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Marissa Giroud
Me sentía destrozada por sus palabras, lastimada por sus acciones, vulnerable por su voz y culpable por sus sentimientos.
Mesut tenía todo el derecho de actuar como hace rato, ya fue suficiente de que se sintiera culpable por cuando rompíamos. Pero todas esas veces, no eran su culpa, sino la mía.
Dejo caer mi celular en el piso, suspiro de tristeza y por último vuelvo a soltar lágrimas. Poco a poco empezaban a caer más, podía sentir mi rostro caliente gracias al contacto con mis manos, ya que las tenía en un gesto de decepción.
Decepción por parte mía. Qué he hecho???? Todo fue mi culpa cuando decidí firmar para Phoenix Mercury, pensé que sería felíz o al menos libre de los rumores, pero todo lo contrario.
-Mar?- oigo los pasos de Moreno aproximándose.
Me limito a mover un solo dedo, no necesito la compañía de nadie ahora, y si piensa interrumpir mi dolor, le va a ir de la mierda.
-Oye, linda- insiste el maldito mexicano.
No se porqué esas palabras provocaron que reventara una furia inmensa hacia el mexicano, porque lo siguiente que hice fue darle una patada en donde a los hombres les duele un buen.
De inmediato, Moreno se queja del dolor y agarra su miembro para protegerlo o tratar de calmar el dolor.
-Qué verga....?- no podía ni hablar.
-LARGATE DE MI CASA!!!!!!!!!!!!- grité furiosa.
-Y ahora que hice?!- pregunta enojado.
-APARECER EN MI VIDA!!!!!!!!- no bajo la intensidad de mi voz.
Moreno se queda parado sin entender mis palabras, aún quejándose de su dolor inmenso. Debo admitir, eso fue muy inmaduro de mi parte.
-Mar, estás enojada, y no sabes qué hacer ahora. Solo te pido que trates de relajarte......- decía, pero de nuevo lo interrumpo.
-NO ME PUEDO RELAJAR AHORA QUE MI ESPOSO YA NO SIENTE LO MISMO QUE ANTES!!!!!! SABIENDO QUE LA CULPABLE SOY YO!!!!!! MERDE!!!!!- dije con voz chillona.
Algo recuperado, Moreno me mira triste, al fin ha comprendido -Yo...........-
-Solo vete. No quiero lidiar con alguien por hoy- pido calmada.
Moreno me mira por última vez, y como puede, abandona mi casa.
Me recargo en la pared, me dejo caer, sigo llorando y después se me sale decir: -Lo siento, Mes. Todo es mi culpa-
Mesut Özil
-Y bien?- Calum baja de las escaleras con Jayden en sus brazos.
-Lo empeoré como siempre- digo rendido.
-Dios- dice el británico.
-Estoy seguro de que la perdí- afirmo.
Mis propias palabras me dan nervios, y me siento aterrado.
-Claro que no, Mesut- Cal se acerca -Se que Marissa jamás permitiría que te alejaras de ella. Dios, Özil! Ella te ama!! Lo suficiente como para que quisiera cargar tus hijos- bromea.
-Hey!- me quejo enojado.
-Perdon, ya! Pero tengo razón. Solo dense tiempo ambos, quizá puedan arreglarse las heridas- sugiere Cal.
-Tienes razón- digo con un poco de esperanza -Los dos debemos sanar de nuestras heridas-.
-Se que es difícil, Mesut. Pero es uno de los problemas que deben afrontar en el matrimonio, y más si ambos está en una relación a larga distancia- razona Cal.
Asiento mirando a mi hijo.
-Y esto es solo el comienzo- lo miro raro por sus palabras -Digo, deben lidiar con la adolescencia de sus hijos- acierta Cal.
Suelto una sonrisa al pensar en esa parte de la vida de los hijos -Göt! Mis hijos. Esto no es bueno para ellos, digo, ver a sus padres peleando? En qué ambiente los criaremos?- me vuelvo a lamentar.
Veo que mi hijo pide estar en mis brazos, así que lo tomo y me le quedo viendo. Mierda! Se parece a Marissa, sacó los genes de mi esposa francesa. Y tan solo acordarme de ella, la tristeza se apodera.
-Creo que se lo que necesitas, Mesut- afirma Cal.
Dirijo mi vista hacia el británico que siempre me ha ayudado, más a mi esposa, ambos son mejores amigos, aunque ya no lo se, porque ahora Marissa se siente traicionada por él.
Apenas me doy cuenta que destruí una gran amistad -La fiesta de despedida de Olivier es en poco tiempo, necesitas desahogarte- sugiere Cal.
Tenía razón. Creo que es lo mejor.
-Tienes razón. Supongo que me vendría bien un descanso- digo.
-Supones?????? Amigo, qué no te has mirado en un espejo????? Estás hecho una mierda!- se le escapan las palabras.
-Hey! Cuida tus palabras!- digo enojado y ofendido.
-Oh si! Niños aquí- creo que ya se porqué Marissa quiere a Cal como un hermanito.
Calum Chambers te hace reír en los momentos adecuados.
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