━IMPORTANTE━

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¡Liberty despierta! 

Abrí mis ojos con pesadez al escuchar una voz a lo lejos. Mis ojos se fueron acostumbrando a la luz del día. 

Fruncí mi ceño desorientada, no sabía donde me encontraba. Intenté levantarme, pero mi cuerpo dolía en algunas partes, especialmente mi hombro el cual ya había sido atendido.

Mi mirada se dirigió hacia mi lado derecho, en este se encontraba Levi durmiendo en una silla. Una de sus manos posaba en la mía, a los segundos su mano se deslizó cayendo en la camilla. 

Eso fue más que suficiente para verlo abrir sus ojos sobresaltado de aquella acción. Se quedó en silencio en cuanto me vio despierta.

──Libe. ─tomó mi mano entrelazando nuestros dedos, soltó un suspiro de alivio cuando ejercía fuerza en la mano. 

Intenté hablar, pero mi garganta se encontraba seca. Él lo noto y me pasó un vaso con agua, la bebí por completo con desespero, realmente me faltaba el agua. 

──Gracias. ─agradecí por lo bajo inhalando aire que me faltaba. ──. ¿Cómo sigue tu tobillo? ─pregunté sintiendo sus caricias en mi mano.

──Estás hecha mierda y preguntas por mi tobillo, ¿en serio? ─me dio una mirada de reproche. ──. Casi te pierdo y te preocupas por mi. ─susurró juntando su frente con la mía. 

Cerré mis ojos disfrutando de su cercanía, nunca imagine que al estar al borde de la muerte, él me trajera de vuelta a la vida. 

──Por un momento temí no volver a verte. ─murmuré abriendo mis ojos. ──. Jamás llegué a imaginar que fueras a ser tan importante en mi vida, Levi. 

Descansé mi cabeza en su cuello sintiendo sus brazos abrazar mi cuerpo con cuidado de no dañarme. Ahora comprendemos cuán importantes somos para nosotros. 

──Que sea la última vez que nos separamos. ─pedí entre su cuello. 

──¿Siquiera lo piensas? ─acarició mi cabello suelto. ──. Por mi puto cadáver te vuelves a separar de mí, mocosa. 

──¿Desde cuándo eres tan posesivo, escoria? ─me separé de él mirando sus ojos. ──. Aunque, bueno... ─sonreí de medio lado. ──, me gusta. 

Tomé sus mejillas con mi mano libre, lo atraje hacia mí juntando mis labios con los suyos. Eche mi cabeza hacía atrás al sentirlo sentarse en la camilla, quitó mi mano de su rostro para colocarla en su pecho siendo detenida por la suya entrelazada. 

Mi pecho comenzó a doler provocando un gemido de dolor que intentó salir de mis labios. Él lo noto y con cuidado se separó de mí sin soltar mi mano.

──¿Por qué me duele tanto? ─pregunté recargando mi cabeza en la almohada. 

──Tenías las costillas dañadas, el titán no llegó a romperlas, pero sí ocasionó daño. 

Tan solo escuchar la palabra titán recordé aquellos espantosos escenarios sacados del mismo infierno. 

──Creo que no probaré bocado por algunas semanas. ─murmuré al recordar las extremidades y cadáveres dentro de aquel titán, el solo pensar me daba escalofríos. 

──Ahora más que nunca es cuando te tienes que alimentar más. ─pasó un mechón de cabello tras mi oreja. ──. Es mi turno de cuidar de ti. 

──Una parte está feliz, pero la otra teme por mi vida. ─solté con gracia. ──. ¿Cómo están los mocosos? En especial Mikasa. 

──Están bien. Lograron traer a Eren de regreso. ─lo miré con atención. ──. Mikasa ya se encuentra un poco mejor, no fue muy severo, de igual forma no se queda quieta. 

Solté una pequeña risa.

──No me sorprende. ─recargue mi cabeza en su pecho. ──. ¿Cómo se encuentra Erwin? ─escuche un suspiro de su parte. 

──Sigue respirando si eso te preocupa. ─con mi mano derecha comencé a jugar con su tela blanca, era un poco difícil al no poder usar mi otra mano. ──. Con la diferencia de que le falta un brazo. 

──Si hubieras visto la forma de cómo lo perdió. ─murmuré por lo bajo. ──. Mejor no toco el tema. 

──Ahora que me acuerdo, Hanji me dijo que le hablara cuando despertarás. ─intentó levantarse, pero se lo impedi.

──No, por favor. ─miré a otro lado. ──. No tengo cara para verle después de no haber protegido a Erwin. 

──¿A qué te refieres? ─no dije nada, solo miré a otro lado. ──. ¿Liberty?

──Quiero ver a los mocosos. ─cambie de tema. ──. ¿Me llevas? ─se quedó en silencio. ──. Olvidalo. Iré por mi misma. ─quité la sábana de mis piernas.

──Liberty. ─rodeo la cama para ayudarme. ──. Acabas de despertar después de tres días. No te esfuerces, por favor.

──No me quedaré acostada. ─hice un gesto de dolor cuando me levanté de la cama, Levi me tomó con cuidado de mi cintura para no caer. ──. Solo serán unos minutos. ─miré sus ojos, pestañeé varias veces de forma lenta sabiendo que no podía negarse.

──Tsk. ─evadió mi mirada. ──. 30 minutos como máximo. 

──Por eso eres menos escoria que ayer. 

──Dime algo que no sepa. 

──Me gustan tanto los hombres como las mujeres. 

El silencio reino.

──No me preocupa. ─dijo con firmeza. ──. Dentro de poco serás mía definitivamente. 

──Tu serás el único hombre en mi vida. ─aclaré lo suficiente fuerte para que me escuchara. 

──Lo sé. ─rodé mis ojos. 

──Ojalá te pise un titán. ─murmuré por lo bajo.

──Escuche eso. 

──Mejor caminemos, ¿sí? 

Después de caminar por un rato y sufrir regaños del enano, gritarle que fuera despacio y gemir de dolor por golpearme con algunas paredes, llegamos al lugar donde los mocosos están.

Según Levi, es muy probable que se encuentren comiendo o platicando ya que están en "descanso" por así decirlo, dentro de algunos días irán a la muralla Rose para asegurarse de que esté limpia de titanes. 

Al entrar pudimos ver a Eren peleando con Jean seguramente por una estupidez, a Sasha robando la comida de esto mientras Connie comía regañando a la chica, Historia parecía más muerta con esa cara que se cargaba, Armin intentaba hacerle entrar en razón al castaño para que dejase de pelear y por último a una Mikasa observando en silencio comiendo. 

Levi y yo nos mantuvimos en silencio observando a lo lejos. 

──Nunca espero nada de ustedes y aún así logran decepcionarme. ─mi voz provocó que todos nos miraran sorprendidos de verme viva. 

──L-liberty... ─la primera en reaccionar fue la azabache quien se acercó a mí sin importar sus heridas. ──. ¡Liberty! 

Se aferró a mi torso ocultando su rostro en mi pecho, deje de lado el dolor para no romper el abrazo.

──Oi, mocosa. ─Levi por su parte no le agradó aquello. ──. Mide tu fuerza, lastimas a Liberty. 

──Estás viva. ─murmuró mirándome, tenía cristalizados sus ojos. 

──Me alegra verte bien, Mikasa. ─acaricie su cabello. ──. Me alegra saber que todos sigan aquí. ─los miré. 

Sasha estaba llorando con una papa asada en su mano, Connie sonreía al igual que Armin, Historia solo miraba sin expresión por el otro lado Jean ni siquiera podía verme a la cara como lo hacía Eren. 

──¿Cómo se siente, Liberty-san? ─preguntó el rubio.

──Como me veo. ─contesté. ──. Como la mierda. ─miré mi brazo izquierdo. ──. Pero no hay nada de qué preocuparse. 

──B-buntaichūi... ─Sasha se acercó limpiando sus lágrimas. ──. Tenga. ─me extendió la papa asada asombrando a los demás. ──. Es mi última papa. 

──Puedes quedartela, no creo que me convenga comer ahora. ─palmeó su cabeza.

──Mucho mejor para mí. ─corrió comiendo la papa. 

Mi vista se enfocó en los dos castaños.

──Siempre traes problemas, Eren. ─esté me miró al escuchar la forma en que lo llamé. 

──Liberty-san. ─bajo la cabeza. ──. Lo siento. 

──A mi no me debes pedir disculpas, porque no hay nada que perdonar. ─me miró a los ojos. ──. Ya pasó que es lo importante. No debemos de seguir pensando en ello, debemos de avanzar confiando en unos con los otros. Yo confíe en mi escuadrón y ellos en mí, gracias a eso lograste regresar con vida.

Los presentes me observaron con detenimiento, procesando las palabras que acaban de salir de mí. 

──Y no te culpes, Jean. ─el nombrado me miró. ──. Lo que me pasó no fue culpa de nadie. Yo te dije que si algo me pasaba hicieras la vista gorda y pasaran de mí y me alegro saber que lo entendieras. ─Levi frunció el ceño, más no dijo nada. ──. Todos lo hicieron bien, mis mocosos de mierda. 

Una gota de sudor bajó por sus cabezas ante mi apodo. 

──Más vale que se sientan afortunados. ─la atención cayó en Levi. ──. Liberty no suele llamarles así a los que han estado bajo su mando. Ese es el cariño de ella. 

Solo fue cuestión de escuchar esas palabras para ver a la mayoría sonrojados sonriendo como tarados, en especial Eren que nunca imaginó que lo llamase con mi cariño. 

──Bien, dejen esa cara de estúpidos y limpien el lugar. ─demandó Levi.

──Hai, Heichō. ─gritaron a la vez temiendo por sus vidas. 

──Vamos. ─me ofreció su brazo. 

──Vamos con Erwin, por favor. ─acomode el saco de Levi que yacía en mis hombros para tomar su brazo comenzando a caminar, a pesar de la gran diferencia de estatura, no me molestaba aquello.  

──Y después te vas acostar. 

──Ajá. ─solté sin darle importancia. ──. ¿Te acuestas conmigo?

──Piensas que te voy a dejar sola. ─me miró de reojo. ──. Además... tenemos cosas que hacer. 

──¿Cosas? ¿Cómo cuáles? ─pregunté sin tener idea alguna. 

──Ya sabes. ─miré a todos lados sin entender.

──No, no sé. ─confesé. 

──Joder. ─suspiré. ──. Te daré una pista, ¿que soy de ti? 

──Mi prometido. ─mi cabeza hizo click. ──. Ah, tienes razón. Tenemos que planear la boda. ─solté un suspiro. ──. Y si, ¿solo vamos con un pastor a que nos case nosotros dos sin decirle a nadie? ─pregunté siguiendo el camino. ──. Así evitamos tanta mierda. 

──Me parece bien. 

Me parecía que era lo más fácil, no soy muy buena organizando fiestas y una boda no sería para nada sencillo. Tener que buscar una buena costurera para hacer el vestido, el lugar donde se celebrará, la comida, los invitados. 

De solo pensarlo me duele la cabeza. 

──Aquí está. ─salí de mis pensamientos cuando el enano se detuvo frente a una puerta. 

Inhale aire cuando Levi abrió la puerta entrando él primero ayudándome a caminar. En cuanto entre a la habitación la mirada del rubio se iluminó al verme de pie. 

──Te miras de la mierda. ─solté con gracia al verlo descuidado a como acostumbra a estar. 

──Deberías verte en un espejo. ─sonrió. 

Camine unos pasos para sentarme en la cama del lado izquierdo. Deje caer mi cabeza en su pecho con cuidado de no lastimar su hombro derecho.

──Por unos instantes mi vida se derrumbó. ─susurro acariciando con su mano sana mi cabello. ──. Gracias al cielo que hallaste la forma y manera para regresar. 

──Vi a mis padres. ─solté llamando la atención de ambos. ──. Suena estúpido, lo sé. Ellos intentaban hacerme despertar, había olvidado que estaba muriendo. Y luego... ─miré a Levi al recordar a su madre. ──. Logré despertarme. 

Me sentí tan tranquila al contarles sobre lo que viví. 

──Lo bueno es que ahora estás viva. ─besó mi frente. ──. Y estás conmigo.

──Eso sí que no. ─intervino Levi. ──. Mira lo que sucedió cuando estuvo contigo. Casi muere y pierde un brazo. ─rodé mis ojos. ──. Liberty, aléjate de él. Es peligroso. ─a ambos nos daba un poco de gracia su drama.

──¿Cómo lo soportas? ─me preguntó por lo bajo. 

──No tienes ni una idea. ─dije antes de que Levi me levantara de la cama. ──. Levi, por favor. ─lo miré a los ojos.

──No me mires así. 

Antes de poder decir algo, la puerta se abrió bruscamente.

──¡Erwin, tenemos problemas! ─conocía la dueña de aquella voz gritona. ──. ¡Liberty no está en su habitación! ¡Hay que busca–... ─se calló al verme. ──. ¡Liberty! ¡Mi hermosa Liberty! 

Gruñí de dolor al sentir sus brazos abrazar mi cuerpo sin tacto alguno. 

──Hanji, idiota la lastimas. ─Levi parecía que en cualquier momento la mataría.

──¡Oh! Lo siento. ─se separó de mí. ──. Solo me emocionó verla. ─sonrió en grande, por mi parte evadí su mirada, no podía verle. ──. ¿Sucede algo, Liberty? ─preguntó al ver mi actitud. 

──Yo... lo siento. ─solté de golpe. ──. No pude cumplir con lo que me pediste. ─la miré a los ojos. ──. No pude proteger a Erwin. 

Hanji abrió sus ojos, pero después los suavizó colocando una sonrisa en sus labios. 

──No te preocupes por eso, Liberty. ─tomó mi hombro sano. ──. Hace años que te pedí eso y nunca me has fallado, has acatado las órdenes que él te ha dado y ahora proteges a Levi por igual. Estoy orgullosa de todo lo que has hecho, en ningún momento me has fallado. 

Una felicidad surgió dentro mío, sonreí cerrando mis ojos. Abracé mi hombro con cuidado de no lastimarlo y a los pocos minutos sentí un beso en mi frente. 

──Me alegra que estés con nosotros. 

──Cuatro ojos de mierda, aléjate de Liberty. ─para cuando me di cuenta, Levi pateó la castaña. ──. Le pegas los gérmenes. ─con un pedazo de tela que sacó de su saco me limpio mi frente. ──. Qué asco. Ahora la tendré que bañar con cloro. 

──Oye, si me bañe ayer. ─aclaró levantándose. ──. Además, Liberty me ama. 

──En tus sueños de mierda quizás. ─la miró de reojo. 

──Levi, por favor. ─lo miré. ──. Deja a Hanji en paz. Ambos me darán dolor de cabeza. 

──Tsk. ─no le gusto. 

──Bueno, dejemos eso de lado. ─miramos a la castaña tomar una libreta con pluma. ──. Tenemos mucho que hacer. 

──¿De qué hablas? ─preguntó Erwin que solo permanecía leyendo cuando estos dos comenzaron a pelear. 

──¿De que? ─miró al rubio. ──. Hablo de comenzar a organizar la boda. 

Casi me atragantaba con mi propia saliva al escucharla decir aquello. Mi vista paró en el hombrecito.

──¿Le dijiste? ─pregunté.

──Tsk. ─se cruzó de brazos. ──. Vio cuando te propuse matrimonio.

──¿En serio? ─miré a la castaña, ella sonreía orgullosa. ──. Me sorprende que no haya gritado como loca. 

──Si grite, solo que corrí para estar lejos suyo. ─confesó. 

──Me lo imagine.

──Bien, hay que concentrarnos. ─comenzó a hacer notas. ──. ¿En donde se llevará la ceremonia? Eso lo dejamos pendiente. ─escribió. ──. ¿El vestido? Mañana puedo traer a una buena costurera, que tome tus medidas y comience hacer el vestido más hermoso.

──¿No crees que estás apresurado las cosas? ─pregunté al verla caminar de un lado a otro.

──¡Para nada! ─se apresuró a decir. ──. Va hacer tu boda, Liberty. No va hacer cualquier boda, va hacer la boda de dos grandes e importantes soldados de la humanidad. ─nos miró a ambos. ──. Tiene que ser perfecta, aunque ya lo es con el simple hecho de estar tú presente. 

──Ya, ¿y? ─pestañeé sin darle importancia aunque me haya gustado lo último que dijo.

──Veamos, Erwin, ¿tú vas a entregar a Liberty a Levi? ─preguntó mirando al susodicho. 

──Lo haré. ─suspire de alivio. ──. Pero no significa que me agrade del todo. 

──Si, si, lo que digas. ─le resto importancia. ──. Las damas pueden ser Mikasa, Sasha y Historia. De parte de los hombres Eren, Connie y Armin. Jean puede encargarse de ayudarte en lo que desees.

──¿Y tú qué harás? ─preguntó Erwin al no verla mencionar su nombre.

──¿Yo? ─se acomodo sus lentes sonriendo. ──. Seré la madrina. 

Todo quedó en silencio. 

──Significa que te encargas de que todo salga bien, ¿no? ─pregunté.

──¡Si, haré el mejor día de tu vida mi hermosa Liberty! 

──Entonces adelante. ─me dio igual la mirada del azabache.

──Liberty. ─me reprocho.

──No me mires así. ─lo miré. ──. Sabes que no se callará si le decimos que no. Además, si va a empezar algo que lo termine bien. 

Ambos miramos a la miope saltar de felicidad haciendo un baile raro después. 

Por fin algo se le concedió.

──Arruinas la boda y te golpearé. ─amenazó Levi. 

──Te aseguro que será una boda inolvidable. 

Solo me limité a soltar un pequeño suspiro, no sabía si estar feliz de haberme quitado casi un peso de encima o temer por mi vida. 

──Hanji. ─llamé su atención. ──. Cuento contigo. ─dije con suavidad sintiendo mi cabello moverse gracias al viento que entraba por la ventana abierta. 

Hanji por su parte abrió sus ojos sorprendida por mis palabras, pude notar un sonrojo aparecer por sus mejillas que intentó esconder.

──Tsk. ─Levi parecía matar a la miope con su mirada. ──. Te estaré vigilando, cuatro ojos de mierda. 

Cerré mis ojos recargando mi cabeza en el hombro de Erwin, Levi ni se dio cuenta cuando me volví a sentar. El rubio recargo su cabeza con la mía y sin darme cuenta me fui durmiendo.

Olvidando todo por un momento.

𝐅𝐢𝐧; 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚
𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚↲

Les dejo esto por ser el final de la segunda temporada.

Pueden guardarlas con confianza♡