Efectivamente tenían miedo. El alfa estaba serio frente a ellos, y claramente eso no era una buena señal. Trataron de tragar su propia saliva, pero tal parecía que está ya no se estaba produciendo.
Ambos betas estaban sentados frente un pequeño escritorio, el alfa temido, hacía del otro costado, sentado de igual manera, mirando fijo a aquel par.

-— Mm.. -— Corraspea Minho, teniendo ahora con mayor razón la atención del alfa. -— Señor... Taeyang -— Murmura con temor. -— Podemos saber... ¿Cuál es el motivo por el que estamos aquí? -—

La expresión sería de TaeYang cambio, una malvada sonrisa adorno sus labios, mientras tras el, tomaba una botella de cerveza. -— Ya se habían tardado en preguntar -— Dice, dandole un sorbo a la botella. -— Para que más los tendría a ustedes aquí si no para que me digan que información me traen de mi Omega...

Dicho eso, ambos betas se miraron entre sí, sus manos temblaron y claramente sintieron como sudaban frío. -— Disculpe... TaeYang -— Hablo ahora Seunghoon. —- Nosotros... No hemos estando ya muy al pendiente de el Omega JiMin -— Explico. De manera inmediata, el rostro de TaeYang regreso a ser una seria. -— Y-ya sabe.. por el error que cometidos con Sunhee...

Taeyang se levantó de la silla, azotó con fuerza sus puños contra el escritorio e hizo temblar a un más al par de betas. Les miró fijo. Minho y Seunghoon ya aseguraban su muerte, pero una escandalosa y para nada confiable risa, se escuchó provenir de TaeYang.

-— Claramente lo sé, par de imbéciles -— Bromea.

Seunghoon dejo escapar una gran vocadaza de aire, mientras que Minho, limpiaba con un pedazo de tela, el poco sudor que bajaba de su frente.

-— Ahora les tengo que contar algo... Algo que realmente nos hará el trabajo más fácil...  -— Dice con gracia.

Se veía feliz... Tenía planeado algo, eso era seguro.

-— ¿Podría decirnos? -— Inquiere con timidez uno de los betas, TaeYang asiente y da otro trago a la botella.

-— Soborne a un trabajador del castillo -— Explica con simpleza. -— Hoy vendrá aquí a traerme un poco de más información sobre mi Omega y el por que no sale del castillo... Dice que es algo que prácticamente me sorprenderá, así que espero y no lo haga, no quiero imaginarme cosas que no sean.. pero es bueno que lo haya convencido..

-— Y... ¿Podemos saber cómo le convenció? -— Inquiere de nuevo.

-— ¿Con que más?, Dinero... Dinero y quizá... Una pequeña amenaza para el y su familia.. Crearme que no le costó mucho aceptar, solo tenía que decidir... Ver morir a su familia frente a él, ó, hacer lo que yo le mandé a hacer y su familia vivirá con una muy buena riqueza de la cual yo próspero... Fue fácil decidirlo...

Una oleada de tristeza llegó a los corazones de los betas. De esa misma manera ellos habían terminado así con TaeYang, y lo lamentaban mucho.

[...]

-— Sabes que es una probabilidad muy alta.. ¿No JiMin? -— Dice NamJoo. Ambos se miraban con algo de temor.

JiMin sentía como su corazón latía con desespero con mérito nervio, NamJoo le explicó claramente que si paso el celo con el alfa, y este término anudandolo, había una probabilidad muy alta de estar en cinta. El aún no se imaginaba que eso fuese verdad pero... Era claro, según NamJoo, podría esperar unos días más , y que ella misma lo llevaría con el curandero, para que esté les diera una respuesta con exactitud. Pero su lobito se sentía extraño... Y esa misma extrañitud le venía diciendo que no había necesidad de ir con un curandero. Quizá, el estaba en lo correcto.

-— Yo.... Aún no le e dicho a YoonGi la verdad, y.. yo, no me siento listo para ser ... Mm, padre de un cachorrito, Noona, yo... Tengo miedo -— Susurra con temor.

NamJoo le rodea con sus brazos, reconfortando su cariño hacia el menor, sobó su espalda y le dejo que se desahogara un poco. -— Sabes que estará todo bien, no hay que temer, ¿Si?, ... El rey estará muy feliz con la noticia, pero tenemos que confirma lo, no queremos dar falsas esperanzas..

-— Yo... Bueno, mi lobo, me dice que no hay necesidad de ir y, yo creo que, el lo sabe...  -— Lloriquea.

-— Eso sería una excelente noticia, no quiero que estés mal, tan solo mírate, te vez muy mal en estos momentos, quiero ver al JiMin alegre de siempre, ¿Por favor?...

-— Es que no es solo eso noona, yo, estoy mal no solo por mis malestares, y la supuesta "madre" que me ví... Yo, tengo miedo, ¿Recuerda que le dije que aquel estúpido alfa estaba por aquí?.. -— Ella asiente. -— No lo e visto últimamente, y no lo quiero ver, pero temo que algún día me vea , me reconozca y me quiera llevar... Y-- y eso me da miedo yo-

-— Creo, yo... Yo creo que, estaría perfecto de que a pesar de todas las interrupciones , le contarás a el rey, y puede que quizás... El cobre la justicia que tú y tu madre merecen, ¿No?.

-— Yo, supongo que si noona .

-— No hay que esperar más para esto, ya es buen momento para contarle todo, y.. contarle que probablemente -— Juguetea . -— pueda ser padre de un lindo o linda cachorrita ...

JiMin sonríe con cierta nostalgia, NamJoo sonríe para seguir dándole ánimos, pero, tampoco estaba listo para contarle eso.

[...]

YoonGi veía sin expresión alguna como los hombres del consejo salían de su preciado salón, y algunos guardias le guiaban hasta la salida. Sentía un peso menos en su cuerpo. Se sentó en su trono, algo cansado, era probable que en un par de días el consejo vendría de nuevo a su castillo, con una inmensa cantidad de motivos el cual no era bueno tomar como pareja a un beta macho. Aunque él les hubiese explicado, estos no se cansarian hasta convencerlo. Pero en su para nada retorcida mente, pasaban quizás algunos accidentes que les pasaban a los consejeros para que así se callarán y le dejarán ser feliz junto a su dulce y tierno beta.

Nego con una sonrisa el seguir imaginando atrocidades a esos viejos cascarrabias.
Estaba listo para levantarse de su trono e ir a la habitación y llamar por su Omega, pero al ver entrara a un par de guardias en formación, se detuvo. Les inspeccionó con la mirada y aquellos se arrodillaron ante el.

-— Mi señor -— Dijeron todos en unisono. -— El general Kim NamJoon a llegado .....

.
.
.
.

Esto era excelente.

YoonGi sonrió un poco, miro más haya de dónde los guardias estaban arrodillados y lo vio entrar.
Venía con su uniforme, con el escudo a un costado y la espada colgando al otro. Se guío hasta la punta de dónde estaban el resto de guardias, poniéndose de rodillas ante YoonGi. Haciendo de su llegada a una épica.

-— Mi señor -— Dice con su áspera voz. -— Eh regresado.