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La luna está alta como lo estaban tus amigos la noche que nos conocimos...
Ya he leído todos los libros al lado de tu cama; el vino está frío, como el hombro que te di en la calle
El gato y el ratón por un mes o dos o tres, ahora despierto en la noche y te miro respirar.
Bésame una vez porque sabes que tuve una larga noche (Oh)
Bésame dos veces porque va a estar bien (Uh)
Tres veces porque he esperado toda mi vida

(1, 2, 1, 2, 3, 4)

Me gustan las cosas brillantes, pero me casaría contigo con
anillos de papel...

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Compromiso.

Hay algo especial en la mirada de Harry una mañana cuando está hablando con su hermana por teléfono, Louis lo puede notar y estar realmente curioso sobre el porqué el alfa estaba tan feliz, hasta que lo escucha hablar.

- Estoy muy feliz por ti, el matrimonio es un paso muy importante. - dijo el rizado bebiendo de su café, y el omega notó la pequeña y rápida mirada que el alfa le dedicó a él. - Claro, yo te llamaré. Te lo prometo. - se despidió el ojiverde antes de colgar el teléfono.

- ¿Tu hermana va a casarse? - preguntó Louis con curiosidad.

- Creo... - murmuró Harry. - Ella aún no lo decide en realidad. - explicó acercándose a él para besarlo como todas las mañanas.

- Oh, ¿Cómo aún no lo decide? - cuestionó el omega abrazándose al alfa.

- Bueno, ella tiene miedo de que pueda equivocarse. - respondió Harry, envolviendo sus brazos en el cuerpo del castaño.

- Vaya. - suspiró Louis pegando su cabeza al pecho del alfa, sintiéndose tan cálido y en paz con ello.

- Aunque yo sé que ella lo hará, la conozco muy bien. - agregó el rizado con una sonrisa.

Louis sonrió igual y alzó su rostro para mirar a su pareja.

- Yo no dudaría en casarme contigo. - confesó el omega mirando con un brillo en especial de sus ojos azules.

- ¿Si? - preguntó Harry con una notaría alegría y una pequeña risa nerviosa.

El castaño asintió y soltó un suspiro antes de hablar de nuevo.

- Yo me casaría contigo, Harry. - dijo seguro mirándolo a los ojos.

El rostro del alfa se iluminó ante aquella respuesta y le dio un segundo beso lleno de amor y uno tercero apretando su cuerpo contra el suyo.

- Mi rey, para mí nosotros ya estamos casados. - susurró Harry contra sus labios haciendo que ambos sonrieran cariñosamente. - Solo nos faltan los anillos. - agregó dándole un beso más.

Louis sonrió de nuevo con los labios de su alfa, adorando por completo su relación.

- Tienes razón, no necesitamos nada de eso para ser esposos. - murmuró el castaño abrazándose más su pareja, respirando su aroma, sintiéndose como si ese momento fuera el cielo que por mucho tiempo le habían prohibido, era un sentimiento único e inexplicable para él.

Harry solo lo envolvió más en sus brazos, pensando en que Louis se merecía la joya más preciosa del mundo pero él no podía dársela, al igual que pensó que en realidad el omega sí se merecía un anillo...

- Amor, me encantaría quedarnos así abrazados todo el día, pero se te hará tarde para la entrevista que tienes. - habló Louis sacándolo de sus pensamientos.

- Cierto. - asintió el alfa, dándole un beso en la cabeza a su omega antes de separarse. - Debo irme, te veré en la noche, mi rey. - agregó antes de darle un corto beso en los labios antes de correr a la habitación para arreglarse para su entrevista de trabajo.

Louis rió y suspiró enamorado bebiendo la misma taza el alfa.

- Te veo en la noche, mi rey. - dijo el alfa de nuevo, tomando el rostro del omega entre sus manos para besarlo en forma de despedida, haciendo que el omega se pusiera de puntas y se sostenga de su camiseta.

- Nos vemos, mi príncipe. - respondió Louis en un suspiro con sus mejillas rojas.

Harry se marchó con una gran sonrisa en su rostro, una idea clara en su mente y el sentimiento de seguridad instalado en su corazón.

Mientras que Louis tenía un día muy tranquilo en el departamento, leyendo uno de los libros que tenía Harry a lo de su cama y pasando la tarde en su nido revisando algunas de las cosas respecto a su Universidad, esperando a que su pareja regresará.

La realidad es que Harry salió relativamente temprano del par de entrevistas que tuvo, esperando realmente que alguna de ellas tuviera una buena respuesta en unos días.

Pero por ahora tan solo tenía que esperar, mientras iba en camino a casa aquella idea sobre el matrimonio y lo importante que era, cruzó por su mente y antes de siquiera poder analizar las probabilidades, él se dirigió a una de las pequeñas tiendas de joyería cercanas del barrio y entró en ella.

Cuando el alfa regresó a la casa; Louis estaba casi acurrucado en el nido, sosteniendo en sus manos el libro que había tomado junto a él la pequeña caja donde guardaba aquellas notas que Harry le había dado y aquella imagen le dio ternura al rizado, haciendo sonreír.

- ¿Todo bien, amor? - preguntó entrando en la habitación.

Louis sonrió de inmediato, mirando con una gran alegría y asintió lentamente.

- Entra. - pidió el castaño en un susurro refiriéndose al nido.

- ¿Seguró? - preguntó Harry sonriendo.

- Si, tú eres mi paz, ¿lo recuerdas? - respondió el omega sincero acomodándose para que el alfa pudiera entrar junto con él.

El alfa asintió y entró al nido junto a su omega, mirando con encanto como el castaño se acomodaba entre sus piernas, para su espalda quedará pegada a su pecho y ellos pudieron estar abrazados y cómodos a la vez.

- ¿Cómo estuvo tu día? - preguntó Louis echando su cabeza hacia atrás para mirar al alfa a los ojos.

- Bien. Fue un Lunes bastante aburrido en realidad. - respondió Harry abrazando a su pareja por la cintura y recargando su cabeza en la del chico.

- Me gustan tus Lunes aburridos. - murmuró el castaño con una pequeña risa.

Harry sonrió igual por la risa del omega.

- ¿Qué tal estuvo tu día, rey? - preguntó el rizado mirando al castaño.

- También algo aburrido, pasé la mayoría del tiempo aquí. - respondió sincero. - ¿Ya te he dado las gracias por el bello nido que hiciste para mí? - cuestionó en voz baja, acurrucandose más en los brazos del alfa.

- No tienes que hacerlo. - respondió Harry en su lugar negando con la cabeza.

- Es el acto más hermoso que alguien ha hecho por mi. - murmuró Louis estirándose un poco para besar a su pareja.

- Lo hice con gusto, amor. - murmuró Harry en respuesta contra los labios del castaño. - Mi único propósito en esta vida es hacerte feliz. - agregó con una sonrisa pura y sincera en su rostro.

- ¿Si? - dijo Louis risueño, mirándolo a los ojos.

- Si, te llenaría de joyas y todo lo que te mereces, pero lamentablemente no tengo el dinero para hacerlo.

- Harry, a mi no me interesan las cosas materiales. - dijo Louis seriamente. - Yo solo quiero estar contigo, es lo único que quiero y necesito. - agregó descansando en el pecho de su pareja.

Harry sonrió y tomó una de las manos del omega y besó sus nudillos antes de murmurar algo más.

- Me encantaría poder darte un anillo. - confesó en voz baja mirando sus manos entrelazadas.

Louis sonrió, con una idea en mente.

- Puedes hacerlo. - dijo el omega seguro acomodándose mejor en los brazos del alfa, para estirarse y tomar la caja en la que estaban guardadas las notas del alfa.

- ¿Qué? - preguntó Harry curioso, mirando al omega.

- Podemos hacernos anillos de papel. - respondió Louis. - No hay nada más simbólico que hacerlo con estas notas que tú me diste. - explicó su idea con una enorme ilusión y alegría en su rostro. - ¿Qué te parece? - preguntó esperando una respuesta del alfa.

- Me encanta la idea. - asintió Harry.

- Genial. - sonrió Louis tomando una de las notas. - Esta siempre ha sido mi favorita. - confesó desdoblandola para leerla una vez más. - "Luces tan lindo cuando ríes y arrugas se forman alrededor de tus ojos." - leyó sonrió en grande con los ojos brillantes y la arruguitas en sus ojos.

- Aún sigo pensando eso. - dijo Harry sonrió igual.

- Me hacías sentir seguro de mi propia sonrisa. - admitió Louis con leve sonrojo en sus mejillas.

- Deberías de estarlo, tu sonrisa es más bella que cualquier atardecer y más brillante que el mismo sol. - respondió el alfa tomando una de las notas.

- Basta. Me harás sonrojar más. - se quejó el castaño.

Harry tan solo rió y desdobló la nota.

- "Nunca creí en los ángeles hasta que vi por primera vez." - leyó recordando el momento en que escribió aquello, provocando que sonriera en grande. - Vaya, soy un verdadero enamorado. - agregó con orgullo.

Louis rió está vez y asintió.

- Eres mi dulce enamorado. - dijo el omega, tomando el rostro del alfa para darle un corto beso. - Me enseñaron una vez como hacer los anillos de papel para un especial del día de las madres, así que no es tan difícil. - explicó una vez que se separó del alfa.

El alfa hizo exactamente lo mismo que el omega, doblando y desdoblando el pedazo de papel varias veces para poder formar un pequeño anillo de papel cada uno.

- ¿Qué tal? - preguntó Louis alegre, como un niño pequeño, mostrando el anillo que hizo con orgullo.

- Es muy bonito. - respondió Harry.

Louis sonrió igual y se colocó enfrente de su pareja, para tomar su mano antes de comenzar hablar de nuevo.

- Harry Styles, quiero decirte que eres todo lo que una soñé cuando era pequeño, me has enseñado que el verdadero amor, aquel amor incondicional en el que a pesar de las peleas, los conflictos y problemas aún es fuerte y real. Ese amor en el que las cosas materiales no son lo más importante y que ahora lo único que sé es que quiero estar el resto de mis días contigo, quiero todos tus veranos e inviernos, cada uno de tus Lunes aburridos, tus complicaciones y compartir tus sueños. Tengo la fortuna de elegirte como mi alfa, mi compañero y mi alma gemela. - dijo Louis mirándolo a los ojos en todo momento, sintiendo cada una de sus palabras y sentimientos. - ¿Quieres casarte conmigo, mi príncipe? - preguntó con pequeñas lágrimas formándose en sus ojos azules.

Harry sintió un nudo en su garganta, pero ese tipo de nudo de felicidad y no de tristeza que te rompe el corazón ya había experimentado, era un sentimiento totalmente distinto, que en definitiva adoraba tener.

- Oh, mi rey. - suspiró mirando a los ojos al omega. - Claro, que quiero casarme contigo. - respondió mirando como el rostro y los ojitos azules de su omega se iluminaban con esa respuesta.

Louis no se tardó en colocar el anillo de papel que él mismo había hecho en el dedo anular del alfa.

- Louis Tomlinson, eres el ser humano más bueno y noble que he conocido, y no me arrepiento en absoluto en nada de lo que pasó en mi vida para poder estar contigo en estos momentos. Y quiero decir que yo también quiero compartir mi vida entera contigo, mis sueños, quiero viajar contigo, llevarte a Londres o a cualquier lugar que te haga feliz, quiero tus complicaciones también y anhelo poder hacer cada día más feliz, para que nunca dudes de que esto real, esto es lo que te mereces, lo que siempre te mereciste. Y te juro que voy a dar lo mejor de mi para darte lo mejor de mi y que nunca te arrepientas de elegirme como tu alfa, tu compañero, tu alma gemela y tu futuro esposo. - dijo Harry, acariciando el rostro del chico, limpiando las lágrimas de alegría que salían de sus bellos ojos.

- Oh por Dios, ponme el anillo, para poder lanzarme encima de ti para besarte. - dijo Louis con una pequeña risa, sintiéndose demasiado sentimental.

Harry rió igual y se apresuró para colocar su anillo en el dedo anular del omega, de la misma manera que el castaño lo había hecho con él.

- ¡Te amo mucho! - exclamó Louis al instante, colocando sus brazos alrededor del cuello del alfa antes de darle un beso y el rizado tan solo se limitó a corresponder el beso envolviendo en sus brazos al omega.

- ¡Yo igual te amo mucho, mi precioso rey! Eres lo único que quiero. - exclamó de igual manera Harry una vez que el castaño terminó con el beso, tan solo para volverlo a besarlo.

- Yo te he estado esperando toda mi vida. - respondió Louis contra sus labios, para darle un beso más, bajando su mano en la que tenía el anillo para enlazar con la del alfa.

Ellos se besaron tres veces más, con sus manos entrelazadas con anillos papel.

Quiero conducir lejos contigo, quiero tus complicaciones también, quiero tus Lunes aburridos.
Envuélveme con tus brazos, bebé...

Me gustan las cosas brillantes, pero me casaría contigo con anillos de papel

Uh huh, así es.

Querido, eres el único al que quiero, y odio los accidentes excepto cuando pasamos de amigos a esto.

Uh huh, así es.
Querido, eres el único al que quiero.
En anillos de papel, en cuadros para fotografías y en todos mis sueños, eres el único al que quiero...

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