┆O37
━TORTURA━
• • •
──Ahora bien. ─murmuró Levi poniéndose de pie. ──. Es hora de que escuchemos lo que él tiene que decir. ─se refiere al tipo a cargo de haber secuestrado a "Eren e Historia".
──Entre más rápido mejor. ─me acerqué a él quitando la mordaza de su boca.
──¡Espera! ─se apuró a decir. ──. No sé nada. Todo lo que hago es transportar el carruaje–...
──Nos hemos visto antes. ─lo cortó Mikasa. ──. En la ciudad la gente lo llamaba Jefe.
──Sí, ya recuerdo. ─de cierta forma lo he visto en algunos lugares, no se si eran en el juicio o en el subterráneo. ──. Dimo Reeves, ¿no?
──Tsk. ─chasqueéo al saber que no podía engañarnos. ──. Solo hacíamos lo que nos ordenaba la policía militar. Pero fallamos completamente. Ahora van a desmantelar la compañía Reeves. No se detendrán en mí y mí estúpido hijo. Se asegurará que todos mis empleados mueran en "accidentes".
──¿Y no planeas luchar? ─preguntó Levi ganando su mirada. ──. Trost debería ser un caos ahora, pero se mantiene unido. Eso es porque la compañía Reeves contrató suficiente gente para la economía. ¿Cuánta gente sobrevivirá el invierno si desaparece tu compañía?
──¿Sugieren que trabajemos juntos?
──Solo necesitamos saber dónde se encuentran Eren e Historia. ─informó el azabache. ──. Abasteces a la policía militar, así que juntos podemos suponerlo.
──¿Puedes evitar que mi ciudad y empleados mueran de hambre?
──No puedo garantizar eso. ─se puso de cuchilla para mirarlo a su nivel. ──. Pero, puedes confiar en que no dejaremos de intentarlo.
Reeves tomó la sabia decisión de cooperar con nosotros. Su plan era sencillo, traer a los dos estúpidos torturaron y mataron al pastor Nick a una trampa para así poder sacarle toda la información posible.
Y claro que lo divertido empezaba ahora.
Mi mirada se oscureció al observar el carruaje detenerse a nuestra merced. Reeves había cumplido con su parte ahora nos toca a nosotros.
──¿Ya llegamos? ─lo apunte con el rifle.
──Anhelaba conocerte, Djel Sanes. ─sin dejarlo hablar lo golpeé con la cantonera del rifle dejándolo inconsciente.
Mikasa se encargó de su acompañante.
──Yo me encargo de él. ─lo tomé con fuerza del cabello. ──. Supongo que tu te cambiaras para la ocasión, ¿no? ─miré a Levi.
──No tardaré.
──Lo despertaré si no te importa.
Sin decir nada más camine arrastrando de su cabello hasta llevarlo al sótano donde lo amarre a una silla. Anteriormente había dejado varios objetos para jugar un rato, si no me equivocaba la miope dentro de poco llegaría.
──Sanes, es hora de despertar. ─dije mientras abofeteaba con fuerza sus mejillas.
Al ver que no reaccionaba deje una tela en su rostro para vaciar un balde de agua. Sentí como se removía en la silla e intentaba respirar lo cual le era imposible.
El agua se acabó haciendo que retire la tela húmeda, esté comenzó a toser respirando abruptamente.
──¡Bastarda! ─me miró con odio.
──Oh, parece que necesitas un poco de dolor para dejar claro quién manda aquí. ─coloque su nariz entre mi pulgar e índice, ejercí fuerza hasta que el hueso se partiera por la mitad.
Su grito fue tanto que podía jurar que se escuchó por todo el lugar.
──Veo que empezaste. ─escuche la voz de Levi acomodando sus guantes para no ensuciarse.
──No. ─negué sin dejar se presionar su nariz la cual ya estaba sangrando. ──. Solo lo desperté.
──Entonces ahora déjame unos segundos con él. ─lo sentí a mi lado. ──. Que lo terminó de despertar por completo. ─a este punto Sanes nos miraba aterrizado.
Me limité a pulir mis uñas que ya estaban un poco maltratadas mientras escuchaba los gritos de dolor que le provocaba Levi.
──¡Lamento la tardanza! ─la puerta fue abierta dejando ver a Hanji con Moblit detrás suyo. ──. ¡Espero y aún no lo hayan hecho!
──Bueno, somos bastantes novatos en esto. ─soltó Levi dejando los golpes de lado.
──¡Sanes! ─llamó la castaña. ──. A diferencia tuya, no soy experta torturando humanos. ¡Así que ten paciencia mientras aprendo! ─tomó una pinza.
──¡Espera! ─pidió temblando de miedo. ──. ¡¿Qué quieren?! ¡¿Por qué me torturan si ni siquiera tienen preguntas?!
──Oh, si tenemos preguntas para tí. ─salí de entre la sombra de la pared provocando un chillido de miedo de su parte. ──. ¿Dónde está Eren e Historia? ─me acerqué más. ──. ¿Por qué van tras Historia? ─jugué entre mis manos la lima. ──. ¿Quienes son la familia Rees? ─pregunte quedando a una distancia apartada, pero que temiera a la cercanía.
A penas termine mis preguntas y en menos de un segundo Hanji hablo.
──¡Muy lento! ─tomó la mano de él. ──. ¡Necesitamos respuestas más rápidas! ─le arrancó una uña.
Solté un suspiro volviendo a concentrar mi atención en mis uñas mientras Hanji le arrancaba sus uñas. Ni siquiera me inmutaba al escuchar sus gritos, quería que ellos lo torturaran hasta que hablara.
No pasaron ni diez minutos cuando paró de gritar. Levanté mi cabeza observando a Hanji con un plato donde tenía las uñas arrancadas.
──Lo siento, supongo que soy una novata sacando uñas. ─murmuró. ──. ¿Cuántas veces lo hiciste para volverte bueno?
──Perdí la cuenta hace mucho tiempo. ─contó el hombre. ──. ¿Tienes alguna idea de por qué todavía no ha habido una guerra dentro de los confines de estos muros? Es porque los del Primer Escuadrón Interior nos ensuciamos las manos para proteger la paz.
Mi vista solo seguía enfocada en mis uñas largas, no había tenido tiempo de arreglarlas.
──¡El profesor que era demasiado listo para nuestro bien, la pareja ilusa que deseaba volar, incluso esa puta en un rancho! ─mis ojos se oscurecieron al escuchar lo primero. ──. ¡La humanidad solo ha sobrevivido para erradicar gente como ellos!
Sin poder retenerlo me acerque asentando una fuerte patada quitando dos dientes de golpe.
──Liber... ─Levi se quedó en silencio al ver mi mirada.
──Bastardo. ─mi voz resonó con frialdad. ──. Tú fuiste el maldito que asesinó a mi abuelo.
Sentí a Levi apartarme del bastardo, pues sabía que lo mataría.
──Controlate, Liberty. ─me dijo. ──. No podemos matarle y aunque podamos no vale la pena.
Apreté mi mandíbula recordando las noches en las que escuchaba a mi madre llorar cuando en las mañanas mantenía una hermosa sonrisa para darle ánimos a mi tío y no verla doblegada, pues también tenía que cuidar a una mocosa de 3 años.
──¡Deberían de estar agradecidos! ─apreté con fuerza mi puño. ──. ¡Jamás vi alguien disfrutar de las torturas como ustedes! ¡Monstruos!
Levi me alejo con su mano al ver mis intenciones de golpear su rostro nuevamente.
──Pero no tengo miedo. Yo... yo creo en mi Rey. ─murmuró. ──. Creo en el Rey y la paz que trajo a estas murallas. Creo que las cosas que hicimos fueron justificadas. Pero, no tenía idea de que dolía tanto. ─nos miró. ──. Tortúrenme hasta morir. Sería el final más apropiado para la vida sangrienta que viví.
──Hora de un descanso. ─anunció Levi intentando sacarme del lugar. ──. Andando, Libe.
──¿Por lo menos recuerdas el rostro de mi abuelo? ─ni siquiera me miró. ──. ¿O el rostro de los dos hermanos que dejaste huérfanos, maldito bastardo?
──Sí, los recuerdo. ─levantó su cabeza mirando mis oscuros ojos. ──. Y también recuerdo a una niña gritar que su abuelo tenía que trabajar, que debían sacarlo de la caja.
──Maldito. ─apreté mis dientes siendo sacada del cuarto por Levi y Moblit.
──Esto es complicado. ─soltó Hanji cerrando la puerta, no por completo. ──. Con Liberty así, comienzo a sentir pena por él.
──Libe, es mejor que salgas afuera a tomar aire. ─habló Levi. ──. Por como estas, eres capaz de matarlo antes de sacarle algo.
──Nosotros nos encargamos. ─Hanji apoyó su mano en mi hombro. ──. No te preocupes.
──Tsk. ─me solté de sus agarres subiendo las escaleras.
──Liberty-san. ─ignore a los mocosos y salí de la cabaña.
Llegué a un lugar apartado respirando con tranquilidad el aire fresco que sentía a comparación del sótano.
Cerré mis ojos por unos momentos.
Las doce de la noche eran aproximadamente y mi madre lloraba en su habitación.
Me dolía escucharla así, todas las noches se volvían tristes, pero cuando amanecía ella sonreía como era de costumbre. Sus ojos no parecían perder aquel hermoso brillo que la hacían destacar.
Ya no he visto a mi abuelo, cuando le pregunto a papá sobre él solo me dice que se fue a trabajar, pero se que eso no es cierto. El abuelo sigue en ese cajón enterrado bajo tierra y no entiendo mucho sobre eso.
Tan solo voy a cumplir 3 años, ¿ya debería de entender?
Mi tío Erwin ahora duerme todos los días, tiene un cuarto al lado del mío. He intentado acercarme a él, pero me evita.
Me dice que solo fui un problema para mamá y que jamás fui deseada. No comprendía sus palabras, solo me reía e intentaba jugar con él, casi siempre terminaba en el suelo por sus empujones.
Una vez me hizo caer de la cama y me golpeé muy fuerte la cabeza, él pareció asustado al verme relativamente callada sin moverme. Hasta que me reí cuando tomó entre sus manos, pude ver como su color volvía de ser tan pálido.
Mamá al tiempo pareció dejar de llorar por las noches. Ya me acostumbre a no volver a ver al abuelo aunque aún me duele que la última vez que lo vi me haya prometido un regalo. El tío Erwin ya me llama por mi nombre y no por pequeña bastarda, mamá y él parecían haber discutido por ello y él pareció entender que no era un problema para ella.
Vaya mierda, hoy se cumplen 10 años de la muerte de mi abuelo o mejor dicho, se cumplen 10 años desde que la policía asesinó a mi abuelo por tener un hijo con un hocico suelto.
Mis padres están muertos y yo deseaba estarlo.
Erwin, ese hijo de puta me obligó a enlistarme en las tropas. Mi primer año fue una mierda y por como van las cosas los próximos dos serán iguales. He utilizado mi día de descanso solo para escapar e irme lejos de tanta mierda.
Ojalá y estos dos años se terminen pronto.
Abrí mis ojos al escuchar unos pasos acercarse a mi.
──Hasta que te encuentro. ─no necesitaba mirar para saber quién era. ──. Sanes ya habló. ─el silencio nos invadió. ──. Dijo que los Reiss son la familia real.
──Ya veo. ─murmuré mirando la luna.
──Será mejor que entres. ─lo miré de reojo. ──. Hace frío y te puedes resfriar.
Solté un suspiro siguiendo su camino hasta entrar a la casa donde los mocosos recibían la información.
──¿La verdadera sucesora del trono es Historia? ─alcance a escuchar el murmullo de Armin.
──En otras palabras, es posible que tanto Eren como Historia estén donde se encuentra Rod Reiss. ─resumió la castaña.
Moblit mostró un boceto de quien era el hombre llamado Rob Reiss por si los mocosos no lo sabían.
──Ese es él. ─aclaró Levi a mi lado, pues él había ido por mi.
Mis piernas se movieron bajando aquellas escaleras sin prisa alguna. El sonido de mis pisadas resonaban por todo el lugar alertando al hombre amarrado detrás de aquella puerta.
Misma que fue abierta bruscamente por mi pierna asustando al sujeto.
──Tenemos algo pendiente. ─mi voz se volvió hostil, podía ver en sus ojos mi reflejo, no era más que una figura negra y lo único que brillaba eran mis ojos de un color rojo.
──T-tú... ─temblaba de miedo. ──. ¡Eres un monstruo! ─exclamó al verme tomar un martillo.
──Imbécil. ─entre cerré mis ojos mirando al bastardo. ──. Y apenas lo notas. ─levanté el martillo dejando caer este en sus dedos, justo donde no había uñas.
Su grito resonó por toda la habitación y podía jurar que sus gritos eran más fuertes que cuando Levi y Hanji lo torturaban.
Suspire al ver las mesas caer al suelo después de aquella patada que Hanji le había tirado.
Se quedó en silencio cuando su mirada chocó con la mía. No llevaba sus anteojos y parecía enojada por haber venido del sótano, seguramente fue un pesado trabajo al ver como le rompí casi cien huesos dejándolo invalido.
──Una cucaracha se pasó por aquí. ─miró a otro lado. ──. Aunque claro, ver cucarachas en un sitio como este, era de esperarse. ─se colocó sus anteojos.
──Ya veo. ─miré a las escaleras. ──. Seguramente ya pulverizaste al bicho y lo mandaste fuera de este mundo. ─pasé un mechón de mi cabello dejando ver mis nudillos rojos por haber golpeado al bastardo. ──. Levi me pidió que te buscara, para que le informes a mis mocosos lo de Eren.
──A-ah, sí. ─no tardó en subir las escaleras conmigo detrás.
Al llegar arriba no perdió tiempo y fue al grano dar a conocer porque secuestraron a Ere.
Prácticamente para ser comido lo cual no le agrado a la azabache.
──¡¿Eren será comido?! ─preguntó el rubio.
──Sí. ─afirmó la castaña. ──. Eren recordó una conversación sobre ello.
La miope les explico sobre lo que Eren le escribió y la teoría sobre el porque se lo comerían, para que un titán se convierta en uno con inteligencia. En otras palabras, para que alguien tenga el poder de convertirse en titán.
──Creo que él esperaba a que se comieran Eren y obtener su habilidad, comandado a otro titanes con un grito.
Por él se refería a Reiner, el mismo que atravesó el muro Maria con su coraza.
──Si estoy en lo correcto, Eren es sólo valioso para nuestros enemigos como un portador reemplazable para ese poder. ─informó Hanji. ──. Si el gobierno consigue el control de un titán, ellos seguramente querrán comerse a Eren.
Me hice a un lado bloqueando la puerta para que la azabache pasara.
──Cálmate. ─habló Levi. ──. Tensarse no nos ayudará a traer de vuelta a Eren.
──Pero–
──Mikasa. ─la miré y ante mi mirada se quedó callada.
──Por ahora deberíamos visitar a Rod Reiss. ─anunció el enano. ──. Prepárense para salir. ─ordenó.
Me quite de la puerta para que todos pasaran siendo nosotros cuatro los últimos, yo venía a un lado de Moblit.
──Le contaré a Erwin lo que descubrimos sobre la familia Reiss. ─nos comentó Hanji. ──. Estoy segura que él está esperando.
──Si.
──Luego podemos reunirnos en la finca Reiss. ─pidió la castaña. ──. Te contactaré en el lugar de siempre.
Estaba absorta en mi mundo hasta que sentí las manos de Hanji tomando las mías acariciando mis nudillos.
──No vale la pena que lastimes tu hermosa piel por algo que no vale la pena estando a punto de casarte, Liberty. ─abrí mis ojos levemente mirando sus ojos. ──. Mejor mantén tu mente enfocada en lo que se avecina.
──No necesitas decirlo. ─miré mis manos. ──. Por un momento me deje llevar por la ira, pero ya regrese en mi. No te preocupes por nada. ─la miré a los ojos.
──Eso me alegra. ─me soltó cuando Levi la apartó. ──. Bueno, nos vamos.
──Te estas tardando. ─soltó Levi mirando de mala manera a la castaña.
──Nos vemos. ─Hanji soltó una risa antes de salir por la puerta.
──Debemos de irnos también. ─dije mirando la puerta.
──Lo sé. ─sentí su cabeza recargarse en mis pechos, por unos segundos desearía tener paz.
Pasé mi mano por su cabello, se notaba un poco cansado y era porque no había dormido casi nada. Sus manos se posaron en mi abdomen, apoyándose en ellas.
──Lo siento. ─susurró sin mirarme a los ojos.
──¿Por qué? ─pregunté al escucharlo tan repentinamente.
Sin embargo, Levi no respondió. Solo cerró sus ojos por unos momentos dando suaves caricias con su pulgar.
Sabía perfectamente porque me pedía disculpas, pero quería escucharlo salir de su boca.
Porque a mí aquello no me agrada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro