🌸Capítulo 1: "Amy"🌸
Amy no tenía ni idea de lo que estaba haciendo...creo que está cometiendo suicidó, pues en cuanto vio eso en la noticia se quedó pensando todo el día y toda la noche si debía o no ir al hotel Hazbin, al final se decidió por ir. Sus animalitos del cielo junto con sus muñecos vudú trataron de detenerla pero al final sus animalitos del infierno la terminaron por convencer y ahora estaba afuera del hotel justo en la puerta.
La joven de cabellos rosados estaba dudando mientras sus animalitos infernales le daban ánimos y los del cielo y los muñecos vudú los regañaban. Estaba temblando un poco, pues usualmente no salía mucho de casa y cuando salía tenía que desaparecer sus alas y su aurola para que nadie supiera que era mitad ángel Seraphin.
—Lo siento, Mami—. Susurró con nervios a punto de tocar el timbre; los animales del infierno miraron eso alegres mientras que los del cielo y los muñecos vudú estaban nerviosos negando con la cabeza en señal de que no lo hiciera. Bajó la mano sin haber podido tocar el timbre pues se había repentino aliviando a los animalitos del cielo y a los muñecos vudú, y decepcionando a los del infierno de una forma cómica. —No puedo hacerlo—. Dijo entre un suspiro desanimado; Gemi apretó el tiembre rápidamente alertando a Amy y provocando el enojo de sus amigos del cielo y los que son muñecos vudú, y la alegró de sus amigos de su misma raza.
—¡GEMI!—. Regañaron en un grito los animalitos del cielo y los muñecos vudú mientras Koko y Kiki le picaban en la cabeza con su pico.
—¡Auch! ¡Eso duele!—. Se quejó entre un berrinche el animalito verde claro/pastel.
—Pues te lo mereces!—. Dijeron al mismo tiempo enojados los del cielo.
Amy estaba parada muy nerviosa y alterada ¿Que debía hacer?, estaba rogando como nunca antes en su vida en que quién sea que le abriera la puerta sea alguien pero no su papá para que así pudiera escapar como nunca.
Mientras Amy estaba en medio del pánico, se podía ver de fondo a sus animalitos celestiales pegándole a Gemi quién se trataba de cubrir de los golpes de sus amigos mientras que los animalitos demoníacos disfrutaban de la función que estaba apunto de empezar y los muñecos vudú rogaban que Emily nunca se fuera a enterar de esto.
—Si-?—. Una chica le había abierto la puerta, el cabello era rubio y sus ojos eran rojos.
Esa chica no era más que Charlie Morningstar, princesa del infierno. Charlie quedó petrificada en el momento en que vió a Amy, se parecía mucho a cierto pecador que ella conoció.
Amy tragó saliva de los nervios, dió un suspiro para tranquilizarse y trato de sonreír a pesar que los nervios le ganaban.
—Hola- —. Y le cerraron la puerta.
Tal acción dejó confundida y sorprendida a la híbrida que se alteró un poco al saber si tal vez hizo algo malo y todavía a la primera.
La puerta se volvió a abrir.
—Dis- —. Le volvieron a cerrar la puerta en la cara y no menos de dos segundos volvieron abrir. —Pue- —. Otra vez me cerraron la puerta. Abrieron otra vez la puerta. —Yo- —. Otra vez le cerraron la puerta.
Charlie tenía una mirada muy sorprendida y pensativa mientras tenía a la joven de 18 (por la nuevas reglas de Wattpad le tuve que subir la edad a Amy) años aún afuera del hotel.
No iba a mentir cuando pensó al principio que era Alastor pero al notar a los animalitos detrás de ella, su cabello rosa y era chica quedó muy sorprendida pues se parecía mucho a Alastor, era como su copia femenina. Obvio eso la dejo sorprendida por lo que cerró varias veces la puerta para saber si era una ilusión o no.
Camino hacia la recepción del hotel donde estaba Vaggie ayudando a Sirpentius a quitar el cartel de su bienvenida de ayer. Husk estaba en su barbilla y Angel le estaba coqueteando, y Niffty... Niffty estaba siendo Niffty; matando insectos.
—Ammmm Vaggie?—. Charlie se dirigió algo nerviosa hacía su pareja.
—¿Que sucede?, amor—. Pregunto la peli-blanca mientras quitaba el nudo que sostenía al cartel.
—Hay una chica igualita a Alastor en la puerta—. Sonrió algo nerviosa; Husk al oir eso comenzó a prestarle atención a la princesa, tenía un mal presentimiento.
—Espera ¿Que?—. Movió su cabeza de un lado al otro y dejó caer el cartel que el cayó encima a Sirpentius. Ignorando eso, Vaggie se bajó y camino hacia su novia. —¿Cómo que se parece a Alastor?—. Cruzó sus brazos arqueado una de sus cejas.
—¡Si, se parece a él!—. Re afirmó Charlie. —Bueno...menos por el cabello—. Dijo recordando como se veía la joven de 18 años.
Vaggie camino hacia la puerta mientras que detrás de ella iba Charlie junto con con Angel que fue de chismoso, Sirpentius solo por curiosidad, Niffty porque todos iban y Husk porque quería saber si era cierto o no.
Amy se encontraba a plena crisis nerviosa sobre el temor de que hizo algo malo o tal vez ya abriendo descubierto quién era en verdad y querían fueron avisarle a su padre. Los animalitos celestiales trataban de calmarla mientras que los muñecos vudú regañaban a los animalitos infernales por haber hecho eso.
De repente abrieron la puerta y Amy vio que una pecadora de solo un ojo se le quedaba viendo algo sorprendida, atrás de ella estaba la rubia que le abrió junto a otros pecadores que la veían sorprendida. Suspiró para tranquilizarse y dio una gran sonrisa que causó que Husk temblará un poco de miedo pues esa sonrisa le recordaba a Alastor.
—¡Oh mucho gusto!—. Diría amablemente Amy sin dejar de sonreír. —Quisiera presentarme; Mi nombre es Amy—. Hizo una reverencia a la perfección pues fue todo gracias a la maestra que el enseño etiqueta que fue contratada por el mejor amigo de su madre. —Es un placer conocerlos—. Levantó la mirada sin poder dejar de sonreír.
Hace Años...
Una pequeña Amy veía muy preocupada y triste a su madre quién lloraba en su habitación mientras sus muñecos vudú trataban de subirle el ánimo.
—Amy...—. Un hombre mayor de cabellos rubios y de tez blanca apareció detrás de la pequeña Amy.
—Ah! ¡Tío!—. Se volteó nerviosa y algo asustada pues el amigo de su madre apareció de repente.
—Lo lamentó, mi pequeña flor de Cerezo—. Sonrió apenado por a ver asustado a la menor. Se puso de rodillas para estar a la altura de la pequeña. —¿Por qué no le enseñas a tu madre tus resultados de las clases de etiquetas?—. Sonrió mientras acariciaba la cabeza de la pequeña.
Amy parpadeó un par de veces mientras si boca estaba abierta haciendo una "o", sonrió muy feliz ante esa idea.
—¡Si!—. Dijo muy animada; el contrario sonrió.
Tocaron la puerta de la habitación de la Seraphin que al escuchar eso se limpió las lágrimas rápidamente.
—A-Adelante..!—. La voz de la albina sonaba temblorosa pues no podía controlar muy bien el llanto.
—Mami!—. Entró a la habitación Amy una vez que el mayor abrió la puerta.
—¡Mi bebé!—. Emily se levanto rápidamente de la cama y se dirigió a su hija que se puso enfrente de ella.
El silenció solo duró unos cuantos minutos mientas madre e hija se veían mutuamente, Amy sonriendo y Emily confundida. La pequeña sonrió como solía hacer su padre, pero era una sonrisa verdadera.
Sin pensarlo dos veces Amy hizo una reverencia tal y como su maestra de etiqueta le había enseñado sin dejar sonreír en ningún momento. La forma de inclinarse, hacer un pies hacia atrás y bajar la cabeza lo hizo muy perfecto para una niña de su edad.
—Espero y haya tenido un lindo día, madre. Amy; su única primogénita está aquí para enseñarle mis frutos de la clase de etiqueta que amablemente mi querido Tío se encargó—. Su sonrisa se volvió pequeña más su felicidad seguia siendo la misma cantidad; El rubio miró eso con orgullo al igual que los muñecos vudús y los animalitos celestiales e infernales que veían la escena por chismosos.
Emily abrió sus ojos sorprendida y sonrió para después abrazar a su hija.
Actualidad...
Amy abrió los ojos lentamente teniendo en sus manos un té de manzanilla, a ella no le gustaba el té más que el de manzanilla, estaba sentada en uno de los sofas de la recepción con sus animalitos infernales sumergidos en sus tazas de leche tibia con una galleta los animalitos celestiales tomando té con elegancias a pesar del tamaño de las tazas y los muñecos vudú a su lado izquierdo y derecho.
Sentía la mirada de los integrantes del hotel en ella, Vaggie tenía su lanza, Husk parecía no bajar la guardia mientras que los otros cuatro; Charlie solo la veía feliz, Sirpentius y Angel con curiosidad, y Niffty la veía fijamente pareciendo que estaba tratando de recordarla.
La peli-rosa lo recordaba a la perfección...esa pecadora la llegó a cuidar en el pasado cuando su padre aún estaba presente. Para ser sinceros...ella llegó a pensar algunas veces que su padre quería más a Niffty que a ella.
—Entonces eres amiga de Alastor?—. Dijo Charlie sin dejar de sonreírle con amabilidad. —¿O eres una parienta de él?.
No sabía se contestar esa pregunta.
—Soy...—. Pensó unos momentos. —Una conocida...—. Apesar que su voz temblaba de los nervios nunca quitó su sonrisa. —Me enteré que él estaba aquí por lo que vine a hablar de algo con él.
—¿Y se puede saber de qué trata?—. Amy vió a Husk quién la veía con desconfianza.
La híbrida entre cerró los ojos al reconocer al felino, también lo recordaba a él pues cuando era más pequeña vió a su padre amenazar al pecador. ¿Le dio miedo? No, todo lo contrario le fascinó ver la forma demonio de su progenitor.
—Asuntos que no los perjudican a ustedes—. Fue lo único que dió como respuesta para tomar el té tranquilamente.
—Bueno, por ahora Alastor no está aquí en el hotel—. Diría Charlie dejando que Amy tomara su té. —Pero me encantaría enseñarte el hotel!.
Lo pensó unos momentos. —Bien—. Aceptó la peli-rosa.
La princesa no lo dudo dos veces y jalo del brazo a la Híbrida y salieron corriendo pata que la menor pudiera ver el hotel.
Vaggie solo dio un largo suspiró mientas dejaba su arma recargada de la pared. Le dio un vistazo a los mini acompañantes de la peli-rosa y por alguna razón se le hacían conocidos los que se comportaban con más tranquilidad y elegancia.
—RECUERDO—.
(Alastor)
El llanto de un bebé inundó la habitación. Alastor abrió los ojos sorprendido. La partera dejo en los brazos de Emily a la bebé.
—Felicidades, es una niña muy sana—. Dijo algo nerviosa la demonio del anillo de la lujuria mientras veía con miedo a la Híbrida en los brazos de su madre.
Uno de los tentáculos de Alastor salieron del piso decapitando a la demonio de inmediato. El tentáculos recolectó sangre de la demonio mientras que Alastor caminaba directo hacia su familia viendo sorprendido a la bebé.
—Al...—. El mencionado miró a su esposa. —Es nuestra hija. Ya somos padres!—. Dijo muy feliz Emily sin poder dejar de llorar.
—FIN DEL RECUERDO—.
Alastor entró al hotel mientras apretaba con fuerza su micrófono, no podía entender porque había recordado eso así de la nada.
—Al fin llegas...—. Dijo Vaggie mientras ponía sus manos en sus caderas.
—Oh querida, ¿Acaso me buscabas?—. Volvió a su actitud egocéntrica de siempre.
Rodó los ojos. —No, pero una chica llamada Amy si—. Dijo con simpleza mientras veía a los animalitos; Husk estaba atento a la reacción de Alastor por si hacia algo sospechoso.
El demonio de la radio abrió lentamente los ojos al escuchar ese nombre...
—RECUERDO—
(Alastor)
—¿Amy?—. Alastor se encontraba en la cama junto a su amada que tenía en brazos a la recién nacida que estaba dormida. —¿Por qué ese nombre?.
—Me suena lindo—. Sonrió la albina viendo con cariño a su hija. —Y su significado es; "Amada". Esta niña es amada tanto como por su madre...—. Pauso unos mini segundos mientras acaricia la mejilla de su pequeña. —Como por su padre—. Le sonrió a su esposo que le regresó su sonrisa.
—FIN DEL RECUERDO—.
—
¿Di-Dijiste; Amy?—. Tanto como Husk, Vaggie, Angel y Sirpentius se mostraron sorprendidos al escuchar al demonio radio tartamudear.
—¡Hola patrón!—. Saludo Ari con una gran sonrisa ganadose un golpe de Capri. —Auch!.
Alastor volteó a su lado derecho y había estaban...los animales de esa niña...su niña.
—¿Alas-?—. Vaggie trató de acercarse al demonio pero apareció su pareja junto con la joven peli-rosa.
—¡Alastor!—. Charlie bajo de las escaleras muy Feliz. El mencionado volteó a verla. —¡Que bueno que llegaste!, ¡Tienes visitas!—. Se acercó al Overlord para después mirar atras suyo.
La sangre(?) del Overlord se congeló, quedó pretrificado al ver a la joven de 18 años ahí parada en las escaleras con la mirada abajo. Los ojos del pecador estaban abiertos como platos mientras que los animalitos celestiales se escondieron detrás del sofá, los infernales disfrutaban del Caos y los muñecos vudú veían eso algo preocupados.
El silenció reino tan solo unos segundos hasta que Amy hizo una de sus reverencias y como siempre le salían a la perfección.
—Espero que haya estado bien estos últimos años sin vernos, demonio radio—. Palabras vacías salían de la boca de Amy quién tenía una actitud seria pero al sonrisa idéntica a la de Alastor en sus labios rojizos. —Amy está aquí para darle la bienvenida—. Alastor solo retrocedió un poco mirando a la joven. —Ha pasado tiempo...—. Levantó la mirada haciendo una pausa. —Querido Padre...
Y el capítulo 1 ya está hecho. Nos vemos en el siguiente capítulo, chao!.
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