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Decir adiós es una muerte por mil cortadas.
Los recuerdos que me despiertan.
Me emborracho, pero no es suficiente, porqué llega la mañana y tú no eres mi chico.
Miró por las ventanas de este amor, a pesar de que las cerramos con tablas, el candelabro sigue parpadeando aquí.
Por qué no puedo fingir que estoy bien, cuando no lo estoy.
Es una muerte por mil cortadas.

Dijiste que teníamos un gran amor, uno que duraría años.
Pero si la historia ha terminado, ¿por qué sigo escribiendo en las páginas?
Porqué decir adiós es una muerte por mil cortadas...

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Miedo.

Su respiración era agitada y sentía su corazón alterado, mientras que su cuerpo se movía inquieto en las sabanas de la cama, tratando de despertar pero no podía, su cuerpo parecía no responder.

- ¡Eres un mal omega, nadie va a quererte!, tendrás que conformarte conmigo! - la voz de Zayn se escuchaba en lo profundo de su mente y por más que desearía poder detener esa pesadilla, que era más un recuerdo, no podía.

- ¡Mientes!, no me merezco esto. No te quiero en mi vida. - respondió alterado.

- No tienes muchas opciones Louis, ¿O sí?, no conozco ni una sola persona que quiera estar cerca de ti. - habló Zayn de nuevo acercándose a él y el miedo crece en su ser, pero su cuerpo sigue sin responder. - ¿Y tú Louis?, ¿Conoces a alguien que quiera estar a tu lado? - preguntó con burla sabiendo la respuesta.

- Harry. Harry. Harry. - comenzó a llamar entre sueños el castaño, como pidiendo ayuda, suplicando que el alfa viniera a salvarlo de su propia de su mente.

- ¿Tú crees eso? - la voz de Harry se hizo presente en su mente, cambiando los ojos miel llenos de enojo por unos ojos verdes tristes y desilusionados.

Y la imagen de Harry llorando y roto fue lo que hizo que Louis abriera los ojos de golpe, sentándose en la cama, con la mirada borrosa por las lágrimas y un nudo en la garganta que le impedía gritar.

Era su cuarta noche sin Harry, la cuarta noche en la que los recuerdos lo hacían despertar asustado y alterado.

Sus recuerdos casi siempre eran los mismos, contrastando su relación con Zayn con la de Harry, como si su mente y cuerpo estuviera tratando de decirle algo.

Con las lágrimas bajando por su rostro, el castaño tomó una de las botellas de vino que le quedaban y la abrió sin importarle que Niall fuera a regañarlo a la mañana siguiente por deber de madrugada.

Él bebió esa noche, de la misma manera que lo había hecho desde el día que dejó el departamento que compartía con Harry.

Y el omega estaba seguro que por más botellas que bebiera ninguna cantidad sería suficiente, porque a pesar de emborracharse cada noche a la mañana siguiente su realidad seguía siendo la misma, golpeándolo fuerte, como cortés de vidrio incrustados en su piel.

Un corte por cada recuerdo que lo hacía despertar cada noche.

Su mirada azulada se dirigió hacia la ventana de la pequeña habitación, mirando la inesperada lluvia de verano golpeando el cristal y sus ojos viajaron de aquella imagen a la pequeña mesita que había a un lado, notando que ahí estaba una de las tantas cajas que Niall logró traer esa tarde del departamento de Harry.

Louis sabía perfectamente que era una noche más sin poder dormir, así que decidió levantarse a mirar que había en esa caja, para matar un poco el tiempo, justo como lo hacía desde hace cuatro días.

Él solía vestirse varias veces, probándose ropa de su amigo para matar un poco el tiempo o solía leer los miles de libros de astrología y minerales que tenía su amigo, y aunque no tenía interés en nada eso, era de las pocas cosas que lo mantenían ocupado esos días, aunque había veces que ni siquiera eso lo hacía dejar de pensar en el alfa de ojos esmeralda.

Y con la botella en su mano tomó la caja, encendiendo una pequeña lámpara que había en la mesita para ver mejor, sentándose en la silla para estar un poco más cómodo.

Lo primero que encontró fue un par de cosas básicas, como sus audífonos, el estuche de sus lentes, entre otras cosas, pero lo que llamó su atención fue una pequeña caja que él reconocía a la perfección.

Era aquella caja en la que guardaba las pequeñas notas que solía recibir en su casillero.

Las notas que Harry le enviaba a pesar de no conocerlo y a pesar de estar en su peor momento.

Y por un segundo llenó de desesperación pasó por su mente tirar aquellas notas, para no leerlas nunca más, porqué era como reabrir la herida para él, pero no podía hacer eso, no tenía el valor de hacerlo.

Aquellas notas habían sido todo para él en esos momentos su única buena razón para sonreír en el colegio, no podía deshacerse de ellas por más dolor que pudieran ocasionarles.

- Me voy a odiar por esto. - murmuró para sí mismo tomando la pequeña caja, tentado en abrirla y leer cada nota como solía hacerlo en el pasado cuando se sentía solo y aún no conocía a Harry.

Leerlas sería como agregarle más dolor a su herida, porque sería leer algo que jamás podrá tener de vuelta, algo que jamás se mereció.

Tragando el nudo en su garganta, con el vino pasando por su garganta, el omega abrió la cajita y sacó las notas.

Y la idea de romperlas en ese momento en sus manos, pasó por su mente, pero una vez más su corazón se lo negó.

Así que comenzó a leerlas, una por una.

"No me conoces, pero quería decirte que eres el omega más bonito que he visto y puedo decirlo después de haber viajado varias veces a mi corta edad."

Una sonrisa se formó en sus labios de forma involuntaria, al igual que las lágrimas en sus ojos y continuó leyendo.

"Pienso que eres alguien callado, pero me gustaría algún día poder oír tu voz por mucho tiempo, puedo asegurar que tienes la voz más dulce."

"Luces tan lindo cuando sonríes y arrugas se forman alrededor de tus ojos."

"Me encanta la manera en la que tu sonrisa puede mejorar mi día."

"Me pregunto si algún día tendré el valor de decirte lo bonito que eres en persona."

Louis siguió leyendo cada una de las notas sin dejar de beber e incluso las releyó tantas veces que perdió la cuenta, sintiendo la necesidad de querer más de eso.

Seguir leyéndolas una y otra vez le daba la sensación de que su historia de amor aún no terminaba, aunque su realidad se sintiera diferente.

Y el omega se perdió tanto en aquel momento y en el vino que no notó cuando el amanecer se hizo presente y mucho menos cuando tomó uno de los cuadernos de Niall y comenzó a escribir lo primero que viniera a su mente.

Lo primero que Louis pudo escribir fue el nombre en grande de Harry en el cuaderno, sintiendo una presión en su pecho y las lágrimas viajando por sus mejillas mientras escribía.

Louis comenzó a escribir pequeñas notas al alfa, justo como él había hecho en el pasado, escribiendo lo que sentía y lo que estaba en su mente y corazón.

"Te extraño tanto." fue lo primero que escribió, seguido del nombre del alfa, reprimiendo un sollozo que quería salir de sus labios.

"Perdón por no ser lo suficientemente bueno para ti, amor."

"Lo que me diste era demasiado bueno para ser mío, para ser real."

"Te mereces a alguien que no arrastre sus inseguridades de relaciones pasadas y explote contigo."

"Te mereces a alguien que no sea yo."

"He pasado las últimas horas y días tratando de buscar algo mío que no hayas tocado, pero simplemente no logró encontrar algo, te di todo lo que podía y aún así no puedes ser mío, porque no soy bueno para ti."

"Te di todo de mi y a pesar que ahora que estoy sin ti me siento incompleto, no me arrepiento de haberlo hecho."

"Sé que dije que tú eras un error en mi vida, pero la realidad es que el error lo cometí yo."

"Yo soy el error en tu vida, Harry."

"Te amo tanto que no puedo atarte a alguien que nunca te dará paz."

"Lo siento mucho."

"No te merecías esto ni yo te merecía a ti y ahora lo veo, perdón por arruinarte de la misma manera que me arruinaron a mi en el pasado."

"Quiero que seas feliz, pero dudo que lo logres a mi lado. Soy alguien tan inseguro y problemático que solo te causará dolor, justo como lo hago ahora, es por eso que no puedo volver, no quiero arrastrarte conmigo."

"Fuiste la luz en mi oscuridad Harry, pero yo soy la oscuridad en tu luz."

"Solía pensar que el amor era rojo intenso, pero tú, con tu luz me hiciste ver que es dorado como la luz del día, tan brillante e inalcanzable."

"Siempre estarás en mi corazón Harry, sinceramente Louis."

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- Dios mío. - escuchó la voz alterada de Niall, haciéndolo abrir los ojos.

Louis frunció el ceño, sintiéndose confundido, no sabia en qué momento se había quedado dormido ni cómo había llegado a la cama, la realidad es que no recordaba gran parte de su noche anterior, al parecer el vino por primera vez hizo efecto en él.

- No planeas que yo le de esto a él, ¿Verdad? - cuestionó su amigo mostrándole las páginas que había escrito la noche anterior.

- Niall... - murmuró inseguro.

- ¡No! - interrumpió el rubio. - No puedes hacerle esto. - sentenció el chico acercándose a él. - No voy a permitir que eches a la borda lo único bueno que has tenido por tus inseguridades y los malos consejos de Ash. - agregó firme.

- No soy bueno para él, Niall. ¡¿No puedes entenderlo?! - se defendió el omega.

- ¿Qué?, ¿No eres bueno para él? - repitió el rubio molesto. - ¿Por qué?, ¿Por qué lo dice Ashley?, ¿Por qué te lo dijo Zayn?, ¿Por qué tú lo dices? - preguntó. - ¡¿Qué hay de él?, ¿Qué hay de lo que él quiere?, ¿Acaso lo que él tiene que decir no es importante? - defendió.

Louis tragó en seco sin saber que responder, sintiéndose más culpable que nunca.

- Louis, no debes acostumbrarte y asumir que te mereces lo peor, porqué después llega lo bueno y crees no merecerlo. Justo como lo haces ahora. - habló Niall de nuevo.

- Yo... lo hago por él. - aseguró el omega con la voz quebrada.

- No, no lo haces por él. - negó el rubio. - Lo haces por ti. Dices que estás preocupado por sus sentimientos, pero no es así, si fuera así escucharás los miles de mensajes que te ha dejado, responderías sus llamadas, lo dejarás opinar. Estás decidiendo el futuro de ambos tú solo y eso es muy egoísta de tu parte. - dijo sincero. - ¿Realmente dejarás perder esto por lo que dijo Ashley? - preguntó. - Ella será muy tu amiga, pero si realmente estuviera preocupada por ti no te hubiera dicho eso. - agregó.

- A veces un verdadero amigo te dice la verdad en lugar de decirte lo que quieres oír. - respondió Louis.

- Y otra veces un amigo te apoya en lo que tu quieres y te hace feliz aunque sea riesgoso, y si te equivocas estará ahí para apoyarte y consolarte, no para remarcar tus errores y hacértelos cometer de nuevo. - respondió Niall.

- Ella... - susurró Louis.

- Ella solo pensó en tus errores e inseguridades y no en tus sentimientos. - interrumpió. - Louis, es tu vida. Tiene que gustarte a ti, tiene que hacerte feliz a ti y tiene que parecerte bien a ti, porque nadie más la va a vivir por ti. - explicó lo más tranquilo posible. - Y si Harry es todo eso para ti, adelante, al carajo lo que pueda decir a Ahs, Zayn o incluso yo. Es tu vida y tú debes decidir, pero hazlo pensando por ti mismo y no por lo que te digan los demás. - agregó dándole el cuaderno en el que escribió la noche anterior.

Niall torció los labios mirando las lágrimas en el rostro de su amigo, pero él realmente necesitaba escuchar eso para pensar correctamente.

- No renuncies a Harry como sí fuera una mala droga o como si tú fueras su condena. - volvió a hablar. - Sí sigues con esto vas a matarlos a los dos de dolor y tristeza, lo puedo ver en tus ojos y lo vi en los ojos de él ayer. - agregó en voz baja.

Louis alzó la mirada preocupado al oír eso, lo que menos quería es destrozar a Harry, pero era justo lo estaba haciendo.

- No solo tú tienes heridas y cortes, Louis. Si realmente lo amas tanto, piensa en ambos y no solo en lo que tú creas que es lo correcto. Él tiene el mismo derecho a opinar sobre esto como tú, es la relación y la vida de ambos y ningún tercero por más amigo que sea tuyo o de él debería meterse y hacerlos dudar de su amor. - aconsejo sincero, deseando que eso hiciera entrar en razón al omega.

- Niall, yo... - sollozó antes de ponerse a llorar desconsoladamente, sintiendo la culpa de golpear su pecho, abrazando a su amigo para poder mantenerse firme.

- Escúchalo Louis, por favor. Ambos necesitan escucharse y solucionar esto, no puedes seguir torturándolos de esta manera. - pidió el rubio abrazando al chico.

Louis tragó en seco y miró hacia la ventana de nuevo, notando un semáforo en rojo no muy lejos y se preguntó si todo estaría bien si escuchaba los consejos de Niall; y evidentemente no recibió respuesta alguna, así que lo preguntó en voz alta.

- ¿Todo estará bien? - dijo en voz baja con miedo.

- No lo sé. - respondió Niall sincero, casi al mismo tiempo que el semáforo cambió a verde. - Todo depende de ti y de él, es su relación y de nadie más, recuérdalo. - agregó acariciando su espalda para tranquilizarlo.

Louis asintió, tratando de controlar su llanto, sin lograrlo, y el solo pensar que lo que le hizo a Harry fue lastimarlo como mil cortes, lo hizo sentir aún peor.

El omega había pensado que él era el lastimado por mil cortes, pero la realidad es que no.

El que realmente se sentía como morir por más de mil cortadas era Harry.

Y ahora Louis no sabía si él realmente podría solucionar eso.

Él espera poder arreglarlo y poder curar los cortes que había provocado en Harry por sus inseguridades, impulsos, por dejar que sus sentimientos heridos lo cegarán y que no lo dejaron ver todo el daño que había provocado no sólo en él, si no en su pareja también.

Mi corazón, mis caderas, mi cuerpo, mi amor. Trato de encontrar una parte de mí que no hayas tocado.
Renunciaste a mí como si fuera una mala droga.
Ahora estoy buscando señales en una disco encantada.
Nuestras canciones, nuestras películas, nos mantienen unidos.
Supongo que nuestro país era una tierra sin leyes, ¿Por qué mis miedos están al toque de tu mano?
Las cortadas por el papel de nuestros frágiles planos.
Mi tiempo, mi vino, mi espíritu, mi confianza. Trato de encontrar una parte de mí que no hayas tocado.
Te dí demasiado, pero no fue suficiente, pero estaré bien, son solo mil cortadas...

Mi cuerpo, mi amor, mi confianza
(es una muerte por mil cortadas)
Pero no fue suficiente, no fue suficiente, no, no.
Tomo el camino más largo a casa
Le pregunto a los semáforos si todo estará bien, ellos dicen: No lo sé

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