29
Dos días pasaron y yo empezaba a arrepentirme de dejar que Roberto quisiera ayudarme a "no aislarme", había tomado la rutina de ir a despertarme de madrugada para que lo acompañara a correr
—Ya no quiero correr.— me quejé deteniéndome a mitad del camino, él se detuvo también
—Al principio es duro pero después te acostumbras a esta vida fitness.— se burló
—Preferiría que tu hicieras todo esto solo.— dije —Y ya cuando termines de correr puedes ir a verme.—
Su celular sonó así que lo sacó, me hizo una seña para indicarme que contestaría una llamada así que asentí para después ver como se alejaba un poco
Decidí aprovechar estos segundos para tomar un poco de aire y descansar, amaba a mi novio y era claro que quería estar con él todo el tiempo pero esta faceta de deportista no me gustaba, odiaba tanto ejercitarme y más tan temprano
—Todo listo.— regresó con una gran sonrisa así que lo miré intrigada
—¿Buenas noticias?.— cuestioné mientras empezábamos a caminar, al menos ya no íbamos trotando
—Me confirmaron un evento.— contó aún sonriendo, parecía auténticamente emocionado así que sonreí contagiada por su felicidad
—¿Algo de minecraft?.— pregunté
Durante mis días desempleada había aprovechado para adentrarme un poco más en el mundo de twitch y todas esas cosas que involucraban a Roberto. Gracias a eso había descubierto que él solía participar en eventos de distintos juegos aunque a mí me gustaban algunos videos que encontraba sobre algo llamado "dedsafío", sabía que era un evento con muchas ediciones pero yo amaba la segunda edición que habían hecho y esta era en minecraft
—No.— se burló —¿Te gusta minecraft?.—
—Vi unos videos sobre un evento en ese juego pero ya está, solo eso.— resumí aunque realmente si me gustaba ese juego —Cuéntame sobre el evento que te confirmaron.—
—Sobre eso...— lo pensó un poco —¿Viajarías a España conmigo?.—
Era una propuesta bastante interesante que me había tomado por sorpresa así que lo miré esperando que dijera que era una de sus acostumbradas bromas
—¿Viajar a España?.— pregunté solo para confirmar, él asintió
—Literalmente me acaban de mandar mi reservación del vuelo.— confesó emocionado —Me gustaría que fueras conmigo para que así no te quedes aquí sola.—
Beto tenía razón en decir que sin él aquí estaría sola pero realmente no sabía si debía viajar en este momento de mi vida; era una persona odiada por la jefa de la televisora más grande y sus reporteros hacían guardias en los aeropuertos, si me veían por ahí era probable que me acosaran de alguna manera, además no me sentía bien aún para separarme tanto de mi casa
—No lo sé.— dije un tanto insegura —¿Quién cuidaría a Moon?.—
—Yo puedo encargarme de eso.— avisó
—Dijiste que ya te enviaron tu reservación del vuelo, ¿y si no alcanzo boleto junto a ti?.— pregunté ahora
Estaba soltando puras excusas para negarme a ir pero aún así eran puntos validos
—Pues decimos que perdí el vuelo para comprar otro boleto donde estemos juntos.— intentó resolverlo
—Por andar diciendo eso realmente vas a perder tu vuelo.— me burlé sabiendo que él solía llegar tarde muchas veces
—No soy tan pendejo.— rio —Además por eso te llevaré conmigo, para que me recuerdes que tengo que llegar temprano.—
—¿Piensas que soy tu alarma?.— cuestioné riendo y él asintió —Pues no iré, así aprendes a ser responsable.—
Su risa se apagó y después simplemente tomó mi mano así que lo miré con duda
—Sigamos corriendo.— exclamó y me quejé —Te llevaré arrastrando si es necesario.—
—Llévame cargando.— pedí negándome a dar un paso más
Roberto ignoró mi petición y simplemente empezó a jalarme mientras corría así que yo también empecé a correr. Realmente me divertía mucho con él, incluso haciendo algo tan básico como correr tan temprano era una de las cosas que más podía disfrutar si era tomando su mano
Pasamos un rato corriendo hasta que llegamos a un oxxo, nos detuvimos así que lo miré confundida
—Voy a comprar algo.— avisó y asentí
—¿Me compras un poco de agua?.— pedí
—Lo que quiera la señorita Trix.— sonrió y me besó, por inercia sonreí también —Ya vuelvo, espérame acá, no te muevas.—
Hice una pequeña seña con mi mano para indicarle que obedecería su orden y lo vi entrar a aquel lugar. Miré todo lo que había al rededor y noté que estas calles estaban algo vacías, era extraño que en una ciudad como la nuestra hubiera un lugar tan solitario pero me aliviaba no ver a nadie más
—Toma.— exclamó Beto así que lo miré, había vuelto rápido. Me dio la botella de agua que agradecí con la mirada —Te compré algo más.—
—Pero solo te pedí agua.— reí aunque me sentía bien de tener a un novio tan detallista
De repente vi como sacó una bolsa de "Freskas", lo miré confundida pero con tan solo ver esos chocolates la emoción creció dentro de mí
—El primer día que nos vimos dejamos que la suerte decidiera si debíamos seguir en contacto, y realmente no me arrepiento de usar este método.— explicó —Usémoslo de nuevo para decidir si deberías acompañarme a España.—
Con tan solo ver la insistencia de Beto noté que era un evento importante así que no debía seguirme negando a ir con él, después de todo él me acompañó a una premier importante cuando se lo pedí... aunque en ese momento los chocolates no habían sido un buen recurso
—En tu cumpleaños te compraré una "bola mágica".— me burlé un poco al ver como decidía dejar todo al azar
—Ya tengo una.— avisó abriendo los chocolates y sacando uno para pasármelo —Si sale rosa me acompañarás a España, si sale amarillo te quedarás aquí y si sale verde repetimos el juego.—
Le di una mordida a aquel chocolate y al notar el color rosado maldije la suerte de mi novio
—A veces pienso que haces trampa.— dije y me miró —El día que nos conocimos diste las opciones y salió la que más convenía en ese momento, después cuando no querías ir a la premier diste las opciones y salió que no me acompañarías, ahora de nuevo das las opciones y sale la que tú quieres.—
—¿Cómo voy a hacer trampa con esto?.— cuestionó burlón
—Eres tan mañoso que no me sorprendería que supieras que color va a salir.— murmuré y simplemente rio
—No tienes pruebas así que no puedes acusarme de nada.— exclamó como niño chiquito —Ahora alista tus maletas que en dos días nos vamos a España.—
"Alistar mis cosas" era complicado ahora que no tenía ni siquiera un asistente, me sentía inutil pero ya estaba acostumbrada a eso
—Ahora que me acuerdo, habías dicho que me presentarías a tu manager y ya pasaron dos días.— recordé
—Que pendejo, se me olvidó.— dijo —Pero no te preocupes, llegando a mi casa le mandaré mensaje a Finch.—
—¿Finch?.— cuestioné y asintió —Bueno, me urge un asistente, no importa como se llame.—
—A ver, espérate.— pidió de repente —Finch puede ser tu manager pero no creo que tenga ni el tiempo ni las ganas de ser tu asistente así como lo era Manu, ese wey si estaba muy comprometido contigo porque eras su única representada.—
Suspiré, estaba bien tener un manager pero entonces también debía buscarme alguien que quisiera trabajar como asistente
—Pero es tu día de suerte, puedo presentarte a un buen asistente.— exclamó de repente y agarró un chocolate para comérselo —Fue mi asistente un tiempo bastante corto pero es un chingón en lo que hace.—
Me daba algo de miedo la expresión en su rostro, parecía que se quería reír pero aguantaba las ganas. Igual quien fuera el asistente que me recomendaría estaría bien, solo necesitaba que fuera de confianza
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro