(v.) fernando contigiani
radio, lana del rey
especial san valentín: 5/5
(espero que les guste porque siento que me salió horrible, e ignoren que no tiene sentido que se quite la barba si la necesita para el personaje JAJAJAJ)
advertencia: contenido y lenguaje explícito / +18
—NO PARES, NO PARES —rogué, sosteniendo la cabeza de fernando entre mis piernas, jugaba con mi clítoris mientras curvaba tres dedos dentro de mi, conocía la manera perfecta de hacerme poner los ojos en blanco
gemí sin parar, fernando disfrutaba escucharme pedir por placer. sentí mi orgasmo crecer dentro de mi, empecé a moverme al compás de sus dedos, restregándome contra su barba. pude sentir como sonreía encima mío, aún así no se detuvo un segundo.
mis líquidos cubrieron sus dedos, labios y vello facial, sacó su rostro mientras se sacaba los dedos de la boca, reí por su expresión.
—¿qué mierda has estado comiendo? vení acá —me atrajó a si para besarme, pude probarme en sus labios, y si era cierto, sabía dulce
—he estado comiendo más saludable... —me encogí de hombros, él se relamió los labios, acaricie su barba antes de que se alejara para limpiarse—, déjatela, por favor
me había dicho que quería quitarse la barba y el bigote, pero para mi eran muy importantes.
—ya me molesta... además crecerá rápido —suspiró mientras se limpiaba la barba, lo miré desde la cama—, ¿qué pasa, chiquita?
—si te la dejas, te la chupo como nunca antes ahora mismo
—¿cómo me voy a negar a eso, preciosa? —reí mientras me deslizaba y arrodillaba al borde de la cama, él se sentó delante mío, me deshice de sus pantalones y ropa interior, me sostuvo de la barbilla antes de dejarme continuar—, si te seguís poniendo ese labial, créeme que te voy a garchar la boca diario
me gustaba cuando me hablaba así, siempre salía con algo nuevo que me hacía mojarme.
lo lamí de manera lenta, desde la base hasta la punta, mis manos lo cerraron y empecé a girarlas en direcciones opuestas, fer echaba la cabeza hacia atrás del placer y aún no lo metía en mi boca.
le doy una atención especial a su punta, metiéndola en mi boca y agachándome tan solo un poco para torturarlo aún más. sentí como latía bajo mi toque, lo metí en mi boca finalmente, sin dejar de masturbarlo con mis manos.
fernando era grande, no lograba mantenerlo en mi boca completamente, me ayudaba de las manos para mantenerlo totalmente excitado. su cara solo se fruncía del placer, me encantaba lo bien que podía expresarse con sus gruesas cejas.
sentí sus manos creando una coleta para tener control de la situación, me hundía en un ritmo duro pero no rápido, me encargué de tomarlo lo mejor que pude.
—me estás convenciendo —murmuró, sonreí internamente, y seguí succionando su longitud hasta que empezó a palpitar con fuerza debajo de mi—, me voy a venir.
algo que me gusta hacer es que cuando está a punto de llegar, es mantener un agarre fuerte en la base, trato de ser brusca sin hacerle daño. puedo sentir como el semen sube, uso mi boca para bombearlo unas veces más, y lo dejo ir.
mi garganta recibió el líquido tibio con gusto, nunca había tenido problema con hacerlo, y a él siempre parecía fascinarle.
—chiquita... —tomó aire, mientras trataba de mantener equilibrio en sus brazos—, eso fue increíble.
limpió un poco de lo que ha quedado en mi boca con su pulgar, no tardó en atraerme para besarme y sentarme a horcajadas de él. fernando tenía un par de años más que yo, y sabía exactamente como hacerme derretir en sus manos con sus caricias.
—¿te la dejarás? —cuestioné entre besos, él asintió—, ¿en serio?
él asintió nuevamente con una sonrisa, sonreí con él. empecé una sesión de besos a lo largo de su barba, sus manos se ocupaban de mis pechos, jugando y divirtiéndose con ellos. sentí su extremidad golpear mis nalgas.
me alineé con él, viéndolo a los ojos, era un pequeño juego que teníamos: quién cerrara los ojos primero, tendría que ser el último en tener el orgasmo. no pude evitar cerrarlos al recibirlo dentro de mi, le ataqué la boca en busca de que no haya notado que lo hice.
gimoteé mientras nos besábamos, mis piernas abrazaron su torso, empecé a moverme con lentitud, juntando nuestras frentes. él sonreía, y podía escuchar mis jadeos. me acerqué a su oído para dejar escapar un gemido.
—me vas a matar, maldita sea.
me encantaba la manera de fernando de poder conquistarme con todo lo que hacía y decía, sus manos se sostenían de mi cadera, manejando los movimientos y delineando las estrías que tenía.
—fer... —gemí mientras me movía con más rapidez—, así, así.
siguió moviéndonos en el ritmo, sentía como golpeaba aquel punto tan placentero dentro de mi.
—no creas que no vi como cerraste los ojos, chiquita —bufé cuando lo dijo con una sonrisa, siguió moviéndome a su merced hasta que nos detuvo y me volteó, dejándome de espaldas, no me soltó pero una de sus manos se dirigió a mi intimidad, directamente a mi clítoris
—fernando —gemí en cuanto empezó a movernos y movió sus dedos encima de mi punto de nervios, a este punto no podía acallarme, solo podía soltar obscenidades—, más, más.
—¿quieres más? —asentí fuertemente mientras sus dedos se movían con agilidad, sin dejar de penetrarme—, pídemelo bien.
—por favor... fer.. —fue ralentizando sus movimientos—, ¡fernando!
—te estás portando mal, nena —suspiró, sin parar, la lentitud me hacía estremecer, era incapaz de hablar sin soltar un gimoteo—, ¿qué pasó? ¿se te comió la lengua el ratón?
—¿qué quieres que te diga, contigiani? —se encogió de hombros con una sonrisa—. cógeme, fernando.
—te voy a joder hasta que no puedas caminar, chiquita.
saben, a veces este hombre decía cosas que solo se merecían un gemido de vuelta. eso fue lo que hice en cuanto se volvió a mover, sus dedos nuevamente estimulándome, y yo hecha un desastre.
contraje mis músculos, en busca de hacernos sentir más a ambos, supe que había logrado algo cuando carraspeó y empezó a movernos más rápido, me encontré apretándolo continuamente hasta que susurró en mi oído.
—seguí haciendo eso y me voy a correr —dijo como si fuera un problema, me hice cargo de poner mis fuerzas en el movimiento, sentí como se volvía desprolijo con las estocadas, estaba lográndolo
poco después me llenó por completa, soltó un jadeó gutural que me hizo temblar. sus dedos volvieron a ser lentos pero precisos, dándome descargas mientras me penetraba sin parar, ahora con mucha más facilidad gracias a su semen.
cuando sentí el orgasmo crecer, se detuvo, salió de mi, dejándome inconcreta. se levantó para tirarme en la cama, y abrirme las piernas con fuerza, empezó a penetrarme con rapidez.
—estás tan apretada, chiquita...
—solo para ti, fer —toqué mis pechos instintivamente, jugando con ellos tal como fernando lo hacía usualmente, sus movimientos eran fuertes y rápidos
me sentí en el pico del placer, como entraba y salía de mí, su cara frunciéndose por la manera en la que lo apretaba, mis manos ocupándose de mis tetas. después de un par de minutos me descargué.
cayó a un costado mío, nos acurrucamos juntos como era de costumbre.
—chiquita, ¿quieres venir conmigo a españa? grabaremos bastante allá...
—está bien —dejé un beso en sus labios—, ¿cuándo nos iríamos?
—el viernes... sé que es muy pronto pero estaremos juntos —fue haciendo un camino de besos en mi cuello, subiendo a mi cara—, podremos estar así más seguido.
—¿qué parte de españa?
—granada, creo que puedo conseguirnos un piso solos, sino nos tocará compartir con alguno de los chicos —ya conocía a sus amigos, y nos llevábamos bien, pasé mis dedos por sus cejas
—te las quiero sacar a mordiscos —soltó una risa, y besó los lunares de mis hombros—, realmente te quiero, fer...
—yo a ti.
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