ᘛ 04 : : CAPÍTULO CUATRO

i. LADRON PELIRROSA

ENCOGIDA FRENTE A LA PUERTA
AOI REACCIONA un hilo de baba le cuelga de la boca y le duele la espalda estira las piernas y siente que todo el cuerpo le duele. Está entumecida y se preguntó cómo es que estuvo tanto tiempo en esa posición. No sé levantó en ningún momento ya que estaba adolorida recordando lo que había pasado por la posición de la luna es cerca de la media noche, también no había nada de ruido en su casa.

Todos dormían.

No está segura cuando tiempo paso encogida pero debió de ser mucho. Por el dolor y el frío que siente.

Lo sucedido en el día llegó a su cabeza y comenzó a sentirse mal de nuevo.

Aprieta los labios.

Había sido un día totalmente ajetreado y lleno de emociones para ella. Lo mejor sería dormir un poco más y tratar de olvidar todo lo que dijo y provocó. La culpa comienza a corcomerle la cabeza no quiere sobre pensar en realidad.

Se levanta como puede.

Sus músculos tensos se estiran de apoco hasta llegar a su closet del cual saca sus pijama y se quita la ropa que había usado en el día. Unos shorts de seda rosa junto a una blusa del mismo material y color. Finalizando con un suéter blanco.

Antes de meterse en la cama se dirige al baño por suerte su habitación tenía uno propio por lo tanto no tenía necesidad de salir y toparse por casualidad con alguien.

Dentro del baño lavo sus dientes igual que sus manos. Mientas se las secaba escucho un extraño ruido provenir de su habitación.

Ella no tenía mascotas.

¿Un fantasma?

De ninguna manera los fantasmas no existen.

Aoi decide salir del baño con un bate que guardaba ahí por seguridad. Con el arma colgada sobre sus hombres dispuesta a golpear a quien sea que se haya metido.

Tal vez era un ladrón.

Sale del baño con cuidado sin hacer ruido observa a una persona en medio de su habitación. Gracias a la luz que se cuela en su ventana pudo identificar a la persona.

Un chico de cabello rosa.

No tenía ni la menor idea de quién se trataba así que no lo pensó dos veces y se abalanzó contra él.

Con bate en manos dió un pequeño brinco y pensó que le daría en la cabeza pero este se quitó a tiempo. Giro su cuerpo en un rápido movimiento que ni ella pudo ver, el ladrón de cabello rosa termino capturandola entre sus brazos.

──¡suel...

El ladrón había sido más ágil y le tapó la boca con la mano.

La mano masculina es tan grande que cubre a la perfección la boca femenina.

──no te voy hacer daño.── le dice el muchacho un poco nervioso. Itadori había creído que había sido una buena idea.── solo quiero hablar contigo. Prometo que no tengo malas intenciones.

Aoi pone los ojos en blanco.

Por supuesto no es ningún ladrón que no planea hacerle lado.

Claro los ladrones hoy en día solo quieren platicar con sus víctimas antes de mandarlas al otro mundo.

Aoi no se iba a dejar engañar por lo que levantó su pierna derecha y le dió un pisotón al muchacho, quien la soltó de inmediato.

Itadori se quejo por ello.

──claro y tengo que creerte ese viejo cuento.── bufo.── ni muerta.

Aoi volvió a levantar la pierna pero está vez la estamparia en la cabeza del muchacho pero el la detuvo por un poco.

Itadori admiró la fuerza de la chica.

──que fuerza.── murmura abonado. Le recordaba a Nobara cuando casi le arruina el negoció de recoger dientes.── ¡tranquila! no voy hacerte daño te lo prometo. Solo quiero hablar contigo.── repite.

──de ninguna manera.── repite ella.

Itadori no quería ser muy brusco con ella pero no tenía otra opción.

En un rápido movimiento la tomo por la pierna e hizo que su posición flaqueara lo que le dió la oportunidad de jalarla hacia el y poder capturarla de nuevo.

Sin embargo en la lucha por querer saber quién tendría el dominio de quién. Aoi provocó que los pies de Itadori se enredaran con los de ella y así terminarán callendo al suelo en un fuerte impacto que Itadori decidió recibir.

Antes de que cayeran el pelirrosa los giro ágilmente antes de que la espalda de la chica si quiera tocará el suelo.

──quiero esto por las buenas.── hablo enrojecido por el constante movimiento.── no pretendo hacerte nada. Pero has dicho algo que llamo mi atención.

Aoi no escucho lo último y pensó en lo peor.

──no voy a dejar que me quiten la virginidad de esta manera.── masculla y volvió a forcejear con él.── no me he guardado por nada. No dejaré que cualquier tonto me la quite.

──¿que? no te voy hacer eso.── niega Itadori de inmediato.── escúchame Aoi ¡escúchame!

La chica deja de forcejear al escuchar su nombre venir de los labios masculinos.

──¿cómo sabes mi nombre? en ningún momento lo dije yo.── acuso.── ¿eres un tipo de acosador? lo que me faltaba, suéltame.

──no soy nada de eso y menos de lo que piensas.── la tomo con más firmeza. Nuevamente les da vuelta pero está vez la deja debajo de él.── soy más bien otra cosa y la razón por la que se tu nombre es porque yo debo saber los nombres de todos.── explico o trato de hacerlo.── se que no vas a creerme pero tienes que hacerlo.

──¿de que estás hablando? ahora también eres un retrasado mental.

──no primero escúchame.── le pidió aflojando un poco el agarre que tenía con ella.── escuché hoy que hablabas de Santa Claus. Y dijiste algo que llamo mucho mi atención.

──¿el que cosa? el que Santa Claus no existe. Es la verdad.

──y si te dijera que todo es verdad.── mordió su labio inferior.

──seguiria sin creerlo.── respondió.── es una tontería. Solo piénsalo un poco es imposible que un hombre con sobre peso atraviese todo el mundo en una noche. Es ridículo.

──de echo hay más que solo eso. En realidad Santa Claus recibe ayuda.── menciona a lo bajó. Ella frunce el entrecejo.── no todo lo hace el. En realidad mi abuelo generaba una chispa que alimenta a todo Evergreen.

Aoi abrió la boca ligeramente.

¿Que clase de persona tiene encima?

El tipo de cabello rosa dice cualquier disparate que se le puede ocurrir.

Aunque no podía negar que es lindo.

──creo que el frío te afectó la cabeza.── comento.── muy bonito tu cuento pero no creo en nada de eso.

Itadori tenía una misión y no podía desviarse de ella. Y mucho menos si era para hacer que una no creyente vuelva a creer en Santa Claus.

En el fondo Itadori sentía que ella sería de mucha ayuda para que encuentre su chispa. Algo le decía que ella es la clave para saber cómo crearla.

──te propongo un trato.── hablo tras unos segundos de silencio.── si te pruebo que Santa Claus existe, vas ayudar en algo que necesito.

Aoi quiso reírse por la disparatada pero no lo hizo.

──de acuerdo, acepto el trato.── responde.

Sabe que es ser de fantasía no existe por lo que le gustaría saber que haría ese extraño pelirrosa haría para comprobar la existencia de Santa Claus.

──que fácil fue eso.── admitió Itadori.── pero antes de continuar quería decirte mi nombre. Yuji Itadori.

──vale hola Itadori.── respondí y gira un poco su cabeza.── antes ¿crees poder levantarte de encima?

──por supuesto, lo siento.

Itadori se levantó y luego la ayudo a ella a levantarse.

Por un momento la habitación se había llenado de un silencio un poco incómodo entre los dos. Más solo sus respiraciones se podían escuchar como eco amortiguado.

Aoi se cruzo de brazos esperando a que el pelirrosa le dijera algo.

Mientras tanto Yuji estaba pensando en como explicarle todo el mecanismos que conlleva la navidad. Mismo mecanismo que está por echar a perder la navidad si no encuentra su chispa ya.

Pasaron unos minutos en los cuales no volvieron a dirigirse la palabra.

──y bien ¿piensas decirme algo? o te vas a quedar callado.── farfulla Aoi aburrida.── si no piensas decirme nada voy a dormir y tú puedes irte por la ventana.

──no espera.── la detiene. Ella se gira en su eje.── no se me ocurre como explicarte todo esto. Pero tengo una idea.

──¿que tipo de idea?

──es una que te comprobará que todo lo que digo existe.── deduce y ella no dice nada.── se que si solo te lo digo no vas a creerme nada. Por eso voy a mostrarte.

──de acuerdo. Ya no te estoy entiendo nada.

Itadori no dice más nada lo que hace es sacar de uno de sus bolsillos una bola de cristal que mostraba algunas imágenes en su interior.

──con esto vamos a viajar directo al Polo Norte.── explico mostrando el artefacto ante ella.

──¿estás de broma? muy lindo tu chiste Itadori pero tengo sueño.── bostezo.── y si fueras tan amable en irte, te lo agradecería mucho.

El muchacho sabía que debía de hacer el trabajo por la fuerza.

Así que lo que hace es lanzar la bola de cristal al aire y está automáticamente abre lo que parece ser un portal.

Antes de que salen Itadori observa el reloj que lleva en la muñeca por el cual nota en la pequeña pantalla que Choso lo está llamando.

No podía responderle en ese momento en unos segundos lo vería. Así que no hacía mal si no le respondía.

──mierda.── suelta Aoi cuando reacciona.

──¿estás lista para ver todo?

Aoi no estaba ni la mitad de segura de confiar en ese extraño pelirrosa.

Aparece en su habitación de la nada y encima este le dice que le hará creer en Santa Claus. Para cualquiera sería una locura total sin lógica ninguna.

Aoi admite que no le encuentra lógica a todo pero entre esas dudas había una que se alimenta de la curiosidad. Y la duda que es alimentada por la curiosidad es la más peligrosa que hay.

Muerde su labio inferior.

¿De verdad quería ir?

Podía arrepentirse en ese momento y negarse a ir pero no podía.

──aunque esto realmente me dejó sin palabras.── hablo y señaló al portal.── sigo sin creer en tus palabras.

──por eso voy a mostrarte todo.── repitió y está vez la tomo de la mano.── será un viaje rápido.

La joven castaña ya no pudo decir nada ya que de un momento a otro Itadori la jalo e hizo que corrieran al portal que al estar cerca los succionó.

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e

LA TELETRANSPORTACIÓN ES ALGO IMPOSIBLE pero Aoi tal vez comience a creer que puede ser posible al ver todos los colores que cruzan frente a sus ojos a máxima velocidad. Va tan rápido que apenas es capaz de ver hacia atrás o a algún lado. Su mano está firmemente tomada por la de Itadori y parecen que van nadando en un mar de colores.

Segundos más tarde finalmente parece que han llegado a su destino. Son expulsados por el portal que los succionó hasta estresarse contra el duro suelo con una alfombra roja.

Aoi apenas estaba reaccionando la cabeza le da vueltas y sentía ganas de vomitar. Había sido un viaje demasiado rápido para su gusto.

En la habitación que habían terminado no eran los únicos, ya que había alguien.

──¡Itadori!── exclamó esa persona.── ¿que carajos sucede contigo?

El mencionado se encontraba quejando en el suelo de los dos el había sido quien se llevo el impacto.

Pasaron unos segundos cuando se levantó sacudió la ropa y salto como si no hubiera sucedido nada.

──Choso hermano.── saluda a la persona.── ya he regresado.── notifica.

──si no me lo dices ni me doy cuenta.── comenta con un deje de sarcasmo en la voz.── dime por amor a Dios que ya puedes usar la chispa.

──te tengo dos noticias.── notifica evadiendo la respuesta a la pregunta.

──Itadori.── dice entre dientes Choso.

──solo déjame explicarte todo.── pidió.

Hasta entonces los dos hombres ignoran la presencia de Aoi quien estaba curiosiando por la habitación.

Está aturdida pero eso no significa que no pueda ir de un lado a otro. Solo quería saber dónde se encontraba y como podía volver a casa.

Porque algo le decía que estaba muy pero muy lejos de casa.

Además nadie podía saber que había escapado porque de ser así tendría muchos más problemas de los que ya tenía. Y lo último que necesita es que su tío Gojo se enoje más con ella.

Suficiente tenía con lo que había provocado a Tsumiki.

Aoi termino llamando la atención de los dos hombres cuando accidentalmente dejo caer una bola de cristal al suelo la cual se rompe en miles de pedacitos.

La joven cierra los ojos.

──¿y está?── pregunto Choso al verla. Por su vestimenta rápidamente adivino que no era de Evergreen.── Itadori más vale que me digas ya porque hay una humana aquí.

──en eso estoy pero no me dejas de regañar.── farfulla el pelirrosa.

──bien solo ahora y más vale que sea por una buena razón.

Aoi estaba algo ofendida por el termino que había utilizado el tipo de cabello negro que lleva una curiosa vestimenta.

Mientras ella razonaba dónde se encontraba y ellos hablaban acerca de su presencia. Decide dar una vuelta fuera de la habitación ya se había aburrido de escuchar los cuchicheos de ambos hombres.

Sin que ellos se dieran cuenta sale de la habitación. Se asegura primero de que él pasillo este en completa soledad y sale totalmente a explorar.

Se desliza por el pasillo observando la decoración que había muy navideña. Además de que habían objetos todo se veía bastante decorado pero había algo extraño el ambiente se sentía muy apagado.

Parecía como si le hiciera falta algún tipo de escencia o magia.

Aoi decide seguir adelante.

A lo mejor y encontraría una salida y sabría dónde se encontraba.

Mientras ella está en medio de una exploración. En la habitación donde se habían quedado Choso e Itadori discutiendo se dieron cuenta de algo.

──te pedí que hicieras una cosa, solo una.── reclamo Choso. Estaba casi a nada de perder la paciencia.── y no eres capaz de cumplirla. ¿Sabes lo que puede provocar tu imprudencia?

──dejame explicarte.── volvió a repetir Itadori. Estaba cansado de que no lo escucharán.── siento que ella es la clave para la chispa. Lo único que tengo que hacer es que crean en Santa Claus.

La cara que había puesto Choso en ese momento había dió todo un gran poema.

──encima que traes a una humana. ¡Traes a una que no cree!── exclama alterado.── ¿te das cuenta de esto? no puedes traer a quien quieras.

──se que ella va a ayudarme. Ella lo prometió.

──¿y estás tan seguro?

──si.

Choso ya no tenía mas que hacer el tiempo cada vez se está agotando.

──escúchame Itadori.── hablo está vez pero con más severidad.── la navidad de todo el mundo está en juego. Esto no es cualquier cosa.

──¡ya lo sé!── exclamó Yuji.── todo el tiempo me lo estás repitiendo. ¿Crees que no estoy preocupado? se lo importante que es la navidad.── hablo ya desesperado.── no se cómo provocar la chispa pero creeme que estoy haciendo mi mejor esfuerzo.

──parece que no lo haces. Solo parece que estás jugando y nada más.

Yuji hizo una mueca.

Se le había impuesto una carga que el no deseaba tener. Es más cuando el manto de Santa Claus se le pasó nadie fue digno de si quiera preguntar si estaba de acuerdo o no.

Simplemente se le había dado y todos en Evergreen esperan a que haga un buen trabajo como su abuelo.

──tienes que esforzarte más.── le pide Choso.── no haces lo suficiente aún.

──es lo que trato.

──no trates. Debes de hacerlo.

Una vez más se quedaron en silencio.

──ahora ¿cómo piensas que la humana te va ayudar?

──su nombre es Aoi.── aclaro Yuji.

──como sea su nombre.── bufo Choso.── dime ¿cómo piensas usarla?

──no voy a usarla.

──a buena hora porque la niña se a ido.── notificó al darse cuenta de la ausencia de la chica.── carajo no puede ir por ahí como si fuera su casa.

──tenemos que buscarla ya.

jane's note's

las cosas se ponen interesantes

¿que creen que pase?

eh eh está un poco loco todo sjsjs

hasta la próxima¡<3