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C A P Í T U L O 04

Si... Pescado.

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El sol brillaba alto en el cielo despejado, bañando el terreno de tierra con su cálida luz. Bajo sus pies, el polvo se levantaba con cada paso, marcando un camino hacia lo desconocido. A lo lejos, las montañas se alzaban imponentes, rodeadas de espesos bosques que susurraban con el viento. El aire estaba cargado de promesas y misterios, y aunque no sabían exactamente qué les aguardaba, cada latido de sus corazones les recordaba que la verdadera aventura apenas comenzaba.

Natsu caminaba con actitud despreocupada, Happy volaba a su derecha con entusiasmo, Lucy analizaba un papel entre sus manos y _________ caminaba de brazos cruzados, molesta.

La maga escarlata estaba contenta por emprender el viaje de restauración del gremio que la vio crecer; sin embargo, su malestar era que Natsu no le hubiera dado el tiempo necesario de cambiarse por estar con sus imprudencias, y aunque Lucy se ofreció a que Géminis le diera una nueva vestimenta, se negó con la oración: "conserva tus energías en caso de algún peligro".

—Oye, _______—. La llamó el cazadragones. La mujer enarcó una ceja sin mirarlo—. ¿Tienes comida?

La nombrada puso sus ojos en blanco—. ¿Qué?

—Tengo hambre—. Expuso el chico de cabellos rosados.

—¿Quieres mi pescado?—. Le propuso el Exceed, amablemente.

—No a menos que esté cocido—. Le respondió Dragneel.

—No seas tonto. El pescado es mucho mejor crudo—. Afirmó Happy.

—Después de un año no han cambiado nada—. Habló Lucy con una leve sonrisa—. Hacen parecer que no pasó tanto tiempo.

—No lo suficiente—. Murmuró la castaña, cerrando sus ojos y soltando un pequeño suspiro. Lucy la observó, disimuladamente, con pena—. ¡Oye!—. Exclamó al pelirrosado cuando éste, con su dedo índice, picó su estómago.

—Tienes más lonjas—. Comentó, parpadeando con sorpresa.

—¡Cállate!—. Exigió ella, dándole un golpe en su torso.

—¡¿Y eso por qué?!—. Interrogó frotando su área golpeada. Natsu enarcó una ceja y se inclinó hacia el frente, para quedar a la altura del rostro de la chica.

Con repentinos nervios, la mujer empujó con sus manos el rostro del cazadragones, dio media vuelta y comenzó a caminar más rápido, siendo seguida por un Natsu que quería respuestas.

—Lucy, ¿aún no llegamos?—. Preguntó el Exceed azul, viendo la escena con cierta gracia.

—Solo un poco más—. Le respondió, observando cómo __________ corría en círculos al ser perseguida por Natsu.

La tierra tembló, deteniendo el paso de los presentes, pero a la vez alertándolos contra el peligro que se avecinaba. De pronto, una enorme criatura de pelaje café, nariz rozada y curiosa apareció en su radar de visión.

—¡Qué grande! ¡Y lindo!—. Exclamó la maga de Espíritus Celestiales—. ¡¿Qué es eso?!

—¡¿Una nueva mascota?!—. ________ observó con ojos ilusionados al enorme topo frente a ellos. El trío la miró confundido y extrañado por la oración.

—¡Conozco a ese monstruo!—. Intervino Happy—. ¡Atrae a la gente con su pelaje afelpado y se los come enteros!—. Explicó con simplicidad.

—¿Qué?—. Soltó la fémina, creyendo haber escuchado mal.

Por su parte, el enorme animal rugió estruendosamente contra ellos, asustando a Lucy.

—¡Natsu! ¡Vamos!—. Lo incitó Happy a encargarse del asunto.

—No tengo ganas—. Respondió él, indiferente.

—¡¿Cómo que no?!—. Lo cuestionó la rubia, al borde del llanto.

—Qué más da, yo lo hago—. Intervino la castaña dando pasos hacia el frente. Con algo tenía que desquitar su "molestia".

—Escuché que son muy sabrosos—. Comentó el Exceed, insinuándosele a su compañero.

—¿Qué? ¿En serio?—. Interrogó el cazadragones. Había atrapado su atención.

__________ giró su cabeza y miró mal al Exceed. Una gota de sudor recorrió la frente de un Happy nervioso luego de recibir dicha mirada. La fémina ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, cuando el pobre animal ya estaba sobre el suelo y Natsu mantenía una pose victoriosa sobre él.

—Está bien crudo, ¿verdad?—. Inquirió el gato azul hacia el par.

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La noche había caído, y el cielo se extendía como un manto de terciopelo oscuro salpicado de estrellas titilantes. El crujir de la fogata rompía el silencio del bosque, llenando el aire con chispas que bailaban al compás de las llamas. A su alrededor, las sombras jugaban en los rostros de los presentes, mezclando calma y misterio. El frío de la noche era suavizado por el calor del fuego, pero había algo en el ambiente, una tensión que prometía que esa noche sería más que solo un descanso bajo las estrellas.

—¡Esto es genial!—. Exclamó Natsu con emoción—. ¡No puedo dejar de comer!

—¿Y tú cuándo dejas de comer?—. Atacó la castaña, con una sonrisa burlona. Él le gruñó como respuesta.

—A pesar de su apariencia, tiene buen sabor—. Opinó la rubia, tratando de evitar un conflicto.

—Nada es mejor que el pescado crudo—. Se limitó a decir Happy disfrutando de su alimento.

De pronto, tanto Lucy como ________ dejaron de comer y enfocaron su atención en la fogata en el centro. Natsu, percatado por el repentino cambio de actitud, miró entre el par de chicas.

—¿Qué? ¿Ya no van a comer?

—Pensaba que esa batalla se siente muy distante—. Habló Heartfilia. El trío la miró confundido—. Contra Tártaros.

La atmósfera en el ambiente cambió drásticamente cuando cada uno empezó a recordar lo sucedido durante ese lapso de tiempo. ________ aplastó la carne entre sus manos, clavando sus dedos en esta.

—Eran muy fuertes—. Continuó la rubia.

—Lu'—. Pronunció ________ el acrónimo que le tenía a su amiga, con un tono de advertencia. No quería que tocara el tema en ese momento, no le traía buenos recuerdos.

A ninguno realmente.

—Pero, nosotros lo fuimos más, ¿verdad?—. La castaña la miró con seriedad.

"Ganamos, pero no se sintió como una victoria". Sinceró en su interior.

—Si, así es—. Respondió el pelirrosado, de brazos cruzados, mirando fijamente hacia el suelo. El recuerdo de Zeref e Igneel invadió su mente en un santiamén.

—Ganamos al final, ¿verdad?—. Preguntó la rubia, titubeando.

—Si—. Aseguró Dragneel.

—Aún así, ¿no es algo cruel?—. Intervino Happy.

—¿Qué cosa?

—El maestro de pronto separó el gremio después de eso—. Recordó el Exceed. _______ tuvo que dejar la carne de lado, había perdido el apetito rápidamente.

—Debió tener sus razones. Pero...

—¡¿Qué haces?!—. Le gritó Happy a Natsu luego de ver cómo este había quemado su pescado.

—No puede ser—. La castaña llevó una mano a su rostro al ver la escena.

—¡Lo harás cenizas! ¡Idiota!

—¡Natsu! ¡Suelta el pescado de Happy!—. Le ordenó la castaña acercándose al pequeño, quien ya se encontraba al borde del llanto. _________ lo tomó entre sus brazos, mientras este miraba al cazadragones.

—¡No llores! ¡Iré a pescar más!—.

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El sonido de los pasos del cazadragones y la maga escarlata hacían eco en el bosque. Lucy y Happy habían decidido (por no decir planeado) quedarse "contemplando" la fogata, mientras el pelirrosado y la castaña iban a conseguirle los pescados que el chico le había prometido a su fiel amigo.

—Para la próxima vienes tú solo—. Comentó la chica, moviendo unas ramas que obstaculizaban su paso.

—Oye, qué mala—. Se quejó Natsu, alargando la última palabra.

Después de avanzar unos metros, contemplaron un río resplandeciente que reflejaba el cielo y todo lo ilustrado en él. Una que otra luciérnaga se paseaba por la zona ofreciendo un tipo de luz diferente.

—Muy bien, dragoncito.

—¿Dragoncito?—. Repitió el hombre, incrédulo. Por lo general, la chica solía darle múltiples apodos a la gente, pero esa era la primera vez que lo bautizaba con uno de ese tipo.

—Hora de pescar—. Dijo la mujer quitándose el calzado.

El suelo bajo sus pies descalzos está frío y lleno de texturas: la suavidad de la tierra húmeda y la aspereza de pequeñas piedras la conectan con cada paso. Se acerca al río y, al rozar la superficie con la punta de un pie, un escalofrío la recorre. El agua es fresca, casi helada, como una caricia que despierta los sentidos. ________ vacila un instante, pero da un paso más, dejando que el líquido cristalino la envuelva lentamente. Primero los tobillos, luego las pantorrillas, hasta que el agua alcanza sus rodillas. La corriente es suave, pero viva, como si susurrara historias antiguas mientras fluye a su alrededor.

Se agacha cuidadosamente, el agua fría del río rozando sus tobillos mientras sus dedos buscan entre las piedras. Sus ojos están fijos en el agua clara, escaneando cada rincón, en busca del pescado que sabe que está por allí, escondido en algún lugar. Cada movimiento es preciso, silencioso, como una danza con la corriente. Pero mientras ella se concentra en la tarea, siente una presencia cercana. Al alzar la mirada, se encuentra con los ojos de su amigo, observándola en silencio. Hay algo en su mirada que no puede leer, pero es claro que está completamente absorto en ___________, como si todo lo demás se hubiera desvanecido, y solo quedara ella en ese momento.

—¿Qué miras?—. Preguntó ella en un tono suave—. ¿Buscas desde allí al pescado?

Natsu, sacudió sus pensamientos y asintió—. Si.... Pescado.

________ ladeó su cabeza hacia la derecha, y sonrió de lado. Extendió su mano hacia el frente—. Ven acá, no le temas a un poco de agua, Flamas.

La mención de su apodo, hizo a Natsu regresar de donde sea que se encontraba absorto. Caminando a pasos cortos, el chico tomó la mano de la castaña y se adentró en el terreno acuoso, emprendiendo la misión por la que ambos estaban allí.

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Ni siquiera saben en qué momento llegaron a esa situación. ________ posaba su mano sobre su frente, cubriendo su rostro con vergüenza, mientras Natsu la mira con cierta tristeza.

De buscar el pescado, hasta obtenerlo (y unos cuantos más), de bromear y reír mientras se arrojaban agua, pasaron a un momento en el que la castaña dejó escapar una oración que dejaba a relucir su herida emocional:

"Te fuiste sin mí".

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Perdón la demora🤧
Pero aquí está un nuevo capítulo :)
No olviden votar y comentar :)

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©-mandaloriana76