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ᘛ 02. ❝ 𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐇𝐑𝐀𝐒𝐄 ❞

ᘛ 02 : : CAPÍTULO DOS


i. LA FRASE

SI HABÍA ALGO QUE AOI ODIABA CON EL ALMA eran los lugares llenos de personas no le gustaba estar rodeada de tanta gente por tanto tiempo le daba de cierta manera ansiedad el no poder caminar libremente. Siente que la empujan o la pisan también llegó a sentir que algo le habían derramado están en medio de las compras navideñas su querido tío había elegido el peor día para ello.

Empuja el carrito el cual está lleno de algunas cosas como comida dulces y demás. A su lado va Megumi que como ella también está arto de ese ambiente tóxico que los rodea.

Ahora comprendían lo que las sardinas sienten al momento de ser enlatadas.

Satoru va adelante de ellos con Tsumiki en los hombros ya la habían perdido una vez y no estaba dispuesto a perderla otra vez. Había sido un milagro que la pudieran encontrar en ese mar de gente.

──maldición mira por dónde vas ciego.── masculla con rabia Aoi.

──no hables así.── le dice Megumi quien fue empujado bruscamente por una mujer.── mierda eso dolió.── alego tocando el costado de su brazo.

──¿lo ves? si nos hubiéramos quedado en casa no estaría pasando esto. Pero el señorito se dejó convencer.

──oye no fue mi culpa Tsumiki quería venir.── se excusó.── además el tío Gojo fue el que nos convenció a venir.

──de acuerdo, tienes razón.

Si en algo están de acuerdo es en el poder del convencimiento que posee Satoru Gojo solo falta un par de palabras para que hagas lo que el te pide.

Aunque estés en contra o sean cosas que tú jamás vas hacer las terminas haciendo.

Megumi y Aoi terminaron perdidos en ese gentío. Al parecer a todos se les había dado por dejar algunas comprar al último minuto sabiendo que estaban a un día de llevar a cabo la navidad.

Cómo pidieron el duo logro salir de ese mundo de gente y por fin poder caminar en paz aunque eso significó que perdieron de vista a Gojo y Tsumiki.

──¿los ves por algún lado?── cuestiona ella parándose de puntillas.

──hay tanta gente aquí no logro verlos.── responde Megumi quien era más alto que ella aún así fue difícil localizarlos.

──es un hombre de cabello blanco y una niña con traje rosa ¿por qué es tan difícil?── alega.

Megumi no le responde y se dedica a buscarlos pero es tan difícil entre tanta gente y colores llamativos.

Aoi estaba aburrida y desesperada.

Momentos como ese requieren de decisiones impulsivas y la castaña es la indicada perfecta para llevar acabo la hazaña.

Se encuentra cerca de una estatua de una mujer que lleva varias bolsas. Es lo suficientemente alta como para poder tener una buen panorama de todo el centro comercial. Misma que está cubierta por muchos adornos navideños que conectan grandes tiras a los demás pilares del centro comercial.

Aoi siempre había tenido ideas peligrosas y bárbaras.

──bajate de ahí.── demanda Megumi al ver lo que ella hacía.── te vas a caer.

──no me voy a caer.── niega ella. No era la primera vez que se disponía a escalar.── cuando éramos niños subíamos a los árboles ¿ya los olvidaste?

──no de echo lo recuerdo bien, pero ahora ya no somos niños.── recalcó.

Aoi no lo escucho y siguió escalando con cuidado la estatua buscando dónde apoyar sus pies y por donde debía de sostenerse. En ningún momento vio hacia abajo evitando que se diera cuenta de la altura.

Cuando considero que estaba a una altura buena se dispuso a localizar a su tío Gojo.

Paso su mirada de arriba abajo buscándolo en el segundo nivel en caso de que estuviera por ahí metido.

Las personas aún no se habían dado cuenta de su travesura.

──donde están.── murmura sin exito en la misión.── joder aparezcan ahora.

Aoi observó hacia abajo dándose cuenta de la altura en la cual se encontraba. No era mucha pero comenzó a sentirse un poco mareada al parecer tenía un leve indicio de vértigo.

Nerviosa comienza a bajar tan rápido como puede. Sus movimientos son rápidos y torpes lo que provoca que parte de las guirnaldas lo que son las esferas que contienen comiencen a caer.

Las personas que se dieron cuenta de lo que sucedía cuando los primeros adornos navideños comenzaron a caer empezaron a dispersarse queriendo evitar que parte de los adornos les cayeran encima. Algunos tenían un tamaño considerable.

Justamente cuando ella daba un último capo de la estructura parte de los adornos comenzó a colapsar escuchándose ese típico sonido cuando algo se rompe.

──mierda que hiciste Aoi.── le dice Megumi viéndola con el entrecejo fruncido.

──salgan de aquí ahora.── demandó Gojo al haber aparecido junto a ellos.── muevanse niños.

Satoru se encargo de sacar a los dos muchachos de la multitud. Fue difícil salir por la entrada principal debido a que la mayoría de personas está huyendo de la catástrofe.

Minutos más tarde habían llegado las ambulancias y policía. Se les había notificado acerca del incidente. Lo bueno es que no habían víctimas humanas más que sustos y una que otra alteración en el sistema nervioso. Muy diferente a los daños que había sufrido la estructura de los adornos del centro comercial.

Megumi, Aoiz Tsumiki y Gojo van en el auto del último mencionado. Dejaron todas las comprar echas a un lado y simplemente huyeron en el primer momento que tuvieron la oportunidad.

La mirada del adulto está puesta al frente de le ve serio no sonríe y tampoco está haciendo ningún comentario sarcástico o divertido como es usual. Muy pocas veces Satoru Gojo está enojado y cuendo esto sucede es porque realmente a sucedido algo de suma gravedad.

En el auto hay silenció un silenció incómodo entre todos. Y nadie se atreve a decir alguna palabra o si quiera un sonido.

Hasta que hablo la más pequeña del grupo.

──Aoi eres muy mala.── la señala la niña con su dedo índice.── te has portado muy mal hoy y por eso Santa Claus no te va a traer nada.

Aoi levantó la cabeza la cual tenía oculta entre sus manos.

Su mirada se clavo al frente y frunce el entrecejo sus ojos parecían estar chispeando algo que parecía ser enojo.

──si dices algo te prometo que tendrás un castigó.── masculla Gojo con los ojos puestos en el retrovisor.── te lo advierto Aoi.

La mencionada decide resopla.

Sus ojos están clavados en los azules y parecía que lo está retando con ello.

──te lo advierto.── volvió a reclamar con esa expresión neutra inusual en él.

Aoi apretó los labios.

──¿lo ves? eres mala recibirás carbón este año.── volvió hablar la niña.

Aquella parece haber sido la gota que derramó el vaso.

Su ojo izquierdo comenzó a saltar ligeramente por el enojo que está conteniendo.

──Tsumiki.── masculla entre dientes lo que alerta a los demás.── ese ser...

──no lo digas Aoi.── interrumpe Megumi preocupado por el bienestar de su hermana.── no lo digas.

──¿por qué no?── alzo un poco la voz.── mentirle no es una opción.

──aún así ella lo sabrá pero aún no es tiempo.── señaló.

Año está de mal humor por lo que rendida se cruza de brazos y se deja ir contra el sillón.

No quiere hablar con nadie en ese momento y es mejor que no lo hagan de lo contrario terminaría diciendo algo hiriente sin querer hacerlo.

El camino continuo en silencio repleto de ese incómodo ambiente que los había rodeado desde que dejaron el centro comercial. Desde la advertencia de Gojo nadie dijo nada en absoluto.

Minutos más tarde el auto se detiene en el parqueo privado de la casa. El motor se apaga y los tripulantes están dispuestos a bajar.

──Megumi lleva a Tsumiki a su habitación.── ordenó el albino al pelinegro.── y Aoi te quedas aquí vamos hablar.

Megumi apresuradamente se levantó salió del auto y fue a la arte delante donde está su hermana callada, cargo a su hermana como princesa y luego se aleja rápidamente de ellos.

Aoi está frustrada.

Está enojada cansada y sobre todo abrumada por el ambiente no la podían culpar de sentirse así.

──baja.── le indico Gojo sacando las llaves del auto.

En silencio ella le obedece.

Lo espera a un lado del auto no son antes haber cerrado la puerta.

Sin decir palabra alguna Satoru camina hacia la puerta que hay en el garaje. Aoi no sabe que hacer por lo que lo sigue dejando una distancia prudente entre los dos.

──¿que te pasa?── pregunto el albino al abrir la puerta que da a la cocina.── tu comportamiento es inaudito. ¿Que tienes? ¿que te está molestando? Aoi habla por amor a Dios.

Ella no sabe cómo formular palabra alguna está enojada y sobre todo por el nudo que recientemente se le había formado en la garganta.

──Aoi tienes que decir algo.── continúo hablando el mayor.── no se que te pasa y tampoco se cómo manejar esto. No soy un adulto responsable y no se ni que estoy haciendo.── suspiro golpeó su nuca ligeramente y luego volvió a suspirar.── no es fácil criarlos Aoi. Es cierto que llegaste a mi vida hace poco pero aún así quiero ser una buena figura para ti y lo haces tan difícil.

Ella guardo silenció.

Nunca pensó que Satoru se sintiera tan cohibido con ella.

Pero cuando alguien está enojado no hay espacio para los pensamientos sanos. Solo hay un revoltijo de cada emoción acumulada en su interior.

──nunca pedí que me adoptaras.── habla con frialdad.── nunca te pedí que lo hicieras. Si estoy aquí es por que lo has pedido, nunca quise estar aquí.

──si pedí tu custodia fue porque no quería que terminarás sola.── recalcó un poco irrigador.── con la muerte de tus padres estarías sola siempre. Y no quería que terminarás metida en un orfanato o peor aún viviendo en la calle.── resalto. Más ella en ningún momento se inmutó.── lo hice por Utahime. Tu madre antes de morir me pidió con sus últimas palabras que te cuidara y eso hice. Pero lo haces muy difícil.

La joven apretó los puños.

Odiaba que tocaran ese tema que se supone debía estar enterrado en su memoria.

El silencio reina la cocina y nadie se mueve o hace sonido están los dos viéndose a los ojos.

Aoi está tan enojada consigo misma que no puede decir nada. No quiere abrir la boca porque no quiere lastimar con sus palabras a Gojo.

──Aoi di algo.── le súplica desesperado.── por favor si algo. ¿Que te pasa? ¿hice algo que no te gustó? tal vez fue mi culpa que te comportes así

──no quiero hablar de eso.── finalmente hablo luego de contar hasta diez.── por favor no quiero hablar.

──no te puedes callar todo di algo lo que sea.

Ella está empeñada con guardar silencio.

Satoru quiere saber sus razones para tener un comportamiento como ese.

──no se que te pasa.── alzo las manos y luego se apoyo en la encimera.── hoy tu comportamiento estuvo muy mal. Pudiste haber asesinado a muchas personas por tu chistesito.── alzo un dedo. Ella hizo una mueca.── por suerte no sucedió. ¿En que estabas pensando? ya no eres una niña Aoi.

──estaba arta de estar metida en ese centro comercial.

──pudiste haberte quedado aislada y no hacer tremendo alborotó.

Ella desvío la mirada.

En su desesperación tomo la decisión mas tonta que pudo pensar.

──mierda si hubiese sido una tragedia ¿que crees que había pasado?

Aoi estuvo en silenció.

Satoru suspiro.

La conversación no llegaría a más y sería mejor dejar las cosas.

──dejaremos la conversación hasta aquí.── sobo el puente de su nariz.── pero esto te lo diré una sola vez. No quiero que vuelvas a intentar decirle a Tsumiki que Santa Claus no existe ¿me escuchaste?

──y otra ves con esa tonta conversación.── refunfuño.

──a parece que con eso si quieres hablar.

──es una tontería seguirle mintiendo.── alzo un poco la voz.── ya todos sabes que Santa Claus es solo marketing. Es una mentira porque no existe. Santa Claus no existe.

──no lo digas en voz alta.── masculla con enojo el albino.── baja la voz o te escuchará.

──que me escuché y sepa de la mentira que le han suplantado todos estos años.── su voz siguió estando en el mismo volumen.── Santa Claus no existe es un cuento Gojo. Es un estúpido cuento infantil, nadie cree que un anciano obeso atraviesa todo el jodido mundo en una noche repartiendo regalos.── las manos empuñadas y sus ojos se cristalizan.── ¡es una estupidez! no es posible ni de chiste. Y nadie lo a visto o hay prueba de que exista por eso Santa Claus no existe.

Las palabras de Aoi parecían venir desde lo más profundo de su ser como cuchillas que se clavan.

Satoru estaba tan sorprendido por la manera en que hablo que ni siquiera pudo darse cuenta de que Tsumiki lo había escuchado todo. Y cuando se percató de todo ya era muy tarde.

──que acabas de decir.── murmuró la niña cuando sale de debajo de la mesa.── Aoi tienes que estar mintiendo.

──Tsumiki.── susurró Satoru.── escuchaste todo. No le hagas caso ella solo está jugando.── intervino enredandose en sus propias palabras.

──de verdad el no existe.── murmuró con las lágrimas bajando por sus mejillas.

──pequeña no hagas caso a lo que dice Aoi.── vuelve hablar el mayor.

──es verdad lo que dijiste.── pregunto Tsumiki viendo a Aoi.

La chica apretó los labios al verla devastada por lo que acababa de descubrir. Sus ojos llenos de lágrimas y esa mirada suplicando por saber la verdad.

Pero no fue capaz de decirle nada.

Tsumiki salió corriendo.

──¡espera Tsumiki!── exclamó al verla pasar corriendo por su lado.

La menor no la escucho y continúo su camino escaleras arriba.

──ya ves lo que hiciste.── puntualizó el albino.── tu egoismo acaba de arruinar a una niña. Una niña que creía en ese inocente cuento. ¿Estás contenta?

──tío Gojo...

──no Aoi, esto es el colmo.── la interrumpió.── espero que ya estés feliz con tus acciones y no te arrepientas. Pero un conejo se comportaría mejor que tu.

Aoi no le dice nada.

Lo ve salir de la cocina y ella se queda ahí parada con las lágrimas amenazando por salir.

Sabe que lo a arruinado y lo peor es que se había traído consigo la esperanza de una niña que no tenía la culpa de todo lo que le pasaba.


























jane's note's

cap dos y las cosas son intensas

ansió porque lean el siguiente capítulo es algo gracioso jsjsjsj

hasta la próxima¡<3

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