Sus ojos miraron el gran pasillo de color blanco, no sabía cuanto tiempo estaba en aquel lugar, pero sabía que no debía estar ahí , cuando llego estuvo tan confundida, por que no sabía si era el cielo o el infierno, pero después de unos días se dio cuenta que estaba en el Limbo entre la vida y la muerte.

Ella espero por ¿Dias?, el saber donde iría, una parte de ella añoraba poder encontrase con su familia, volver a sentir los brazos de su madre, ver las sonrisas de su padre, volver a ver los ojos cálidos de su padrino Remus, o sentir cuando su Tío Sirius la abrazaba y le daba cálidos besos en la frente.

Pero eso parecía ser imposible en estos momentos, soltó un suspiró mientras seguía caminando, no puedo evitar pensar en como llego a este lugar.

Ella estaba en la casa Tonks cuidando de un pequeño Teddy, cuando de repente una Dora entró agitada a su habitación diciéndole que la guerra había estallado, ella rápidamente dejó a su pequeñl ahijado en la cuna, tomo su varita y se fue, lista para defender lo que era bueno (aunque es una Slytherin, "una bruja orcura").

Ella había pelado con Dora, para que la mayor se quedara en la casa con su hijo, pero la Tonks era una mujer muy terca, así que no tuvo más remedio que aceptar que ella fuera con ella.

Cuando ella llegaron todos se estaban preparando para pelear, defender su honor, su hogar a sus familiares y amigos, ella había corrido por todos los pasillos buscando a su hermano hasta que lo encontró.

Harry la había abrazado desesperando, mientras le dicia que estaba haciendo ahí, que esta era su guerra y no la de ella, cosa que logro que la rubia de ojos verdes le pegara en la cabeza y le dijera que ella es la mayor y le debia respeto, además de decirle que este también es su guerra, la guerra contra el hombre que le había quitado todo lo que ellos amaban.

Cuando la guerra dio inicio ella había luchado con todo el honor, fuerza y rabia que sentía, hasta que se encontró con un grupo de niños de segundo y tercer años, niños que estaban siendo rodeados por un grupo de mortifagos.

Ella no dudo ni un segundo en ir a ayudarlos, se batió a duelo con a ellos hombres, había matado a cuatro de ellos, pero en cierto punto los tres que quedaban la habían desarmado, ella no dudo en ponerse en frente de los niños en modo de escudo, jamás serro los ojos, más bien miraba fijamente a los hombres que la apuntaban con sus varita y al mimo tiempo decían.

"¡AVADA KEDAVRA!"

Sintió el impacto, pero después nada, todo se había vuelto negro y había despertado en aquel lugar, sola, hasta que decido camiar por el lugar y llego a una especie de ventada donde le mostró lo que seguía pasando en Hogwarts, vio su cuerpo en el suelo sin vida, como los niños lloraban y los mortifagos se reían.

Los pequeños niños lucharon contra esos tres mortifagos mientras protegian su cuerpo, hasta que vio como Oliver Wood y Lee Jordan, llegaban junto a ellos y mataban a los mortifagos.

Vio como Oliver se había dado cuenta de que cuerpo estaba ahí, siendo a cunado por dos niñas de primero, vio como el castaño tomó su cuerpo en brazos y salía del lugar, mientras lágrimas bajaban por sus mejillas, y como no hacerlo si el fue su ex novio.

Después vio las muertes de su padrino y su esposa, había llorado por ellos, claro que si, después vio la muerte de su mejor amigo, Fred, o su gran amor.

Devuelta a ella, vio como el castaño la había llevado al gran comedor, donde todos se encontraban, las personas voltearon a verlo, hasta el grito de la señora Weasley se había escuchado, a pesar de que ella era una Slytherin, supo cono ganarse el amor y respeto de la Molly Weasley, la cual ahora estaba llorando por ella.

Pero lo que más le dio de ver, fue como su hermano entraba el comedor buscándola, hasta que la vio acostada al lado de Fred, Harry había gritado, llorado mientras decía su nombre una y otra vez, mientras la abrazaba.

"¡Lily! , hermana, ¡por favor despierta¡, no me dejes, Lily por favor, ¡aun te necesito y mucho!"

Decir que había llorado era mentira, ver y escuchar los gritos llenos de dormir y desesperación de su hermano eran tortura para ella, pero no podía hacer nada, queira abrazarlo y decirle que todo estaría bien, pero eso no era posible.

Luego vio como su hermano se había ido para entregarse a Voldemort, de como había hablado con los fantasmas, de sus padres, de su tío, de su padrino, para después ver como el mago orcuro le lanzó la maldición acesina, o de como Lady Malfoy fue a con probar si en verdad esta muerto, y de como había mentido.

“Murió"

Había soltado la mujer con seriedad, había mentido, para salvar a su hermano, una vez que el le confirmó si Draco estaba bien.

Otra vez el amor de una madre lo había salvado.

Lily vio como Voldemort decía que su hermano había muerto, vio el grito que soltó Ginny, y escuchó lo que había dicho Neville, para después ver como la guerra se desataba de nuevo, hasta que finalmente, Voldemort cayó, la guerra por fin había terminado.

Ella había visto todo aquello, pero eso fue hace días atrás, solto un suspiró mientras seguía caminando por esos blancos pasillos, qué parecían no llevarla a ningún lado.

— Lily — la voz de una mujer que la esta llamando.

La mencionada se dio la vuelta buscando aquella voz, pero no vio a nadie, hasta que volvió a escuchar la voz.

— Ven Lily, ven a mi — decía la voz de la mujer misteriosa.

Lily comenzó a caminar hacia donde veía aquella voz, la voz la seguía llamado, con un tono de voz calmada, hasta que un momento comenzó a correr, desesperada por encontar aquella voz.

Hasta que se detuvo de repente cuando vio dos siluetas a lo lejos, por las diferencias se tamaño, podía ver que eran un hombre y una mujer, con cuido camino hacia ellos, con la duda de si ir o no, pero volvió a eschuar la voz llandola.

— Lily ven — decía la mujer, que comenzaba a verse cada vez más que se acercaba a ellos.

La joven solo estaba a unos pasos de ellos cuando comenzó a anizarlos, la mujer es hermosa, de cabellos plateados y ojos lilas, vestía con ropa de cuero, negro y rojo, el hombre a su lado, tenía también el cabello plateado, pero corto, de ojos lilas, tenía una vestimenta casi igual a la mujer.

—¿Quienes son ustedes? — pregunto Lily, sus ojos aún recorría a las dos fujuras frente a ella.

Las dos figuras frente a ella, le dieron una sonrisa, y algo dentro de la joven, la hizo estar alerta.

— Soy Visenya Targaryen — se presentó la mujer, mientras caminaba hacia ella — El es mi hermano-esposo, Aegon Targaryen — presentó también al hombre a su lado.

Lily se les quedó mirando por unos segundos, decir que estaba sorprendía ante el hecho de que eran hermanos y esposos al mismo tiempo, que algo que jamás se espero, pero ella jamás criticaria algo como eso.

—¿Que es lo que quieren de mi? —pregunto, directo al punto.

El hombre de nombre Aegon soltó una risa ante lo que la joven rubia preguntó.

— Directo al punto, se parece a ti Visenya — Aegon miro a la mencionada con una sonrisa divertida.

Visenya lo miro mal, para después darle un golpe en la cabeza, Lily estaba sería, pero por dentro reía divertida ante las ocurrencias de los dos adultos frente a ella.

— Lily, nosotros queremos pedirte un favor muy grande — hablo la mujer mayor, una vez que termino de pegarle a Aegon.

La joven los miro con una seja levantada, ¿qué favor les pediría aquellas personas extrañas de una belleza deslumbrante?, ¿por que a ella, justamente?.

— Bueno depende que favor — no pudo evitar decir la rubia, logrando que los dos adultos soltara risas divertidos.

Visenya tomo las manos de la joven entre las suya, sus ojos lilas se toparon con los ojos verdes claros de la joven, los ojos de la mujer mayor estaban llenos de esperanza y urgencia.

—Debes salvar a nuestra dinastía— imploró — La  guerra que se avecina, la lanza de los dragones, amenaza con consumirnos a todos. Solo tú puedes evitar nuestra caída.

Lily, aunque confundida por la magnitud de la tarea, vio la sinceridad en los ojos de Visenya y asintió con determinación.

—Lo haré —dijo con voz firme — haré lo que sea necesario para proteger a los Targaryen — en su mente ya tenía una mil formas de como salvar a la casa del dragón.

Aegon intervino, su voz resonando con un poder que parecía extenderse más allá del tiempo.

—Renacerás — le dijo a Lily — Como la hija mayor de una princesa llamada Rhaenyra Targaryen, la heredera al trono. En esa vida, tendrás la oportunidad de cambiar nuestro destino.

Con el corazón lleno de un propósito renovado, Lily aceptó su nuevo destino. Visenya se inclinó y le dio un beso en la frente, un gesto que selló su promesa y su valentía. En ese momento, Lily sintió un vacío, como si su alma estuviera siendo transportada a través de los hilos del tiempo, y así comenzó su nueva vida, una vida destinada a la grandeza y a la salvación de los Targaryen.

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