron en el castaño.
──Ya qué, no tengo nada más interesante que hacer. ─suspiró tomando una botella de vino de la estantería.
Hace años que decidimos que este sería nuestro lugar para pasarla entre nosotros. Obvio tuvimos que reconstruirlo casi desde cero. Al terminar compramos chucherías y bebidas para tenerlas de emergencia.
──¿Y de qué consiste el "juego"? ─pregunté mientras Moblit me pasaba una botella de agua.
──Dentro de la caja hay papelitos con preguntas y para contestarlas señalaremos a uno de nosotros, incluso podemos señalarnos a nosotros mismos. ─explicó un poco Mike mientras se sentaba frente nuestro.
──¿Son preguntas sobre quién haría algo o porque nos señalaremos? ─preguntó el castaño sirviendo su tan apreciado vino.
──Exactamente. ─el rubio sonrió. ──. De igual forma lo irán descubriendo conforme avancemos.
Creo haber entendido en qué consistía.
──Bien, que empiecen las damas. ─dijo Mike mirándome.
──¿Damas? ¿Dónde? ─Moblit miraba a sus lados.
──Te estás ganando un puñetazo, ¿eh? ─lo miré.
──Es broma, Berty. Sabes que te quiero. ─se apuró a decir bebiendo un trago.
Sin decir nada más, tomé un papel de la caja.
──¿Quién es más propenso a no ducharse en una semana? ─leí en voz alta.
Sin perder tiempo, señalé a Moblit. Mike hizo lo mismo y el castaño señaló al rubio
──Pero, ¿por qué me señalan a mí? ¡Es que son tontos! ─expresó Moblit indignado.
──Es que hombre, te la pasas trabajando día y noche que bañarte no entra en tu horario. ─trató de explicar Mike mientras bebía un trago. ──. Y no se porque me señalas, puedo soportar no bañarme un día, ¿pero una semana?
──Eso es de vagos. ─dije mirando a Moblit. ──. Deberías arreglar tu horario.
──Que buenos amigos son. Por lo que veo aquí se pierden amistades, ¿eh? ─dramatizó sentándose bebiendo de su vaso. ──. Dale tú, Mike. Qué ni ganas me dan de leer.
El rubio rodó sus ojos tomando otro papelito. De los tres Moblit era el dramático, Mike él ligón y yo la agresiva.
Qué buen trío de amigos.
──¿Quién es el más gracioso de los tres?
Aquí sí que hubo un silencio sin que nadie señalara a nadie. Terminé por señalar a Moblit, alcé una ceja al ver que ambos me señalaron a mí.
──Jódanse. ─les enseñe mi dedo del corazón al ver sus risas.
──Teníamos que hacerlo, perdón. ─pidió Mike ocultando su risa. ──. Vas, Moblit.
El hombre sacó un papel.
──¿Quién es más propenso a ser arrestado?
Sin pensarlo me señale a mi misma y ellos a mí por igual.
──Ni siquiera lo dudan, qué cabrones son. ─dije abriendo mi botella para darme un buche. ──. Son los peores amigos.
Mike soltó una carcajada.
──Eso no se duda. ─aclaró Moblit reteniendo sus risas. ──. No te enfades y saca.
Bufé sacando un papelito.
──¿Quién es más propenso a casarse primero? ─leí e inmediatamente señalé a Mike al igual que Moblit lo hizo.
──¿Yo qué? ─preguntó dejando de señalar al castaño.
──De los tres eres él que más se la pasa ligando y un día de estos terminarás casándote. ─explique. ──. Moblit ya no creé en el amor y a mi no me interesa esa estupidez.
Él rodó sus ojos tomando un buche de vino.
──Siguiente pregunta.
Mike sacó otro papel.
──Oh, está es muy buena. ─soltó sonriendo. ──. ¿Quién de los tres es capaz de matar a otro por dinero?
No es necesario mencionar a quien señalaron.
──¿Por qué me señalan? ─los miré un poco indignada. ──. O sea, los mataría, pero no por dinero.
──Me encanta como te indignas siendo tú la primera en señalarte. ─dijo Mike soltándose a reír junto a Moblit.
Preferí bajar mi mano y preferir no decir nada.
Creo que me estoy quedando como la peor amiga.
Moblit sacó su papelito.
──¿Quien es más propenso de morir por algo estúpido?
Inmediatamente señalamos a Moblit e incluso él se señaló.
──No creo que muera dignamente. ─susurró bebiendo de su vaso. ──. Hanji-san hace cada cosa.
──Y creo que serás el primero en morir. ─comentó Mike de broma. ──. Y por supuesto, yo seré el último en hacerlo.
──Oh, cállate. ─Moblit le lanzó una tapa del vino.
──No te vayas tan arriba. ─rodé mis ojos bebiendo de mi agua.
──No se enojen. ─rió. ──. Liberty, tú turno.
Metí la mano sacando el papel, me sorprendí al leerla.
──¿Quién es más propenso a tener un hijo primero?
Está vez todo indico que Mike lo sería.
──Creo que reconozco que es muy probable que sea padre antes que ustedes. ─aclaró bebiendo. ──. O antes que tu Moblit, porque dudo que alguien soporte a Liberty.
Mi botella de agua se estrelló en su cara.
──¡Liberty! ─se quejó tirado en el suelo. ──. Dolió.
──Para que te interpones entre mi camino, ¿eres bobo o qué? ─dije escuchando la risa de Moblit. ──. Mejor deja de quejarte, es tú turno.
Procedió a hacer lo mismo con una botella marcada en su rostro.
──¿Quién crees que es la persona más guapa en la habitación?
Alcé una ceja cuando ambos me señalaron mientras yo me señalaba a mí misma.
──Es bueno saber que reconocen la realidad. ─dije escondiendo una sonrisa en mi mano.
──Cállate. ─Moblit rodó sus ojos. ──. Lo hicimos, porque eso hacen los caballeros.
──Sí, claro. ─rodé mis ojos. ──. Mejor saca, "caballero".
Me enseñó la lengua mientras sacaba el papel.
──¿Quién es más propenso a que se acueste con alguien de su mismo sexo?
Creo que todos sabemos a quien señalaron.
A mí.
──No voy a decir nada porque según son mis mejores amigos y entre nosotros no hay agresividad. ─dije escuchando sus escandalosas risas. ──. Que idiotas.
──Es que de los tres eres la que lo haría. ─excusó Mike. ──. ¿O me equivoco?
──Solo por eso te voy a quitar a Nanaba. ─tomé un trago de agua, Moblit me había dado otra.
──Ni se te ocurra. ─dijo recibiendo que le enseñe mi dedo del medio.
──Jodeté. ─dije. ──. Ahora saca papelito.
──Está está regalada. ─soltó una risa leyendo el papel. ──. ¿Quién es más propenso a sufrir adicción al alcohol?
Inmediatamente señalé a Moblit con mis dos manos, justo como Mike lo hacía mientras el nombrado se señalaba a sí mismo tomando un gran trago de vino.
──Me faltan manos. ─soltó Mike ganando risas de nuestras partes.
──Joder, menudo alcohólico tenemos. ─solté con gracia mirando al castaño.
──Mi trabajo me llevó a esto. ─susurró con voz dramática bebiendo de su alcohol. ──. Es un camino muy peligroso.
──Ay, pobrecito. ─palmeó su espalda. ──. Cuánto sufre el pequeño.
──Cállate, Berty. ─me quitó mi mano de su espalda. ──. Siempre te burlas de mí. ─susurró haciendo un mohín.
──Qué dramático. ─rodé mis ojos.
──Bien, mejor saca la última pregunta, Moblit. ─pidió Mike.
El castaño hizo caso.
──¿Quién es más propenso a tener una relación con alguien mayor?
Alcé una ceja en cuanto ambos me señalaron mientras que yo señalaba a ambos.
──¿En serio creen que saldría con un viejo? ─pregunté mirando mal a mis "mejores amigos".
──Bueno, pues te la pasas diciendo que los hombres de tu edad son unos inútiles que creemos que alguien mayor es el indicado. ─soltó Mike tomando un trago.
──A mí no me interesan esas cosas de relaciones, solo me distraerá de mi trabajo. ─aclaré cruzando mis brazos.
──Si sigues diciendo eso, terminaras con alguien mayor que tú. ─dijo Moblit sirviendo más vino.
Solté una risa demasiado falsa.
──Qué falsa es tu risa. ─acusó Mike.
──Es risa sincera. ─mentí.
──Es risa falsa.
──Es la risa más sincera e histérica que he producido en mi vida porqué ustedes dicen puras estúpideces. ─deje de producir aquella risa falsa.
──Te acordarás de este día cuando estés por casarte con ese señor.
Ambos se soltaron a reír y aproveche su descuido haciendo algo que no esperaban.
──Espera, Liberty... ─sus risas cesaron. ──. ¡BAJA ESA SILLA!
No la baje.
Solté una pequeña risa escondiendo está tras mi mano. Esa acción llamó la atención del hombre junto a mí.
──¿De que te ríes? ─preguntó algo confundido por mi repentina acción.
──De nada. ─negué con mi cabeza. ──. Es solo que recordé algo. ─sincere siguiendo con el papeleo que se había amontonado por el tiempo que estuvimos huyendo.
Él me seguía mirando por unos segundos hasta que decidió seguir con su trabajo. El despacho quedó en un completo silencio, solo se podía escuchar el leve sonido de las plumas al escribir y las hojas moverse.
Hasta que la puerta fue abierta bruscamente. Ambos miramos al culpable de tal acción.
──Liberty. ─llamó Mikasa con un semblante enojado.
──Oi, no puedes entrar así, malhumorada. ─soltó Levi mirando a la azabache.
El enojo de Mikasa era tanto, que lo ignoró acercándose a mí.
──¿Qué significa esto? ─preguntó dejando una carta en mi escritorio.
La tomé abriéndola, dentro de ella había una invitación a una boda.
Mi boda.
──¿Te lo dio Hanji? ─pregunté leyendo su contenido.
──Sí.
──Entonces no hay nada que explicar. ─le tendí la invitación a Levi al ver como él extendía su mano. ──. Creí que ya lo sabías.
──Recién me entere que eras tú.
──O sea, ¿dejaste que Hanji te llevará con una costurera solo porqué sí? ─pregunté alzando una ceja.
──Creí que era algo de la Legión. ─miró a otro lado.
──Pues no, la verdad es que nos vamos a casar.
──Pero... ─Mikasa miró de reojo a Levi, quien leía el contenido de la invitación. ──. De todos los hombres que hay, ¿por qué con él? ─susurró lo último. ──. No quiero que sea familiar mío.
──A mi tampoco me apasiona convertirme en tu primo. ─habló Levi mirándola con su típica expresión.
Solté un suspiro. Mikasa en misiones acata las órdenes de Levi sin problema, pero ahora que seremos familia las cosas cambiarán, pues el azabache no será capitán y la azabache no será su subordinada.
Serán "primos" por parte mía.
Y creo que eso traería muchos problemas.
──¿Saben qué? Vamos a resolver su problema. ─dije atrayendo sus atenciones. ──. Mikasa toma asiento.
Ella a regañadientes se sentó frente a Levi, él único escritorio con sillas.
──Bien, Mikasa, ¿por qué odias a Levi? ─pregunté mirando a la pequeña.
──No lo odio. ─dijo con sinceridad. ──. Solo no lo perdono por lo que le hizo a Eren.
──¿Y qué le hizo a Eren?
──Lo golpeó en el juicio.
De cierta forma sabía que diría eso.
──Bien, ¿y tú, Levi? ¿Algún problema que tengas con Mikasa? ─miré a mi prometido.
──Ninguno. ─habló firmando algunos papeles. ──. Solo que su limpieza es asquerosa.
Suspiré por tercera vez. Solo esperaba llegar aclarar sus "problemas".
──¿Qué es lo que quieres hacer para olvidar el incidente en el juicio? ─pregunté cruzando mis brazos.
Ella escondió una sonrisa.
──Golpearlo.
Levi levantó su mirada de los papeles.
──Bien, ¿y qué hay de ti, Levi?
──Limpiarás toda la base, dos veces al día durante seis meses. Y si la limpieza no me gusta lo harás hasta que sea impecable.
Si fuera Mikasa, olvidaría lo de Eren.
Ella se quedó en silencio pensando en lo que Levi pedía. Estaba consciente de que él le haría esos seis meses un infierno y probablemente no iba a limpiar dos veces al día, sino hasta cinco con tal de que el azabache deje claro que siempre sale ganando.
──¿Aceptas, Mikasa? ─pregunté después de unos segundos.
──Golpearlo fue lo que hizo que Eren siguiera viviendo. ─habló mirando a otro lado. ──. Supongo que no ganó nada guardando rencor.
Pude ver a Levi regresar a sus deberes escondiendo una mirada de superioridad cuando Mikasa no aceptó su petición.
──Me alegra que todo se haya solucionado. ─dije mirando a ambos. ──. Y ahora, para cerrar, dénse la mano.
Ninguno parecía querer hacerlo, era claro que nadie iba hacerlo.
──Ackerman tenían que ser. ─susurré al tener que alzar un poco mi voz. ──. Por si no lo notaron, no hice una pregunta, fue una orden. ─mi mirada se oscureció y mi voz se volvió fría. ──. No me hagan repetir las cosas. Odio hacerlo. ─me crucé de brazos mientras mi mirada se escondía entre mi cabello.
Ambos me miraron de reojo, estaba por enojarme y ellos sabían que no era lo mejor.
Sin perder tiempo ambos estrecharon sus manos mirando a otro lado.
──¿Ven? No fue tan difícil. ─mi semblante se relajó. ──. Ahora hay que seguir con lo hacíamos, que solo tenemos dos días.
Dos días antes de que sea la boda.
Menuda mierda.
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