Su padre bajó primero del auto, ayudando a su omega a bajar. Estos caminaron con destino a la mansión del rey de Daegu. La segunda camioneta siguió avanzando hasta que paró enfrente del lugar y los guardias le abrieron la puerta.

Jungkook bajó con clase, pero viéndose tan varonil y digno de la corona de su padre. Su vestimenta era oscura, con una camisa blanca y un saco azul marino, su corona estaba perfectamente acomodada en su cabeza y sus cabellos que habían crecido un poco más, cubrían algunas partes de su rostro, pero aquello solo lo hacía ver más imponente y guapo.

Pronto caminó hasta sus padres que ya hablaban con los reyes de Daegu. Detrás de él bajó Seokjin, vistiendo tan elegante, pero con una camisa de cuello alto y un saco de terciopelo, haciéndolo ver tan angelical, tan puro y delicado, pero sin dejar de verse como un omega fuerte e importante. Su corona se lucía con gran hermosura, sus cabellos estaban perfectamente peinados y su sonrisa resaltaba en su rostro. Los pueblerinos que miraban todo, habían enloquecido ante la familia Jeon. Namjoon seguía muy cerca a Seokjin por si algún alfa intentaba burlar a la seguridad y acercarse a este, lo mismo con los guardaespaldas de los reyes y de Jungkook.

Después de saludar a los camarógrafos y a los reporteros, ambas familias entraron a la mansión. Enseguida fueron bien recibidos por los empleados y la hija de los reyes.

—Los dejaremos descansar un poco, el almuerzo estará listo pronto —habló el alfa.

—Muchas gracias —el rey Jeon hizo reverencia, siendo seguido por su familia.

—Sigan a la mucama, ella los llevará a sus habitaciones —el rey omega habló, regalándoles una sonrisa para después entrelazar su brazo con el de su alfa.

Así lo hicieron, siguieron a la beta que los dejó en sus respectivas habitaciones. Necesitaban un descanso, había sido cansado el camino.

Después de unas horas, ambas familias se encontraban almorzando en el gran comedor de la mansión, hablando sobre la coronación de Jungkook que se llevaría unas semanas después, también invitando a ambos reyes y a su hija para estar presentes en la coronación de Jungkook.

Todo iba bastante bien, pero Jungkook permanecía callado. Físicamente estaba bien, pero mentalmente aún era complicado. Estaba ansioso, su ansiedad solo había aumentado en cuanto llegaron a Daegu, su lobo tiraba de él, gruñendo que escapara de sus responsabilidades y había vuelto a sentirse tembloroso y paranoico.

—¿Jungkook? —su padre lo llamó.

—Discúlpenme, me distraje pensando —se disculpó, haciendo una pequeña reverencia en su lugar.

—Tranquilo, príncipe Jungkook —el rey de Daegu le sonrió amistoso.

—Como les decía, Jungkook tiene unas grandes ideas para el reino de Golden Werewolf, y también para beneficiar a todos los territorios vecinos. Ya queremos que escuchen lo que tiene por decir, ¿No es así, Jungkook?

—Sí, padre. No defraudaré a mi pueblo, quiero que todos podamos seguir aliados y que los tratados de paz de años atrás sigan estables y sin problemas para nuestros territorios y gente —sonrió.

El omega y el alfa lo felicitaron, después las preguntas fueron dirigidas a Seokjin y Jungkook guardó silencio nuevamente.

Siguió tan perdido en sus pensamientos, pero no pasó desapercibida la mano que tomaba su brazo en un gesto suave y en busca de llamar su atención.

Elevó la mirada, encontrándose con la princesa Jieun que le sonreía hermosamente.

—Eres el alfa más serio y pensativo que he conocido —rio un poco.

—Disculpe, princesa. Tengo muchas cosas que pensar, es por eso que estoy tan ausente.

Ella le volvió a sonreír, sin ser consiente que sus padres y los de Jungkook los miraban con cierta idea en sus cabezas. Jungkook sería el futuro rey de Busan y su hija era una omega preciosa con la que podían desposar al gran alfa para beneficiar a ambos reinos.

—¿Deseas hablar? Seamos amigos —propuso risueña.

Jungkook le sonrió, aceptando la invitación de aquella princesa.

Minutos después todos se encontraban de nuevo en sus habitaciones, al día siguiente sería la reunión en el pueblo para presentar a Jungkook e invitarlos a su gran coronación.

Jungkook estaba recostado en la cama, mirando hacia el balcón, contemplando la gran luna que se alzaba ante él. La habitación estaba a oscuras, pero la luz de la luna lo iluminaba, dándole un espacio de relajación, pero a la vez sintiendo una gran conexión con su lobo.

Pudo percibir un aroma a rosas, sus oídos se agudizaron, podía escuchar los pasos silenciosos y el corazón de otra persona acercándose a su habitación. La puerta sonó muy bajo y después escuchó el susurro de la omega llamándolo del otro lado de la puerta.

Se levantó para caminar hasta esta, recibiéndola sin entender. Ella le pidió permiso con la mirada para pasar, Jungkook accedió, siguiéndola hasta el balcón donde se dejó caer al sillón de este. Jungkook la siguió en silencio, su cabeza miró hacia arriba, sintiendo con más fuerza el poder de la luna.

—Perdona por venir así, es que pensé que tal vez no podías dormir y venía para que te relajes y saques todo lo que te atormenta —ella sonrió leve, repitiendo la acción de Jungkook. La luna era tan grande y poderosa esa noche.

—Estás en lo cierto, no puedo dormir —comentó.

—Te escucho.

Ella lo miró con una sonrisa, Jungkook también la miró. Tal vez no sea mala idea contarle todo lo que le sucedía. Realmente no tenía a quien contarle, sus padres no eran una opción, Seokjin parecía enfadado con él y ya no tenía a sus amigos para contarles, así que Jieun parecía una buena opción para soltar todo lo que lo estuvo mortificando por aquellos meses.

—Fui un estúpido, tomé la peor decisión en mi vida y me di cuenta muy tarde —soltó un suspiro, dirigiendo su mirada al frente.

Ella asintió comprensiva, guardando silencio para que el alfa siguiera hablando.

—Mi decisión por tomar la corona de mi padre fue por varias razones, pero entre ellas, para proteger a mi hermano mayor. Él es un omega, todos sabemos que todavía hay alfas y betas que denigran a los omegas, no quería eso para él. Deseo que Seokjin encuentre a su pareja y pueda tener a su propia familia, tantos cachorros como desee —sonrió un poco—. También lo hice porque soy alfa, quiero demostrarle a todos que puedo con el cargo, así como mi padre lo ha llevado hasta ahora, es por mi orgullo y para no defraudar a mis padres. Nadie me obligó a hacerlo por ellos, yo lo decidí a así... Pero tuve un pensamiento, muy tonto si me lo preguntas... —suspiró largo—. Pensé que si me alejaba de todos podría concentrarme en la corona y obtenerla, así todos ganaríamos, Seokjin tendría a su familia, mis padres estarían orgullosos y el pueblo de Golden Werewolf tendría a un gran líder. Pero me equivoqué, alejé a mis amigos, a los únicos que me trataron como una persona normal, y que creían en mí, también... Alejé a mi omega... Lo lastimé, le dije que era una distracción para mí y pensé que sería lo correcto, pero era todo lo contrario, ¡Joder! Es mi pareja destinada y decidí alejarlo, como si no importara para mí, cuando es todo lo contrario.

Sus ojos se habían aguado, Jieun lo miraba con tristeza, sintiendo tanta pena por el alfa.

—Él lo es todo para mí y no lo digo solo porque sea mi pareja destinada, él es un omega increíble, estoy malditamente enamorado. Amo todo de él, como sus manos más pequeñas que las mías, cuando las cubría con mis manos parecían desaparecer, su cuerpo es tan pequeño y bonito que fácilmente podría admirarlo, tocarlo y abrazarlo por horas. Su sonrisa es tan magnífica y brillante, sus ojos son tan hermosos, cuando me miraba y sonreía, estos casi desaparecían de su rostro y era lo más malditamente puro y precioso en el mundo... Me arrepiento una y otra vez por lo que hice. No sé donde está, tengo un gran vacío en el corazón y una sensación que no se va, como si no me entero de algo, como si algo me llama, pero no sé lo que es —las primeras lágrimas bajaron por sus mejillas—. Es como si hubiera algo y mi lobo lo siente, pero no sabemos qué es... El día que lo perdí, él estaba tan brillante, tan sonriente y feliz, llevaba un buzo algunas tallas más grande que él, un pantalón de chándal y sus cabellos estaban perfectamente peinados, sus mejillas estaban levemente sonrojadas y sus ojitos habían desaparecido en una cálida y preciosa sonrisa, pero cuando se lo dije, toda esa felicidad desapareció, sus feromonas eran tan tristes que antes de que las notara por completo, las había escondido... Y mirando como sus ojitos se llenaban de lágrimas, él había corrido lejos de mí, escapándose de mi vida, dejándome aquí, tan roto. Estoy tan arrepentido.

Jieun soltó un sollozo, abrazando al alfa de costado. Jungkook rio un poco, pero pronto sus lágrimas bajaron por sus mejillas.

—Lo siento tanto, Jungkook —susurró.

—Tranquila, no fue tu culpa, fue solo mía.

—Debes buscarlo, si es tu pareja destina deben estar juntos, ambos la están pasando mal —sollozó.

—Lo intenté, pero era tarde, se había ido de Busan, no se donde está, lo herí demasiado. Intenté buscarlo por los alrededores, pero terminé perdido y consumido, a punto de morir entre el bosque, pero solo podía recordarlo sonriéndome y su aroma a moras tan dulce, ello me mantuvo vivo hasta que pude moverme y decidir que no moriría, que al contrario, regresaría a casa para curarme y ahora volver a buscarlo. Si a mí me pasaba algo, a él también y ya lo había lastimado demasiado como para herirlo un poco más.

—Si necesitas mi ayuda puedo dártela, no puedes seguir sufriendo así. Te ayudaré a buscarlo y le explicarás lo arrepentido que estás, dile cuanto lo amas y cuanta falta te hace.

—Muchas gracias, Jieun, para recién conocernos, estoy tan agradecido contigo —le sonrió.

Ella también sonrió, Jungkook se miraba un poco más relajado ahora, como si hubiera soltado todo lo que lo mortificaba. Así que, después de charlar un poco más, decidió que era hora de regresar a su habitación y dejar al alfa descansar, rogándole a la luna porque su nuevo amigo encontrara a su omega al fin y pudieran ser felices.

¡Hola!

¿Qué les pareció?

Nuevos personajes aparecieron, ahora conocen al rey alfa y al rey omega de Daegu, así mismo, a su hija omega, Jieun

Ella es muy linda, con sentimientos muy lindos también, no la juzguen mal

Esto ya lo sabían, Jungkook tomó la corona por muchas razones, una de ellas para que Seokjin pueda ser feliz, también para que sus padres estén orgullosos y por su propio orgullo, pero cometió errores, esperemos que todo pronto se resuelva

Jungkook al fin habló de como se siente con respecto a Jimin, porque nunca lo ha dejado de amar, se equivocó y cuando quiso componerlo, ya era tarde :c

Nos leemos pronto 💜

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