➹ Cap. 25
Después que todos estuvieran reunidos nuevamente en la sala otro día, Qetsiyah miró en dirección de la pantalla al igual que todos los demás que se encontraban ansiosos por saber lo que pasaría a continuación.
─ Comencemos ─ dijo Qetsiyah.
Todos miraron la pantalla la cuál se iluminó.
En la sala de la mansión Mikaelson se encontraba Ángel sentada moviendo un pie mientras leía un libro con aburrimiento.
─ Ésto es aburrido mamá ─ dijo Ángel a su madre.
Algunos pocos coincidían con Ángel, no les parecía que leer fuera algo entretenido pero otros creían todo lo contrario.
─ Leer no es aburrido ─ aseguró Elijah.
─ Para una niña como yo en ese momento fue muy aburrido ─ aseguró Ángel.
Klaus asintió comprendiendo a su hija al escucharla.
─ Ella tiene razón ─ dijo Klaus.
Ángel sonrió mirándolo, apoyó su cabeza en el hombro de su padre haciéndolo sonreír.
─ Leer no es aburrido ─ contradijo Elena mirándola al escucharla.
Elijah miró a Elena al oír que había dicho lo mismo que él.
─ Con razón están juntos en el futuro ─ murmuró Kol rodando sus ojos.
Klaus se rió al escucharlo haciendo que Elijah lo mirará de mala manera.
─ Claro que sí, ¿A quién le importa lo que pasó hace siglos en la historia? Si quisiera saber algo se lo preguntaría a papá o a los tíos que seguramente estuvieron presentes ahí ─ murmuró Ángel.
─ En otras palabras les dijo viejo ─ dijo Damon.
Stefan a su lado se atragantó al aguantarse la risa que amenazaba por salir de sus labios de forma inevitable.
─ Claro, son unos fósiles ─ comentó Kai.
Los originales miraron tanto a Damon como a Kai de mala manera al escucharlos.
─ Como si tú fueras un adolescente ─ gruñó Kol a Damon.
─ Pero no soy tan viejo como ustedes, estoy casi seguro que hasta estuvieron en el día del diluvio ─ se burló Damon.
─ Sigue burlándote ─ retó Klaus.
Damon abrió sus labios para hacerle caso y seguir riéndose de Klaus y su familia pero se detuvo al ver la mirada de Ángel que parecía que le estaba suplicando para que no le dijera nada a Klaus, esto lo detuvo poniéndolo incómodo inevitablemente.
Elena se rió levantándose para luego acercarse a Ángel quién suspiró soltando el libro de su mano.
─ Acompáñame ─ Elena estiró su mano a su hija quién la sostuvo y luego caminaron al jardín que tenía la mansión.
─ ¿Qué hacemos aquí? ─ preguntó Ángel una vez que llegaron al jardín.
Ángel sonrió mostrando sus dientes al recordar a dónde iba todo eso.
─ Ésto es genial ─ murmuró Ángel haciendo que Klaus la mirará con curiosidad al no entender, por lo cuál prestó atención para saber de qué se trataba todo.
Elena se agachó para quedar a su altura, con sus manos tomó el hombro de su hija mirándola fijamente.
─ Quiero enseñarte algunas cosas como la manipulación elemental ─ dijo Elena.
Todos miraron en dirección de Elena al escucharla en la pantalla.
─ ¿Son poderes de ángel? ─ preguntó Bonnie con curiosidad.
─ Si ─ respondió Ángel a su pregunta.
Elena se inclinó en su lugar prestando atención para saber de qué se trataba ya que no tenía mucha idea de sus poderes de ángel más de lo que Qetsiyah le dijo en una ocasión.
─ Pero aún no soy ángel ─ murmuró la menor.
─ Eso era justamente lo que iba a decir ─ comentó Caroline confundida de que Elena le quisiera enseñar a Ángel sus poderes cuando aún no tenía activado su gen.
─ Gracias a que Ángel tiene el gen vampiro de Klaus, eso hace que pueda usar sus poderes de ángel aunque todavía no tenga activo el gen ─ aclaró Qetsiyah.
Klaus se sorprendió bastante al escucharla.
─ Tienes el gen vampiro de tu padre y gracias a ésto puedes usar tus poderes de ángel aunque no tengas activo el gen como yo, quise esperar un tiempo para enseñarte algunas cosas porque antes eras muy pequeña, pero creo que ahora estás lista para aprender, ¿Qué te parece? ─ dijo Elena.
Elena mordió sus labios mirando fijamente la pantalla, mentiría si dijera que no quería ver lo que le enseñaría a Ángel.
─ Ya quiero ver que le va a enseñar ─ murmuró Kol con emoción.
A él le fascinaba todo lo que tuviera que ver con la magia y ahora también con los poderes de ángel los cuales él no tenía idea.
─ ¡Me encantaría aprender! ─ respondió Ángel con felicidad al escucharla.
─ Bien, vamos a iniciar con el agua, imagina una forma ─ indicó Elena parándose.
Todos se miraron mutuamente imaginando en sus mentes una forma como Elena le pidió a Ángel que imaginará.
─ ¡Hará una forma con el agua! ─ dijo Josette.
─ Así parece ─ comentó Lucas a su lado.
Kai miró de reojo a la madre de su futura hija antes de prestar atención nuevamente a la pantalla delante de él.
La menor asintió, siguió a su madre deteniéndose delante de una fuente de agua.
─ Respira hondo, cierra tus ojos e imagina la forma en la que quieras que el agua se vuelva ─ explicó Elena.
Elena anotó eso mentalmente para recordarlo cuando tuviera activo su gen ángel en el futuro.
Ángel le hizo caso, suspiró cerrando sus ojos por un momento, luego los abrió mirando directamente la fuente de agua e imaginó una forma para el agua pero nada pasó haciéndola desanimar.
Klaus miró a su hija apretando su mano al ver que falló.
─ Tampoco es tan importante, no es la gran cosa hacer eso ─ dijo Klaus.
El resto de los originales asintieron con sus cabezas de acuerdo con Klaus para que Ángel no se sintiera mal.
─ No pude ─ murmuró Ángel con una mueca en su cara.
─ Tranquila cielo, no sale a la primera, a mí también me costó pero si logras concentrarte lo vas a lograr ─ dijo Elena.
─ Lo volveré a probar ─ comentó Ángel.
Elena asintió, entonces Ángel miró nuevamente la fuente que había cerca de ellas, puso toda su concentración para poder lograrlo, estiró su mano por segunda vez y miró fijamente el agua.
Klaus suspiró con frustración al imaginar que el resultado sería el mismo, no quería que su hija se sintiera mal.
El agua de la fuente se elevó por el aire formando la figura de un caballo haciendo sonreír no solo a Ángel sino también a Elena que la miró con felicidad.
─ ¡Lo hizo! ─ Klaus se sorprendió bastante y a la vez se sintió mal al no confiar que su hija pudiera hacerlo.
─ ¿Lo dudaste? ─ preguntó Ángel.
─ Un poquito ─ contestó Klaus.
─ Yo igual pero pude hacerlo ─ dijo Ángel.
Los demás quedaron muy sorprendidos al ver la forma en la que se hizo el agua.
─ ¡Eso es genial! ─ aseguró Jeremy.
─ Es increíble ─ murmuró Alaric.
Esther miró a su nieta luego de ver lo que había hecho en la pantalla.
─ ¡Lo hice! ─ chilló feliz Ángel.
─ ¡Si, lo lograste! ─ asintió Elena sonriendo.
El agua se deformó convirtiéndose está vez en la figura de un lobo.
─ Pensé en ti ─ dijo Ángel a su padre al recordar que había pensado en él.
Klaus sonrió mirándola al escucharla.
─ Es fascinante que haga eso con el agua ─ comentó Davina.
─ Si ─ asintió Marcel sorprendido.
La mayoría de los presentes en la sala estaban sorprendidos y a la vez fascinados.
─ Ojalá papá estuviera aquí, pensé en él para hacer el lobito ─ murmuró Ángel.
Klaus sonrió con orgullo y felicidad al escuchar a su hija decir eso nuevamente.
─ Puedes mostrarle después ─ dijo Elena mirándola.
─ ¡Lo haré! ─ asintió Ángel.
─ Bien, después te seguiré enseñando más sobre la manipulación elemental pero ahora vamos por otro, la manipulación del tiempo ─ comentó Elena.
Los presentes se miraron mutuamente de nuevo al escuchar a Elena.
─ Ésto se pone cada vez más bueno ─ dijo Kol.
─ Es increíble lo que un ángel puede hacer ─ mencionó Lucas.
─ La verdad que sí, ¡Qué envidia! ─ murmuró Kol mirando la pantalla.
Elena se dio una mirada de unos segundos con su hija antes de volver su vista a la pantalla delante de ella y los demás.
─ ¿Cómo funciona exactamente? ─ preguntó la menor con curiosidad.
─ Podemos retroceder el tiempo o invertirlo, por ejemplo, podemos resucitar un ser que haya muerto ─ comentó Elena.
─ ¿Cómo una bruja? ─ preguntó Esther.
─ No, es diferente ─ respondió Qetsiyah.
─ ¿En qué sentido? ─ preguntó Bonnie con curiosidad al no entender.
─ Un brujo necesita mucha energía y a la vez bastante poder, no todos los brujos pueden resucitar a alguien y seguir viviendo, varios mueren por agotamiento en el proceso, un ángel puede hacerlo sin mucha dificultad, solo debe concentrarse ─ explicó Qetsiyah.
Los brujos y brujas del lugar quedaron bastante fascinados al escucharla, y los demás también al saber ésto.
─ ¿Solo debo estar concentrada? ─ preguntó Elena incrédula.
─ Si ─ asintió Qetsiyah ─ tú no utilizas mucho tus poderes de ángel.
─ ¿Por qué? ─ Kol se quejó como si se tratará de él mismo.
─ Elena es una guardiana, utiliza sus poderes cuando es necesario no en cualquier cosa que sucede ─ respondió Qetsiyah.
─ ¡Pues que tonta, yo hasta dormido estaría usando mis poderes! ─ dijo Kol.
Qetsiyah sonrió de costado rodando sus ojos en el proceso.
─ Justamente por esa razón, ella es el ángel y no tú ─ comentó Qetsiyah.
Kol blanqueó sus ojos cruzándose de brazos al escucharla.
Ángel la miró bastante sorprendida al escucharla, sabía que su madre tenía muchos poderes al ser un ángel pero no imaginó que pudiera hacer eso.
─ ¿Resucitar? ─ repitió Ángel.
─ Si, aquí traje una rata muerta ─ dijo Elena sacando una rata de una caja.
─ Pensé que resucitaria una persona ─ comentó Kol.
Todos lo miraron incrédulos al escucharlo, incluyendo Kai quién era bastante loco.
─ Tío Kol, en ese momento apenas era una niña pequeña, mí mamá no está tan mal de la cabeza como tú para poner una persona muerta delante de mí para que luego la reviva ─ dijo Ángel mirando a Kol.
─ Claro ─ asintió Klaus mirando mal a su hermano.
Kol rodó sus ojos suspirando antes de mirar de nuevo la pantalla.
─ Está muerta ─ susurró Ángel con una mueca en su cara.
─ Sí y puedes resucitarla ─ comentó Elena.
─ Lo haré ─ asintió Ángel tomando la rata muerta con las puntas de sus dedos ─ ¿Qué debo hacer? ─ le preguntó.
Algunos hicieron una mueca en sus caras al ver la rata al darles asco.
─ ¡Qué asco! ─ murmuró Caroline.
─ Si ─ asintió Matt con una mueca.
Para los brujos no fue tanto ya que algunos de ellos habían usado alguna vez en sus vidas la sangre de una rata para hacer algún hechizo.
─ Principalmente concentrarte, si no lo estás no podrás hacerlo, es bastante difícil, pero confío que tú puedes lograrlo ─ le dijo Elena.
Klaus miró de reojo a Elena al ver cómo incentivaba a su hija de que podía hacerlo, un poco se sintió mal por haberle hecho muchas cosas malas desde que llegó a Mystic Falls para sacrificarla.
La menor puso la rata en el suelo y luego se agachó poniendo su mano encima de la rata muerta concentrándose como antes.
─ Tranquila, puedes hacerlo ─ susurró Elena a su lado.
Elena observó en silencio atentamente la pantalla.
Ángel suspiró mirando la rata que seguía muerta en el suelo, una aura fluyó a través de la palma de su mano asentándose encima de la rata que movió una pata con lentitud.
─ ¡Lo hiciste! ─ exclamó Rebekah mirando a su sobrina.
Mikael miró en dirección de Ángel, aunque no lo decía en voz alta, debía admitir que era bastante poderosa por todo lo que había visto desde que llegó a ese lugar.
─ ¡Se está moviendo! ─ dijo Ángel.
─ No te desconcentres ─ pidió Elena.
Ella asintió siguiendo concentrada, puso todo su empeño en ello logrando que la rata se supiera de pies y corriera lejos de ellas.
─ Vaya, lo hizo ver fácil ─ murmuró Olivia.
─ Para ellas es fácil ─ recordó Lucas lo que había dicho Qetsiyah anteriormente.
─ ¡Lo hice! ─ Ángel sonrió con felicidad.
─ Lo hiciste genial ─ felicitó Elena.
─ ¿Qué más aprenderé? ─ preguntó Ángel con emoción.
Algunos se rieron al ver la emoción en la cara de Ángel.
─ Yo también quiero saber ─ dijo Kol sonriendo.
─ Eso es todo por hoy, después te enseñaré más ─ murmuró Elena.
─ ¡Qué lástima! ─ se lamentó Bonnie.
─ Si ─ asintió Kol suspirando.
Ángel asintió con su cabeza, parpadeó al sentir un poco de sueño.
─ Tengo sueño ─ susurró Ángel.
─ Vamos adentro y descansa un rato ─ dijo Elena.
Ambas caminaron dentro de la mansión, pasaron por la sala y subieron las escaleras, al entrar en una habitación, Ángel se acostó en su cama, Elena le quitó las zapatillas y la tapó con una frazada acariciando su mejilla antes de apagar la luz y salir de la habitación.
─ Aunque le hayas quitado la computadora y el teléfono, se ve que eres buena madre ─ dijo Lucas a Elena ─ claro que serías mejor si no le hubieras quitado eso.
Elena levantó sus cejas mirándolo al escucharlo, sin embargo no dijo nada.
Elena bajó las escaleras dándose con la presencia de Klaus que acababa de entrar.
Tanto el híbrido como la doble se miraron al verse en la pantalla.
─ ¿Ángel? ─ preguntó él.
─ Durmiendo ─ contestó Elena sentándose en un sofá.
─ ¿A está hora? ─ Klaus frunció su ceño al escucharla.
─ Le enseñé algunas cosas y se agotó un poco, necesita dormir un rato para recuperarse ─ dijo Elena.
Klaus miró de reojo al doppelganger, imaginaba que alguna pelea o discusión habría entre ellos al conocerse bien.
─ ¿Y qué le enseñaste? ─ Klaus se sirvió un trago de whisky mirando a Elena.
─ Cosas de ángeles no de híbrido ─ se limitó a decir Elena.
Ángel rascó su cabeza con nerviosismo mirando a sus padres que se fulminaron con la mirada en ese momento.
─ Definitivamente sin la magia, éstos dos no se hubieran volteado a ver ─ aseguró Bonnie.
─ Si ─ asintió de acuerdo Rebekah mirando la pantalla.
Klaus levantó sus cejas haciéndola sonreír acto que lo hizo rodar sus ojos.
─ Se me hace que Elijah no está haciendo su trabajo de esposo ─ dijo Klaus.
Elena se ahogó con su saliva al escuchar a Klaus en la pantalla.
─ ¿Qué? ─ Kol se rió inevitablemente al captar las palabras de Klaus.
Elijah se movió con incomodidad en su lugar mirando mal a su hermano.
─ Niklaus… ─ gruñó Elijah.
─ Lo siento ─ se disculpó Klaus.
Elena entrecerró sus ojos mirándolo mal al escucharlo, Klaus se rió al ver que la molestó pero su risa se detuvo cuando la manga de su remera comenzó a incendiarse, Klaus apagó el fuego con su otra mano rápidamente para luego mirar mal a Elena.
Elena se sorprendió bastante al ver lo que pudo hacer, sus poderes parecían un poco a los de una bruja.
─ Debiste quemarlo todo ─ dijo Damon.
─ Lo tendré en cuenta en el futuro ─ aseguró Elena mirando a Damon con complicidad.
Klaus la miró mal al escucharla.
─ ¿Estás loca o qué? ─ gruñó Klaus.
─ Tú empezaste ─ recordó Elena.
─ Y por lo visto tenía razón ─ dijo Klaus.
Elijah suspiró mientras fulminaba con la mirada a Klaus.
─ Estoy de acuerdo con Damon, debiste quemar a Niklaus por completo en ese momento ─ comentó Elijah a Elena.
Klaus blanqueó sus ojos haciendo reír a Ángel a su lado.
─ Eres un idiota ─ soltó Elena levantándose del asiento donde estaba.
─ No te enojes conmigo amor, hazlo mejor con Elijah que es quién debería atenderte por las noches ─ dijo Klaus sonriendo.
Kol se rió inevitablemente, toda esa situación le parecía muy graciosa.
─ ¡Qué familia la del futuro! ─ murmuró Kol, ese tipo de situaciones no pasaba actualmente en su familia.
Elena frunció su ceño mirando mal a Klaus al escucharlo.
─ ¿Y tú qué sabes? No tienes idea de nada ─ gruñó Elena.
─ Pues no lo sé pero ese mal carácter que tienes solo puede significar que mí querido hermano no te anda atendiendo como se debería hacerlo ─ comentó Klaus.
Elijah miró en dirección de Klaus, se lo había pasado una vez e incluso dos veces pero la tercera vez, no.
─ ¿Estás enojado conmigo o qué? ─ preguntó Elijah.
─ Probablemente ─ Klaus levantó sus hombros al no saberlo con certeza.
Elijah frunció su ceño, le molestó demasiado que Klaus no tomará en serio eso.
─ ¡Ay por favor! ─ Elena rodó sus ojos mirándolo mal al escucharlo ─ de los hombres con los que estuve, solo él me hizo y me sigue haciendo feliz ─ le dijo.
Elena se sonrojo demasiado, evitó mirar a sus ex novios y también a Elijah.
─ ¡Qué confesión! ─ exclamó Olivia.
─ ¡Qué vergüenza! ─ Josette miró a Elena, podía sentir la pena de la doble en ese momento y la entendía demasiado bien.
Matt y Stefan quienes fueron los ex de Elena la miraron un poco dolidos al escucharla, les había pegado en su hombría.
─ ¡Ese es mí hermano! ─ Kol palmeó el hombro de Elijah mirándolo.
Elijah evitó mirar a Elena en ese momento al escucharla en la pantalla.
La sonrisa de Klaus se borró rápidamente al escucharla.
─ ¿Perdón? Dudo que alguien te hiciera sentir mejor que yo ─ dijo Klaus.
─ Mucha información papá ─ Ángel hizo una mueca.
Klaus se rió un poco apenado.
─ Mira el lado bueno, naciste ─ murmuró Klaus.
Ángel lo miró un momento antes de cambiar su mirada a su madre quién estaba bastante apenada en ese instante.
─ Lo único bueno de esa noche fue nuestra hija ─ aseguró Elena ─ ni siquiera se porque me acosté contigo, te odiaba demasiado esa época ─ recordó.
─ Bueno ya sabemos que la magia tuvo todo que ver en eso ─ dijo Bonnie al recordar las palabras de Qetsiyah.
─ Pues no lo pareció esa noche ─ recordó Klaus ─ estabas insaciable.
Klaus bajó su mirada, incluso para él era demasiado todo eso, sobre todo al estar su hija presente en el lugar.
─ ¡Klaus! ─ Elena lo miró mal al escucharlo.
─ ¿Qué? ─ él levantó sus hombros ─ no me culpes de algo que todavía no dije, recuerda que es mí yo del futuro ─ le dijo Klaus.
Con vergüenza Elena lo golpeó en el hombro haciendo reír a Klaus con diversión.
─ ¡Cállate! ─ pidió Elena.
─ ¿Por qué? Es la verdad ─ dijo Klaus.
Elena entrecerró sus ojos en su dirección antes de irse molesta haciendo reír a Klaus.
─ Bien, continuaremos en la tarde ─ informó Qetsiyah a los presentes.
Éstos asintieron levantándose de sus lugares para ir en diferentes direcciones.
¡CAPÍTULO 25!
Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo, espero que les guste.
Elena le enseñó a su hija algunos de sus poderes de ángel.
Quiero agradecer a una de mis lectoras ( AdharaJMG ) que me dijo sobre todos los poderes de Elena en el libro, la verdad aunque sabía algunos de sus poderes, no era consciente de todo lo que podía hacer.
Más adelante seguiremos viendo más de los poderes de Elena como ángel.
¿Qué les pareció?
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