138|Cumpleaños de Bluey
El cumpleaños de la pequeña Amely se estaba llevando en marcha y la temática era de Bluey,ella lo adoraba. Estaban casi todos los amigos de sus padres que no dudaron en traerle juguetes a la castañita. Alexis y Mary se enfocaron para que todo fuera lo más perfecto posible. Era el primer cumpleaños de Amely, debía ser genial.
"¿De dónde vergas sacaron un Bluey de este tamaño?" Preguntaba Alex curioso viendo los regalos que trajeron,uno de esos era un peluche de Bluey que era incluso más grande que la cumpleañera.
"Walmart." Dijo con obviedad Roier a su lado. "Sabi dijo que podía usarlo como cama así que lo compramos lo más grande posible."
"Vete a la verga.." murmuró frotándose la frente. "Tendremos Bluey por los siguientes diez años."
"Y tanto,wey." Rió de regreso el chico negando. Ambos estaban viendo todos los regalos y casi todos eran de esta misma caricatura.
Mary bajaba las escaleras cargando a su niña en brazos. Amely usaba una pijama de Bluey ya que le intentaron de poner un vestido de princesa pero ella lloró y pataleó hasta que le pusieron su pijama. Todo con tal de que estuviera feliz este día tan especial.
"¿Y su vestido de princesa?" Preguntó Alex con el ceño fruncido al verla llegar.
"Ni me hables de eso." Suspiró su esposa. "No quiere usarlo." Mientras hablaba la bebé extendió los brazos a su padre haciendo ruiditos.
Alex la cargó y le acomodó su gorrito. "¿Porqué no quieres usar tu vestido? Mamá lo compró para ti." Le hablaba suave mientras la miraba. Lo único que recibió en respuesta fueron balbuceos de bebé junto a un manoteo.
Bajó a la pequeña para que explorara su cumpleaños caminando. La fiesta estaba tranquila y cuando apareció Amely en el patio donde estaban todos le aplaudieron haciéndala reír. Era una niña risueña,todos lo sabían y se le notaba.
...
Amely pasó gran parte de su tiempo jugando con Oli. A su papá no le daba nada de gracia pero la dejó ser porque era su cumpleaños. Cuando llegó el momento de cortar el pastel que había hecho Mary, Alex tomó la oportunidad de ser un papá celoso. Oli seguía a Amely por todos lados ambos riendo. Tan pronto pasó por al lado de su papá él no dudó en agarrarla de la pijama alzándola dejando a ambos niños confusos.
"Vamos a cortar el pastel." Anunció el pelinegro cargando bien a Amely, misma que lo miraba con la carita molesta pero el chico decidió ignorarla siendo fiel a su papel de padre celoso.
Todos se reunieron para cortar el perfecto y hermoso pastel de la ya mencionada serie infantil. Se notaba que Marilyn no era solo una gran chef, también era una perfecta repostera con mucha experiencia y talento de por medio. El pastel era un perrito azul sonriente, era tan perfecto que debía costar más de lo que uno creería.
Le cantaron cumpleaños a Amely mientras su mamá la cargaba bailando suavemente haciéndola reír y sonreír. La castañita hasta aplaudía mientras todos le cantaban aplaudiendo. Por el simple hecho de ver la decoración de cumpleaños se podía deducir que Amely era muy amada por sus padres.
Al repartir el pastel Mary no quería darle un pedazo a la pequeña pues no se suponía que le dieran cosas dulces a los bebés menores de dos años. Era todo lo contrarío a Alex, quien era un hombre mexicano que creía más en su propia filosofía que en lo que decían los médicos y que creció a base de "lo que no mata, engorda". Así que se sentó en una de las mesas del patio con su propio pedazo de pastel y comía de vez en cuando le daba un pequeño pedazo a Amely. No le hizo nada de gracia a la mamá de la castañita pero no podía discutirle más de lo que ya lo hizo.
Al final, Alex tuvo que cambiarse de ropa pues su hija le había vomitado y claro que sus amigos se rieron de él como si fueran hienas. Mientras el chico se cambiaba y limpiaba, su esposa limpiaba a su bebé.
"Te dije." Murmuró la castaña molesta. "Te dije pero tú no quieres hacer caso. Siempre es lo que tú dices y solo tú." Repetía molesta sin alzar su voz o algo parecido.
"No le pasó nada malo,Mary." Repetía el de cabello largo con el ceño fruncido. "Es pastel,no le hará nada."
"Si no le hiciera nada no te hubiera vomitado." Le soltó para mirarlo volteando a él dejando a la niña en la cama sentada. "¿Y sabes qué? Te mereces que te haya vomitado." Lo señaló amenazante sin quitar su cara de molesta.
Alex terminó de colocarse su camisa para mirarla igualmente con el ceño fruncido. "No exageres. Yo comí miles de pasteles cuando era pequeño y sigo aquí. ¡Más vivo que su puta madre!" Exclamó extendiendo los brazos a sus lados.
Esas palabras no le dieron nada de gracia a Marilyn, hasta la enojaron más. "Me bajas el tono de voz y que sea la primera y última vez que hablas así frente a Amely." Le advirtió la chica volviendo a señalarlo. "Los bebés no pueden comer cosas dulces y ahora por darle de comer pastel ha vomitado."
"Mary,mi amor,mírame." El pelinegro la tomó de los hombros. "Te juro por la virgen de la Macarena que no le va a pasar nada por comer pastel. Vomitó y ya está como si nunca hubiera vomitado. Mírala."
Al los dos voltear a ver a Amely la encontraron mirándolos con una sonrisa sin entender la discusión. La castaña suspiró y pensó qué tal vez todo estaría bien y que solo estaba siendo paranoica.
"Tienes razón.." suspiró Mary.
"Claro que la tengo." Le respondió con dulzura su esposo para darle un beso en la mejilla haciéndola sonreír.
La fiesta continuó y todos la pasaron bien. En los siguientes días que sus amigos estuvieron en California lo aprovecharon para salir todos y divertirse. Obviamente trajeron a Amely con ellos en su carrito de bebé y ella igualmente la pasó bien con su nuevo pequeño peluche de Bluey a su lado.
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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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