A pesar de que ya Mary no insistía más con tener un bebé las discusiones nunca acabaron. Llegaron a un nivel donde optaron que uno se tenía que ir de la casa temporalmente como tuvo que ser desde un inicio cuando decidieron darse un tiempo.

Marilyn se quedó en la casa y Alexis se mudó a un pequeño apartamento a media hora de la casa. No se llevó más que su laptop, ropa y otras cosas más para cuando Amely se quedará con él. Porque sí, habían decidido que cada semana iban a turnarse con la bebé cuidándola.

Fue un cambio muy grande y les afectó a ambos. Sobre todo a la castaña. El pelinegro no se daba cuenta de las cosas que sucedían con su esposa, tanto que no le importó el silencio de su nuevo apartamento. Sabía que estaban separados pero no sentía como si fuera algo genuinamente grande pues no le caía el veinte. Mary era la que peor lo pasaba pues tuvo que explicárselo a su niña y tenía que aguantarla cuando se ponía a llorar porque extrañaba a su papá. Más de una vez la abrazó para consolarla mientras ella lloraba por que su papá no estaba con ellas. Le extrañaba de una forma que no tenía palabras y él también la extrañaba cada vez que se iba a dormir en las noches en su solitaria y vacía cama.

Lo único que Alexis encontraba bueno era que podía trabajar en la universidad con más tranquilidad. El único momento donde se daba una pausa era cuando Amely estaba presente.

...

Alex apenas acababa de recoger a Amely. Su apartamento con suerte tenía muebles, solo tenía lo esencial y poco más. Amely dormía con su papá en la cama y era de las cosas que más le gustaba pues él no era tan estricto como su mamá. Con Alex podía comer en la cama mientras veía la televisión mientras que con Mary debía comer en la mesa y no se bajaba hasta que no terminara su comida. Eran dos mundos diferentes pero no quitaba que le gustara estar con ambos.

"Papa,¿pudemos comeh helado?" Preguntó la castañita tan pronto dejó su mochila de Barbie en el sofá.

"¿Comer helado?" Preguntó mientras se sentaba en el borde del sofá para mirarla. Ella asintió con una gran sonrisa. "Podemos comer helado después de cenar." Amely gruñó y pataleó molesta. Alexis no se sentía con ganas de lidiar con sus berrinches y se levantó para tomar la mochila de la niña para ver que le había puesto Mary.

En la mochila habían cambios de ropa, pañales, zapatos, su cepillo de dientes y tal. Ella tenía esas cosas en el apartamento pero de todas manera Marilyn la preparaba con todo en caso tal de que las necesitara. Incluso le echaba meriendas. Parecía que la mandaba a la escuela o algo parecido.

Suspiró y sacó la pijamita de Amely para cargarla. "Ya,ya,ya. No es hora de berrinches,vamos a ducharte y luego a cenar." Le dijo cargándola bajo el hombro como si fuera una carpeta de papeles o cosas así.

Luego de la ducha le puso su crema de bebé, su pijamada y le cepilló el cabello. Al tener a Amely limpia y cómoda fueron a buscar que podían comer. La castañita insistía en comer algo rico y se negaba en comer un recalentado. Tuvo que ver que se podía hacer.

"Chingada madre.." Alex cerró la nevera suspirando. "¿Quieres comer pizza?" Preguntó volteando a ver a la bebé.

Terminaron comiendo pizza en la cama viendo "Los Simpsons" riendo ocasionalmente. Alex tomaba de su refresco y Amely de su botellita con jugo. Estaban tranquilos en un ambiente de compartir. Terminaron empachándose con panzas redondas sin poder moverse. El pelinegro tomó la caja de pizza y la dejó en la cocina, al volver cargó a Amely para llevarla a el baño y limpiarle los dientes, luego la carita y terminó diciéndole que hiciera del baño para no tener que ir en mitad de la noche.

Al volver a la habitación cargándola la dejó en medio de la cama para poner cojines en el borde y en el suelo en caso tal de un accidente. Se subió a la cama con ella luego de apagar la luz dejando el televisor encendido para que ilumine y así evitar que la bebé se asustara con la oscuridad. Al estar acostado colocó su brazo en la cama apoyándolo para sujetar su cabeza mirando al televisión, a su lado Amely se acomodó chupando su dedo pulgar viendo la televisión entretenida. En ocasiones se movía mucho y su papá la miraba callado revisando que estuviera bien y que no se cayera.

"Papa.." susurraron a su lado haciendo que se despertara de su casi sueño y la mirara.

"¿Qué?" Le respondió de la misma forma baja siguiéndole el juego. No hacía sentido que susurraran pero igual no hacía daño que le hablara igual.

"¿Hay monstruos?"

"¿Dónde?"

"Abajo de la cama.." susurraba la bebé con inocencia.

Alexis, con toda la pereza del mundo fue a revisar bajo la cama. Al volver la miró y negó. "No hay nada." Pero Amely no parecía convencida. Tuvo que encender la luz de la mesa de noche, revisar el armario y cerrar la puerta para que ella estuviera tranquila y así lograra dormir.

Al terminar la noche ambos estaban dormidos, Alex con su brazo al rededor de su niña protegiéndola a ella y a su peluche de Bluey de los monstruos. Así pasaban gran parte de los días en los que Amely se quedaba en la casa.

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