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━¡MOCOSO!━
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No sé en qué momento todo se fue a la mierda.
Los tres subordinados de Hanji lamentablemente ya no seguían con vida, Keiji fue el último en morir cuando lo asesinaron para así quitarle las riendas del carruaje.
──Carajo. ─solté al ver a Eren e Historia inconscientes siendo llevados por el enemigo.
Ambos íbamos siguiéndole con el equipo hasta que en una vuelta nos interceptaron cinco sujetos con el equipo perfecto para matarnos.
Levi logró retroceder mientras que mis ganchos me elevaron por encima de ellos evitando los disparos. Dos se enfocaron en mí y tres en Levi. Ganche mis cables en el techo impulsando mi cuerpo directo a cortar el cuerpo de ambos que estaban frente mio.
──Levi. ─miré a la dirección contraria a la mía viendo como los tres lo seguían. ──. Tsk. ─sin perder tiempo salté del techo usando mi equipo con velocidad.
Los logre alcanzar y al estar concentrados en disparar a Levi, no se dieron cuenta de mi presencia hasta que corte sus cabezas.
Alcance a saltar por el techo antes de que los refuerzos me pudieran disparar. Nuevamente empezamos a huir con precisión entre lo bajo de las calles intentando esquivar los disparos.
Sentí un ardor en mi brazo. Una bala me había rozado y con tantos giros que dábamos nos era imposibles salir ilesos.
Ni siquiera sé cómo es que terminamos dentro de una taberna, Levi encima de la barra y yo en el suelo con mis cuchillas en alto.
──Ese es Levi de la Legión de Reconocimiento.
──Y su teniente.
Se escuchaba los murmullos de los clientes que habitan el lugar.
──B-bienvenidos. ─el dueño parecía casi sufrir un infarto de lo asustado que se encontraba.
──Shhh... ─lo callé colocando mi dedo en mis labios.
Podía sentir a Levi frustrarse, pues a este paso no solo secuestrarian a los dos mocosos, sino que los demás serán aniquilados.
──Tsk. ─chasqueéo tocando la sangre que bajaba por su frente. ──. Tú también estás herida. ─afirmó miró de reojo mi brazo con cierta frustración.
──Eso es lo de menos. ─miré la puerta. ──. Está aquí.
Podía sentir la cercanía de los enemigos rodear el lugar. Sin decir nada me pase detrás de la barra, Levi imito mi acción tomando el rifle que disponen estos tipos de lugares.
──Podría jurar que percibí el olor de unas ratas muertas a las deriva de este bar. ─nos alertamos al escuchar su voz. ──. Salgan a jugar, ratas.
Sus pasos se hicieron presentes entrando al lugar.
──¡Los encontré! ─escuche su grito. ──. ¡Hora de que la policía militar extermine a las plagas! ¡Bang! ¡Bang!
El silencio reinó después de decir lo único, solo se escuchó el chillido de miedo del dueño del bar.
──¡¿Qué demonios?! ¡¿A dónde fueron?! ─gritó con su peculiar cinismo.
──Estoy aquí Kenny. ─habló Levi. ──. Ha pasado un tiempo.
──Oh, ¿solo estás tú? ─entre cerré mis ojos al escucharlo. ──. No, debes de estar ahí también, ¿verdad, Libertad?
──Es Liberty, maldito anciano. ─solté con enojo, pues sabía que odiaba ese sobrenombre.
──Claro que sí es la mocosa. ─murmuró con gracia. ──. Los eché de menos, aunque supongo que ninguno sabía que ambos me conocían. ─ambos nos miramos de reojo, era cierto. ──. En parte estoy sorprendido, ¿quién iba a pensar que el enano y la mocosa terminaran comprometidos? Fue una noticia muy impactante cuando me enteré. Así que salgan, por lo menos déjenme ver su rostro.
──Deja de decir tonterías. ─habló Levi. ──. No has dejado de dispararnos con esa arma que cargas.
──Es verdad. ─lo afirmo sin descaro. ──. Yo solo vine aquí para ver poder ver el color de sus sesos.
──Jamás imaginé que seguirías con vida, Kenny. ─podía sentir un poco de melancolía, supongo que él fue muy influyente en su vida. ──. Tú, quien mataste a varios miembros de la policía militar, ¿convirtiéndose en uno?
A mi me causaba un poco de gracia esa situación. La vida puede sorprenderte cuando menos lo esperas.
──Es la primera vez que me río de una de tus bromas, ¿sabes? ─soltó por lo bajo.
──No es cómo si un pequeño bastardo como tú pudiera entender la lucha de un adulto. ─soltó con su peculiar tono. ──. Oh, perdón. Aunque sigas siendo un enano, ya no eres un niño, ¿no?
Levi procuro que el rifle tuviera balas para lo que estuviera planeando hacer. Volví hacer la señal de silencio al señor que temblaba de nervios.
──He disfrutado tu espectáculo, ¿sabes? ─habló Kenny. ──. Sin embargo, jamás pensé que usarías las habilidades que te enseñe de esta forma. De Liberty lo espere, al fin de cuentas su padre le enseñó un poco.
Supongo que se refería al haber entrado a la legión y ahora recién me doy cuenta que realmente Kenny lo crío o algo así fue.
──Pero si fuera tú y se tratase de mí, no correría a esconderme dentro de un bar como este y peor aún involucrando a mi prometida. ─sentí la mano Levi tomar la mía con fuerza dándome a entender que todo estará bien. ──. ¿No te enseñe de las áreas con pocas vías de escape? No tienes a donde correr.
Sentí su frente pegarse con la mía, supongo que el verdadero temor de perderme no es entre los titanes, sino entre las manos del hombre.
──Siendo honesto, Levi. ─habló nuevamente. ──. Siento que entiendo el motivo por el cual te uniste a la Legión.
Ninguno de los dos nos importó la silla que lanzó a los licores a un lado nuestro.
──Solíamos vivir en los basureros, luchando cada día por nuestras vidas. ─la mirada de Levi no parecía importarle sus palabras. ──. ¿Recuerdas cuando nos dolió cuando aprendimos cuán grande era el mundo realmente? Pero no fue tan difícil salvarnos a nosotros mismos.
Levi voltio el envase de vino dejando la etiqueta atrás para así observar mejor el reflejo de Kenny tomando una silla.
──Solo teníamos que encontrar al que quisiéramos. Es así de simple. ─lo escuche, cerré mis ojos al darme cuenta de que podía referirse a proteger a alguien. ──. La fría y cruda verdad es esa. La única cosa que realmente necesitas para llevar tu vida, es un hobbie.
──"Hobbie", ¿hm? ─soltó el azabache a mi lado. ──. ¿Dices que pintar paredes con los sesos de mis subordinados, es tu hobbie?
──Así es. Puedo matar a tantos como yo desee para lograr mi objetivo. ─dijo sin pena alguna. Ambos nos preparamos para salir de esta taberna. ──. Tú también matas a otros para el tuyo, ¿no es así?
──Sí. ─dicho eso disparó el rifle apoyándolo sobre la barra.
Kenny logró amortiguar el disparo con la silla siendo sacado de la taberna.
──Gracias por tu ayuda, viejo. ─Levi le entregó el rifle.
──Tú por la derecha, yo por el frente. ─dije saltando la barra. ──. Te veo en el techo.
──Llegas sana. ─fue lo último que dijo antes de tomar una silla para hacer su cometido.
Sin perder tiempo tome una lanzándola por la ventana de la izquierda, no tardé en escuchar disparos. Salí por la puerta del frente al ver como los otros se preocupaban por Kenny. Llegué al techo llamando la atención de los tres que dispararon a la silla.
Clave mis arpones en el rostro de los dos de cada lado para impulsarme con velocidad cortando la cabeza del tercero. Levi había hecho casi lo mismo acabando con otros tres.
Ambos nos dirigimos por donde habíamos visto ir el carruaje para evitar que secuestraran a los mocosos. Por suerte logramos encontrarla antes de perderla.
Miré de reojo a dos tipos seguirnos los talones, clave mis ganchos en el techo esquivando las balas que uno tiraba. Ganche mi arpón en su pecho trayéndolo a mi cuerpo cortando este por la mitad. Levi había acabado con el otro por igual.
Mis ojos por unos segundos se enfocaron en mis mocosos que habían visto todo.
──Tsk. ─me detuve a un lado de Levi en cuento se comenzaron acercar.
──¡Alcancen el carruaje! ─ordenó.
──Hai. ─Mikasa fue la primera en reaccionar, supongo que la impresión no fue tanta.
──Escuche. ─habló Levi llegando a la par de ellos. ──. Ellos acostumbran luchar contra otras personas.
──Actualmente ya acabaron con tres de nosotros. ─informé refiriéndome a los soldados de Hanji.
──No pueden dudar si quieren traer de nuevo a Eren e Historia. ─los miró. ──. Si tienen la oportunidad de matar a alguien, háganlo. ¡¿Quedó claro?!
──Entendido. ─como era de esperarse, Mikasa fue la única en reaccionar mejor.
─Liberty-san, ¿esto es en serio? ─miré a Jean, él junto a los demás se miraban pálidos.
──Por desgracia si. ─los mire de reojo. ──. No puedo protegerlos siempre.
Clave mis arpones, uno en cada edificio para tener mejor impulso a la hora de cortar por la mitad a uno de los enemigos que custodiaba el carruaje.
Pero, más de ellos venían por detrás nuestro.
──¡Armin! ¡Jean! ¡Aseguren el carruaje! ─ordenó Levi. ──. ¡Los cubriremos!
──¡Hai! ─expresó Armin, mientras que el castaño dudaba.
──¡Jean! ─grité para hacerlo reaccionar.
Él no tuvo de otra que llegar a el carruaje. Mikasa golpeó a la chica para dejar que Armin maneje el carruaje mientras Jean se encarga de ella aunque sus manos temblaban.
──¡Mocoso! ─grite al ver como la chica lo desarmo apuntando su arma a él. ──. ¡Apártate de mi vista! ─grité cortando la cabeza del tipo que se interponía en mi camino para llegar antes de que le volarán los sesos al castaño.
El sonido del disparo me hizo detener mi velocidad. Mi alma regresó a mi cuerpo cuando vi el cuerpo sin vida de la chica y no el de mi mocoso.
Pero no duro tanto al ver como tres iban directo a ellos.
──¡Armin, Jean! ─grite tomando entre mis brazos al castaño y Levi al rubio evitando que los disparos les dieran.
Los tres se posaron en el carruaje, otros dos pasaron de nosotros custodiando a Eren e Historia.
Mikasa no se iba a detener y es por eso mismo que Levi la detuviera llegando a su frente.
──¡Detente! ¡Debemos retirarnos!
La azabache no escuchó razones y forcejeo, tuve que tomarla entre mis brazos por su espalda evitando que se suelte.
──Mikasa, por favor. ─murmuré sintiendo la fuerza que ejercía que necesitaba a Levi ayudándome a detenerla.
──¡Ereh! ─gritó a más no poder dejando de forcejear.
Solté un gruñido cuando sentí el alcohol rozar contra mi herida en mi hombro. El maldito hombro que se compuso cuando estaba peleando contra los enemigos.
──Lo siento, Buntaichūi. ─se disculpó Sasha nerviosa.
──No importa. ─miré a otro lado más específico la mirada de Levi, la castaña ya lo había curado y solo se enfoca en ver que tan profunda era la herida.
──Etto, Liberty-san. ─murmuró Sasha una vez que terminó de vendar el brazo. ──. ¿Estos moretones de que son? ─señaló los chupetones que tenía en mi cuello y parte de los que dejaba ver mi sostén.
──Ay, Sasha. ─cerré mis ojos soltando un suspiro.
──El heichō Levi tiene unos iguales. ─parecía preocupada. ──. ¿No les duele?
──No te preocupes por eso. ─dije colocando mi blusa. ──. Mejor ve a cambiar de guardia.
──Hai.
Solté un suspiro cuando se fue, esa niña parecía muy inocente.
──¿Cómo te sientes? ─alcé mi cabeza al ver a Levi de pie frente a mí, yo estaba sentada por eso lo miraba hacia arriba.
──Agotada, se podría decir. ─contesté recargando mi cabeza en su pecho, sentí sus manos deshacer mi recogido para hacerlo mejor. ──. ¿Y tú? ¿Cómo te encuentras?
──He estado en peores situaciones. ─cerré mis ojos sintiendo sus manos terminar de recoger mi cabello. ──. ¿Libertad? ─solté un suspiro.
──Sí, mi nombre en idioma que puedas entender. ─lo abracé aferrando su cuerpo a mí. ──. ¿Algún problema con eso?
──Siempre cuestione que tu nombre fuera extraño. ─alcé mi cabeza.
──Sí, porque Levi es muy común. ─rodé mis ojos. ──. Solo olvídalo, ¿quieres? ─miré sus ojos.
Él acercó sus labios con los míos dando un pequeño beso.
──Vamos a que comas algo. ─murmuró entre mis labios. ──. Para que tomes fuerzas.
──Hm. ─emití dejando un pequeño beso en sus labios.
Se alejó de mí dando su mano para que la tomara. Me ayudó a levantarme, tal vez es enano, pero tiene fuerza.
Caminamos hasta llegar con los mocosos que permanecían en silencio. Supongo que nunca habían presenciado tantas muertes causadas por la mano del hombre y no del titan. Armin era el que más traumado parecía, incluso estuvo un buen rato vomitando.
──¿Qué sucede? ─preguntó Levi tomando asiento encima de una caja. ──. ¿Este lugar sucio les mató el apetito?
──Levi. ─lo miré con reproche, era más que obvio que estaría así por lo sucedió.
──Jean, hay algo que no entiendo. ─murmuró el rubio.
──¿Qué cosa?
──Cuando disparé esa arma para salvarte, sentí que me moví demasiado tarde. Lo siento. Pero aún así... ¿por qué fui yo el único que disparó?
──Eso es... ─al castaño le costaba recordar aquel momento.
──Ella titubeó antes de disparar, ¿cierto? ─dije sentándome en una caja a un lado del azabache.
──Armin, lo siento. ─pidió el castaño. ──. Sabía que debía haberlo hecho, pero...
──¿En serio? ─murmuró el rubio. ──. A puesto que la mujer a quien mate era una persona buena y de gran corazón. Estoy seguro de que fue mejor persona que yo. Ya que dispare con tanta facilidad.
──Has ensuciado tus manos, ya no hay vuelta atrás. ─soltó Levi sin tacto.
──¡¿Cómo te atreves a expresarlo de esa manera?! ─gritó Mikasa.
──Mikasa, come. ─la miré de reojo y ante mi mirada se quedó callada.
──Ahora ve y trata de aceptar tu nuevo yo. ─continuó hablando mi prometido.
──Pero, Armin, ten en cuenta de que si tus manos estuvieran limpias, Jean habría muerto. ─lo miré severamente. ──. Jalaste el gatillo porque estabas a punto de presenciar la muerte de uno de tus compañeros. Armin, tu manchaste tus manos y es por ello que no perdimos a nadie más. ─mi mirada se suavizó. ──. Gracias. Yo no habría llegado a tiempo.
Su mirada se dejó de ver tan sombría.
──Heichō Levi, yo... ─murmuró Jean. ──. Siempre pensé que lo que ambos hicieron estaba mal y que estaba mal que nos ordenara hacerlo. Temía dañar a alguna persona. Pero, yo era el que estaba equivocado. ¡La próxima vez voy a disparar el arma!
──Si, por hacer el tonto estuvimos en serio peligro. ─soltó nuevamente sin tacto.
──Levi. ─lo reprimí con la mirada.
──De verdad lo lamento. ─pidió el castaño.
──No pretendo saber qué está bien. ─dijo Levi mirando al castaño. ──. ¿Quién dice que tomaste la decisión equivocada?
El silencio reino el lugar.
──Por cierto chicos, no pude preguntar ayer porque Eren recién se despertó, pero, ¿ustedes no escucharon unos sonidos por la cabaña la otra noche? ─las miradas de todos se posaron en la de Connie.
──¿Sonidos? ¿Cómo cuales? ─preguntó Jean con curiosidad.
──No se como describirlos. ─se quedó pensando por unos segundos. ──. Como si fueran aplausos.
Casi me atragantaba con el agua si no fuera porque aún no la bebía. Realmente no sabía que tanto Sasha como Connie fueran tan inocentes, incluso me lo esperaba de Armin, pero él fue muy consciente de aquello al igual que los otros mocosos.
──Connie. ─le llamó Mikasa. ──. No eran aplausos.
──¿Eh? ─miró a la azabache sin entender, la azabache se acercó a su oído diciéndole lo que era el sonido. ──. ¡Pero–! ─su cara se volvió completamente roja.
──Lo bueno que te contuviste, ¿eh? ─lo miré de reojo, parecía que no le importaba que todos supieran lo que pasó aquella noche.
──Tenía mis prioridades. ─murmuró bebiendo del vaso.
──¿Prioridades? ─pregunté mirando sus perfil en busca de sus ojos. ──. ¿Y cuáles eran esos?
──Con el tiempo lo sabrás. ─me miró a los ojos donde pude notar un extraño brillo resplandecer.
Me quedé en silencio intentando averiguar a qué se refería. No creo, o mejor dicho, no me quiero imaginar que esté pensando en una estupidez.
──Ay, Levi. ¿Qué has hecho? ─murmuré mirando sus ojos.
Sin embargo, él no contestó. Solo bajo sus ojos de los míos enfocándose en otra parte de mi cuerpo.
Una que me incomodaba mucho.
Mi vientre.
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