135|Oliver y Amely
En el restaurante estaban los dos matrimonios comiendo con sus respectivos hijos. Hablaban animadamente y disfrutaban de la comida con gusto. Lana y Mary estaban sentadas una frente a la otra. Alex estaba frente a Luzu y el pequeño Oli estaba sentado a un lado de la sillita de bebé de Amely en las esquina de la mesa.
Alex no se veía nada contento. ¿La razón? El pequeño niño no dejaba de mirar a su niña sonriendo y riendo sin razón aparente. La castañita reía y se tapaba la carita por estas mismas acciones y la cara de perro que tenía el de gorra nadie se la quitaba.
"Amor,deja a los niños en paz,¿quieres?" Habló suavemente Mary mirándolo. Pero esto no cambió nada.
"Está haciéndole ojitos a Marie." insistió sin rechistar señalando rápidamente a Oli. "Míralo."
"¿Quieres parar ya,Quacks?" Dijo Luzu con una sonrisa burlona. "Oliver y Amely solo están jugando. Nada más."
Y como si no fuera suficiente,Oli le regaló una pequeña flor a Amely arrancada del los arbustos a un lado de ellos. Alexis sintió ganas de agarrar al condenado niño y arrojarlo al estanque del lugar, pero se contuvo al ver a su niña mandarina reír.
"¿Lo estás viendo,Luzu? Le está regalando flores y no deja de sonreírle." Insistió para mirar al español. "Le está haciendo ojitos."
"¿Qué va a estar haciéndole ojitos?" Carcajeó el mayor. "Son niños."
"Pero tu chamaco es español, tiene en la sangre robarle el oro a los mexicanos y me está robando mi oro ahora mismo. Solo míralo,wey." La metáfora combinada con la broma recurrente de Alex no se debía explicar. Mary enterneció un poco al escuchar a su esposo referirse a su hija como "su oro". Era adorable.
"Y sigue con eso." Negó Luzu para reír bajo y continuar su cena.
"Es un papá celoso,déjalo." Reía Lana con suavidad haciendo reír a Mary pues tenía razón.
Alexis no se mantenía tranquilo aunque quisiera. Su niña era suya, no le agradaba la idea de que un niño se le acercara o algo parecido y este niño estaba poniéndolo nervioso con sus acercamientos a Marie. Eran cosas inocentes de bebés,pero al final del día, padre celoso.
"Ya no más juegos. Hay que comer." Dijo el chico acercando la silla de Amely para darle de comer pues su hija estaba enfocada en jugar y no en terminar su cena. Oli se puso triste pero su papá lo atrajo a su silla para que él también comiera.
Las bromas respecto a los comportamientos celosos de padre sobre protector de Alexis fueron frecuentes hasta que se acabó el día y todos se fueron a sus casas luego de despedirse. Fue lindo pasar un rato juntos en tranquilidad.
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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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