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✦𝓚𝓲𝓷𝓰 𝓸𝓯 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽¸*

Estoy perfectamente bien, vivo por mi cuenta. Tomé una decisión: estoy mucho mejor estando solo.
Nos conocimos hace unas pocas semanas, ahora ya estás intentando llamarme "cariño",como quien se prueba ropa...
Gobernamos el reino dentro de mi habitación, porque todos los chicos, con sus coches caros, con sus Range Rovers y sus Jaguars, nunca me han llevado cerca de donde me llevas tú. Y de repente, tú eres al que he estado esperando. El rey de mi corazón, cuerpo y alma.
Y de repente, tú eres todo lo que quiero, nunca te dejaré ir.
Rey de mi corazón...

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Ojos verdes.

Louis no puede dejar de ver esos ojos esmeralda que lo miraran como si fuera una pieza valiosa de arte, que vale la pena cuidar y ese sentimiento lo quiere conservar para siempre, aferrarse a él por siempre.

- Dejame de mirarme así. - susurró el omega, aunque el fondo no quería que lo dejará de mirar, pero sus mejillas comenzaban a teñirse de rojo por la mirada del alfa en él.

Harry suspiró despacio y se acercó un poco más al chico.

- Eres un chico muy hermoso. - halago pasando su brazo por los hombros del castaño.

Louis sonrió y rodó los ojos, sintiendo el cariño del rizado.

- Tú realmente eres un romántico Styles, ¿no es así? - preguntó el omega con diversión, pegándose inconscientemente al cuerpo del alfa.

Harry rió despacio.

- Puedo hacerlo, solo pidemelo y seré tu Romeo. - respondió el rizado.

- ¿Y yo tu Julieta? - preguntó sin poder evitarlo, sonrojándose cuando se dio cuenta de sus palabras. - Yo... - trató de arreglar lo que había hecho.

El alfa lo interrumpió, colocándose enfrente a él, dejando de abrazarlo, para tomar su rostro entre sus manos.

- Tú eres mi príncipe. - susurró Harry acercándose a él, notando la sonrisa que se pintó en los labios del castaño.

Louis no respondió a eso, tan solo tomó la camiseta del alfa, colocándose de puntas para besarlo, uniendo sus labios en un dulce beso.

- ¿Quieres ir a casa conmigo? - preguntó el omega en un susurro contra los labios del rizado, con el temor de que rechazará su invitación.

Harry sonrió, marcando sus hoyuelos en sus mejillas y sus ojos verdes brillando ante la imagen del omega más bonito para él.

- Me encantaría acompañarte a casa, omega. - respondió sincero.

Louis sonrió, mostrando sus dientes antes de enredar sus brazos en el cuello del más alto, sintiéndose como sus pies volvían a tocar el piso, cuando el alfa se inclinó para él.

El omega fue consciente del que Harry había escondido su nariz en la curva de su cuello, respirando hondo sus aroma natural, haciéndolo temblar en sus brazos.

- Vamos, alfa. - susurró, tomando el valor de separarse de los brazos del rizado para tomar sus mano y entrelazar sus dedos para comenzar a caminar, lejos del colegio.

Los ojos azules del omega, notaron que había gente que miraba hacia sus manos entrelazadas, pero no le importaba, ya no, tan solo quería sentir la calidez de la mano del alfa sobre la suya, aferrándose a ella.

Incluso pudo escuchar los susurros, como si estuvieran juzgando, pero había nada que juzgar, él tenía derecho de salir con quien quisiera, sin importar su pasado.

Susurros que se volvían en conversaciones, pero no importaba, no cuando tenía al alfa más lindo y tierno a su lado.

[. ✦ * . ✦ . * ✦ . ]

Louis no sabía si esa sensación de paz que sentía en su pecho está bien o si será para siempre, pero no quería pensar al respecto, tan solo quería quedarse en esa posición en la que se encontraba en esos momentos. En su pequeña cama, con su cuerpo enredado con el Harry, sus brazos alrededor del cuerpo del alfa y su rostro en la curva del cuello del chico, sintiéndose cálido, con los besos del alfa en su cabello, escuchando sus respiraciones lentas.

La mano del alfa descansaba en la curva de sus caderas, sobre su camiseta de dormir, Louis pensaba que en cualquier momento la mano del alfa comenzaría a bajar por su cuerpo, pero nunca lo hizo, las caricias lentas del rizado no sobrepasaban sus caderas.

El omega alzó su rostro para mirar a Harry, ambos suspiraron cuando sus ojos se encontraron y como un imán sus labios se unieron de inmediato.

De manera lenta, cuidados y suave el alfa giro el cuerpo del omega, quedando encima de él, cubriendo el pequeño cuerpo delicado de Louis con el sueño, subiendo sus manos para mantenerse sin aplastar al omega.

Y sus labios se separaron, para que Harry comenzará a repartir pequeños besos por todo el rostro del omega llegando a su delicada barbilla.

Louis suspiró, cerrando los ojos, dejándose llenar de besos, llevaba tanto si sentirse amado, que todo con Harry parecía tan abrumador e irreal para él, que tenía miedo de pensar en lo que podía pasar en el futuro.

Llevaba tanto tiempo pensando que no necesitaba a nadie ni amor para sentirse bien, pero ahora comenzaba a pensar que lo único que necesitaba era a Harry.

Los besos comenzaron a bajar hasta su cuello, sin dejar marcas, solo besandolo con ternura y cuidado, como au tuviera miedo de romper al omega con su toque y cuando los labios del alfa tocaron la zona de la unión Louis se tensó notablemente.

Harry entendió eso y se separó de inmediato, mirando al omega, pidiéndole perdón en silencio, regresando sus besos al rostro tierno del castaño.

Louis sonrió al sentir los besos en su nariz de botón.

- Lo siento. - susurró el alfa.

El omega abrió los ojos por la voz del rizado y lo miro a los ojos, suspirando por aquel color verde, sintiendo su cuerpo temblar, ansioso del toque ajeno.

- ¿Por qué? - preguntó un poco desorientado.

- Te incomode con mis besos. - respondió sintiéndose culpable el rizado.

Louis sonrió enternecido.

- No fue eso. - negó de inmediato el omega. - Yo... solo me tomó de sorpresa. - confesó.

Harry negó.

- Te tensaste, lo sentí. - susurró. - Podemos ir a cenar, tengo unos cuantos billetes, puedo llevarte a un lugar lindo. - agregó llevando una de sus manos para comenzar ha acariciar el rostro suave de Louis.

- No quieres eso Harry. - murmuró el omega.

- No importa lo que yo quiera. Me importa lo que tú quieras. - respondió Harry. - Te respeto omega, no haré nada que tú no quieras, perdón por incomodarte. - se disculpó de nuevo.

- Dios. - suspiró Louis llevando sus manos a los rizos del alfa. - No puedes ser real. - susurró acercando el rostro del alfa suyo, pegando sus frentes.

- Lo soy, carne y hueso. - afirmó el rizado sonriendo.

Louis soltó una tierna risa, subiendo una de sus piernas, enredandola en la cintura del chico.

- ¿Eres mío? - preguntó el castaño en un susurro, con los ojos cerrados, sintiendo la respiración del alfa chocar contra la suya.

- Lo soy. - respondió lentamente.

- ¿Y yo soy tuyo?

- Eres mi príncipe. - susurró el rizado en respuesta.

Louis rió una vez.

- Quiero tus besos Harry. - dijo en un suspiro.

- No tienes que hacer algo que no quieres por complacer, omega. Yo soy el que te complace.

- Bueno, complaceme alfa, besa mi cuello. - susurró, mirando de nuevo los ojos esmeralda del alfa.

Fue el turno de Harry de reír, negó con su cabeza y unió sus labios a los del castaño.

- Harry. - susurró con la voz entrecortada, curvando sus espalda. - Si te digo lo que realmente quiero... ¿No me juzgarás? - preguntó.

- Nunca haría eso. - negó el alfa.

Louis le creo.

- Quiero estar contigo esta noche. - confesó con miedo.

Harry sintió quedarse sin aliento.

- Omega...

- Sé que ya tuvimos una primera vez, pero había alcohol en nuestros cuerpos. Quiero una primera vez contigo que puedo recordar.

- Yo recuerdo nuestra primera vez, Lou.

- Yo igual alfa, pero quiero una sin alcohol de por medio. - susurró Louis acariciando la nuca del alfa con sus dedos. - ¿Puedes hacer eso por mí?, ¿Puedes darme una primera vez que pueda recordar y sentir por siempre? - insistió mirando los ojos esmeralda.

- Haría cualquier cosa por ti. - confesó el alfa.

Louis asintió.

- ¿Si lo harás? - preguntó.

Harry sonrió y lo besó, Louis no necesito nada más, eso fue suficiente para que su corazón latierá con fuerza en su pecho.

- Tienes... - habló el alfa entre el beso, sin separar por mucho sus labios de los del omega. - Lubricante. - terminó continuando con el beso.

Louis negó despacio, rompiendo el beso.

- Tiene mucho tiempo que yo... - dijo el omega sintiéndose un poco avergonzado. - Entenderé si tú ya no...

Harry lo interrumpió con un beso.

- Tendrás que lubricar para mi, omega. - murmuró contra los labios contrarios.

Louis asintió con desespero.

- Tranquilo, cariño. Tomate tu tiempo. - dijo el alfa comenzado a besarlo de nuevo, con esa ternura única y especial.

Los besos por su cuello y clavículas teniendo al omega jadeando bajo, sintiéndose cálido por el toque del alfa.

Harry se alzó, respirando el aroma dulce el omega que comenzaba a llenar la habitación.

El alfa comenzó a quitarse sus anillos de metal de sus dedos, despacio, bajo la atenta mirada del castaño.

Louis se sonrojó al sentir como comenzaba a lubricar despacio, ansioso.

- Mi dulce príncipe. - murmuró Harry, tomando las manos del omega y Louis podía jurar que su aliento se quedó atorado en su garganta cuando vio al alfa comenzar a colocarle sus anillos en sus dedos.

Pronto las pequeñas manos del omega tenían todos los anillos del alfa.

- Me quedan un poco grandes. - murmuró Louis con las mejillas rojas.

- Lucen perfectos en ti. - respondió el alfa sin dejar de sonreír.

El omega suspiró, mirando con encanto sus manos.

- ¿Quieres que comience? - preguntó el alfa, colocando sus manos el borde de su ropa interior, debajo de la gran camiseta de pijama que vestía.

Louis asintió, con la manos del alfa bajando su ropa con delicadeza.

- Bien. Yo... debo prepararte, pero... - habló Harry nervioso una vez que quito la ropa del omega.

- Dame tus dedos. - pidió el omega, tomando una de las manos del alfa, llevándola a su labios.

Al alfa se quedó sin aliento cuando el omega metió tres de sus dedos en su boca, comenzando a chuparlos, mirándolo a los ojos.

El omega dejó ir los dedos del alfa de su boca, con un sonrojo en sus mejillas.

- Voy a cuidarte, mi príncipe. - prometió el rizado antes de besarlo una vez más.

Louis suspiró en los labios del alfa, sintiendo como comenzaba a prepararlo.

- Harry. - jadeo el castaño contra los labios del rizado, apretando sus manos en las sábanas de su cama, podía sentir como los dedos el alfa lo tocaba en todos los lugares correctos, dejándolo sin aliento y jadeando. - Alfa... - suplicó.

- Omega. - respondió el alfa besando sus mejillas de nuevo.

- Te quiero. - susurró Louis más para él mismo que para el alfa.

Harry sonrió.

- ¿Estás listo? - preguntó el alfa en voz baja.

Louis asintió.

- Vas a estar bien. Cuidaré de ti. - prometió el rizado.

El omega jadeo abriendo un poco más las piernas, suspirando por las palabras del chico, gimiendo bajo cuando sintió que el alfa comenzaba a entrar en él.

Las manos del omega fueron hacia los brazos de Harry, sosteniéndose de él, sintiéndose inmensamente lleno, cuando el alfa tocó fondo.

Y antes de que Louis pudiera ser algo, Harry se inclinó y lo besó, haciendo que el castaño soltara un jadeo en sus labios, sintiéndose caliente por el beso del alfa.

- Eres el omega más precioso que he visto en mi vida. - susurró el alfa, como si fuera su secreto.

- Al-alfa. - jadeo el castaño cerrando los ojos. - Por... favor... - y antes de que el omega pudiera formular toda su oración, el alfa hizo el primer movimiento.

Harry gruño ronco y uno sus labios a los del castaño, besandolo lentamente a la par de sus movimientos, moviéndose de manera suave contra el cuerpo omega.

- Oh. Harry. - gimió el omega cuando los labios del rizado se separaron de los suyos, apretando su agarre en los brazos del alfa.

El alfa se movía contra el de manera suave, como su tuviera miedo de romper al omega, cuidando de él.

- Louis. - ronroneó el rizado aumentando un poco la fuerza y velocidad de sus movimientos.

Sus movimientos se volvieron continuos, creando un ritmo que tenían al omega jadeando y soltando unos cuantos sollozos cuando el el alfa daba en su punto sensible, apretandose más alrededor del alfa, sintiendo el calor y el aroma de Harry en su sistema, escuchando los gemidos roncos del alfa.

Y Louis se sentía tan bien en los brazos del alfa que incluso en ese instante podía olvidarse de todo y todos, pronto todo lo que dicen de él quedaba en el pasado, en un pasado borroso, no quería pensar más eso, tan solo quería sentirse de la manera que se sentía en ese instante por el resto de su vida.

Los labios del alfa se pegaron a su mejilla y comenzó a dejar cortos y dulces besos por su rostro y cuello, sin dejar de moverse, llevando sus manos por la suave piel del omega, acariciando de un forma lenta y suave, que hacían sentir al castaño como la persona más valiosa del mundo.

Y pronto el omega soltó un jadeo alto, con el nombre del rizado saliendo sus labios mientras llegaba a su orgasmo, aferrándose al alfa.

- Louis. - gruñó Harry tensandose, llevando sus ojos al rostro del chico, admirando cada facción, sintiéndose más enamorado que antes. - Cariño. - susurró sin notar que aquel apodo movió algo en el pecho omega.

- Alfa. - respondió Louis abriendo los ojos, chocando sus zafiros con los jade del rizado.

- Omega... - habló el alfa aumentando un poco la fuerza de sus propios movimientos. - El nudo... - susurró, sin saber cómo formular lo que quería decirle al castaño, pero al parecer no era necesario hablar para recibir una respuesta del omega.

- Si, si. - suspiró Louis cerrando los ojos y enredando sus piernas en las caderas de Harry, respirando el aroma ha alfa en toda la habitación. - Puedes hacerlo. - agregó seguro.

Las manos de Harry se movieron hacia las caderas del omega y las apretó, con el nombre del castaño saliendo de sus labios, cerrando los ojos, disfrutando la sensación de la intimidad que estaban teniendo, mientras que el omega sonreía igual, con los ojos cerrados, sintiéndose bien por estar de esa manera con Harry.

Y cuando el nudo se expandió por completo en Louis, el omega abrió los ojos encontrándose con el alfa mirándolo con los ojos brillantes, y sus pulgares acariciando sus caderas.

- Quiero... - susurró el castaño.

- ¿Qué quieres? - preguntó despacio el alfa subiendo una de sus manos para acariciar el rostro de Louis.

- Tus labios... - suspiró en respuesta.

Harry sonrió y se inclinó para besarlo, Louis se permitió suspirar una vez más contra los labios del alfa.

[. ✦ * . ✦ . * ✦ . ]

Y a la mañana siguiente lo que menos quería Louis era levantarse de la cama o tener que salir de los brazos de Harry, que lo tenían envuelto, manteniéndolo cálido.

Pero los golpes insistentes en su puerta, lo hicieron soltar un gruñido y lo obligaron a levantarse, preocupándose de no despertar al alfa.

El omega se levantó de la cama y buscó su ropa, vistiéndose lo más rápido posible, maldiciendo al que estuvieron insistiendo en su puerta.

- ¿Quién carajos toca de esa manera? - gruñó el castaño, molesto caminando hacia la puerta.

Su molestia y sus ganas de poder volver a la cama es tan grande que olvida preguntar quien tocaba, así que abrió la puerta de golpe, arrugándo su nariz al percibir una aroma peculiar y familiar llegar a él.

- ¿Zayn?, ¿Qué carajos haces aquí? - preguntó el omega molesto, mirando su ex, lucia algo cansado y ebrio, tambaleante en el umbral de la puerta.

El alfa frunció el ceño al sentir un aroma más fuerte en Louis, soltando un gruñido que hizo que el castaño se molestará más.

- ¿Con quién estás? - cuestionó Zayn.

- Eso no te interesa. - respondió el omega firme. - No tienes ningún derecho a cuestionar mi vida. Lárgate de aquí. - agregó con la intención de cerrar la puerta en la cara del alfa, pero el pelinegro fue más rápido y se interpuso para impedir que el omega cerrará la puerta.

- Estas con él, ¿No es así? - dijo el pelinegro con molestia en su voz.

Louis podía sentir su rabia subir, tan solo quería que Zayn se fuera y poder regresar a los brazos de Harry.

- Vete. - repitió.

- ¡Te hice una pregunta! - gritó, logrando que el omega temblará un poco.

Y pronto un tercer aroma se hizo presente, haciendo que Louis se relajará un poco.

- ¿No entiendes? Louis dijo que te fueras. - habló Harry detrás del omega, colocando una de sus manos en el hombro del chico.

- Oh, tú debes ser el nuevo alfa de Louis. - escupió con burla, barriendo con la mirada al rizado. - No durará mucho. - murmuró.

Louis rodó los ojos.

- Bueno, eso no te interesa. - respondió Harry. - Ahora vete, estás molestando a Louis. - agregó.

- ¿Vas a obligarme tú? - cuestionó Zayn a la defensiva. - Crei que eras un omega independiente Louis, pero ahora veo que necesitas a un alfa para defenderte. - dijo mirando al castaño.

- Él puede defender solo. - habló Harry. - Correrte a patadas será algo más personal para mi. - agregó sin dejar de mirar al otro alfa.

- No vas a durar amigo. - habló Zayn mirando a la cara al rizado. - Él no es un omega que se quede con una persona. Va a cambiarte. - aseguró.

- ¿Si? - dijo Harry sin creerle. - Es curioso lo que dices, por qué fue exactamente lo que dijiste a él de mi.

Zayn tragó en seco.

- No sé tu nombre ni soy tu amigo, pero quiero darte el consejo de que no vuelvas a molestar a Louis sino quieres que te golpee. - dijo el rizado empujando un poco al pelinegro para alejarlo de la puerta. - Ahora, hazle caso al omega y lárgate. - agregó antes de cerrar la puerta.

Louis suspiró y se dirigió hacia la ventana de su departamento, identificando el auto de Zayn, no iba a quedarse tranquilo hasta el alfa se fuera.

Se sentía tan mal por todo lo había dicho su ex novio, que el sentir los brazos de Harry abrazandolo por detrás, lo hizo querer llorar, los ojos del rizado miraban a la misma dirección que el omega, haciendo un mueca al ver al pelinegro entrando al auto.

- Lindo auto. - murmuró con amargura el rizado.

Louis se giró, para mirarlo a la cara, con el sentimiento de querer llorar aún presente en su pecho.

- Yo no tengo un auto lujoso, pero aún tengo un par de billetes para llevarte a comer. - comentó con una sonrisa.

Louis soltó un risa, bajando su mirada, pegando su frente al pecho del alfa, dejando salir unas cuantas lágrimas; los brazos del alfa se colocaron en las caderas del omega, abrazandolo.

- No dejes que lo diga alguien como el te afecte. - susurró Harry, acariciando el cuerpo del omega.

El castaño alzó su mirada y sonrió, limpiando sus lágrimas.

- Tú no necesitas un lindo auto Harry, eres perfecto así. - comentó, retomando lo que habia dicho el alfa anteriormente.

Harry sonrió igual y Louis estaba apunto de ponerse de puntas para besarlo, pero el alfa se inclinó primero para unir sus labios.

- Tú crees que no crees eso, ¿verdad? - preguntó Louis contra los labios del rizado.

- ¿Qué? - respondió Harry.

- Lo que él dijo de mí. Tú no le crees, ¿verdad? - cuestionó, mirando los ojos verdes del alfa.

Harry sonrió y negó lentamente.

- No podría creer algo así de ti.

- Tú no eres igual a él, lo sé, puedo sentirlo. - susurró Louis pegándose más al cuerpo del alfa.

- No lo soy. - estuvo de acuerdo el rizado. - Y tú no eres lo que él dice, eres un príncipe para mí. - agregó.

Louis rió otra vez, llevando sus brazos hacia al cuello del alfa.

- Tú eres un rey, Styles. - respondió con una sonrisa. - Te quiero. - agregó sin dejar de mirar los ojos de Harry, sin arrepentirse de sus palabras.

- Te quiero, cariño. - susurró el alfa, pegando el cuerpo del omega al suyo antes de besarlo una vez más.

Louis se sentio el amor crecer en su cuerpo, teniendo el sentimiento de que querer aferrarse a Harry por siempre.

¿Es este el final de todos los finales?
Mis huesos rotos se están curando, con todas estas noches que estamos pasando. Dices que te gusto yo, no las cosas lujosas, de repente esto es suficiente...
Tu amor es un secreto en el que yo deposito esperanzas, sueños, y muero por conservar. Cambio mis prioridades, el sabor de tus labios es mi idea de lujo.
Rey de mi corazón, cuerpo y alma.... Y de repente; eres tú al que he estado esperando, esperando.
Y de repente...

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