Los dos matrimonios fueron de tiendas juntos. Ari junto a Mary estaban comprando tantas cosas como fuera posible. Por un segundo Mary pensó en que no habría forma de llevar todo a California pero gracias a que su esposo le dijo que pagaría todas las maletas que fueran necesarias se calmó y compró aún más. Alex no quería arruinarle su día de tiendas. Juan llevaba todas las bolsas de Ari como Alex llevaba todas las bolsas de Mary. Encontrar un lugar donde sentarse era complicado pero cuando lo hacían era como encontrar oro.

Luego de comer fueron de vuelta a la casa. Planeaban ver películas y comer golosinas,posiblemente harían un directo más al rato.

"¿Crees que debamos decirles?" Preguntó Mary sentada en la cama quitándose sus zapatos.

"¿Sobre?" Alex respondió mientras dejaba todas las bolsas a un lado.

"El bebé,cielo." La castaña la miró

"Oh." Exclamó suavemente al quitarse el reloj dejándolo en la mesita de noche dándole la atención a su esposa. "Okay,eh,debo ir a hablar con Juan lo del directo." Dijo tomando su celular. Luego se inclinó a la chica dandole un beso en la mejilla.

Mary sonrió contenta al escucharlo y asintió para dejarlo ir con el colombiano de lentes. La castaña fue tranquilamente a revisar las bolsas donde estaban todas sus compras. Revisó alegremente todo sacándolo de los empaques. El ruido de la puerta siendo tocada la sacó de su burbuja.

"Adelante." La puerta se abrió y la mexicana entró. "Hi,hi,hi." Sonrió Mary.

Ari la saludó con ambas manos sonriendo. "¿Creo que tienes una de mis bolsas? Con el bolso ese,eh,rosa con toques verdes y un lazo."

"Oh,sí,creo que la vi." La chica francesa caminó a sus bolsas y buscó la mencionada. "¿Cuanto crees qué cueste llevar todo esto a California?" Preguntó mientras buscaba entre sus cosas.

"Oh,bueno,no creo que tan caro. Lo que puede ser caro son las maletas." Dijo Ari sentándose en la cama buscando en su celular precios en la página de la aerolínea. "Compraste muchas cosas,unas maletas grandes pueden funcionar." Buscó cuales precios serian los mejores para su amiga. Rebuscó y rebuscó. "Mira,dice que dos maletas grand—"

Un ruido llamó la atención de la chica mexicana interrumpiéndola. Al Ari voltear sorprendida pudo observar a la chica francesa parada y el bolso en el suelo.

"¿Mary?" Murmuró la mujer dejando su celular lentamente. "¿Estás bien,linda?"

Mary colocó sus manos sobre su abdomen. "Ah.." un quejido salió de sus labios con suavidad mientras se iba encogiendo poco a poco en dolor.

"¡Mary,Mary!" Corrió a ella para tomarla de los brazos. "¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué tienes?!" Al sentir gotas de humedad a sus pies y voltear al suelo pudo encontrar sangre corriendo por las piernas de la chica francesa hasta llegar al suelo sin problema alguno pues tenía vestido. "Mary.."

"Llama a..." susurró casi inaudible "..llama a mi esposo.." la contraría no esperó más.

Abril corrió al pasillo desesperada buscando al chico de gorro y cabello largo. Al encontrarlo en el estudio de Juan no pudo no trabarse al hablar.

"¿Qué pasa,Abril?" Preguntó el de lentes levantándose de su silla preocupado.

"Es..es...Mary.." en ese momento Alex se levantó con el ceño fruncido. "Está.."

Pero no pudo terminar de hablar. Alexis ya estaba corriendo a la habitación donde estaba su amada. Al entrar y encontrarse la escena de la castaña en el suelo llorando manchada de sangre sintió que se iba a desmayar. Pero no lo hizo. Necesitaba estar y mantenerse fuerte.

"Puta madre.." murmuró él para agacharse y cargar a Marilyn sin importarle que mancharía su ropa y su piel. "Im here,love,I got you.." le susurró repetidamente. "..I got you.."

Rápidamente entró al baño de la habitación y se quitó los zapatos quedando en sus calcetas. Se encaminó a la tina y encendió la llave del agua tibia sin soltar a su mujer. Entró a la tina y se sentó colocándola cuidadosamente entre sus piernas para que el agua la tocara. No le importó si se mojaba también.

"Respira,respira profundo,amor." Le pedía suavemente escuchando como el llanto no se iba pero incrementaba. Lentamente y con cuidado removió la ropa interior de la castaña y la dejó de lado para que se mojaran en una esquina limpiándose. Pensó que sería más cómodo para su esposa estar sin estas.

Marilyn sollozaba,hipaba y lloraba del dolor que sentía. Era dolor físico y mental. De las peores combinaciones.

La mano de la chica agarró fuertemente el brazo de su esposo,quien no dudó en agarrar su mano y entrelazar sus dedos con los suyos dándole ese apoyo que necesitaba. Con su otra mano acarició su abdomen con lentitud,como si fuera a calmar el dolor,como si eso cambiara el rojizo del agua.

Juan y Abril los miraron desde la puerta atónitos sin saber que hacer. La escena se les hizo tan tierna como cruda. Quisieron darles espacio. Fueron a limpiar el suelo, a buscarles ropa limpia en sus maletas y les dejaron todo lo que necesitaran. Incluso le preguntaron a Alex si necesitaba algo,si debían llamar a una ambulancia y él dijo que suavemente que no,que solo necesitaban un poco de espacio. Por eso los dejaron solos.

Alexis sabía que esto muy posiblemente sucedería. Era cuestión de tiempo para que sucediera esto. Por lo que sabia de las últimas pruebas con los doctores,su utero no era lo suficientemente resistente para un bebé. Se lo quiso decir,alguna vez quiso decirle que no se hicieran ilusiones, pero al verla tan decidida y feliz por ese embarazo no deseado calló. No tuvo el corazón para recordarle la situación en la que estaban. Con el tiempo fue aceptando que sería papá y hasta síntomas le dieron. Aveces le daban náuseas y mareos,habían veces que le daban ascos sin razón alguna. Fue al hospital una vez y le dijeron que no tenía nada,solo síntomas de embarazo normal por la conexión que tenía con su esposa. Es lo que se llama síndrome de Couvade.

En fin..Él sabía que era cuestión de tiempo pero quiso convencerse de que no era así. Casi creyó que realmente se podía lograr. Ya se imaginaba cargando a su bebé mientras estudiaba para sus exámenes y tal. Pero ya no se podría..

Se aferró al cuerpo débil de su esposa para abrazarla con suavidad. Sentía como su garganta se apretaba y sus ojos ardían. Quería llorar pero no podía ahora. Mary necesitaba de él,no podía tirarse a llorar.

"Tostadita.." susurró el chico al oído de la fémina, su llanto se calmó un poco al escuchar el lindo apodo. "¿Recuerdas que te solía llamar así?" Murmuró con una pequeña sonrisa. Claro que ella lo recordaba,era imposible no recordarlo aunque pasaron años desde la última vez que la llamó así. "¿Recuerdas la forma en la que te enojabas al no entenderme porque no sabías que significaba tostadita?" Su mano acariciaba con suavizaba la panza de la chica mientras que la otra seguía agarrando la mano de su amada. "¿Recuerdas qué en la escuela traías diferentes cosas de picar para hacerme postres?" Le susurró para acariciar el dorso de la delicada mano ajena. "Como la vez que trajiste Nutella y oreos...Le quitaste la crema a todas las galletas,las hiciste como bolas usando un papel para no tocarlas y trituraste las tapas de las galletas en un toper para echarle Nutella a las bolas de crema y pasarlas por las migajas de galletas.." rió suavemente. "Me emocionaba ir a la escuela para ver que nuevo postre me harías. ¿Lo recuerdas?"

Inclinó la cabeza para verla,pudo ver su rostro más calmado y aunque sus ojos y labios estuvieran hinchados ya no estaba llorando más. Hipaba muy de vez en cuando pero se veía mejora que antes. Esto lo relajó un poco a él también.

"¿Y la vez que compramos unas papas?" Sonrió un poco al recordarlo. "Que compré mis papas por el tazo y cuando las abrí—"

"No tenían tazo.." le respondió Mary riendo bajo interrumpiéndolo con suavidad.

"Y las tuyas sí." Rió suavemente con ella recordando lo molesta que se ponía ella pues le molestaban los tazos en sus papas. "Y me lo regalaste porque me enojé mucho."

Mary volvió a reír suavemente.

"Escucha,mi amor.." suavemente la abrazó atrayéndola más a si mismo. "Estoy aquí para ti. Superaremos esto juntos... Como el buen matrimonio saludable y estable que somos." Le dejaba pequeñas caricias ahora en su rostro con amor. "Eres fuerte,chiquita. No te derrumbes,por favor." Alzó su mano con la de ella y depositó un beso en esta.

La castaña lo miró y aún queriendo llorar asintió lentamente. Estaban en esto juntos. Lo sabían muy bien.

Esto estaba planeado desde el día uno,no crean que es algo nuevo que pensé apenas.
Nunca estuvo la idea de que naciera el bebé

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