Esa noche no hicieron más que dormir abrazados y acurrucados, dándose besos y caricias, pero hasta ahí. Le dolía como nunca antes tener que darle el control a su omega cuando él más que nada deseaba que Mephiles regresara en si y lo besara él, más no su alfa. Cuando abrió los ojos se encontró con la cama fría, se dio la vuelta dándose cuenta que el azabache no estaba, dejó salir un suspiro.

Entonces la puerta se abrió dejando ver al oscuro vestido de forma primaveral y trayendo consigo una bandeja plateada con comida.

— Buenos días — le dijo. Silver le miró y poco a poco se levantó.

— B-Buenos días — De igual forma respondió evitando mirarlo.

Mephiles se acercó a él y le dejó la bandeja en la cama. Los ojos del omega brillaron al notar tres panqueques cubiertos de jarabe y una fresa en medio acompañándolo con un jugo de naranja.

— Te traje algo de almorzar. Por favor cómelo. Iremos con una ginecóloga —

Aquello le hiela la sangre y no puede evitar comer un panqueque con rapidez. Mephiles lo observa pero no dice nada se mantiene a una distancia prudente con los brazos cruzados.

— ¿Ginecóloga? Pero apenas cumplí el mes — Finalmente decide hablar una vez que trago el bocado.

— Y es por eso que debemos ir. Además, tengo asuntos que resolver en mi trabajo—

Silver no dice nada solo asiente un poco desorientado,
por alguna extraña razón, sintió miedo. Nunca le gustaron los hospitales y estar embarazado no era una excepción.
Cuando llegaron a la recepción se dio cuenta del olor que desprendían unas lobas gemelas, era un olor demasiado fuerte para su gusto. No era como el de los omegas, pero olía como uno pareciera como si se hubieran echado loción para imitar "el olor de un omega", lo cual si era así olía apestoso y si querían atraer un alfa no estaba funcionando.

Por inercia volteó a Mephiles el cual tenía el ceño fruncido y la nariz arrugada. Lo sabía, incluso un alfa como él detestaba el olor.

— B-Buenos días — La primera de ellas hizo una reverencia con un notable sonrojo. Silver bufó.

— Buenos días. Tengo cita con la doctora Acorn — Dijo cruzado de brazos. La segunda hermana asintió empezando a teclear en su teclado, de vez en cuando le dirigía miradas al azabache al igual que la otra pero más tímida.

Silver sentía que aquello sobrepasaba los límites de "cordialidad" estaban coqueteando con su Mephiles frente a sus ojos. Que descaro. El mayor lo miró de reojo al sentir las emociones del omega, inmediatamente agachó sus orejas como si se sintiera regañado.

— Lo espera en el consultorio 25 aún lado de la máquina de despensa — La loba de nombre Rachel, la más tímida, le dedicó una sonrisa. Silver sintió su sangre hervir, le había hablado en singular como si no hubiera visto que venían juntos y que solo era un paciente más.

Vio su nombre en la placa plateada de su uniforme.

— Viene conmigo...Rachel — Le dijo a la fémina con una mirada seria y de pocos amigos. Las dos "omegas" se tensaron en su lugar, estaban viendo a vivo y a color el como un omega reclamaba lo suyo.

Incluso el olor a tulipanes se empezaba a desatar. Mephiles se alarmó calmando al omega con su olor.

— Ah, no pensé que eran pareja — La segunda de nombre Claire sonrió forzosamente.

No tardo mucho para que se escuchará en los pasillos tacones de aguja resonar y una figura esbelta con bata blanca, vestido azul marino pegado a su cuerpo y lentes; hiciera acto de presencia.

— Ah chicas. Por favor no hagan esperar a mis pacientes. Por cierto creo que ese perfume que les receté es muy bueno pero demasiado fuerte —

Una ardilla apareció sonriendo de oreja a oreja Silver sabia que se trataba de una omega por el olor a miel. Se sintió seguro en cuanto la vio y supo que no era una amenaza.

— Tanto tiempo sin verte Mephiles — La omega los miro sonriente, luego le dirigió una mirada de sorpresa al menor — ¿Tú debes ser Silver verdad? Me han contado muchas cosas sobre ti.

El aludido no sintió alguna especie de ataque hacía aquello, se sonrojó un poquito y se escondió detrás del oscuro. Era demasiado atractiva. El alfa sonrió enternecido desviando la mirada a la ardilla, misma que le devolvió la sonrisa de oreja a oreja con una ceja alzada, el azabache presa de aquella mirada borró su sonrisa y la remplazó por su típico rostro serio.

— Pasen a mi consultorio por favor — Les pido amablemente. Dejando que la joven pareja fuera la primera en empezar a caminar.

Cuando los tres entraron al consultorio y tomaron asiento la omega le tendió la mano al albino.

— Mucho gusto Silver. Mi nombre es Sally y seré tu ginecóloga.

Silver asintió despacito pero sin temor. El olor de Sally era sumamente tranquilizante que todos los nervios y el enojo se habían disipado, estrechó manos con la omega.

—Bien, pongamos al tanto de la situación. — Giró el rostro al computador que tenía a lado suyo y empezó a teclear en el. Silver y Mephiles se mantenían a lado del otro sin despegarse. — Aquí dice que eres un omega recesivo, tienes 24 años y aproximadamente tienes un mes de embarazo — Desvío la mirada de la pantalla para verlo — ¿Me equivocó?

— N-No.

— Excelente. Aún faltan más cosas por llenar en tu expediente, no te preocupes, la información me la proporcionó Mephiles así que siéntete tranquilo con tu privacidad.

— De acuerdo.

— Voy hacerte unas preguntas y necesito que las respondas con sinceridad.

El plateado asintió acomodándose en su lugar dispuesto a escuchar y responder las preguntas. Mephiles se cruzó de brazos.

— ¿Hay algún síntoma nuevo?

Silver negó.

— ¿Problemas al ir al baño o defecar?—

Esta vez Silver tardo en responder, más por la vergüenza de lo último que en sí por la pregunta, pero negó. Sally asintió.

— ¿Enfermedades hereditarias?. Diabetes, hipertensión...

— No.

La ardilla sonrió malévola al leer la siguiente pregunta. Mephiles notó aquello y tensó su mandíbula.

— ¿Son sexualmente activos?—

Mephiles frunce el ceño terriblemente molesto hacia aquella pregunta estúpida, Silver se sonroja en su lugar y desvía la vista a la pared. Con eso es suficiente para que Sally suelte una carcajada.

— Ay, una disculpa. — Se "limpia" la lagrima imaginaria sin dejar de reír.

— Ahórrate tus disculpas — Le dice Mephiles aún con el ceño fruncido sin dejar de maldecir por lo bajo a la ardilla.

— Oh vamos. Es solo una bromita. Bueno — Junta las dos palmas de sus manos — Vamos a checarte Silver. Realmente me preocupa que no hayas asistido a ninguna cita con ningún doctor. Es importante saber cómo va el bebé, por favor, pasa a la camilla.

Él omega se levanta de su lugar obedeciendo lo que la mujer le dice no sin antes empezar a quitarse la ropa detrás de una cortina que separa entre el consultorio y la camilla. Mientras el menor se desviste, Mephiles y Sally hablan.

— No vuelvas hacer esas preguntas estupidas— Le advierte.

— Lo siento. Desde hace mucho quería ver tu rostro de una forma vergonzosa — Ahoga una risilla.

Después de varios minutos Silver sale y Sally lo acomoda en la camilla, le indica que tiene que descubrir su vientre. El alfa se mantiene lo más cerca del menor sin despegar su vista de los movimientos de su compañera, no desconfía de ella sabe que es una profesional hecha y derecha pero no puede evita sentir nervios.

— Te pondré gel, está un poco frío —

Silver al instante siente la sustancia viscosa en su abdomen y sisea por lo frío que está. La ardilla coloca un dispositivo en forma de micrófono y lo empieza a expandir por todo el abdomen, la pareja observa a su lado derecho como la pantalla empieza a colorearse de tonos grises y negros.

— Oh. Miren eso — Les indica con su dedo índice una pequeña masita de color negra que se mueve.

Los ojos de Silver se aguadan al igual que los de Mephiles.

— Es...Es.

Lo dicen al mismo tiempo que Sally no tarda en asentir emocionada.

Ambos padres se toman de las manos y el plateado empieza a sollozar de alegría llevando una mano a su boca, sin creer lo que sus ojos ven. El alfa junta su frente con el otro, también empezando a soltar lágrimas. No lo pueden creer ¿De verdad esa pequeña mancha es su bebé?

— Gracias — Susurra el alfa cerca de la oreja del menor y sin previo aviso besó la frente del omega. Aquello no se lo esperaba Silver, lo miró con los ojos bien abiertos. Se dio cuenta que esta vez no era el alfa interno de Mephiles quien había hecho eso, sino el propio oscuro y eso lo lleno de una inmensa alegría que no evitó saltar a los brazos del alfa y abrazarlo.

Sally presenciando eso apagó el monitor y limpio con una toalla limpia el abdomen del menor. Se sintió feliz por ellos, estaba al tanto de la situación de ambos y no porque el azabache le haya dicho, pero ver ese gesto de amor hizo que su corazón se ablandara.

Quería soltar una monosílabo diciendo "Que vivan los novios" pero se lo calló para sí misma.

Después de aquella emotiva escena. La omega se dedicó a mencionar algunas advertencias sobre el embarazo del menor ya que al ser un omega recesivo las probabilidades eran muy altas de que perdiera al bebé si no se cuidaba mucho. También le recomendó que aprovechara al máximo sus comidas favoritas porque después seguirían los vomitos constantes. En sí a Silver no le importo mucho ni siquiera a Mephiles estaban tan ensimismados con lo que sus bellos ojos vieron que lo único que hicieron fue asentir.

Sally no les dice nada al ser ignorada pero tampoco se preocupa pues sabe que es el primer mes y que por lo tanto no hay de qué preocuparse.

Cuando llegan a la casa. La emoción en sus rostros sigue en ellos que ni siquiera se dan cuenta en que momento empezaron hablar sobre qué haría el alfa cuando el bebé naciera, la ropa, las cosas de limpieza, la comida, el como a Silver le gustaría tener un cuna cerca de su cama para vigilarlo, en fin, muchísimas cosas con respecto a su hijo. No dejaban de hablar y hablar como si fueran un matrimonio siendo papás primerizos. Cosa que sí eran. También habían tenido pequeñas riñas sobre quien pasaría más tiempo con el pequeño.

Silver quería la mañana y toda la tarde para él. Pero, Mephiles se negaba a estar cuidándolo en la noche puesto que lo único que haría sería velar sus sueños. Cosa que era irónico porque los primeros meses los bebés tendían mucho a dormir y comer la mayor parte del día.

Entonces quedaron en turnarse las horas. Un total de doce horas divididas entre dos, lo que da un total de seis. De la forma justa era lo correcto, pero luego se arrepintieron y dejaron eso para después, aún era demasiado pronto para pensar en horas.

Pronto ambos se dieron cuenta de lo que estaban haciendo. ¿Qué es lo que les sucedía? ¿Qué acaso no debería Mephiles desconfiar de Silver? Y ¿Qué acaso Silver no estaba triste?

— Amm. Iré a dormir — Ninguno sabía que decir después de aquellas pláticas. Sin embargo, Silver no estaba dispuesto a buscar respuestas y se dispuso simplemente hacer como si nada hubiera pasado.

Se habían dejado llevar por las emociones y ahora no sabían que hacer. El alfa suspiró viendo de lejos al albino subir las escaleras, se agarró de sus púas y las jaló levemente con frustración ¿Qué carajos le estaba pasando?. Sus ojos se clavaron en una puertita pequeña al estilo coraline debajo de las escaleras como si fuera un pequeño sótano, realmente estaba muy bien escondida pues la pintura color negra no dejaba ver la forma o el cerrojo.

Estaba apunto de ir e inspeccionar pero alguien tocó la puerta.

La sangre cayó como charco al recibir el tercer golpe en su mejilla. Nunca pensaron que Knuckles se enojaría de esa forma. Estaban al tanto de la situación del equidna, habían sido citados al menos unas dos veces a la semana y su misión era sencilla; vigilar a Silver y a Mephiles. Sin embargo, no habían encontrado nada relevante.

Eso hasta que dos días antes Rouge reveló información demasiado importante y de extremo cuidado pues por medio de Amy - y por insistencia de la murciélago- se habían enterado del embarazo de Silver. Era un gran problema porque al instante en el que él beta escuchó aquello se giró a proporcionarle un buen golpe en la mejilla a Manic.

Su labio estaba terriblemente partido. Y su aroma delataba lo asustado que estaba.

Demonios. Si no hubiera cortado con Scourge seguramente su alfa iría a su rescate pues la fuerza de un alfa no se compara con el de un beta. Pero Manic al ser un omega era débil.

— ¡Explícame con un carajo cómo es que Silver tiene un mes de embarazo! — Otro golpe esta vez a su estómago.

Manic escupe en el suelo agarrando su vientre vio con los ojos hechos furia a la maldita murciélago que solo se quedaba limando sus uñas como si fuera una perra santa. Estaba seguro que ella ya tenía la información desde hace tiempo solo esperaba el momento adecuado. Un momento como este pero ¿Para qué precisamente?

Y entonces una idea cruzó por su mente pero era demasiado tarde pues otro golpe se dirigió a su ojo izquierdo dejándolo inconsciente.

— Eres demasiado rudo — Le dijo Rouge viendo el golpe seco del omega caer.

Knuckles respiro y contó hasta diez. De su cajón sacó un pañuelo y limpio sus manos.

— No puedo creer que apenas me esté enterando de esto.

Rouge se acercó al beta abrazándolo por detrás y dejar su barbilla en el hombro del beta. Le sonrió y le deposito un beso pequeño en la comisura de sus labios. Knuckles frunció el ceño y la alejó bruscamente.

— No se que intentas Rouge pero mantente al margen —

La mencionada frunció el ceño y se cruzó de brazos sabía que lo que diría le costaría pero tenía que decirlo ya o lo perdería por culpa de un omega.

— ¿Acaso no ves que tú "amor de tu vida" está preñado por nada más ni nada menos que por Mephiles?—

Tan rápido lo escuchó se dio la vuelta y camino hacia la beta para después agarrarla de su pelaje. Sus ojos reflejaban lo cabreado que estaba. Por supuesto que lo sabía pero así como logró separarlos puede lograr hacer que el albino pierda al bebé.

— ¿Crees que me importa? ¿Crees que no buscaré una forma de hacer que pierda al maldito feto?—

Rouge trago grueso sabía lo que era capaz el equidna pero esto rebasaba los niveles de obsesión. Esto ya era algo alarmante.

— Knuckles...

La abofeteó.

— Silver es y será mío. No dejare que un bebé se interponga en mis planes. Al igual que no permitiré que Mephiles esté con él así sea matarlo.

Sus labios se habían unido y después...un empuje junto con una bofetada.

— ¿¡Qué te sucede!?— Le había gritado limpiando su boca.

Desde que Silver había cortado con Mephiles aprovechó la oportunidad para acercarse al plateado y ser su "hombro para llorar" estaba aprovechando que él omega se sentía sumamente sensible como para robarle un beso pensando que sería por fin correspondido.

— Pensé que...

Se quedó callado por unos momentos. Entonces aquella sonrisa y ese beso en su mejilla ¿No era real? ¿Lo había confundido? ¡No! Claro que no. Había sentido a vivo y a color los suaves labios de Silver posarse en su mejilla.

¿Es una muestra de amor no?

— Me besaste.

Silver palideció. Negando de un lado a otro y levantándose de su cama.

— Yo no te besé. Me agarraste el rostro muy fuerte y me besaste.

No. Estaba seguro que Silver lo había besado. Apretó sus puños y también se levantó.

El menor empezó a dar pasos hacia atrás temeroso.

— Me acabas de besar Silver. Agarraste mi mejilla — Agarró su mano con fuerza — la acariciaste y me besaste.

— ¡Suéltame! Me lastimas — Lo vio llorar. De verdad le dolía que lo agarrara de esa forma.

— ¿Por qué no me amas?— Le agarró la otra mano ejerciendo más presión. El plateado empezó a jalonear y sollozar.

Dolía y mucho. Vio detrás de él, estaba la puerta cerrada y estaban completamente solos.

Es un completo imbecil por llamar a Knuckles y desahogarse de su ruptura creyendo que el mayor ya no gustará de él. Creyendo que Knuckles había aceptado el rechazo.

— Por favor suéltame. Podemos hablar pero suéltame— Le suplico.

Knuckles sonrió y besó los rastros de lágrimas.

— Eres tan lindo cuando lloras — Susurró y se acercó a su oreja — Tan bonito.

Su omega interno se remueve incómodo. Una sensación molesta en su estómago  se hace presente, de repente, tiene tantas ganas de vomitar. Entonces Knuckles lo vuelve a besar y Silver ya no aguanta las náuseas.

¡Holaaa puticiervos! ¿Cómo andan?

Espero que muy bien <3

Bueno aqui les traigo algunos avisos y aclaraciones.

Lo primero. Me he dado cuenta que actualizo cada mes ;-; lo cual pienso que así va hacer de ahora en adelante. Pero, no se preocupen porque los capítulos van a estar más extensos. Aunque debo decir que la actualización se extenderá dependiendo de cómo me vaya en la uni T - T

Lo segundo. Espero y le hayan puesto muchísima atención a los últimos párrafos que es como un flashback entre Knuckles y Silver. Habrán al rededor de tres flashbacks que los iré repartiendo en capítulos distintos. Son importantes pues nos hablará de cómo y porqué Silver aborrece a Knuckles con todo su corazón.

Tercero. No se preocupen por Sally no diré el porqué pero realmente no es amenaza ella jiji

Cuarto. He estado pensando en hacer ya sea un spin off o una precuela. De la pareja Shadonic, sobre cómo se dio su noviazgo al igual que la pareja Mephilver. Pero solo puedo escoger una ¿Cuál les gustaría?

Por cierto, pueden depositar su odio a Knuckles aquí 💩

¡En fin, sin más que decir chao puticiervos nos leemos pronto!