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PLAN

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Han pasado algunos días desde aquella expedición, nosotros dos tuvimos que regresar a el castillo a vigilar a Eren. No voy a mentir diciendo que fue fácil acostumbrarse a la falta de los chicos.

Pero tarde o temprano se logra vivir con o sin ellos.

Tomé la tetera con el agua hirviendo. Tanto Levi como el mocoso estaban en la mesa del comedor esperando a que terminara el té, en estos días he estado cocinando yo misma. No es solo porque soy mujer, sino porque cuando les pedí cocinar terminaron por hacer una mierda de cocina, Levi es bueno en todo menos para cocinar.

Llevé la tetera junto a las tazas a el comedor, Levi aún seguía lastimado del tobillo así que no puede hacer mucho y esa es una de las razones por las que no usa el uniforme como lo hacemos Eren y yo.

──Ya regresé. ─anuncie lo obvio. ──. ¿Algo interesante que te haya dicho la escoria? ─le pregunté al castaño que estaba retirado del azabache.

──P-pues... ─miró de reojo a Levi, quien solo lo miraba sin expresión. ──. Solo cosas de hombres.

Alce una ceja ante eso.

──¿Qué clase de cosas?

──Cosas de hombres. ─desvío la mirada.

──Si me entero que mi nombre estaba entre sus cosas de hombres, los dejaré sin cenar durante una semana. ─lo miré fríamente.

El enano solo me miró mientras el castaño miró al otro lado. Le serví el té en dos tazas, una para el enano y la otra para mí, Eren puede servirse por sí mismo, no soy su Mikasa para hacerle todo.

──Puedes servirte té, si quieres. ─dije al ver como observaba su taza vacía mientras me sentaba a un lado del azabache, este paso su brazo por mis hombros.

──Claro, gracias, Liberty-san. ─sonrió un poco. ──. Liberty-san. ─me llamó.

──¿Qué? ─lo miré.

──Usted cuando fue a mi casa hace años... ─alcé una ceja al verlo intentar preguntar algo. ──, usted ya sa.. ─desvío la mirada.

──¿Si ya salía con Levi? ─pregunté lo que él intentaba preguntar.

──S-sí. ─contestó nervioso por la mirada del azabache.

──No, de hecho cuando regrese a la base, esa misma noche me dijo que me mataría. ─contesté bebiendo más té.

──¿En serio? ─preguntó sin creerlo. ──. Y usted no dijo nada.

──¿Por qué te interesa saberlo, Eren? ─esté dio un pequeño saltó al escuchar la pregunta de Levi. ──. Acaso, ¿gustas de Liberty?

──¡¿Q-qué?! ¡No, Heichō, para nada! ─negó nervioso por su mirada. ──. Yo respeto y admiro a Liberty-san. No piense mal.

──Eso espero, mocoso. ─tomó de su té sin despegar la mirada del castaño asustado.

Recargue mi cabeza en su hombro ignorando eso. Me estaba dando cuenta que ya se estaba haciendo más de noche.

──Ya es tarde y Erwin no ha llegado. ─murmuré para cambiar de tema sobre uno con importancia.

──Erwin, ese bastardo. Como nos hace esperar. ─soltó el mayor.

──A este paso, la policía militar llegará primero. ─comenté bebiendo un poco de mi té, Eren se miraba muy callado, seguramente seguía asustado. ──. Debe estar haciendo algo.

──Quizás, él está cagando y la mierda no sale. ─rodé mis ojos ante sus palabras.

──Ja-Ja-Ja. ─Eren rió sin gracia, los comentarios de Levi lo incomodaban un poco. ──. Heichō, usted está muy hablador hoy. ─comentó el chico.

──Sí, claro. ─solté tomando mi taza mientras cruzaba mis piernas. ──. Levi tiende a no saber cuando cerrar su hocico. ─llevé mi taza a mis labios. ──. Pero yo tengo mis métodos para ello. ─susurro antes de beber aquel líquido.

──Tsk. ─miré cómo tomó su pierna, al parecer su tobillo le duele.

──Lo siento. ─se disculpó de repente. ──. Si yo... no hubiera tomado la decisión equivocada en aquel entonces.

──¿No lo he dicho antes ya? ─preguntó el mayor. ──. Nadie podría haber predicho estos resultados.

Justo en esos momentos tocaron la puerta dejando ver a Erwin.

──Siento haberlos hecho esperar. ─habló el rubio quien traía a un rubio pequeño y a Mikasa junto a un chico de cabello castaño

──¿Armin? ¿Mikasa? ─preguntó el mocoso confundido al verlos.

──Hemos descubierto la identidad de quien nosotros pensamos es la titán hembra. ─ante lo dicho por Erwin, le serví una taza de té.

Tanto Levi como yo leímos el plan para capturar al titán hembra el día después de mañana justo el día en el que Erwin y Eren serán convocados a la capital real. Al parecer ella está en Stohess en la policía militar.

Básicamente alguien se hará pasar por Eren para que crean que es él mientras él está con Mikasa y Armin con la titán hembra llevándola a una trampa, el plan lo sugirió el pequeño rubio y Erwin decidió seguir eso. Si la chica se transforma, Eren debe de actuar.

También el chico saco una hipótesis sobre quién es la titán hembra, aquella que mató a los dos titanes de Hanji estando en el escuadrón de entrenamiento #104.

──¿Annie es la titán hembra? ─preguntó Eren sin creerlo. ──. ¿Cómo podrías pensar algo así, Armin?

──La titán hembra no solo conocía la cara de Eren, sino que también reaccionó cuando escuchó el apodo de "buscadora de la muerte" que solo un par de personas conocen. ─comenzó a decir sin mirar a el mocoso.

En fin, termino diciendo que la pista más sospechosa que él pensaba era que ella fue la ejecutora a los dos titanes de investigación y presentó el equipo de otra persona ya fallecida ante la policía militar para no ser descubierta.

──¿Por qué está Marco conectado con esto? ─al parecer su nombre era Marco.

El chico castaño cerró su puño, tal vez era su amigo.

──No lo sé. ─lo miró de reojo. ──. Quizás yo solo estaba imaginando cosas.

──Mocoso. ─lo llamé. ──. Tú hablas con el pensamiento de saber quien es el titán hembra. Pero, ¿no tienes alguna otra prueba? ─me crucé de brazos.

──Sí. ─el rubio y Mikasa me miraron.

──Su cara... se parece a la de Annie. ─dijo la azabache.

──... ─tanto Levi como yo nos quedamos en silencio ante esa estupidez.

──Mocosos, por dios. ─suspiré. ──. Voy a darles un puñetazo.

──¡¿De qué diablos están hablando?! ─el castaño se levantó de la mesa furioso.

──En otras palabras. ─habló Levi. ──. Ellos no tienen más pruebas, pero de todas formas seguiremos con este plan.

──Supongo que es mejor que nada. ─comenté mirando a los chicos, el mocoso de mierda parecía en desacuerdo. ──. Tenemos que intentarlo.

──¿Sin pruebas? ─preguntó Jaeger. ──. ¿Están bromeando? ─nadie dijo nada. ──. Entonces... ¿por qué lo haremos? ¿Qué van hacer? Si resulta que no es ella.

──Ella quedará limpia de duda. ─respondió Mikasa.

──Pero aún así, Eren. ─el chico rubio lo miró. ──. Si nosotros no conseguimos nada, tú solo serás llevado a sacrificar dentro de las murallas.

──¿C-cómo podrían sospechar de Annie? ─rodé mis ojos harta de escucharlo. ──. ¿Acaso están locos?

──Eren. ─llamó Mikasa. ──. ¿Nada te viene a la mente cuando piensas en Annie y la titán? ─preguntó. ──. Tú peleaste mano a mano con la titán hembra, ¿acaso no viste algún movimiento especial de pelea de los que usaba Annie?

La azabache se puso de pie acercándose a el mocoso de mierda. Él sabía que todo era cierto pero se negaba a creerlo.

──Tú ya lo sabes, ¿no es así? ─él ni la miraba a los ojos. ──. La titán hembra es Annie.

Ya nadie dijo nada. Todo quedó en un completo silencio el cual aproveche para beber lo último de mi té terminado de leer los papeles del plan.

Mi ceño se frunció levemente al notar en los escritos mi puesto, esté no estaba en un rango para poder pelear contra la titán sino en el juicio; algo completamente estúpido.

──Erwin, ¿por qué tengo que estar en el juicio? ─alcé mi mirada encontrando sus ojos. ──. ¿No crees que sería mejor que me dieras hombres para dirigir?

──Armin pensó que eso era una gran ventaja si el plan no funcionaba. ─lo escuché atenta. ──. Pero por lesiones, Levi no podrá participar e irá al juicio.

──¿Y? Según tengo entendió estoy en perfectas condiciones. ─él soltó una pequeña sonrisa.

──Liberty tú jamás te separas de Levi y sería muy extraño que no estés con él en el juicio, más cuando está lesionado. ─era cierto lo que decía.

──Buen punto. ─miré a otro lado. ──. ¿Se quedan a cenar? ─pregunté para cambiar el tema.

──Por supuesto. ─Erwin sonrió levemente. ──. Tengo tiempo.

──Tsk. ─el azabache chasqueó su lengua con disgusto.

──Bien. ─me levanté llevando mi taza sucia. ──. Iré a hacerla. Hágame un favor y no destrocen nada.

Di media vuelta para ingresar a la cocina.

──¡Yo te ayudo, Liberty! ─miré de reojo a la pequeña azabache. ──. ¿Qué hago?

──Primero; lávate las manos. ─la miré mientras secaba las mías. ──. Después pela las papas y ponlas a hervir con poca sal.

──Sí.

Lave las verduras dejando las papas de lado para que se encargue ella. Me enfoque en picar las demás verduras para hacer una sopa acompañado de arroz y claramente no puede faltar el pan, antes había comprado harina para prepáralo, puede que tarde un poco, pero lo comeremos caliente y suave.

──¿Cómo vas? ─miré a Mikasa para verificar que haga las cosas bien.

──Creo que está bien. ─sonrió dejándome ver las papas.

──¿Por qué las papas están cuadradas? ─miré las cáscaras, en lugar de pelar las papas solo corto la cáscara. ──. Mikasa, las papas se echan cuando el agua está en punto de ebullición. ─observe el frasco de sal como había tomado más de una pizca de sal. ──. Y de dije que poca sal.

──¿Eh? ─borró su sonrisa al ver mis ojos oscuros. ──. No soy muy buena cocinando. ─dijo con una pequeña sonrisa.

──Fuera de mi cocina. ─la tome de la ropa sacándola. ──. ¡Eres peor que Levi! ─cerré la puerta.

Solté un suspiro para seguir cocinando, ahora que solo era yo, le metí un poco de velocidad sin ser brusca.

Podía escuchar a Erwin decir que soy muy quisquillosa en la cocina pidiendo una disculpa por mis malos tratos.

──No se disculpe, Comandante Erwin. ─la escuche. ──. No es la primera vez que pasa. Cuando era pequeña e iba de visita a mi casa siempre cocinaba, una vez intente ayudar pero solo causaba desastre y me echo.

──Yo siempre he creído que no le gusta que la miren cocinar. ─comentó el rubio. ──. Al igual que tú, me ha echado de la cocina en varias ocasiones. ¿La has visto cocinar?

──No, siempre me echa. ─respondió la azabache.

──¿Y sabes por qué? ─la chica no respondió. ──. Porque siempre que cocina sonríe.

Mis manos se detuvieron mientras que mi sonrisa, que salía inconsciente, formó una expresión de asombro.

──¿Sonreí? ─por su voz se escuchaba sorprendida y apuesto que no solo ella.

──Sí, una vez la vi. No había cerrado la puerta por completo y estaba sonriendo mientras cocinaba. ─me sonroje un poco, no creí que alguien me hubiera visto.

Mi madre me enseñó a cocinar y lo primero que me enseñó fue a sonreír mientras cocinaba. Decía que para que la comida tuviera un delicioso sabor debería de sonreír, creí que estaba loca pero cuando murió y Erwin me cuido tuve que hacerme caso de la casa mientras que él trabajaba en la Legión.

Así como Levi sonríe con sus productos de limpieza, yo sonrió cuando cocino.

Casi a la hora y media, salí de la cocina dejando la olla de la sopa encima de la mesa colocando un trapo entre sí. Entre nuevamente a la cocina trayendo el arroz junto a el pan recién salido del horno, pude ver un brillo en los ojos de los mocosos en cuanto lo vieron.

──Perdón por la tardanza. ─dije después de regresar con los cubiertos y otra tetera con más té. ──. Estaba esperando a que saliera el pan del horno.

──No te preocupes, Liberty. ─habló Erwin.

Tomé un plato sirviendo primero a Levi para después servir el de Erwin junto a el de Mikasa seguido del mío.

──Ustedes dos pueden servirse solos, no soy su sirvienta. ─ambos miraron a Mikasa, ella solo sonreía mirando la comida.

──S-si. ─dijeron a la vez sirviéndose.

──¿Tu nombre soldado? ─le pregunté a el castaño que estaba parado en la pared.

──¡Jean Kirstein, Buntaichūi! ─hizo el saludo sin titubear.

Kirstein, ¿eh? ─pensé sumida por instante en mis pensamientos.

──¿Eres amigo de los mocosos? ─los miró por un momento.

──Supongo que sí.

──No me interesa saber lo que supones. ─lo miré fijamente. ──. ¿Si o no?

──¡Sí! Soy amigo de ellos. ─me mantuvo la vista a pesar de que sudaba frío.

──Ves, no era tan difícil. ─cerré mis ojos unos momentos. ──. Ya puedes sentarte. También hice comida para ti. ─se sorprendió un poco.

──¡Gracias, Buntaichūi!

Le reste poca importancia y comencé a comer. Me gustaba comer en silencio y más cuando la miope de mierda no está presente.

──Por cierto, sí uno de ustedes dice que sonrió mientras cocino, los golpearé brutalmente hasta dejarlos con amnesia. ─les di una mirada severa, los chicos asintieron sin dudar mientras que Mikasa y Levi seguían comiendo pues sabían que mis palabras iban para ellos tres.

──Así que escuchaste. ─murmuró Erwin mirándome de reojo.

──Tengo buen oído. ─le recordé. ──. ¿Dónde dijiste que estaba Mike? ─pregunté al no verlo con él, algo extraño.

──No lo dije.

──Te escucho. ─lo miré dando un sorbo a mi té.

──Él junto a sus subordinados están vigilando a los demás reclutas de la #104. ─abrí mi boca para hablar, pero me interrumpió. ──. Hanji se está encargando de la artillería y Moblit se encuentra con ella.

Un suspiro de alivio salio de mis labios.

──Es bueno saber que me conoces perfectamente. ─murmuré comiendo de mi sopa.

──No por nada llevas mi apellido. ─lo miré de reojo. ──. Aunque no lo portes mucho, sigues siendo Smith.

Regresé mi atención a mi cena, aún seguía caliente y se podía disfrutar.

──Les hice doble porción, por si se quedaron con hambre. ─miré a los chicos que les brillaron sus ojos.

──¿En serio? ─preguntó el rubio.

──Sí. ─con eso Mikasa sonrió levemente debajo de su bufanda. ──. Ustedes solo tienen una porción. ─miré a los dos hombres. ──. Ellos están en pleno desarrollo. Ustedes ya están grandes.─nos les quedó otra que terminar su plato.

Creo que otra vez seré... ¿mamá?

Sí es que así puedo llamarle.

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