┆O13
━AÑOS━
• • •
▻MURALLA
SHINA, AÑO 850
Podía sentir el leve tacto de una mano tomar un mechón de mi cabello suelto. Lo hacía con delicadeza para no despertarme, pero mi sueño se esfumó como siempre sucede.
Fui abriendo lentamente mis ojos logrando observar a el azabache jugar con sus dedos mi cabello, tenía su codo clavado en la cama mientras recargaba su cabeza en su mano, no llevaba camisa dejando una gran vista.
Sus ojos pasaron de aquel mechón azabache hasta mis ojos al sentir mi mirada puesta sobre él.
──¿Cuánto tiempo dormí? ─pregunté mirando su mano seguir jugando con mi cabello.
Tenía entendido que le gustaba mi cabello largo pero no le gustaba que los demás lo miraran, por lo tanto sigo usando mi típico peinado.
──Cinco horas. ─no me sorprendí, no he podido dormir más tiempo. ──. Deberías dormir más. Hoy tendremos mucho trabajo y no pienso cargarte si te quedas dormida, mocosa.
Por un momento me había olvidado que iríamos a la Muralla María acabar con algunos titanes, no podíamos recuperar aquel territorio por el simple hecho de que necesitamos tapar aquel enorme hoyo.
──Aunque quisiera no puedo conciliar el sueño nuevamente. ─comenté algo que él sabía perfectamente. ──. Me imagino que te acabas de acostar, ¿no? ─su silencio fue la respuesta. ──. Aunque te diga mil veces que te duermes en la cama, te vale mierda y sigues durmiendo en la silla. ─no negaba que me agradara el detalle de que se acostara hasta que me durmiera para después volver a lo que sea que haga y cuando me despierto lo encuentro a mi lado jugando con mi cabello. ──. Un día de estos te amarraré a la cama. ─murmuré.
Me levanté de la cama hasta quedar sentada sobre mis rodillas. Mi cabello estaba hecho una mierda, la blusa estaba abierta o mejor dicho la camisa del enano, al quedarme pequeña los botones no cierran y la dejo abierta.
Sentí un brazo pasar de mis hombros tomando mi pecho por debajo de la camisa volviendo acostarme de lado sintiendo su cabeza ser escondida en el hueco de mi cuello.
Cerré mis ojos sintiendo sus dientes morder mi cuello dejando una mordida junto a un chupete.
Cosa de todo los días. ─pensé.
No era la primera vez, hace más de cuatro años que tomo costumbre de hacer eso. No me molesta simplemente me da igual, después de todo él no sale ileso.
Con su otra mano tomó con fuerzas mis mejillas haciendo girar mi cara hacía la suya depositando un beso rápido y profundo.
Había logrado encontrar la forma de vengarse tomando mi rostro como siempre lo hago cuando le doy un beso, al ser enano no puede rechistar, pero cuando estoy acostada, sentada o donde me encuentre a unos centímetros debajo suyo, siempre hace lo mismo.
──Me vas a romper el cuello si sigues haciendo eso. ─hablé cuando se separó unos centímetros de mis labios. ──. No es divertido cuando tú lo haces.
──Lo es para mí, mocosa. ─dijo antes de depositar un casto beso sobre mis labios para separarse de mí sentándose al borde de la cama.
Sabía lo que quería, me senté sobre mis rodillas detrás de él, a los segundos lo sentí recargar su cabeza entre mis pechos mientras lo abrazaba por su sus hombros pasando por su pecho dando suaves caricias.
──Dentro de cuatro horas iremos a la Muralla María. ─comenté mirando un punto muerto en la habitación. ──. Qué estupidez.
Tomó mi mano pasando su pulgar sobre mi cicatriz, bajé mi mirada a su cabello, este ya era más largo.
──Tienes el cabello largo, Levi. ─pasé mi mano de su pecho a su cabello. ──. Pronto habrá que cortarlo.
Levantó su cabeza observando mis ojos, desde hace unos pocos años me ha permitido cortar su cabello como yo le permití peinar el mío.
Aunque no lo expresara, se que le gustaba sentarse entre mis piernas recargando su cabeza en mi pecho mientras mis brazos lo envolvían, de cierta manera se siente amado... y le recuerda a su madre.
Giró su cabeza escondiendo está entre mi pecho abrazando con firmeza mi espalda, pasé una de mis manos en su espalda acariciando con la otra su cabello. Levi puede que sea el hombre más frío, que no exprese nada y que no sienta nada, pero si lo conoces como yo te darás cuenta de que puede llegar a ser un amor en todo sentido.
Habido varios momentos en los cuales expreso e hago algo inconscientemente que le recuerda a su madre, cosas como estas. Los dos hemos sufrido, pero él ha sufrido más que nadie, y así como en pocas ocasiones le recuerdo a su madre, él me recuerda a mis padres en especial a mi padre.
──¡Están aquí!
──¡La fuerza principal de la Legión de Reconocimiento, está aquí!
Usualmente ignoraba por completo todos los murmullos de las personas, pero ahora gritaban cosas positivas de nosotros.
Claro, como ahora se dieron cuenta de que nunca han estado a salvo dentro de estas murallas, ahora si nos animan. ─pensé mirando sin expresión a algunas personas.
──¡Comandante Erwin! ¡Pateé el trasero de los titanes por mí! ─el rubio simplemente siguió su camino al frente de la caravana con su semblante serio.
──¡Miren! ¡Es el Heichō Levi! ─se escuchó un grito, Levi los miró de reojo mientras yo iba a su lado izquierdo. ──. ¡Dicen que en batalla, es tan fuerte como una brigada completa!
──Tsk. ─chasqueo su lengua como siempre. ──. Cállense de una vez.
──¡Apuesto que no te adoraría si supieran de tu obsesión con la limpieza! ─comentó la miope. ──. ¿No es cierto, Liberty?
──A mi no me metan. ─dije con mi vista al frente.
──¡Oye, no olvides a la Buntaichūi Liberty! ─esta vez miré de reojo a las personas, entre ellas mire a Mikasa junto a más personas llevando el uniforme.
Cuando su mirada cayó en mi sonrió de medio lado, simplemente cerré mis ojos sin mostrar expresión.
──¡Es la mujer más fuerte de la legión!
──¡No olvides que también es la más hermosa!
Sentí a Levi mover se caballo hacia mi lado izquierdo tapándome de la vista de todos ─aunque no resultara mucho─
──Tsk, esos idiotas. ─murmuró mirándole mal.
──Solo ignoralos. Eso es lo que hago. ─dije mirando al frente.
──¡Si supieran que tu novio es un peligro en todo sentido, ni siquiera te miraría! ─habló la miope con dulzura mientras nos miraba con un brillo especial. ──. Ne, Levi, ya llevan casi cinco años. ¿Cuándo pretendes pedirle matrimonio? ─todo eso lo dijo mientras acercaba su cabeza hacía el enano, lo malo de esto es que yo estaba en medio y cada vez que se acercaba me hacía hacía el lado del azabache.
──Hazte a la mierda, miope. ─logré retirarla con mi pie sintiendo la punzada en mi cabeza. ──. Y deja de meterte entre nosotros. Ten una vida por ti misma.
──A poco no deseas casarte, ¿eh, Liberty?. ─no dije nada simplemente la ignore. ──. ¡Maldición! ¡Muestra un gesto que me diga algo! ─entrecerré mis ojos mirándola con frialdad. ──. ¡Pero no uno que me diga que me vas a matar!
──Tsk. ─escuche a el enano chasquear su lengua. ──. Déjate de estupideces, cuatro ojos.
──Qué amargados son ambos. ─murmuró mientras su caballo al igual que todos se detenían. ──. Aún no me creo que lleven tanto tiempo juntos. Ni siquiera los he visto acaramelados salvó aquel beso. Si saben lo que significa ser novios, ¿verdad? ─ambos la ignoramos por igual.
Miré a Black rozar su cabeza con la yegua de Levi, no me gustaba eso, desde hace tiempo esos dos han estado muy juntos.
──Levi, aleja tu escoria de mierda lejos de mi caballo. ─dije mirando a esos dos.
──Aleja el tuyo de mi yegua. ─lo miré de reojo.
──Habló en serio, tarde o temprano acabaran teniendo un potrillo.
──Tsk. ─sabía que tenía razón.
──Miren el lado positivo de eso. ─ambos ignoramos a la miope. ──. El potrillo que nazca de sus caballos será perfecto para su hijo.
Tanto Levi como yo miramos a la miope girando la cabeza sin poder evitarlo.
──¿Por qué no te callas? ─pregunté mirándola con el dolor en mi cabeza.
──Sí, tu voz harta. ─comentó Levi de la misma manera.
La miope de mierda continuó hablando, pero decidimos mejor ignorarla.
A los segundos miró al frente al ver como ambos dejamos de escucharla. Y como si nada, de pronto, olvidó por completo todo sobre nosotros comenzando a balbucear sobre sus tan amados titanes.
La gran puerta comenzó abrirse de a poco.
──¡Los titanes están allá afuera! ─gritó con un brillo en sus ojos. ──. ¡Me preguntó qué tipos de titanes podré ver esta vez! ¡Me gustaría ver algunos anormales!
Ambos miramos a la miope con el mismo pensamiento.
──Ya puedo ver un anormal aquí. ─habló el azabache.
──¿Huh? ¿Dónde? ─preguntó mirando a los lados.
──Justo aquí. ─dije tomando su cabeza haciendo que me miré cerca de mi rostro.
──Ustedes son muy crueles, ¿saben? ─me alejé acomodándome mejor en la montura. ──. Cuando se casen puedo ser la madrina o cuando tengan un hijo.
Solté un suspiró pesado, tanto el enano como yo la ignoramos por completo. No se por que su afán por que nos casemos o tengamos un hijo, siendo honesta veía eso innecesario.
Estar casada o no, no creo que haga mucha diferencia, además, dar a luz a una criatura en estos días no está en mi plan y claramente el enano lo sabía.
──¡En marcha! ─él gritó Erwin me sacó de mis pensamientos. Ante eso, todos los caballos comenzaron a correr siguiendo aquel equino blanco.
Y aún sigo diciendo que Black es el más hermoso de todos.
En cuanto habíamos llegado a la zona de los edificios, cambiamos a el equipo tridimensional sobrevolando los techos.
Y, como siempre, desde hace casi cinco años, iba junto a Levi hacía el lugar donde se encontraban parte de nuestro escuadrón.
──Todos ustedes... bastardos... ¡Mueran por el capitán Levi!
Logré escuchar al soldado que yacía en los dientes de aquel titán, antes de que pudiera partirlo a la mitad, Levi aceleró su velocidad llegando acabar con el titán terminado por caer de pie encima de un techo.
Se quedó de pie observando al frente a dos titanes acercarse, mientras por su espalda otros dos intentaban tomarlo, ni siquiera se movió ante su presencia.
Llegué cortando los brazos de ambos cuando intentaron tomar al azabache, enganche mi equipo en el cuello de uno de ellos para impulsarme y cortar la nuca de ambos aterrizando a un lado del enano.
──Tsk. ─chasqueó su lengua mirando su mano. ──. Está toda sucia. ─saqué un pañuelo entregándolo para que limpiara la sangre.
──Uno a la derecha. Dos a la izquierda. ─dije mirando a los titanes acercarse.
──¡Capitán, teniente! ¡He reunido a los refuerzos! ─Petra llegó junto a nosotros con algunos soldados.
──Petra, cuida a ese soldado de abajo. ─habló el enano. ──. El resto de ustedes ataquen a los que se acercan. Liberty, puedes con el de la derecha, yo me encargaré de la izquierda.
──Eso es cruel, escoria. ─dije antes de usar el equipo. ──. Tú te quedas con la pareja y yo solo con uno.
Lo miré de reojo antes de caer por el techo usando mi equipo para llegar al titán de la derecha. Enganché mi arpón en la columna que estaba a su lado y con gran velocidad pasé por su nuca cortando esta.
──Y uno menos. ─dije mirando su cuerpo caer al suelo.
Regresé a donde se encontraba la chica intentando parar la hemorragia del soldado. Sentí a el azabache llegar a mi lado mientras nos acercabamos a los dos, ninguno de los dos habló, ciertamente no teníamos nada que decir.
──Capitán, teniente. ¡No puede detener el sangrado! ─expresó con desazón la chica.
──Capitán... ─murmuró el hombre moribundo.
──¿Qué? ─preguntó inclinándose frente a él, me puse detrás de su espalda escuchando las palabras.
──¿Fui.... de ayuda para... la humanidad? ─preguntó pausadamente, estaba en sus últimas. ──. ¿O moriré... sin ser de alguna ayuda? ─levantó su mano ensangrentada.
──Lo hiciste bien. ─habló tomando con fuerza está, el soldado se sorprendió un poco ante su acción. ──. Y lo seguirás haciendo. ¡Tu espíritu quedará conmigo y me dará fuerza! Te lo prometo. ¡Yo exterminaré a los titanes!
──Capitán... él... ─Petra bajó la cabeza antes de terminar.
──Él ya pereció. ─dije tomando la mano de ambos.
──¿Escucho todo? ─me preguntó mirando mis ojos.
──Tenlo por seguro de que lo hizo. ─separé su mano de la de él. ──. Tan solo mira , su sonrisa lo delata. ─tomé un pañuelo limpiando la sangre que yacía en mi mano y de paso la de él.
──Muy bien entonces... ─ambos nos pusimos de pie.
Unas fuertes pisadas seguidas de un relincho se escucharon a nuestra espalda.
──¡Levi! ¡Liberty! ─ambos giramos la cabeza para mirar a Erwin llegar. ──. ¡Nos retiramos!
──¿Qué mierda dices? ─pregunté sorprendida, que no lo demuestre es otra cosa.
──¿Retirarnos? ─preguntó el azabache. ──. No hemos llegado a nuestro limité. ¿Acaso mis hombres murieron en vano? ─su mirada de torno con enojo.
──Los titanes han empezado a moverse al norte, hacia la ciudad. ─entrecerré mis ojos. ──. Es justo como hace cinco años atrás. Algo está sucediendo en la ciudad. Debieron de haber atravesado el muro.
──¿Por qué siempre ocurre cuando estamos lejos? ─pregunté guardando mis cuchillas.
──Sabe. ─murmuró el azabache.
Chifle llamando a Black, a los minutos se escucharon sus pisadas llegando a mí seguido de la yegua de Levi.
──Levi, Liberty. ─ambos miramos a Erwin. ──. Adelantense. Si algo pasó en la ciudad, ustedes son los más aptos para encargarse.
──Sí. ─afirmó el enano. ──. Dejanoslo a nosotros.
──Qué estupidez. ─solté para comenzar a correr directo a Trost. ──. Qué gran día, ¿no? ─dije con ironía.
──He tenido peores. ─miré a mi derecha observando a el azabache llegar a mi par.
──Todos los hemos tenido. ─aclaré regresando mi vista al frente. ──. Este es un día de té comparado con mi pasado. ─murmuré.
┆MAMESGD!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro