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MENUDA..., LO SÉ

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Cerré mis ojos pasando mi lengua por mis labios, remojarlos en un intento de no hacer un gesto de dolor. Los ejercicios que Hanji me está ayudando hacer para mi hombro provocaba un ligero dolor.

──Siete... ocho...

La castaña iba contando las veces que movía mi brazo izquierdo en forma de círculos mientras mi mano sana estaba apoyada en el borde de la mesa.

Tenía que hacer esto 20 veces, hice otras dos que consistían en casi lo mismo. Agradecía que este fuera el último ejercicio así podría salir de la habitación e ir a golpear a los dos azabaches.

Levi y Mikasa. Desde la habitación escuchó los regaños del enano sobre la pésima limpieza de la azabache, y como no, también escucho a Mikasa llegar a contestarle.

Solté un suspiro de alivio al escuchar salir de los labios de la castaña aquel número tan apreciado para mi.

──Listo. ─me ayudó a colocar nuevamente el cabestrillo. ──. El dolor se deberá ir en unos minutos. Si no llegas a sentir incomodidad o dolor en 24 hrs es posible que el hombro esté sanando correctamente.

──Lo entiendo. ─abrí mis ojos mirándola. ──. ¿Harás guardia? ─la miré a los ojos.

──Moblit lo hará, yo estaré organizando los planes para los experimentos de Eren. ─informó. ──. Mientras tú come algo.

Rodé mis ojos. Abrí mi boca lista para decirle algo, pero me interrumpió.

──Y nada de no comer nada. ─me miró de reojo. ──. Que tu peso no va acorde con tu estatura y edad. Deberías pesar alrededor de 72 y no 68 kg.

──Para 4 kg que me faltan. ─le reste importancia.

──Liberty. ─su voz sonó ligeramente seria y la mirada que me daba le ayudaba a intimidar. ──. Hablo enserio. Tienes que comer, acabas de salir de las puertas de la muerte.

Solté un suspiro, no podía negarme, no a lo que dice ella.

──Bien. ─una tranquilidad surco en mi pecho al verla sonreír. ──. Trataré de comer seg... ─un grito me interrumpió.

──¡¿Llamas a esa mierda limpieza?! ─cerré mis ojos al conocer al dueño de la voz.

──Suerte. ─Hanji me despeinó de mi cabello. ──. La necesitarás.

Solté un suspiro saliendo de la habitación para dejar que ella se concentre en sus planes. Llegué al final del pasillo donde ambos azabaches discutían porque la ventana no estaba siendo limpiada adecuadamente.

──Ustedes dos, par de idiotas. ─me ignoraron siguiendo con su discusión.

──Así me dijiste que limpiara.

──Te dije que con una tela, el plumero raya el vidrio y queda de la mierda.

Mis ojos se oscurecían, ninguno me prestaba atención. Una patada fue lo que ambos recibieron para llamar su atención.

──Escuchen par de idiotas. ─se quedaron en silencio mirando mis ojos. ──. Si vuelvo a escucharlos quejarse el uno con el otro, voy a encerrar a Erwin y a Eren en una habitación oscura sin comida ni agua. ─para que negar que sus miradas no me traspasaran como cuchillas. ──. Así que ahora termine de limpiar en silencio que molestan a Hanji.

──Tsk. ─el mayor soltó con disgusto sacudiendo el lugar donde lo patee.

Escuchamos unos pasos acercarse a nosotros.

──La comida ya está hecha. ─anunció Eren en cuento nos miró. ──. ¿Hm? ─parpadeo al ver mi mirada oscura sobre él. ──. ¿L-liberty-san? ─se puso nervioso cuando paseó mi brazo por sus hombros.

──Eren, ¿qué opinas de pasar tiempo con Erwin en una pequeña habitación? ─podía sentir las miradas sombrías de ambos azabaches.

──¿C-con el Danchō Erwin? ─estaba relativamente nervioso.

──Es broma, Eren. ─palmeó su cabeza. ──. Mejor hay que comer o se va a enfriar.

──Está relativamente muy afectuosa hoy, Buntaichūi. ─comentó con una gotita de sudor bajando por su mejilla.

──Creo que es la medicina que me dio Hanji. ─aclaré caminando a la cocina con los tres siguiendo mis pasos. ──. Mencionó algo sobre que me causaba sensibilidad o algo así entendí.

──Oh, ya veo. ─murmuró tocando su cabeza, donde le di una palmaditas. ──. Es por eso que me llama por mi no... ─una voz lo interrumpió.

──Liberty-san, llega justo a tiempo. ─miré a Jean señalar un lugar. ──. Su comida está servida.

Me acerqué ignorando la mirada de muerte que le dio el castaño al otro. Miré la comida con detalle, tenía buen aspecto y olía relativamente bien.

──Así que prepararon sopa de verduras con pan recién hecho.

──Fue idea de Jean. ─no tardaron en señalar al castaño quien estaba nervioso.

──Se comporto muy exigente para que saliera bien. ─susurró Sasha.

──Chica patata. ─riño mirando a la chica.

──La sopa de verduras, ¿eh? ─entre cerré mis ojos. ──. Aporta escasa calorías, pero aportan grandes cantidades de vitaminas, especialmente vitaminas A y C, y minerales como potasio, magnesio, calcio y cobre. ─miré al castaño. ──. En lengua que puedan entender, esto ayuda mucho a las personas que están en pleno desarrollo y las que están enfermas.

Llevé mi mano a su cabeza despeinando su cabello.

──Me alegra saber que con solo probarlo una vez lo hayas aprendido. ─recordé la noche que lo conocí. ──. Digno de ser mi mano derecha.

──G-gracias. ─rascó su mejilla, ambas con un sonrojo. ──. Será mejor que coma, Hanji-san me encargó darle su medicina después de que comiera.

Solté un suspiro pesado sentándome en la silla, por el rabillo del ojo podía ver la mirada mortal que Eren le daba al castaño. Levi no tardó en sentarse al otro lado de la mesa frente a mí mientras los demás se sentaban a los lados de la mesa.

No se tardó mucho para que todos comenzaran a comer, yo por mi parte comía poco a poco intentando pensar en cosas lindas que no fuera lo que había en el interior de un titán.

Por más que quisiera no iba a desperdiciar comida, no importa su sabor, muchos niños en el subsuelo desean aunque sea una gota de sopa como para que yo la desperdicie por algo que ya debo olvidar.

Una suave y apagada voz me hizo llevar mi atención a un lado mío.

──Nací en una pequeña granja pastoral al norte de la ciudad.

Historia comenzó a contarnos sobre su infancia. Resultó ser la hija de una mujerzuela que nunca la quiso mientras su padre Rhodes Riess ya tenía una familia aparte. Lo último que dijo fue que vio como mataban a su madre, la dejaron vivir si cambiaba su nombre y huía lejos.

Menuda mierda, lo sé.

Solté un suspiro cansada de tanta mierda.

Y cómo no estarlo si el experimento va de mal en peor. Al principio, el mocoso en su forma de titán, seguía las órdenes que Hanji le daba. Al no poder hablar, escribió en la tierra "no se como hacer el endurecimiento" cuando de repente comenzó a escribir sobre su padre y algo de que él fue.

Después de aquello, salió del titan. Al descansar 30 minutos volvió a transformarse en un titán de 13 metros, dos menos que lo normal, pero esta vez no captaba las órdenes y hacía lo que se le pegaba la gana e incluso se comió la capital que había hecho al principio con troncos.

Terminó desmayado y tuvieron que sacarlo dejando que descansara otros 30 minutos y a cambio obtuvimos a un titán de menos de 10 metros que ni siquiera se podía poner de pie.

──¡¿Qué ocurre, Eren?! ¡Levántate! ─gritó Hanji al verlo en el suelo sin moverse. ──. ¡La humanidad cuenta contigo! ¡Maldición levántate!

──Hanji. ─la miré, nunca la había visto tan desesperada. ──. Tranquilízate.

──¡¿Qué me tranquilice?! ─me gritó sin indicios de calmarse.

──Oi, cuatro ojos de mierda. ─le llamó Levi sin buen semblante. ──. No le grites a Libe y presta atención al cuerpo. Algo le falta.

La castaña miró el titán con detalle.

──Ni siquiera alcanzó los 10 metros, y la parte inferior es solo huesos. ─aclaró el azabache. ──. Y su trasero no existe.

──A diferencia de que se puede ver el trasero de Eren, no del titán.

──¡Eso lo se! ─gritó frustrada. ──. ¡Eren! ¡¿Aún puedes moverte?! ¡Danos una señal!

──¡Ereh! ─no se tardó en escuchar el grito preocupado de Mikasa ir corriendo hacía él sin orden alguna.

──Oi, la malhumorada ya está haciendo lo que quiere. ─soltó Levi, realmente no se llevan bien. ──. ¿Debemos disciplinarla?

──No, él no dio ninguna señal. ─le respondió Hanji preocupada. ──. ¡Debemos sacarlo!

Dijo antes de correr junto a Moblit para ayudarlo. Tomo al castaño de los hombros alzando su cuerpo hacía atrás en un intento de sacarlo.

──¡Quema! ─entre cerré mis ojos al escucharla quejarse. ──. ¡Está demasiado caliente para tocarlo!

──¡Hanji-san! ¡Espere, Eren está sangrando! ─pidió Mikasa al ver como la carne del rostro se iba desprendiendo dejando ver el hueso.

Hanji soltó un grito eufórico al verlo.

──¡Mira eso, Moblit! ─miró al susodicho. ──. ¡Rápido, haz un boceto del rostro de Eren!

Mikasa se quedó sorprendida de aquellas palabras, no podía creer lo que había escuchado.

──¡Buntaichō! ─riño Moblit sacando las cosas para el boceto. ──. ¡¿Ha perdido su humanidad?! ─aún así, comenzó el boceto.

Hasta que Mikasa cortó la parte que lo conectaba con el titan.

──Lo siento, me deje llevar... ─dijo sosteniendo a Eren en sus brazos.

──Parece que pasará mucho tiempo antes de que podamos usar la habilidad de endurecimiento de los titanes para sellar el muro. ─habló Levi observando el escenario.

──Sabía que sería lento cuando lo sugerí. ─comentó Armin detrás nuestro.

──En teoría, es un buen plan. ─aclaró el azabache. ──. No necesitamos transportar toneladas de material, solo a Eren.

──Al final, solo Eren puede lograrlo. ─dije observando al castaña siendo atendido por Hanji.

──¡El experimento se acabó! ─anunció Hanji.

Eso fue más que suficiente para que sus hombres fueran a revisar por los alrededores ya que el humo puede dar nuestra ubicación a los enemigos.

──Ve a sentarte con Eren. ─ordenó Levi a Historia.

──Entendido. ─la vi irse con Mikasa, quien estaba a un lado de Eren.

──¿Cómo te sientes? ─mi mirada cayó en el hombre a mi lado.

──Los ejercicios me ayudaron, ya no siento dolor si lo muevo poco. ─contesté mirando sus ojos. ──. En unos días estaré como nueva.

──Eso espero. ─miró al frente. ──. Esto de tener la espada apuntando nuestras espaldas no será sencillo y presiento que te necesitaré junto a mí más que nunca.

Lo miré por unos segundos sintiendo la brisa del viento jugando con nuestro cabello. Levi tenía razón, si alguien quiere jugar con espadas, quien mejor que nosotros para jugar sin problema.

Ahora los titanes no son los enemigos.

Menuda noticia, lo sé.

Me removí por décima vez en la cama cambiando de posición, pero en ninguna me sentía cómoda para cerrar mis ojos y sumergirme en el sueño.

Normalmente, duermo con uno de mis brazos debajo de mi almohada, acostada de lado abrazando con mi pierna y brazo otra almohada.

En pocas ocasiones esa almohada es Levi.

Ahora con mi brazo sin poder moverlo me era imposible conseguir dormir agusto un poco.

Escuche el bufido del hombre con quien compartía mi habitación. Al parecer interrumpió la lectura que tenía.

──¿Puedes dejar de moverte tanto? ─escuché su suave, pero severa voz. ──. La cama rechina con cada movimiento que haces.

Me senté al borde con mis rodillas dobladas.

──No puedo dormir con esta mierda. ─expresé quitando aquella tela que mantenía mi brazo sin moverse. ──. Puedo mover mi brazo, lento, pero lo muevo. Ya no necesito esta cosa. ─la deje en la mesita al lado de la cama.

Levi suspiró cerrando su libro para dejarlo en la mesa al lado de la silla donde se encontraba sentado.

──Eso no quita que la cama rechine cada vez que te mueves. ─alce una ceja.

──Te molesta esto. ─me moví sobre la cama escuchando el sonido del respaldo chocar contra la pared. ──. Hay una forma para que deje de sonar.

Tomé una almohada colocándola como pude entre el respaldo y la pared. No es como si nunca lo hubiera hecho.

──Ves, ya no suena. ─dije dando saltitos sobre la cama permaneciendo sentada sobre mis rodillas. ──. ¿Levi?

Me detuve al verlo poner seguro al pestillo.

──Veo que tienes energías para saltar, ¿por qué no saltas encima mío? ─dijo dejando su camisa sobre la silla comenzando a quitarse el cinturón llegando frente a mí.

──Porque no te tengo debajo mío. ─susurré pasando mi mano por su torso tonificado, hasta sentí que el dolor en mi brazo se esfumó al tocarlo.

Al estar sentada en la cama Levi se encontraba a mi altura, tal vez unos centímetros más arriba.

Tomó mi cintura con una de sus manos mientras la otra acercaba mi rostro al suyo plantando un profundo beso sin tener fin. Su mano dejo mi barbilla para deshacer mi peinado y así tomar mi cabello intentando acercar mi rostro al suyo. Mis manos pasaban lentamente por su abdomen dejando mis uñas raspar un poco de su carne dejando líneas rojas, una de mis manos paró en su cabello y la que se supone que está lastimada desabrocho su pantalón bajando el cierre despacio.

Se separó de mis labios mordiendo el inferior. Tiró de mi cabello hacía atrás dejando mi cuello a su merced, no tardó en atacar repartiendo mordidas seguido de besos húmedos. Comenzó a desabrochar mi camisa, esta me quedaba grande ya que se la había rodado a mi tío. Descubrió mi hombro derecho llevando sus labios a esa zona.

──Levi... ─gemí de dolor cuando mordió mi hombro con rudeza.

──Te voy a coger rico, mocosa. ─mi vello se erizó al sentir sus palabras chocar contra mi cuello.

Termino quitando mi camisa lanzándola lejos. Mis pechos quedaron a su disposición, se relamió sus labios antes de pasar su lengua por uno de ellos, solté un jadeo masajeando por encima de la tela su miembro que poco a poco se iba endureciendo mientras sentía mi parte baja mojarse.

Mordía, succionaba, chupaba, prácticamente hacía lo que quería con mi pezón. Su mano comenzó a deslizarse por mi cintura hasta llegar a mi entrepierna, por debajo de la tela, comenzó a masajear ese botón cambiando mis jadeos por gemidos leves.

──Están tan mojada. ─dijo terminando con uno de mis pechos, ahora seguía el otro. ──. Joder, ¿tanto te pongo, mocosa? ─movía sus dedos en círculos.

Mis piernas tiemblan inconscientemente cuando su masaje aumenta en mi entrepierna. Sus labios regresan a mi cuello después de dejar rojos e hinchados ambos pezones. Mis manos dejaron lo que hacían para sujetarme de sus hombros cuando me comienza recostar sobre la cama.

Mis labios se abrieron ligeramente al sentir dos dedos entrar de golpe comenzando a simular embestidas lentas y profundas que me hacían cerrar mis ojos mientras mordía el hombro de mi prometido. Lo escuche gruñir ante la presión en la mordida al sentir mis músculos vaginales contraerse.

──L-levi... ─gemí en su oído al sentir el orgamos salir a flote.

Antes de que eso pasara sacó sus dedos de golpe dejándome desesperada.

──Solo te vas a venir conmigo adentro. ─declaró deshaciendo de su ropa terminado desnudo frente a mis ojos, podía sentir las pupilas de mis ojos agrandarse.

Retiró mi única ropa interior que disponía abriendo ligeramente mis piernas. Gemí al sentir su lengua pasar por mi intimidad comenzando un camino por mi abdomen hasta llegar a mi cuello.

Cerré mis ojos soltando suspiros sintiendo su miembro moverse por mi húmeda intimidad. Estuvo con ese vaivén durante unos segundos para después hacer entrar la punta y al medio segundo sacarlo.

──Pídelo, mocosa. ─habló mirando a los ojos, se notaba el deseo en sus ojos, pero quería escucharme hablar después de tanto tiempo en silencio.

──Al carajo. ─lo tomé de sus hombros para tumbarlo a la cama subiendo encima suyo. ──. No me gusta pedirle nada a nadie, escoria.

Tomé entre mi mano su miembro siendo ahora yo la que lo hiciera sufrir al no meterlo.

──Déjame sentirte. ─dijo en un suspiro tomando mi cabello para acercar mi cuello a él. ──. Montalo. ─susurró en mi cuello erizando una vez más mi vello.

Sin perder tiempo lo coloque en mi entrada comenzando a sentarme lentamente hasta que Levi me sujetó de mis caderas sentándome fuertemente.

Solté un gemidos al sentir su duro miembro rozar mis paredes sin dejar espacio alguno. Tal vez no sea lo suficientemente grande, pero al estar juntos por años mi cuerpo se adaptó lo suficiente para sentirme llena.

──Joder... ─hecho la cabeza hacía atrás soltando un suspiro. ──. Se siente tan bien estar dentro de ti.

Eche mi cabello al frente colocando mis manos en su pecho, como un soporte para comenzar a dar pequeños saltos, cada vez más profundos y más rápidos sacando uno que otro gemido ronco de su garganta. Me tomó con fuerza de mi cadera moviéndome más rápido.

──L-levi... ─gemí su nombre al sentir nuevamente mi orgasmo salir a flote. ──. Me vengo.

Lo sentí mover sus piernas para embestirme con rudeza sintiendo mis piernas comenzar a fallar al llegar el tan esperado orgasmo tomando con fuerza los hombros del azabache gimiendo su nombre en su oído.

──Joder, Liberty... ─apretó mi trasero con fuerza.

Sabía que pronto vendría, por lo cual mantuve mis saltos unos segundos más hasta que comencé a sentirlo hincharse. Estaba por salir, como siempre lo hacíamos incluso cuando no usábamos el método del "moco cervical", pero él me lo impidió dejándome abajo suyo sin detener sus embestidas, solo me limitaba a enterrar mis uñas en toda su espalda gimiendo su nombre en su oído intentando que reaccione antes de tiempo.

──Levi. ─gemi enterrando mis dedos en su cabello.

──Liberty, lo siento... ─susurró levemente.

No pude decir nada, mis labios se abrieron ligeramente cuando sentí un líquido caliente y espeso llenar mi interior, era la primera vez que lo sentía. Recargo su frente con la mía, mirando nuestros ojos con una ligera capa de sudor cubrir nuestros cuerpos.

Preferí no hablar sobre porqué lo hizo, solo me limite a retirar el cabello ligeramente adherido en su frente por el sudor.

──Liberty.

──Hm. ─hice un sonido con mis labios para que continuara hablando.

──Vamos a la regadera. ─besó mis labios comenzando con la repetición.

Sentí mi pecho chocar con la pared con mis piernas retiradas para estar un poco a su nivel. Besaba mi hombro sin dejar de embestirme con rudeza, ya habíamos llegado nuevamente al orgasmo. A él le encantaba ver como su líquido se va escurriendo por mi espalda baja entre mis caderas y piernas perdiéndose con el agua.

Pero esta vez no lo hizo.

Recargo su cabeza en mi hombro reanudando su respiración sintiendo el agua correr entre nosotros.

──Si me cogiste rico, escoria. ─en respuesta sentí una nalgada.

──¿Dudabas? ─lo sentí salir de mí. ──. Me contuve por los mocosos que duermen.

Aunque no lo parezca, al principio era muy torpe con la intimidad, pero al pasar los años tomó experiencia y se convirtió en lo que es, sin pena alguna.

──Sí, ajá. ─me di vuelta echando shampoo en mi mano para pasar mis manos por su cabello haciendo peinados con la espuma. ──. Preocúpate de que Hanji no lo haya escuchado.

──¡Lo oí todo! ─nos tensamos al escuchar un fuerte grito provenir de la habitación contigua. ──. Se supone que la boda es en tres semanas. Pero, bueno, da igual... ¡NUNCA PENSÉ QUE HACÍAN ESO!

──Joder. ─solté un suspiro, ahora será imposible hacer que olvide lo que escuche.

Menuda noche, lo sé.


Quise hacer esto como un especial o agradecimiento por todo el apoyo que le han dado a esta historia, a parte de que el manga termino y me dio por escribir para ustedes aunque no es lo mejor.

Espero y lo hayan disfrutado, ya tenia pensado escribir en un futuro, pero quise adelantarlo.

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