-- ¡Hey!, ¡Nono! -- Grito JiMin tras el pequeño pato que iba tras una lagartija. -- ¡Coquito!, ¡Vuelve! . -- Volvió a gritar siendo gratamente ignorando por aquel animalito que aún no entendía quien era coquito y por qué el humano se lo gritaba mucho.

El pequeño pato siguió tras aquella lagartija que corría a velocidad para salvar su vida de sea lo que sea de lo que le quisiese hacer ese pato. Aquella lagartija vio lo que sería su salvación, un callejón con grandes paredes que le permitiría escalar para poder huir. Asi que con más velocidad y foracidad por querer seguir viviendo, se adentro a aquel callejón, tomando rápidamente una pared y escalarla. Logrando huir del patito asesino. Y aquel torpe pato, pegó con la pared callendo de forma que le hacía lucir tierna.

-- ¡Ah!, ¡Coquito! -- Escucho aquel pato tras el, y pronto unas pequeñas y suave manos tomaron de su pequeño cuerpo para ingresarlo a aquella molesta jaula.

Le sonrió con dulzura a aquel pato travieso, giro sobre sus talones para encontrar tras el un lindo diente de león que robó toda su atención, junto con la del pato. Se hincó para apreciar aquella linda flor cuando un grito horrible le hizo saltar del susto.

-- ¡MHMNN! ¡CWRRMM!, ¡JMMN!, ¡CWRREM! -- . Tembló. Su cuerpo tembló con miedo al escuchar aquellos gritos desesperosos y ahogados más atrás de aquel callejón.

La poca luz tunuel que aquellas paredes dejaban entrar hacían difícil distinguir a la persona que gritaba. Pero JiMin pudo visualizar a un cuerpo femenino forzajear y tirar de unas cadenas, mientras ahogaba gritos por aquella mordaza de tela que cubría su boca.

-- D-dios mío -- Tartamudea con miedo. Dejando la jaula con el pato en el suelo, concentrándose en aquella pobre mujer. Su aspecto se veía mal. Muy mal. Un pequeño vestido algo sucio la cubría, mientras algunas manchas de tierra estaban sobre sus piernas, rodillas , brazos y cara, su cabello estaba algo desordenado, y tenía algunas cortaduras en sus rodillas. No lo dudo, ni si quiera se cuestionó si el estaría en peligro, simplemente corrió a acercarse a aquella mujer para ayudarla, sea o no importante el motivo por el cual estaba ahí encadenada. -- ¿U-usted se encuentra bien? -- Pregunto mirando y tirando de las cadenas de la mujer, ignorando totalmente sus gritos y movimientos bruscos.

Al alzar su mirar se encontró con los ojos llorosos de la mujer, y aquella estorbosa mordaza que le impedía hablar y pedir ayuda más eficaz.

-- ¡V-vete! -- Grito la mujer con dolor cuando la mordaza se bajó de su boca.

Cuando miro su rostro, sintió nuevamente aquella presión en su pecho. Era igual a ella...
No dudo en quedar un tanto perplejo y el querer llorar por admirarle aquel rostro de angel.

-- Y-yo.. la sacaré de a-

-- ¡No! -- Grito aún más fuerte la mujer. -- ¡V-vete de aquí!, ¡Corre!, ¡Vete JiMin! --.

Y en un intento desesperado por jalar las cadenas, escucho como en un grito de Omega, escucho su nombre salir.
Dejándolo más con aquel dolor en su corazón.

-- ¿U-usted... C-como sabe mi nombre?-- Sus ojos se cristalizaron con temor, pero con la esperanza de que aquella mujer fuese-

-- P-por que yo... Yo soy tu-

-- ¿M-mamá? -- Sollozó. La mujer asiente rápidamente, sintiendo como los delgados brazos de su hijo la sostenían con fuerza.

-- Ahora vete de aquí JiMin -- Chillo con miedo. -- Vete lo más rápido posible, probablemente ya han escuchado mis gritos y vienen hacía acá, así que cariño, corre, vete de aquí, no s-

-- ¡No! -- Le cayo JiMin. -- No me iré -- Suelta con frustración. -- ¡Estas viva!, ¡No te voy a dejar!, ¡No sé quién te tiene aquí!, ¡Pero yo te voy a sacar y te llevaré conmigo al castillo y--

-- ¡NO! -- De un movimiento brusco, ayudándose con su cuerpo, la mujer tiro del Omega al suelo. -- Por favor vete -- Sollozó. -- No quiero que te atrapen... Vete -- Susurro el último.

--- P-pero... -- Susurra levantándose del suelo aún pasmado. -- ¿Q-quien te tiene aquí?, ¿Q-quien-

-- JiMin....

Ya era tarde.

El estaba ahí.

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Cuando giro, un hombre alto y fuerte le encargó, haciéndolo retroceder con miedo, buscando algún escondite tras la mujer que le dió la vida.

-- Ya estás aquí... -- Dice aquel alfa mirándole como si fuese una joya realmente costosa.

-- corre -- El tan bajo y leve susurro que le dió su madre le hizo entrar en razón, y preparándose para dar una larga carrera.

Cuando el alfa se vio más confiado en quererle tocar, dió un empuje al igual que su madre, e hizo por huir sin contar que un par de betas le sujetarian impidiéndole escapar.

-- ¡N-no! -- Forzajeo entre los brazos de aquellos. -- ¡S-sueltenme!, ¡Ayuda!, ¡Noona!.

-- A la carroza -- Indico el alfa mandatario.

[......]

-- ¿Mhm? -- Cuestionó la beta, mirando a sus alrededores los puestos, escuchando quizá en su imaginación un grito que la llamaba. -- ¿JiMin?.....

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El siguiente capítulo se lo woa dedicar a parvatti_montesque me deja mensajes bonitos y motivadores en privado :3 , gracias bonita, así que esperen para el prox. Capítulo :b, hoy quería hacer algo emocionante pero no me salió sjxkxkd

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