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Te prometo que nunca encontrarás otra como yo.
Sé que soy complicada, cariño, uh.
Sé que nunca pienso antes de saltar, y eres el tipo de hombre que las chicas quieren, (Y hay muchas chicas buenas por ahí).
Sé que me puse loca en el teléfono, siempre confundo las cosas cuando estamos bien y los problemas me seguirán a donde quiera que vaya, (Y hay muchas chicas buenas por ahí).
Pero una de esas cosas no es como las otras; como un arcoíris con todos los colores. Cariño, cuando se trata de un amante, Te prometo que nunca encontrarás otra como yo-o-o, uh-uh-uh...

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Estaba completamente dormido de una manera tranquila, cuando un sonido en particular logró llamar su atención, haciendo que comenzará a abrir los ojos lentamente, tratando de pensar que era aquel sonido. Y cuando sus ojos azules se abrieron por completo, lo primero que vio fue el lente de una cámara frente a su rostro, seguido del sonido de una foto siendo tomada.

- ¿Qué haces? - preguntó el omega con una sonrisa floja, estando un poco cansado aún.

- Te fotografío. - respondió Harry sonriendo detrás de la cámara.

Louis rió tiernamente, cerrando lo ojos de nuevo, cubriendo sus ojos con sus manos cuando escuchó que el alfa seguía sacando fotos.

- No sabía que eras fotógrafo. - comentó el castaño sin borrar su sonrisa.

- No lo soy. - dijo Harry continuando haciendo lo mismo. - Solo que eres tan hermoso que mereces ser retratado todo el tiempo. - agregó colocando una de sus manos en la curva perfecta de la cintura del castaño, tomando una foto de eso.

- ¿Y de dónde sacaste esa cámara? - preguntó el omega descubriendo su rostro para mirar a su pareja.

- Estaba revisando unas cuantas cajas que nunca abrí cuando me mudé y la encontré.

- ¿Fotógrafo frustrado? - preguntó Louis con una sonrisa.

- Algo así, de hecho. - confesó el alfa enfocando los lindos ojos de su omega en la cámara.

Louis se sintió mal por hacer burla de eso y frunció el ceño, sentándose en la cama de inmediato.

- ¿Cómo que algo así? - preguntó un poco despierto.

Harry soltó un suspiro pesado, quedándose callado un par de segundos, con la mirada baja en la cámara que tenía en sus manos.

- Yo quería estudiar fotografía, pero mis padres pensaban que no era una carrera de verdad y me obligaron a elegir una licenciatura en ciencias. - explicó, regresando la mirada al castaño.

- Eso es horrible, amor. - murmuró Louis acercándose a él, abrazándolo del cuello.

- No, no lo es. - negó el alfa. - Les agradezco que me hayan hecho cambiar de carrera.

- ¿Cómo vas agradecer algo así? - cuestionó el omega separándose ligeramente de él para mirarlo.

- Por qué, gracias a eso te conocí. - confesó en voz baja, mirando los ojos zafiros de su novio.

Louis se odio en ese momento al considerar eso algo tierno, algo demasiado dulce que removió algo dentro de él.

- No puedo creer lo que me estás diciendo. - negó el castaño lentamente. - ¿Estarías dispuesto a sacrificar tu verdadera pasión, sólo por conocerme a mí? - preguntó sin dejar de mirarlo.

- Sacrificaría toda mi vida entera por ti, mi rey. - respondió Harry sincero, acercándose a él.

- No puedes estar hablando en serio. - negó Louis sonriendo sin poder evitarlo más.

- Volvería a hacer cada cosa, con tal de llegar a este momento. - insistió el rizado tomando la cintura del chico con uno de sus manos, jalandolo delicadamente hacia él.

- No creo valer tu pasión, Harry. - susurró el omega inseguro.

- Lo vales todo para mi. - murmuró el rizado. - Estoy seguro de que tu eres mi omega y estábamos destinados a conocernos. Y si esta era la manera de hacerlo, lo tomó y aceptó con gusto.

Louis sonrió una vez encantado con todas las bellas palabras que acababa de decir su novio.

Su alfa.

- Eres único Harry. - murmuró el omega riendo nervioso por la pronta cercanía de sus rostros.

- Y tú eres lo único que quiero. - susurró el ojiverde con una sonrisa antes de unir sus labios. - Quiero... llevarte a un lugar... lindo. - habló con dificultad entre besos llenos de amor y dulzura.

- ¿A dónde? - cuestionó Louis besando la mandíbula del alfa.

- ¿Te gustaría ir a la feria? - preguntó el rizado tímido, pensando en que tal vez no era la mejor opción para llevar a su novio a una cita.

- Me encantaría. - respondió el omega sonriéndole emoción, tal como un niño pequeño, algo que Harry encontró sumamente adorable y lo hizo suspirar.

Él sacó una foto más de aquel Louis emocionado, con mejillas rojas, ojos brillantes y sonrisa pura.

Era sin duda su foto favorita.

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- Si Harry, estoy listo. - dijo Louis a través del teléfono, sonriendo por lo tierno y nervioso que se comportaba su novio a pesar de que ellos pasaban la mayoría del tiempo juntos, incluso parecía que Louis ya vivía con el alfa, al grado que el omega esa mañana que regresó a su departamento se encontró con un vecino que no recordaba que existía.

- Perfecto. Voy para allá, solo... déjame ponerme mi chaqueta y saldré para allá. - dijo algo angustiado.

- Claro. Te espero, no te preocupes. - dijo el omega, riendo en voz baja.

La llamada iba perfectamente, hasta que la sonrisa y alegría del omega se esfumaron en cuanto alcanzó a escuchar algo que no le hizo gracia para nada.

- Buenos días Harry, que guapo luces hoy. - se escuchó el comentario de alguien del otro lado de línea, una voz femenina, con un toque coqueto que hizo sentir a Louis un nudo en la boca del estómago.

- Gracias Rox, nos vemos luego. - respondió Harry la cortesía, antes de volver a la llamada con su novio.

- ¿Quién es Rox? - cuestionó Louis de inmediato, tensando su mandíbula.

- ¿Eh? - dijo el alfa un poco desorientado.

- Rox, la chica que te ha halagado tan lindo hace unos segundos. - explicó Louis alterandose un poco.

- Oh, la vecina. - murmuró Harry confundido. - ¿Por qué? - preguntó inocente.

- Por nada. - dijo Louis cortante. - Date prisa o llegaremos tarde. - agregó antes de colgar sin ni siquiera esperar una respuesta o cuestionamiento de parte de Harry.

- Que raro... - murmuró el rizado confuso por aquella actitud, pensando que fuera lo que estaba pasando por la pequeña mente de Louis no pasaría a mayores y cuando lo viera estaría de mejor humor.

Pero se equivocó.

Lo que se suponía que sería una hermosa y bella cita, se convirtió en algo incómodo para ambos, en especial para el alfa.

- Lou, ¿Sucede algo? - preguntó el rizado tomando las manos del castaño.

- Estoy perfectamente bien. - respondió Louis un poco cortante.

- No, no estás. - dijo Harry firme.

- No quiero hablar de eso. - se quejó el omega soltándose del agarre de su novio comenzando a caminar.

Harry suspiró mirando hacia el cielo, pensando en que había hecho para que su lindo castaño se molestará con él de esa manera.

Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando una gota de lluvia en su rostro, mirando rápidamente hacia la dirección en la que se había ido Louis, logrando ver su silueta un poco lejana e inmediatamente corrió hacia él, mientras que la lluvia comenzaba a hacerse un poco más fuerte.

- ¡Louis! - gritó Harry alcanzando al castaño, tomándolo del brazo para girarlo hacia él. - Tienes que calmarte. - rogó el rizado.

- ¡Estoy calmado! - gritó Louis alterado soltándose del agarre del alfa.

- ¡Ey, ey, mi amor! - llamó Harry tomándolo de la cintura para acercarlo a él.

- ¿Por qué dejas que esa chica te coquetee? - preguntó el omega con la voz algo rota, siendo la lluvia el menor de sus problemas en esos momentos.

- ¿De qué chica hablas? - respondió Harry confundido.

- Esa tal... Rox. - soltó con molestia recargando su cabeza en el pecho del alfa.

- ¿Rox? - repitió el alfa con el ceño fruncido, abrazando al omega más en su cuerpo. - ¿Todo esto es por mi vecina? - cuestionó confundido.

- ¿Crees que estoy loco? - preguntó Louis separándose un poco, para mirar al alfa.

- No, pero creo que eres un celoso. - dijo un poco divertido.

- No estoy celoso. - negó Louis separándose de él, para comenzar a caminar de nuevo hacia su departamento, se sentía demasiado sensible como discutir, podía sentir las lágrimas formarse en sus ojos, no quería llorar bajo la lluvia, eso sería ya demasiado humillante y más en frente de Harry.

- Louis. - llamó el alfa siguiéndolo.

El omega trató con todas sus fuerzas el no llorar, porqué en el fondo sabe que no hay razones para hacerlo, es ridículo que este haciendo ese espectáculo y es aún más ridículo que este haciendo a Harry pasar por eso.

Pero sus sentimientos crecieron como una bola de nieve que no pudo detener a tiempo y ahora es demasiado orgulloso como para detenerse.

Cuando ambos llegaron empapados al departamento del omega, Louis se dejó caer en un sofá, cubriendo su rostro con sus manos.

- Rey. - habló el alfa lentamente acercándose a él con cuidado.

Louis tomó su celular y lo aventó, enojado consigo mismo.

- Lo siento Harry. Lo siento tanto. - murmuró dirigiendo su mirada hacia él, después de un par de segundos.

- Está bien, está bien amor. - negó el alfa tomando el rostro del omega entre sus manos.

Louis sollozó.

- Shh, tranquilo mi rey. - susurró peinado delicadamente el flequillo mojado del omega, para descubrir su ojos. - Todo está bien. - aseguró besando su frente.

- Soy un idiota, un dramático, loco y...

- Y te amo. - interrumpió Harry abrazándolo.

- Perdóname, por favor. - suplicó Louis aferrándose a él. - Yo... no lo volveré hacer...

- Lou, te amo. No tenemos que hablar sobre eso. - dijo suave, con la voz un poco ronca.

- No te merezco, no me merezco algo tan bueno como tú. - se lamentó el castaño. - Si tú quieres terminar yo...

Harry lo calló con un beso, apretandolo contra su cuerpo, sin importarle que ambos estén empapados por la lluvia.

El omega jadeo bajo cuando el cuerpo de Harry lo cubrió por completo, quedando recostado en el sofá, con su novio encima.

Louis se sentía abrumado en ese momento, después de todo lo que hizo pasar al rizado, él no estaba molesto ni un poco y aunque puede que haya muchas personas mejores que él para alguien como Harry, y eso lo pone algo celoso, pero en el fondo sabe que el alfa solo tiene ojos para él y nadie más.

- Tú no eres nada eso Louis. - habló el ojiverde moviendo sus labios hacia las mejillas del chico. - Para mi, eres todo lo bueno de este mundo, lo único que quiero, lo único que necesito. - dijo feliz y sincero.

Louis soltó una linda risa cuando los labios de su pareja se movieron hacia su cuello.

- Eres único, mi rey. - murmuró contra su piel.

- Tú igual eres lo único para mí. - confesó el omega en un suspiro.

Harry se separó de su cuello, sosteniéndose en sus manos para mirarlo a los ojos.

- ¿Si? - preguntó el rizado con una sonrisa de lado, marcando sus hoyuelos. - Bueno, cariño... soy el único de mi. - dijo sin dejar hablar al omega, llevando una de sus manos a las caderas del castaño.

Louis mordió su labio inferior, reprimiendo una sonrisa por las caricias del alfa.

- Si, puedo creer en eso. - se burló el omega en voz baja.

- Debes creerlo. - rió Harry. - Te prometo que nunca encontrarás a alguien como yo. - agregó acercándose a su rostro lentamente.

- No quiero encontrar a nadie más. - respondió sincero llevando sus manos en el cuello del alfa, para terminar con la distancia entre ellos y unir sus labios.

Harry lo besó con gusto y amor, Louis pudo sentirlo, fue algo que terminó por tranquilizarlo por completo.

Y entonces nos peleamos bajo la lluvia, me buscaste y me llamaste por mi nombre, nunca quiero verte ir, (hay muchos chicos aburridos por ahí), porque una de esas cosas no es como las otras, viviendo en el invierno, soy tu verano. Cariño, cuando se trata de un amante...
Te prometo que nunca encontrarás otro como yo-o-o, uh-uh...
Soy único, déjame acompañarte...
Eres única, cariño, este es tu encanto
Y te prometo que nadie te amará como yo-o-o...
Nena, no hay yo en la palabra equipo, pero sabes que yo estoy ahí.
No puedes deletrear impresionante sin m-í, te prometo que nunca encontrarás otro como yo...

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