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Esto no es para mejor,
mi reputación nunca ha sido peor, así que
debo gustarte por tal y como soy.
Sí, quiero tenerte.
No podemos hacer ninguna promesa,
¿A que no, cielo?, pero puedes conseguirme una copa...
¿Está bien que haya dicho todo eso?
¿Te parece bien si estás en mi cabeza?
Porque sé que es delicado.

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Nervios.

El omega caminaba por los pasillos de la facultad, ansioso, mirando a todos lados, un poco paranoico, alertandose a cualquier chico que tuviera similitud al alfa de ojos verdes de había conocido en el bar.

Louis suspiró pesadamente al llegar a su laboratorio.

No vio a Harry por ningún lado.

Un día más sin verlo.

Tal vez el alfa le había mentido y en realidad no planeaba verlo de nuevo.

- Louis, ¿Cómo estás? - preguntó su compañero de laboratorio sentarse juntos él como siempre.

- Bien. Estoy bien, Liam. - murmuró no muy convincente.

- ¿Seguro? - dijo Liam frunciendo el ceño, mirando al omega. - Esta semana te he visto un poco desanimado, ¿Qué te sucedió? - preguntó preocupado.

- Nada, solo no he dormido muy bien. - mintió.

- Durante toda la carrera nunca dormimos bien. - dijo Liam riendo.

Louis río igual.

- Cierto.

- Pensé que ya te habías acostumbrado.

- Nunca te acostumbras a no dormir. - dijo el omega sonriendo.

- Se intenta. - dijo con simpleza.

Louis asintió.

- Bueno, ¿vas a ir al auditorio hoy? - preguntó el chico.

- ¿A qué iría al auditorio? - preguntó Louis confundido.

- Los ganadores de la feria de la ciencia darán una conferencia, podría interesarte.

- No tengo ánimos.

- ¿Recuerdas cuando nosotros ganamos hace dos años? Superamos incluso a los egresados, fue fabuloso. - dijo Liam animado.

- Si, lo recuerdo. También recuerdo que todos te alabaron a ti, por ser el alfa. - murmuró un poco enojado.

Liam torció los labios.

- Louis, eres igual de genial que yo, incluso mejor, no dejes que alguien te diga lo contrario.

Louis sonrió.

Le gustaba eso de Liam, siempre era atento y le decía lo quería escuchar, era un chico único.

- Gracias Liam. - susurró.

- No hay que agradecer amigo. Entonces, ¿Me acompañas a la auditorio?, realmente quiero ver quiénes fueron los ganadores de este año.

- No puedo negarte Liam. - dijo el omega riendo.

- Genial. - festejo el chico.

[. ✦ * . ✦ . * ✦ . ]

Que una conferencia de ciencia aburriera a Louis era extraño, a él siempre le ha encantado la ciencia, pero ahora no sabia que pasaba con él, tal vez era el hecho de que su mente no quería pensar en ciencia ni en nada en general.

Un aroma familiar llegó a su nariz, haciéndolo abrir los ojos.

- Uno de los mayores ganadores de esta feria es el alumno de último semestre Harry Styles. - habló el director del área de Ciencias.

Louis se acomodó mejor en su lugar con su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Era él.

El omega sintió como su garganta se quedó seca, no podía creer lo que estaba viendo, era Harry, el chico con el que se acostó sin pensarlo, el alfa que había estado ocupando su mente en los últimos días.

Al hombre que pensó que nunca iba a volver a ver, estaba ahí, frente a él.

- ¿Louis? - habló Liam confundido mirando la reacción del omega. - ¿Te pasa algo amigo?

Louis sacudió su cabeza.

- No, yo... solo me sorprendí. - respondió sin dejar de mirar a Harry hablando tan formal y elegante.

- ¿Lo conoces? - cuestionó su amigo.

Louis negó.

- Solo... es atractivo. - dijo nervioso.

- Parece que lo conocés o como si hubieras visto un fantasma.

- Estoy bien Liam, créeme. - pidió el castaño.

- Bien. - dijo su amigo no muy convencido.

Y el resto de la conferencia Louis se mantuvo nervioso y ansioso, de seguro su aroma era fuerte, esperaba que no lo fuera lo suficiente como para que el rizado hubiera notado su presencia.

Pero Louis tenía algo muy claro, la vida nunca estaba de su lado.

Así que cuando la conferencia terminó el omega quiso correr, antes de que Harry lo viera y Liam notará que le había mentido sobre conocer al rizado.

Pero falló en eso.

- Louis. - habló Harry cuando el omega pasó cerca dela puerta de salida.

El omega sonrió tímido.

- Harry. - susurró nervioso.

- Es gusto verte de nuevo. - dijo el alfa sonriendo, mostrando sus hoyuelos.

- Si, digo lo mismo. Bueno, yo dejo irme... mi amigo me esta esperando..

- Oh, bien. Esta bien. - dijo Harry un poco desorientado y decepcionado.

Louis sintió aquello en el pecho, como un leve punzada, locuras en las que no quería pensar.

El omega salió del auditorio, buscando a su amigo, Louis pudo notar la mirada de burla de Liam en su rostro.

- ¿Así qué no lo conocías? - preguntó el chico cruzándose de brazos, indignado.

- Te lo explicaré después, vámonos. - pidió el castaño.

- Deberías quedarte con él, se nota que quería hablar contigo.

- Él no es nada mío. - negó el omega.

- Yo nunca dije que era algo tuyo, solo dije que quería hablar contigo. - explico Liam encogiéndose de hombros.

- ¿Te estás burlando de mí? - cuestionó el castaño.

- ¿Por qué debería hacerlo? - preguntó Liam tratando de contener la risa.

- Vamos, dilo. - dijo el omega resignado.

- Él te gusta.

- No, no, no me gusta. - negó nervioso.

- Te sonrojaste cuando te hablo y tus ojos te brillaron, lo vi. Él realmente de gusta.

- Estas loco.

- Oye, no tiene nada de malo que te guste, es atractivo. - aceptó Liam.

Louis sonrío y rodó los ojos.

- ¿No vas a cansarte hasta que diga que sí? - preguntó el omega.

Liam negó con la cabeza orgulloso.

- Bien. Si, creo que me gusta, digo, un poco. Si, eso, me gusta un poco.

- Claro. - dijo Liam riendo rodando los ojos.

- Estoy diciendo la verdad. - dijo el omega indignado por la actitud de su amigo.

- Ve con él Louis, puede que pase algo interesante con él.

- No quiero con él.

- ¿Seguro? - cuestionó el chico mirando fijamente al castaño.

Louis se mordió su labio inferior.

- Nos vemos en la clase mañana. Suerte con tu príncipe azul, bueno, príncipe verde. - bromeo.

Louis río.

El omega suspiró y caminó de regreso al auditorio para buscar a Harry y él realmente no pudo evitar sonreír cuando vio a Styles caminar a la salida.

- Crei que ya te habías ido. - dijo Harry mirando al omega.

- Bueno, cambié de opinión. Espero que seas más divertido que mi amigo. - respondió Louis.

Harry sonrió.

- No conozco a tu amigo, pero daré lo mejor de mi para superarlo.

- Más te vale Styles. - susurró sonriendo.

- Creo que tengo una día. - respondió el alfa. - Dame tu mano. - pidió.

Louis sonrió en grande y extendido su mano.

El alfa entrelazó sus dedos, apretando sus manos y comenzó a caminar llevando al omega detrás de él.

El corazón de Louis latía con fuerza, estaba caminando de la mano con un alfa por el campus, después de mucho tiempo de no hacerlo.

Pero la diferencia de esta vez y de la última que lo había hecho es que ahora no siente más miedo y no le importa lo que la gente dirá de él por ir de la mano de un alfa. Además, de que le gusta la sensación de la mano de Harry cubriendo la suya y no quiere soltarlo, quisiera que se quedara por siempre.

Puede notar las miradas sobre él, pero no le importa nada más, se siente bien junto al rizado, tal vez muy rápido para sentirse así, pero no puede evitarlo, su corazón actúa como si fuera su primer enamoramiento y tal vez lo sea.

Y todo es tan delicado.

[. ✦ * . ✦ . * ✦ . ]

Harry lo llevó a su departamento.

El alfa vivía solo, en un pequeño departamento en el último piso de un edificio en la calle Cornelia Street, era acogedor y ordenado, le gusta.

¿Debería gustarle tanto?

- ¿Alguna vez has visto el atardecer Louis? - preguntó el alfa soltando la mano del omega por primera vez.

Harry lo llevó de la mano a casa.

- No. - respondió.

- De acuerdo. - susurró el alfa dirigiéndose a la cocina.

Louis sonrió una vez más y se dedicó a mirar a su alrededor, era un lugar muy lindo.

Se siente bien ahí.

Harry regresó con una pequeña botella de vino y dos copas.

- Sígueme omega. - pidió el alfa.

Louis asintió sin dudarlo.

- Esta es la parte favorita de mi departamento. - confesó Harry abriendo la ventana de su habitación, era grande, perfecta para mirar la vista de la ciudad.

- Es linda.

- El atardecer todo parece dorado, es mágico. - explico Harry. - Ven siéntate. - pidió.

- Solo hay una silla. - dijo Louis riendo nervioso.

- Puedes sentarte en mis piernas o yo en las tuyas. - dijo Harry ríendo.

- Dudó que pueda soportar tu cuerpo. - dijo el omega riendo igual.

- Puedes intentarlo, no te subestimes.

Louis negó.

- No voy a cargarte.

- Bien, yo te cargo a ti. - dijo el alfa sentándose él.

Louis se sonrojo con la idea.

- Vamos omega, no te haré daño. - dijo Styles con una sonrisa.

"Eso espero", pensó el castaño.

Louis terminando aceptando la oferta y se sentó en las piernas del alfa, siento la mano del rizado sosteniéndolo de la cadera.

- ¿Falta mucho para el atardecer? - preguntó el omega.

- No, solo minutos.

- De acuerdo. - susurró el omega.

Harry inseguro acercó su nariz a la curva del cuello del omega, respiró el dulce aroma, después de aquella noche su ropa quedó impregnada con el aroma de Louis y él se rehusó a lavar aquella prenda, no quería perder el aroma del omega y ahora lo tenía ahí, sobre de él, luciendo igual de lindo como aquella noche.

- ¿Qué haces? - preguntó Louis un poco alertado.

- Me gusta mucho tu aroma. - respondió Harry en un susurró, con su aliento golpeando la piel del cuello del chico.

Louis giró su rostro, miro a Styles a los ojos y sin poder evitarlo lo besó.

Harry correspondió el beso, pegando al omega más su cuerpo.

- Realmente me gustas tú. - confesó Harry.

Louis sonrió.

- Creo que tú también me gustas. - murmuró.

- ¿Quieres algo de vino? - preguntó Harry.

Louis asintió.

Styles sirvió dos copas y ambos bebieron esperando el atardecer.

Dorado y brillante.

Louis se quedó sin palabras al mirar algo tan hermoso, una sonrisa se pintó en su rostro.

"Todo este tiempo pensé el amor era rojo, cuando el realidad es dorado como la luz de las estrellas."

Harry dejo un beso en la curva de su cuello, cerca del punto de unión.

Louis se removió en su lugar.

- ¿Realmente te gusto? - preguntó el omega mirando los ojos verdes.

- Si, ¿Por qué lo dudas?

- ¿Acaso no has escuchado todo lo que dicen de mí en la escuela?

- ¿Tienen que importarme eso? - respondió Harry.

- Si, supongo.

- Pues no lo hace, no importa ninguno de esos rumores. Me gustas tú, no los rumores.

Louis sintió lágrimas formarse en sus ojos.

- Mi reputación nunca ha sido peor y tú solo piensas que te gusto. - dijo el omega riendo, con lágrimas saliendo de sus ojos azules. - Así que debo gustarte por lo que soy.

- Si, me encantas y realmente me gustaría intentarlo contigo. - susurró el rizado limpiando las lágrimas del rostro del omega.

- ¿Quieres tener una relación conmigo? - preguntó Louis sin poder creerlo.

- Si, no quiero compartirte con nadie.

- ¿Por qué quieres estar conmigo?

- Porqué me gustas y porqué te quiero. - respondió sincero. - Además, nunca había visto un azul como el de tus ojos, creo que podemos hacer muchas cosas geniales juntos.

Louis sonrió encantado.

- No podemos hacer ninguna promesa, pero puedes servirme otra copa. - opino Louis tratando de llorar no más.

Harry asintió tomando la copa de Louis.

El omega sigo mirando al atardecer dorado, pensando en todo lo que Harry había dicho, realmente una vida junto el alfa sería demasiado lindo, pero, no tenía mucho que se había conocido y el realmente ya estaba pensando en una vida a la lado de Harry.

¿Está bien tener eso en mente?, ¿estaría bien decírselo a Harry?, porque todo es tan delicado.

- Me preguntaba, estos días que no nos vimos, ¿Pensaste en mí? - habló Harry, sacándolo de sus pensamientos.

Louis río.

- ¿Por qué?, ¿tú pensaste en mí? - respondió.

- Soñé conmigo, muchas veces. ¿Tú soñaste conmigo? - preguntó el alfa.

- Tal vez si. - susurró Louis dejando su copa en el suelo, antes de acomodarse mejor en el regazo de Styles, dándole la espalda a la ventana.

Sus ojos se encontraron.

Louis sonrió

- Sé que todo es muy delicado Louis, tú lo eres, pero podemos intentarlo, yo...

El omega lo calló con un beso, no quería escuchar promesa tan solo quería besarlo, tocarlo.

Quería ser amado sin promesas que tal vez no iban a cumplir.

Solo amor puro, durado, sin dolor, sin rojo de por medio.

Un amor delicado.

A veces me pregunto:
¿Cuando duermes alguna vez sueñas conmigo?
A veces cuando te miro a los ojos, hago como si fueras mío todo el maldito tiempo, porque me gustas.
¿Está bien que haya dicho todo eso?
¿Te parece bien si estás en mi cabeza?
Porque sé que es delicado.

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