Y ella lo amaba.

Lo amaba tanto que odiaba las fechas en las que se debía ir por cosas de su trabajo como figura pública. Le dolía cada ver como compraba los pasajes de avión y como se preparaba para su vuelo. Cada segundo lejos de él era triste. No le gustaba llegar del trabajo a un silencio tortuoso. Por todas esas razones él siempre se la llevaba a todos lados cuando tenía que salir del país. Esta vez no podía ir con él. Había mucho trabajo en el restaurante y se necesitaba de ella en la cocina con todos esos otros nuevos chefs a los que les daba las prácticas luego de la universidad.

Mary tomaba las camisas del armario y las quitaba los ganchos de ropa para doblarlas. Lo colocó todo en la maleta junto a otras cosas más haciendo una simetría perfecta. Todo estaba listo para el viaje. Habían cambios de ropa,zapatos,gorros,lentes,etc. En la mochila que llevaría en el avión habían igualmente cosas acomodadas: snacks,cargador,audífonos y otras cosas más. Todo lo necesario para que no tuviera un mal vuelo.

Del baño salió un Alex Quackity en toalla secándose el torso con otra toalla. Al verla sonrió y se acercó a el armario para buscar que ponerse,no fue necesario buscar nada.

"Te dejé tu ropa allí." Le dijo la castaña con un tono suave señalando una ropa doblada en la esquina de la cama.

"Ah,gracias." Rápidamente fue a ella y le dió un beso en la mejilla antes de ir a tomar la ropa.

Mary solo le sonrió unos segundos para cerrar la maleta y dejar todo listo para ser llevado sin problemas. Al terminar se sentó en la cama con ánimos bajos.

Alexis lo notó. "¿Todo bien?" Le preguntó mientras se acomodaba el pantalón.

"Mhm."

Pero él conocía y tenía estudiada a su señora de pies a cabeza. "Marilyn." Llamó como advertencia de que ya sabía que estaba mintiendo.

"No quiero que te vayas por tanto tiempo." Le dijo por fin soltándolo todo.

"Mami.." suspiró para tomar su camisa ya cansado del tema.

"Ya se que lo hemos hablado,pero no quiero estar tanto tiempo lejos de ti otra vez." Le reprochaba mirándolo con una expresión triste.

El pelinegro se acomodó la camisa al ya tenerla puesta y se acercó a ella para tomar sus manos con delicadeza. "Serán pocos días. Te llamaré antes de irme a dormir y te enviaré mensajes todas las mañanas. No notarás ni que me fui." Le dijo agachándose frente a ella para mirarla con amor.

"Pero no podremos dormir juntos." Le soltó queriendo sollozar. Estaba muy sensible y ya Alex sabía la razón; estaba ovulando.

"Mi amorcito,no llores." Con sus manos agarrando las de ella besó el dorso de ambas para después frotarlas. "Estaré de vuelta rapidísimo. Como el rayo McQueen,kochau y ya estaré abrazándote como tortilla abraza a unas carnitas."

Mary soltó una suave risa al escucharlo. Él sonrió al verla reír. No quería dejarla triste en la casa mientras él caminaba por la alfombra roja de los Esland.

"Tiger te cuidará y te hará compañía mientras no estoy. No hay nada que temer,bueno,la verdad es que sí." Ella rió un poco al ver su falsa cara de coraje exagerado. "Es un galán,puede conquistarte en lo que no estoy."

La castaña se abrazó a él cuando le vió levantarse del suelo. Fue correspondida con dulzura aferrándose uno al otro. Al separarse momentos después se dieron un suave y profundo beso que duró tanto como el oxígeno les permitió.

Ya estaban en la terminal. Era momento de despedirse y abrazarse por última vez hasta unos días después.

"Recuerda comer,cielo." Le decía Mary al mismo tiempo que le acaricia el cabello delicadamente peinándolo.

"Sí,mi amor."

"Duerme lo suficiente." Le pidió mirándolo. Él asintió. "¿Tienes tus audífonos?"

"Aha."

"¿Tienes tus celulares?"

"Uno y dos." Los contó tocando sus bolsillos.

"¿Almohada para el cuello?"

"En la mochila."

"¿Gomitas de melatonina?"

"En la mochila con las merienditas." Le dijo sonriendo como si fuera un niño pequeño.

El último llamado se escuchó y Mary suspiró para abrazarlo con fuerza. Alex la abrazó igualmente aferrándose a ella.

"Te voy a extrañar mucho.." susurraba la chica contra el hombro de su prometido.

Él se sentía igual de triste que ella. "Y yo a ti,chiquita."

Tal vez eran exagerados. Pero estaban tan enamorados que estar lejos no era opción.

Con un último beso se tuvo que marchar el chico de cabellera larga. Mary le lanzó un beso y él le guiñó luego de bajar sus gafas para que se notara. La fémina no se quedó tranquila hasta que desapareció de su vista.

Ya lo extrañaba.

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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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