"Papá te va a venir a buscar pronto,¿tienes tu mochila?" Preguntó Mary desde la cocina cerrando los topers de merienda, almuerzo y cena para su niña.

La niñita se encontraba en la sala viendo la televisión en silencio con su chupete en la mano y una cobija. Totalmente ignorando a su madre pero no a propósito.

"Amely." No recibió respuesta. "Amely Marie, te hice una pregunta." Llamó la castaña una vez más consiguiendo su atención.

"¿Ah?" Preguntó la castañita mirando en dirección a la cocina.

"Tu papá te va a venir a buscar." Repitió. "Ve y busca tu mochila."

Amely le hizo caso y fue a buscarla. Al tenerla se la trajo y Mary puso los topers allí bien acomodados, no como los acomodaba el pelinegro padre de la niña.

Al escuchar el ruido de un motor Amely saltó con emoción yendo a la puerta corriendo. Su madre le siguió de cerca para abrir la puerta con la mochila en la mano.

"¡Papa!" Exclamó la castañita con una sonrisa enorme al ver a su papá bajándose del auto.

"¡Hola!~" le dijo él con una sonrisa mientras guardaba las llaves del auto en su bolsillo para recibir a su hija cargándola. "Mira lo que te traje." Le dijo para sacar de su otro bolsillo un pequeño peluche de Bingo, el perro naranja de la caricatura de Bluey.

Amely chilló emocionada para abrazar el peluche con todas sus fuerzas. "¡Bingo!"

"Me dijiste que tu Bluey estaba muy solito la otra vez,¿te acuerdas?" Le hablaba con una sonrisa dulce mientras la miraba con amor.

Mientras ellos hablaban a no tanta distancia de la puerta principal la mujer castaña lo observó y le dió un ataque de amor por la escena. Ese era el hombre amoroso que ella amaba.

"Ah,Mary." Volteó el pelinegro a mirarla con una expresión igual de suave pero sin sonreír. Se notaba algo nervioso. "Terminé la tesis hace unos días..." murmuró como perro con la cola entre las patas.

"Felicidades." Fue lo único que respondió ella.

"Gracias.." carraspeó para acomodar y sujetar bien a la niña en sus brazos. "Me preguntaba si tal vez...¿podríamos hablar?"

"No ahora,tengo mucho trabajo que hacer en el restaurante y voy llegando tarde." Le dijo con una expresión indiferente para darle un beso a Amely en la cabeza. "Adiós,bebé. Te veo en unos días." Le dijo con amor y una sonrisa.

"¡Adiós,mami!"

Alexis tuvo que volver al auto algo deprimido por esa respuesta. Dejó la mochila de la niña donde iba y luego a ella. La amarró en su sillita y se subió para ver como Mary se despedía de ella con la mano y una hermosa sonrisa. Misma sonrisa que él juro hace mucho no ver.

"Quero comida de mami." Dijo Amely de la nada antes de que Alexis comenzara a conducir.

"Y yo quiero a tu mamá." Murmuró Alex asegurándose de que no le escuchara la niña y condujo de regreso a su apartamento, mismo al que tuvo que limpiar por todos lados del hedor asqueroso a alcohol que tenía.

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