
𝐈
Guardaba las cosas en mi maleta apurada y enojada, gracias a que mi padre, Lorenzo Leclerc, me exigía que no me fuera. Trataba de no escucharlo, ya había tomado la decisión y el avión privado de mi tío Charles, esperaba a unos kilómetros de aquí. Cabe aclarar que vivimos - temporalmente desde que nací - en Francia, París.
Mi madre insistió en tenerme en Francia, porque era su mayor sueño decir que su hija nació en Francia, pero mi abuela no se lo permitió, así que gracias a ella nací en Mónaco. Algo que a mi no me molestaba, pero a mí madre si y mucho. Cuando cumplí un mes de vida nos mudamos a París, mi padre se alejó un poco de mis tíos. Prácticamente no los llegué a conocer.
Sabía quiénes eran y a qué se dedicaban, pero no mucho. Hubo un momento en que ya no resistí estar sola y cada vez que estaba con mis padres me tratarán mal, sobre todo mamá, papá no le daba importancia, solo me retaba cuando le "contestaba" a mamá.
Cuando lo llamé a Charles, no me contestó él, sino una tal Charlotte, quien me escuchó durante el tiempo en que encontraba a su novio Charles.
Flashback
- ¿Quién habla? - preguntó una voz del otro lado de la línea.
- Soy Elizabeth Leclerc, necesito hablar con Charles, mi tío- murmure desesperada.
Se escuchó desde el otro lado como alguien gritaba.
- ¡¿Alguien ha visto a Charles?! - le negaban que lo habían visto- escúchame, soy Charlotte, la novia de tu tío, él esta haciendo una prueba de circuito y no terminó aún, dime lo que te pasa mientras yo lo busco y le pido que cancelé para hablar contigo, ¿de acuerdo?
- Okey. yo... No la estoy pasando bien, mis, mis padres... ellos... No son Los mejores padres -no sabía cómo estaba confesandole ahora esto a una extraña.
- ¿Por qué lo dices cariño? - al parecer estaba corriendo ya que su voz se escuchaba agitada.
- por favor, que esto quede entre tú y yo, aunque no te conozca-suplique a lo que ella aceptó -Bien, mi mamá ella... Me golpeó hoy a la mañana...Ella tiene un odio hacia mi...Porque.... Nací en Mónaco y no en Francia como ella quería.... - conté entre llantos. - lo sé es una completa estupidez, pero ella es así.
- De acuerdo, confía en mí, todo estará bien pequeña, tu tío y yo nos encargaremos de arreglarlo - sonidos de motores se escuchaban perfectamente. - Charles acaba de terminar, ya te lo paso - hizo un ruido raro, y ahora una nueva voz hablaba del otro lado.
- Hola, ¿Quién es? - preguntó una voz masculina.
- Soy Elizabeth, tu sobrina. - traté de contener mis lágrimas.
- ¡¿Eliza?!, ¿qué pasa?, ¿todo está bien por allá?
Bajé el celular tragando mis lágrimas, no quería que escuchara mis horrendos llantos. Me tomé un segundo y seguí.
- no tío, nada está bien, papá y mamá... Ellos... Mamá me ha estado gritando desde que tengo memoria, incluso han llegado a pegarme desde chiquita. Necesito tu ayuda por favor, ya no puedo... Traté... Encerio que traté pero no puedo. Necesito irme.
Las voces de fondo se dejaron de escuchar, ahora solo se oía su respiración.
- Escúchame, si encerio no puedes resistir ni un minuto, te pasaré a buscar en tres días en mi avión. Busca un papel y una lapicera y anota.
Busqué como me pidió un papel y una lapicera. Comenzó a decirme la dirección de donde estaría.
Fin del flashback
- no puedes irte, Te lo prohibimos- ordenó gritando.
Cerré la cremallera de la valija con malhumor. Ellos la habían cagado y ahora me prohibían irme solo porque creen que diré todos sus secretos y lo irresponsables que son.
- Escúchame bien, padre, si en 5 minutos no llegó al aeropuerto, tú y mamá estarán en prisión para siempre -amenaze- Así que es mejor que te hagas a un lado.
Empujé su brazo pasando a su lado. Salí de la casa con mis padres detrás de mi. Subí al auto con mis valijas, bajo la furiosa mirada de mi padre. Le dí la dirección al chófer. Y el comenzó a conducir.
Al llegar al aeropuerto privado que era para los famosos o también lo podías recervar. Le agradecí al chófer y le dejé propina. Bajé del auto junto con mis valijas. Corrí hasta donde estaba el avión. Y Antes de subir un señor me preguntó si era Elizabeth Leclerc, a lo que respondí que si, mostrando mi identificación, asintió y me dejó pasar.
- permitame - pidió y tomó mi valija.
Subí los escalones con cuidado de no caerme, al entrar una azafata me recibió estrechando respetuosamente su mano con la mía. Busqué un asiento de tantos para sentarme.
- El señor Leclerc y la señorita Sine la esperan en el aeropuerto en Mónaco. Ah, y también le han deseado muy buen viaje- comentó la azafata para después retirarse.
Estaba emocionada de conocer a la supuesta novia de su tío. Parecía ser muy amable y dulce, o simplemente lo hizo para no quedar mal con su novio.
En pocas horas lo sabría.
No supo en qué momento ni cómo, pero se quedó dormida , con la cabeza apoyada en la ventanilla.
Unas cuantas horas después sintió como alguien la sacudía, provocando que se despertara.
Abrió los ojos, parpadeando ante la fuerte luz. Cuando por fin abrió completamente los ojos, se encontró con la mirada de la azafata, quien trataba de despertarla.
- hemos llegado a Mónaco, Monte Carlo, señorita - avisó la azafata.
Se levantó apresurada. Tenía muchas ganas de conocer a su tío en persona.
Se despidió de la azafata y bajó del avión. A unos metros se veían dos personas. Definitivamente eran ellos.
Caminó hasta ellos con sus maletas en mano.
Había visto a su tío por la tele, pero en persona era completamente distinto.
Al llegar ambos la esperaban con una sonrisa, saludó a su tío con un beso en cada mejilla y un abrazo.
Había esperado tanto este momento, por fin conocerlo en persona, y no a través de una pantalla. Eran algo parecidos. Ambos teníamos ojos verdes, su cabello marrón castaño, muy parecido al suyo y sus facciones. Típicas de los Leclerc.
Al terminar su abrazo con su tío, miró a su costado. Una castaña esperaba paciente, sus ojos marrones la miraban con cariño.
- Hola, Soy Charlotte Sine, quien-- la interrumpió antes de que terminara la frase .
- me atendió - terminé la frase - soy Elizabeth, è un piacere conoscerla - usé por primera vez mi perfecto italiano.
Me acerqué a ella para darle un abrazo. El cual ella respondió amablemente.
Esperaba que fuera igual de amable como lo fue en llamada.
Ciao!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro