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Una alucinación por fiebre en el silencio de la noche.
Sabes que me contagié
(oh, sí, tienes razón, lo quiero)
Malo, un chico malo, se ve como un juguete brillante con precio
Sabes que lo compré
(oh, sí, tienes razón, lo quiero)
Matándome lentamente, por la ventana.
Siempre estoy esperando a que estés ahí abajo.
Los demonios tiran los dados, los ángeles voltean los ojos.
Lo que no me mata me hace quererte más y la forma de tu cuerpo es nueva
Lo que siento es tristeza.
Y eso es ooh, whoa oh...
Es un verano cruel.
Es genial, eso es todo lo que les digo.
No hay reglas en el paraíso imperturbable, pero ooh, whoa, oh..
Es un verano cruel contigo

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Lagrimas.

Louis no podía dejar de llorar desde que había comenzado a escuchar los mensajes de voz que el alfa le había dejado en el buzón, conforme los iba escuchando se sentía cada vez peor, eran como cuchillos cortándolo hasta el hueso, sumamente doloroso y cruel.

Pero sabía que se merecía absolutamente ese sentimiento de culpa.

- Solo quería decirte que te amo, te amo mucho, pero no sé si tú aún sientas lo mismo. - el último mensaje con la voz de Harry apagada y ronca lo hizo sentirse quebrado por completo.

- Claro que aún te amo alfa. - respondió en voz baja para él mismo, tratando de controlar sus llanto.

Louis definitivamente podría decir que este era uno de sus veranos más crueles que ha vivido desde que tiene memoria y todo por sus miedos e inseguridades.

- Así que... - habló Niall entrando a la habitación con una taza de té. - ¿Vas a llamarlo? - preguntó tranquilo.

- Aún no tengo el valor de hacerlo. - admitió Louis avergonzado, mordiendo su labio inferior, sintiéndose patético.

- Es como la tercera vez que escuchas los mensajes. - murmuró el rubio en voz baja. - Entre más tiempo dejes pasar, más difícil será solucionarlo. - comentó.

- Lo sé, pero...

- Igual no te presiones. - interrumpió su amigo. - Hazlo cuando te sientas listo. - agregó dejándole la taza de té antes de salir de la habitación para dejarlo solo.

Louis suspiró analizando las palabras de su amigo, en realidad debía darle aquella señal a Harry antes de que sea tarde y lo pierda para siempre, así que con el poco valor que tenía tomó su teléfono y le dejó un mensaje que voz al alfa.

- Espero que no sea tarde y espero que escuches esto. - comenzó su mensaje con la voz temblorosa, el corazón latiendo con fuerza en su pecho y sus manos sudorosas de los nervios. - Te amo Harry, aún lo hago y siempre lo haré. Y si, quiero solucionar esto, porque tú vales la pena. - dijo lo más tranquilo posible. - Y perdón por no llamarte, solo que aún no tengo el valor para algo así, pero quería que supieras que no quiero perderte, no quiero perder lo nuestro. - confesó con las lágrimas acumulándose de nuevo en sus ojos.

El omega se sintió aliviado una vez que vió que su mensaje de voz se envió con éxito, ahora solo debía esperar que Harry lo escuchará.

Y Louis siempre se había caracterizado por ser muy impactante, sus nervios siempre lo traicionaban al igual que sus miedos, así que, cuando él vió que pasaron un par de horas sin recibir respuesta alguna de Harry su mente paranoica comenzó a imaginar lo peor.

Esos pensamientos pesimistas eran uno de los motivos por los cuales se encontraba en esa situación actualmente, pero no podía evitar dejarse llevar por ellos.

Su mente era más fuerte y poderosa que él.

Así que una vez que Niall salió de casa, Louis pensó que escaparse para ir a ver a Harry era una excelente idea de su mente paranoica.

Él realmente necesitaba detenerse a pensar antes de hacer lo que su mente, miedos e impulsos le decían, pero obviamente en esta ocasión no lo hizo, igual que siempre.

Así que salió de la casa de Niall por la puerta del jardín, pensando extrañamente que así sería menos probable que su amigo notará su ausencia cuando regresará.

Y la verdad era que Niall en esos momentos era de lo menos que se preocupaba su mente y quizás es por eso que irse fue algo que hizo con facilidad y sin preocupación.

Louis tomó el camino más largo hacia el departamento del alfa, para así poder tranquilizar su mente, pero en realidad igual un paseo era lo que necesitaba y era algo que le ayudaría a aclarar sus ideas.

Aunque quizás no funcionó mucho cuando visualizó aquel bar en el que Harry y él se conocieron.

Una sonrisa involuntaria que se formó en su rostro y el latir de su corazón lo hicieron entrar en aquel bar.

Y beber no estaba realmente en sus planes, pero el alcohol fue algo a lo que no pudo negarse una vez que entró.

Así que comenzó a beber sin prestar atención a su alrededor por un buen tiempo, eso hasta que algo, mejor dicho alguien llamó su atención.

Eran dos chicos que lo habían estado mirando hace un par de minutos atrás, y que Louis estaba seguro que conocía de algún lado pero que no podía lograr recordar en ese instante, quizás el alcohol estaba haciendo su mente más lenta.

Y tal vez Louis con el alcohol en sus sistema se hubiera levantado a enfrentar a los chicos por estarlo mirando, pero no fue necesario hacer aquella escena, ya que ellos mismos se acercaron a él, una vez que notaron que él ya se había dado cuenta que lo estaban mirando.

- Eres Louis, ¿Verdad? - dijo uno de ellos.

El omega frunció el ceño confundido.

- Somos Nick y Luke, los amigos de Harry, nos presentó hace un tiempo. - habló el otro chico notando la confusión del omega.

- Oh. - expresó el castaño comenzando a reír y asentir con su cabeza, recordando eso.

- ¿Todo está bien? - preguntó Luke sentándose ambos con él.

- Estoy bien. - dijo sin muchos ánimos, porque él podía decir que estaba bien, pero no era cierto. - ¿Qué Harry no les ha dicho? - preguntó después el castaño bebiendo de su tragó.

- En realidad él es muy reservado con sus relaciones. No le gusta meternos mucho en su vida amorosa. - confesó Nick tranquilamente. - De hecho cuando nos dijo que quería presentarte con nosotros fue una sorpresa. - agregó.

- ¿Por qué? - cuestionó el castaño.

- Ya te lo dije, él es muy reservado en su vida amorosa, normalmente le gusta mantener a sus amigos lejos de sus noviazgos. - explicó Nick lo mejor que pudo. - Aunque igual no ha tenido muchos. - aclaró.

- ¿Y por qué me presento con ustedes? - preguntó Louis curioso.

- Él dijo que tú eras su persona, que estaba seguro que tu eras su omega y por eso nos presentó. - respondió Luke encendiendo un cigarrillo. - Citó lo que nos dijo: "Quiero que conozcan a la persona con la que voy a pasar el resto de mi vida." - agregó.

Louis sonrió nostálgico al oír eso, con nuevas lágrimas formándose en sus ojos, al igual que el nudo en su garganta haciéndose presente de nuevo.

- Al inicio pensamos que era una broma. - confesó Nick. - Pero sabemos que no es así. - dijo feliz.

- ¿Por qué dices eso? - cuestionó el omega.

- Por qué vimos la manera en la que te miraba ese día. - respondió sencillamente el chico.

- Era como si no existiera nadie más en aquel lugar para él . - agregó Luke. - Y nos dio mucho gusto cuando notamos que tú lo mirabas a él de la misma manera. - confesó con una sonrisa.

El omega se permitió llorar un poco, soltando una risa nerviosa, sintiéndose nostálgico de escuchar eso.

Y los tres pasaron un poco más de tiempo hablando, Luke y Nick estaban alegres y burlones contándole historias de Harry al omega, y Louis estaba más que encantado de escucharlas.

Todo iba tan bien hasta que un tipo intentó propasarse con el omega, lo que hizo que Nick lo defendiera y Luke decidiera que sería mejor llamarle a Harry para que viniera por el chico.

- Perdón hermano, no sabía que era tu omega. - se disculpó el tipo.

- Un omega no necesita tener un alfa o una pareja para merecer respeto. - defendió Nick molesto. - Los omegas se merecen el respeto estén solos o acompañados, ¿Entendido? - agregó empujando al tipo lejos de ellos.

- Voy para allá. - dijo Harry del otro lado de la línea hablando con Luke por teléfono, entrando en pánico, vistiéndose lo más rápido que podía para ir corriendo por Louis.

- Él viene para acá. - murmuró Luke en voz baja a su amigo, una vez que cortó la llamada, para que el omega no escuchará.

No pasó mucho tiempo antes de que un Harry muy desesperado y desorientado entrará en el bar, buscando con urgencia al castaño.

- Llegó. - dijo Nick aliviado, mirando al rizado.

Louis escuchó aquello y no pudo evitar mirar hacia la misma dirección que él chico por curiosidad y sintió como si un balde de agua fría le cayera encima cuando sus ojos se encontraron con Harry, que seguía sin verlos.

- Harry. - murmuró desorientado poniéndose de pie, caminando hacia él sin pensarlo, como si su cuerpo tuviera mente propia o como sí fuera un imán que lo jalaba hacia el alfa. - ¡Harry! - gritó una vez que estuvo más cerca y que los ojos verdes se encontraron con él.

El omega no dudó en abalanzarse a él, abrazándolo, haciendo que el alfa se sintiera un poco confundido y sorprendido al mismo tiempo.

Louis se sintió aliviado cuando el aroma fuerte del alfa se filtró en su cuerpo, como hace tiempo que no lo hacía y se relajó de inmediato, como si eso hubiera sido lo que había estado necesitando todo este tiempo.

Harry dudó un poco antes de enredar sus brazos en el cuerpo del omega para mantenerlo estable, con miedo que se soltará de él y se cayera.

El omega alzó su rostro para mirar al alfa, sonriendo encantado cuando sus miradas se encontraron.

- ¡Te amo! - gritó sin pensar el castaño, sintiéndolo sincero. - ¡Te amo mucho, Harry!, ¿No es lo peor que has escuchado? - gritó de nuevo, como si esas palabras fueran lo único que tenían valor en su vida en esos momentos.

Harry soltó una pequeña risa, negando lentamente; el alfa estaba realmente fascinado y curioso por el hecho de tener a Louis en sus brazos había hecho que todos los días de dolor se borraran de su mente y sistema en cuestión de segundos, como si cada lágrima que derramó hubiera valido la pena con tal de tener al omega de nuevo a su lado.

- ¿Por qué sería lo peor? - preguntó el rizado sin dejar de mirarlo.

Louis estiró sus bracitos, poniéndose de puntas para alcanzar abrazar al alfa por el cuello.

- Porqué el omega más inseguro y problemático te ama a ti, y probablemente nunca te deje ir de su vida. - respondió riendo por el alcohol que estaba haciendo efecto.

- Vamos, Lou. Te llevaré a casa. - dijo el rizado, negando de nuevo.

El omega hizo puchero con sus labios cuando el alfa rompió el abrazo, para tomarlo de la mano, pero sobre eso, Louis se sintió un poco decepcionado de que Harry no lo llamará "mi rey" como siempre.

Cuando ambos salieron del bar, Louis se abrazó al brazo del alfa con miedo de que lo dejará, él podía sentir que Harry no estaba del todo cómodo o feliz por estar ahí con él y eso le estaba doliendo demasiado, pero no podía quejarse.

Igual podía sentir la tristeza del alfa y no sabia que hacer para cambiar eso, así que, solo se aferró a él.

- Lou, puedes darme la dirección de tu amigo Niall para llevarte. - habló Harry tragando en seco el nudo que quería formarse en su garganta por tener que alejarse de su omega de nuevo.

El omega alzó su vista una vez más para mirarlo.

- Dijiste que me llevarías a casa. - respondió con la voz frágil.

Harry sintió una presión en su pecho al escucharlo decir eso.

Y Louis volvió a estirar sus brazos para abrazarlo por el cuello y se puso ligeramente de puntas para poder respirar su aroma.

- Llévame contigo. - suplicó con la voz rota, contra su piel. - Tú eres mi hogar. - aseguró.

- Oh, Lou. - suspiró Harry nostálgico abrazando la cintura del chico con uno de sus brazos y enterrando levemente su nariz en los cabellos castaños del omega, para poder sentirse completo de tener al chico así de cerca de él.

- La luna está muy alta. - comentó Louis riendo unos minutos después, separándose un poco del alfa para señalar la luna. - Tú igual eres muy alto. - agregó divertido.

Harry miró hacia arriba, sonriendo en grande mirando la luna.

Louis suspiró enamorado de esa sonrisa tan bella y atractiva, que sería la envidia de los mismos ángeles y demonios.

- Tú eres el pequeño. - respondió el alfa unos segundos después, mirando al omega ahora.

El castaño tuvo el deseo de acercarse y besarlo, pero justamente cuando lo iba hacer, Harry detuvo un taxi para poder irse.

Y él sintió eso como un rechazo de alguna manera, aunque fuera algo inmaduro e infantil.

Era muy cruel para él, pero a pesar de que ese dolor lo mataba lentamente no podía dejar de amar el estar con Harry de nuevo, así que no dijo nada al respecto.

Harry le dio un par de indicaciones al chófer una vez que ambos entraron al auto, y Louis recargo su cabeza en el hombro del alfa anhelando su cercanía y su tacto, abrazandolo con la cintura para estar más cerca de él.

Aunque el omega trató de ser fuerte y controlarse, sus sentimientos y el alcohol lo delataron e hicieron que comenzará a llorar, sin importarle que estuviera en la parte trasera del carro con un desconocido.

- Harry. - llamó con la voz rota. - ¿Me puedes llamar como tú lo haces? - pidió desesperado.

El alfa se acomodó en el asiento del auto, estirando sus brazos para abrazar al omega y tranquilizarlo.

- Mi rey. - dijo lentamente besando su frente, complaciendo al chico y logrando que sonreirá a pesar de las lágrimas.

A Louis no le importó estar borracho y llorar como un bebé en la parte trasera del auto en camino a casa, porque el estar con Harry hacía que todo valiera la pena.

Y cuando por fin llegaron, el alfa cargó al omega, para asegurarse que no se lastimará tratando de subir las escaleras ebrio.

- Yo... no sé si tu amigo dejó algo de tu ropa que puedas dormir. - dijo Harry nervioso rascando su nuca.

- ¿Puedes darme una sudadera tuya? - respondió Louis tímido.

- Si, claro. - asintió el alfa y sin dudarlo y se dirigió al armario, sacando una sudadera de color vino, que sabía que Louis amaba.

Ambos se dedicaron a cambiarse para meterse en la cama, aunque el primero en meterse en ella fue Harry, sintiéndose nervioso, pero tranquilo de tener a Louis ahí de nuevo, estando seguro que sería la primera noche que podría dormir bien.

El alfa se sorprendió mucho cuando Louis se metió debajo de las sábanas, para después ponerse encima de él y volver abrazarlo.

- Yo iba a llamarte, te juro que iba hacerlo. - comenzó hablar Louis escondiendo su rostro cerca del cuello del alfa. - No merezco siquiera que me dejes dormir aquí de nuevo, no merezco nada de esto y tú no te merecías todo lo que te hice pasar estos días. Fue cruel. Perdóname, por favor. - suplicó llorando.

Y el sentir las lágrimas de Louis tocar su piel le partió el corazón al alfa.

- Te amo, realmente lo hago y no quiero tener secretos para poder tenerte ni quiero más miedos que te lastimen, solo quiero hacer esto bien, quiero poder darte aunque sea un poco de todo lo bueno que tú me has dado. - siguió hablando sincerandose.

- Lou... - murmuró el alfa colocando sus manos en las caderas del omega.

- Te debo unas mejores disculpas, lo sé. Te las daré, lo juro, pero esta noche solo quiero dormir así contigo, sentirme amado y protegido de la manera que solo tú puedes hacerme sentir. Hazme sentir que nada esto pasó y que no me odias, por favor, solo por hoy. - suplicó, aferrándose a él con amor.

- Mi rey. - habló Harry con cariño en su voz. - Yo no te odio, nunca lo haría. - aseguró. - Todo va estar bien, podemos solucionarlo si ambos lo deseamos. Y por lo de estos días, no te preocupes. Lo que no me mata me hace quererte más, mi cielo. - agregó besando su cabecita castaña.

- Te lo compensaré. - aseguró Louis sintiéndose más tranquilo con las palabras dulces de su alfa.

- Descansa, lo necesitas, mi rey. Mañana hablamos. - dijo Harry acomodándose mejor para tener al omega cómodo encima de él.

- ¿Puedo dormir así, esta noche? - preguntó Louis tímido, mirándolo a los ojos.

El omega quería dormir lo más cerca posible al alfa, para sentir que estaba recuperando el tiempo perdido.

- Solo si me das un beso y dejas de opacar tus bellos ojos con esas lágrimas. - respondió Harry llevando una de sus manos al rostro del omega para limpiar las lágrimas de su angelical rostro.

Louis sonrió encantado y lo besó sin dudar.

Aquel beso hizo que ambos sintieran que su verano cruel había terminado por fin, y que su gran y verdadero amor lo había logrado superarlo completo.

Y lo haría las veces que fueran necesarias, de eso podían sentirse seguros.

Estoy borracho en la parte trasera del carro y lloré como un bebé al llegar a casa del bar.
Dije que estoy bien, pero no era cierto.
No quiero guardar secretos solo para poder tenerte
Y me escapé por la puerta del jardín cada noche de ese verano, solo para sellar mi destino (oh)
Y grité por lo que sea que tenga valor
Te amo: ¿No es eso lo peor que has escuchado?

Él mira hacia arriba, sonriendo como un demonio...

Es un verano cruel contigo.
Dije que estoy bien, pero no era cierto.
No quiero guardar secretos solo para poder tenerte
Y me escapé por la puerta del jardín
Cada noche de ese verano, solo para sellar mi destino (oh)
Y grité por lo que sea que tenga valor
Te amo: ¿No es eso lo peor que has escuchado?
(Sí, sí, sí, sí)

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